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Alex
Alex Caldera
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reconocimiento (DN):
cn=Alex Caldera, o, ou,
Caldera email=profalexcaldera@ya
hoo.it, c=MX
Fecha: 2007.09.23 22:50:05
-05'00'
Introducción..............................................................................................2
Bibliografía..............................................................................................93
Códigos y Leyes.....................................................................................94
1
Introducción
2
El presente análisis se aborda desde las teorías neoinstitucionalistas, las
cuales son una aproximación a la realidad social a partir del estudio particular de
las reglas del juego (estructuras institucionales formales e informales) de la
sociedad y, se interesa por estudiar el origen de dichas instituciones y el proceso
de cambio a lo largo del tiempo.1 Este enfoque nos permite estudiar el fenómeno
del cambio político en Aguascalientes a partir de las condiciones estructurales que
para éste fueron preparando los actores políticos, tanto para ir diseñando un
entramado institucional más acorde a la nueva realidad de pluralidad y
complejidad política, como para ir liberalizando la presión política a un régimen
que nacional y localmente estaba en franca desarticulación.
1
Al hablar de instituciones los autores neoinstitucionalistas se refieren a ellas no solamente en su
sentido propiamente formal de organizaciones o estructuras institucionales, sino también los
lineamientos informales que moldean la conducta de los individuos James G. March y Johan P.
Olsen, El redescubrimiento de las instituciones. La base organizativa de la política, México,
Fondo de Cultura Económica, Colegio Nacional de Ciencias Políticas y Administración Pública,
A.C. 1997 [1989].
3
valgo de un repaso de la evolución jurídica-institucional y un análisis del contexto
político que envolvía a cada una de estas fases, haciendo énfasis en la etapa en la
que inicia y se consolida el proceso de cambio político en Aguascalientes, es
decir, desde 1995 hasta 2004. El último capítulo, que se presenta como a manera
de conclusión, es solamente una reflexión personal de los retos y el camino que
debe seguir la reforma político-electoral en un futuro próximo.
4
Capítulo 1
Repaso teórico para el estudio de la institucionalización
democrática
1
Con esta misma reflexión podría estarse pensando que es ingenuo que se pretenda “consolidar
del todo” el régimen democrático, ya que ni los países llamados del primer mundo lo han hecho, y
menos con lo polarizado que ahora está después del 11-S y de la invasión a Irak a principios de
2004, en donde la posición del los EUA con la bandera de “lucha contra el terrorismo” incluso ha
llevado a restringir libertades de facto tanto a ciudadanos norteamericanos, como a extranjeros.
2
El concepto que generalmente se acepta por los analistas de transición política es el que hace
referencia al intervalo que se extiende entre el fin de un régimen autoritario al inicio de otro
democrático. Guillermo O’Donnell, Philippe Schmitter, Transitions from authoritarian rule.
Tentative conclusions about uncertain democracies, The John Hopkins University press, 1986.
5
requieren de un complejo desarrollo institucional para consolidarse...”.3 La
transición a la democracia debe ser entendida como un proceso histórico, que
conlleva un desarrollo complejo de entramados político-institucionales para
alcanzar la rutina de lo que se conoce como comportamiento democrático. Así, el
desarrollo institucional sirve para gestionar políticamente los conflictos derivados
de la pluralidad.
3
Jorge Javier Romero, La Democracia y sus Instituciones, Colección temas de la democracia,
Ensayos no. 5, Instituto Federal Electoral, México, 1998, p. 23.
4
José Antonio Crespo, Institucionalización Autoritaria y Consolidación Democrática: El caso de
México, Documentos de Trabajo del, CIDE, División de Estudios Políticos, número 47, México,
D.F., 1997.
6
perdedores en las contiendas político-electorales no les quedará otra que aceptar
los resultados parciales y esperar a un nuevo intento en una nueva oportunidad. Es
importante por ello el peso que adquieran las instituciones formales, pues
constituyen el marco general que da certidumbre a los actores inmersos en la
contienda política.
5
Samuel Huntington, El orden político en las sociedades en cambio, Editorial Paidós, Estado y
Sociedad, Barcelona, 1997.
7
Lo característico de la transición es que en su transcurso las reglas del
juego no están definidas. No sólo se hallan en un flujo permanente sino
además, por lo general son objeto de una ardua contienda; los actores no
sólo luchan por satisfacer sus intereses inmediatos y/o aquellos que dicen
representar, sino también por definir las reglas y procedimientos cuya
configuración determinará probablemente quiénes serán en el futuro los
perdedores y los ganadores. En verdad, estas reglas emergentes definirán
en gran medida los recursos que legítimamente pueden aplicarse en la
arena política y en los actores a los que se permitirá participar en ella.6
1) Que se cambie significativamente las reglas del juego por unas más
equitativas;
Y en este sentido hay que destacar dos variables de entre otras, de las cuales
dependerá el desenlace: (a) La fuerza relativa de los actores o bloques políticos
relevantes que es de índole objetiva; (b) La percepción que de esa relación de
fuerza tanga cada uno de los dos bloques, que es de tipo subjetiva.
6
Guillermo O’Donnell, Philippe Schmitter, Op. cit., 1986, p. 19-20.
8
1) Que la fuerza del bloque a favor del cambio sea mayor que la del bloque
que se antepone a él;
2) Que este segundo sea más fuerte que el bloque que desea la democracia, y;
7
José Antonio Crespo, Op. cit., p. 5-7.
8
Guillermo O’Donnell, Philippe Schmitter, Op. cit., 1986, p. 64-65.
9
de la democracia, primero el equilibrio de poderes, y la claridad que sobre ello
tengan los mismos. En segundo término viene la mayor fuerza de los demócratas,
pero la aceptación por parte de la élite autoritaria. Y en tercer lugar, la mayor
fuerza de los demócratas y su utilización para derrocar por la fuerza y la violencia
al régimen autoritario por que éste no acepta su debilidad.
9
Jorge Javier Romero, Op. cit, p. 82.
10
Con esto se abre también la necesidad de discutir el problema del diseño
del entramado institucional acorde a esta nueva dinámica de apertura a la
pluralidad. La primera cuestión a la cual hay que hacer frente es al tipo de
instituciones que puede generar el acuerdo de los actores o bloques relevantes y
que éstas garanticen neutralidad de las estructuras estatales. La clave es el
equilibrio, donde el Estado no se ve convertido en un tercero en discordia, con sus
intereses propios, sino como agente de coalición entre diversas fuerzas políticas.
Lo segundo es encontrar el tipo de instituciones que puedan ofrecer a los actores o
bloques políticos relevantes una visión del futuro, pues en caso de no encontrar
cauce a sus demandas e intereses particulares o al no verse favorecidos en la
contienda político-electoral en una ocasión, se tenga la perspectiva y la confianza
que en otra nueva oportunidad se verán favorecidos.
Por sí sólo, este diseño de nuevo entramado institucional no basta para consolidar
la democracia, se requiere además de aspectos culturales y psicológicos no sólo
10
Ibid, p. 11.
11
de los actores y de los bloques relevantes en general, sino de la ciudadanía en
general, es decir, el desarrollo de la llamada cultura cívica.
12
Capítulo 2
Institucionalización de las reglas democráticas en
México: Organismos Electorales y la marcha hacia su
autonomía.
En México, como en todos los países que se transita de una condición en la que el
régimen es considerado como autoritario a uno democrático, la marcha no ha sido
fácil y a la vez ha sido lenta. Ello implicó el enfrentamiento histórico de las
diferentes fuerzas del sistema político, pasando por un prolongado ciclo de
surgimiento, consolidación y desgaste de un régimen de partido único y la
posterior transición hacia uno sistema político más plural que apenas empieza a
consolidarse.11
11
Se utiliza la distinción clásica que hace Giovanni Sartori entre sistema de partido único y
hegemónico, distinguiéndose éste de aquél en que, pese a disfrutar también de un monopolio de
poder, comparte el escenario partidista electoral con otros legalmente reconocidos aunque
carezcan de la fuerza competente para tener la oportunidad de pasar a formar parte del gobierno
por la vía institucional, haciendo además la distinción con respecto a un sistema de partidos
competitivo. Giovanni Sartori, Partidos y sistemas de partidos: marco para un análisis, Alianza
Editorial, Madrid, 2000.
13
La consolidación de este nuevo entramado institucional en el caso
mexicano, ha conjugado los elementos antes descritos tratando de alcanzar la
democratización del país. El centro de atención en la transición política mexicana
ha sido el cambio y construcción de las reglas del juego político-electoral.12 Está
claro que los procesos de transición a la democracia implican la combinación de
diversos factores de cambio y reforma en el conjunto de instituciones y reglas que
definen el arreglo jurídico- político, incluso más allá de los simple político-
electoral, como por ejemplo, la necesidad de mayores contrapesos al poder
presidencial sobre todo desde el Legislativo y el Judicial, descentralizar el poder
del gobierno central, fortalecer el sistema de partidos, erradicar el corporativismo
estatal de servicio al régimen, etcétera, pero en el caso particular de México, la
cuestión electoral —en esencia la que tiene que ver con el respeto al sufragio y la
equidad en la contienda—, ha sido una demanda central de las fuerzas opositoras
al régimen de partido hegemónico. Lo anterior ha dado un carácter sui generis a
las condiciones generales del sistema político mexicano, a diferencia de las
condiciones preexistentes en otros países del mundo que transitan o han transitado
hacia la democracia.13
12
Considerar que la base de la transición política en México ha sido la reforma electoral no es
caprichoso, ni tampoco ni puede ser considerado secundario. Para algunos autores esto es
exagerado, o resulta erróneo y sólo conviene a intereses de “los partidarios del gradualismo o del
reformismo controlado, que en su tiempo apoyaron las iniciativas del expresidente Salinas de
Gortari y ahora del Presidente Zedillo, [con él] buscan legitimar la estrategia del cambio Oficial”.
Cesar Cansino considera que “convertir a la ‘ciudadanización’ del IFE como el eje indiscutible de
la democratización del país es más un recurso ideológico, y en consecuencia retórico, que
efectivo”. Cesar Cansino, La ‘ciudadanización’ del IFE: Realidades y Quimeras, en Cansino,
César (coord.), Después del PRI: Las elecciones de 1997 y los escenarios de la Transición en
México, CEPCOM, México, 1998, pp. 37-38.
13
Sobre todo César Cansino hace referencia a las experiencias en otros países de Europa y de
América Latina que han transitado a la democracia y no han centrado este proceso de
establecimiento de organismos electorales (Colegios Electorales, en sus palabras) independientes
y ciudadanizados, lo cual pasa en estos países ha segundo término. Pero además, tomemos en
cuenta que el precepto inicial de la lucha revolucionaria de 1910 iniciada por Francisco I. Madero,
14
El sistema de partido hegemónico en México, en mucho había basado su
legitimidad en la celebración de elecciones regulares (sin contratiempos en cuanto
a su regularidad), y en la participación, muchas veces “leal”, de la oposición
partidista.
fue en relación con la cuestión meramente sucesoria y electoral y en esencia al respeto del sufragio
ciudadano (“Sufragio efectivo, no reelección”).
14
Par esta relación y consideración del papel central tanto de la institución presidencial como la
del partido oficial en el sistema político mexicano, ver el trabajo pionero de la ciencia política en
México de Daniel Cosío Villegas, El Sistema Político Mexicano, Joaquín Mortiz, 1972.
El escritor peruano Mario Vargas Llosa se había referido al régimen mexicano como la expresión
paradigmática de una “Dictadura Perfecta”, pues ésta se había ejercido a través de un partido y no
a través de una persona o de un cuerpo militar, seguramente haciendo referencia a lo dicho por el
mismo Sartori al hacer la diferencia entre Dictadura Antigua y Dictadura Moderna, pues plantea
que estas últimas son las que se ejercen a través de los partidos. La Jornada, 30 de agosto de 1990.
15
imaginario colectivo el sentimiento de desconfianza tanto en las instituciones
políticas como en las reglas electorales.15
16
construcción de reglas del juego mucho más claras y limpias, es hasta 1988
cuando la legitimidad de los organismos electorales se ve más ensombrecida por
el retroceso que significó la reforma de 1987 en términos de equidad en la
representatividad y equilibrio de las fuerzas políticas en posibilidades de competir
electoralmente.
17
Estos son los principios rectores que la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos
(1997) le confiere a la autoridad electoral (Instituto Federal Electora), en su artículo 41, fracción
III.
17
cuales los actores políticos convergen, compiten e interactúan, y en los cuales su
comportamiento y expectativas de defender sus intereses se ven enmarcados en un
conjunto de mecanismos y estructuras formales e informales que dan certidumbre
(sobre todo las de carácter formal) en cuanto a las condiciones de competencia
electoral. Los mecanismos y estructuras formales son la base para la aceptación,
por parte de los actores y bloques políticos, de las reglas del juego democrático.
Un recuento histórico
El proceso de dar a México de un entramado institucional en materia electoral que
esté a la altura de las nuevas condiciones de competencia democrática ha sido
duro, lento, sorpresivo, incierto y muy peculiar. Ya se decía antes que el hecho de
que está discusión de los organismos electorales esté en el centro del debate de la
transición mexicana a la democracia es efectivamente importante.
Durante los primeros años de vida independiente del país y, por todo el
siglo XIX, la discusión política y electoral, sobre todo lo concerniente al quién
debía de administrar dicha función, no fue en ningún sentido central y prioritaria,
pues se vivía en una inestabilidad constante entre invasiones extranjeras y
sucesiones del poder por vía de las armas y el derramamiento de sangre.
18
Según las leyes electorales posteriores (1820 a 1856), como la Ley
Orgánica de 1857, se siguió casi con la misma estructura, sólo suprimiendo
algunas instancias de elección indirecta como las terciarias. Todavía para la Ley
Electoral de 1912 se seguía virtualmente sujetos a autoridades municipales y
locales, aún y cuando se estableció la elección directa para diputados y senadores,
y en 1917 se extiende a la elección para Presidente de la República.
19
de los partidos bajo tres modalidades: exenciones fiscales, franquicias postales y
telegráficas, y acceso a radio y televisión en tiempos de campaña.
18
Estos datos históricos pueden ser consultados en: “Los sistemas electorales en México”,
Enciclopedia Parlamentaria, Congreso de la Unión, México, 1997, pp. 391-453. Y en el Libro
Tercero (Del Instituto Federal Electoral), Código Federal de Instituciones y Procedimientos
Electorales (COFIPE) Comentado, 1991, Secretaria de Gobernación, p.p. 159-179.
19
Ya en 1963 se había introducido la figura de Diputados de Partido lo que posibilitó el acceso a
este espacio a los partidos minoritarios de ese entonces. PAN, PPS, PARM.
20
Siendo el artífice de esta reforma el propio Secretario de Gobernación, Jesús Reyes Heroles.
20
por parte de movimientos populares, guerrilla rural y guerrilla urbana, se dio la
posibilidad a muchas de estas fuerzas —sobre todo las provenientes de la
izquierda mexicana como por ejemplo el Partido Comunista— de competir
legalmente.
Otro elemento importante para esta reforma fue el crear una instancia de
vigilancia, el Comité Técnico y de Vigilancia del Registro Nacional de Electores,
presidido por el secretario general del Registro, tres representantes de las
entidades del gobierno federal a cargo de las estadísticas, la informática y los
estudios del territorio nacional, y con representantes de cada uno de los partidos
políticos nacionales. Este órgano tenía como principal función la de actualización
del padrón nacional.
21
Esto obligó al los legisladores a dotarle al presidente la Comisión, perteneciente a la Secretaría
de Gobernación, voto de calidad en caso de empate.
22
Eso sí, ni la Constitución o la Ley Electoral de 1977, definieron cuáles eran esos mínimos
elementos con los que debían contar los partidos, ni la forma de otorgar los tiempos de la radio y
la televisión.
21
Se puede considerar que las etapas por las que el organismo electoral había
vivido hasta este momento histórico de 1977, tenía como constantes tres aspectos:
la centralización como medio para garantizar el desarrollo del acto electoral; el
propósito de encuadrar las corrientes de opinión en organismos nacionales,
permanentes y estables; y por último, la búsqueda de un medio que, sin alterar
sustancialmente el régimen de gobierno estatuido en la Constitución, permitiera la
participación en las tareas legislativas federales y estatales de los partidos
minoritarios.23
23
Luis Medina, Evolución electoral en México contemporáneo, en Reforma Política Gaceta
informativa de la Comisión Federal Electoral, Serie Ensayos, número 5, México, 1978, p. 7.
22
adicional, sin poder tener más allá de 16 comisionados cada uno de los partidos
políticos. En esta integración de la Comisión todos tenían el derecho a voz y voto.
Lo anterior hizo que el PRI contará con 16 votos de 31 (entre los restantes
se encontraban los votos del secretario de gobernación y de los comisionados del
Poder Legislativo), lo que representó un retroceso en materia de representatividad
que se había podido mantener en algunas de las legislaciones electorales
precedentes. Esto fue uno de los elementos esenciales que contribuyeron a que la
elección presidencial de 1988 contara con grandes márgenes de desconfianza y de
cuestionamientos por parte de las demás fuerzas políticas y de la ciudadanía en
general.
24
Citado por Carlos Martínez Assad, “El IFE y la ciudadanización de la política” en Este País,
número 95, febrero 1999, México, p. 32.
23
El sexenio de Carlos Salinas de Gortari (1989-94) se inicia con una
convocatoria presidencial a un Acuerdo para la Ampliación de Nuestra Vida
Democrática, que en enero de 1989 se concreta en una consulta pública, y en abril
de 1990 en reforma constitucional, en agosto de ese año se cristaliza en una nueva
legislación secundaria: el Código Federal de Instituciones y Procedimientos
Electorales (COFIPE).
25
Este término de primer minoría, se crea en esta reforma, pues en el senado se establece que 32
de los 128 senadores, serían designados por esta nueva modalidad (uno por cada entidad de la
República), se puede inferir que por ser el PAN históricamente esta primera minoría, ellos eran los
24
partidistas que se fijaba de acuerdo con la votación anterior (de 1.5 a 10%, un
consejero; entre 10 y 20%, dos consejeros; entre 20 y 30%, tres y, en el tope
máximo, cuatro consejeros con más de 30%. Con está fórmula se celebran las
elecciones intermedias federales de 1991.
beneficiarios directos de esta reforma, y por ende este haya sido uno de los costos por parte del
gobierno para que se diera la reforma.
25
el Servicio Profesional Electoral y un representante del Instituto Nacional de
Estadística, Geografía e Informática (INEGI).
26
1994 año de gran inestabilidad política, por el levantamiento Zapatista en el sureste Mexicano
(Chiapas) a principio del año, y la muerte del candidato presidencial del PRI el 23 de marzo.
26
les quitó el derecho a voto y se dejó su representatividad de un consejero por cada
partido acreditado, el peso relativo de los consejeros ciudadanos se incrementó
sustancialmente hasta conformar la mayoría en el órgano electoral superior. La
presencia de los consejeros representantes de ambas cámaras y la presencia del
Secretario de Gobernación como presidente del Consejo permanecieron
intocadas.27
27
Las reformas en esta ocasión en lo general fueron aprobadas por todas las fuerzas políticas, en
lo particular no lo fue así.
28
La autonomía electoral es el “ejercicio privativo de autoridad con plena facultades
administrativas y jurisdiccionales, que sin sujeción jerárquica, establece la Constitución y las leyes
de un Estado, para sus organismos electorales”. Diccionario electoral, Instituto Interamericano de
Derechos Humanos, CAPEL, Costa Rica, 1989, p. 39.
29
Farías Mackey, Luis, “Los organismos electorales de 1994”, en Gérman Pérez Fernández del
Castillo, Arturo Alvarado M. y Arturo Sánchez Gutiérrez, La voz de los votos: Análisis crítico de
las elecciones de 1994, Edit, Porrúa, México, 1995., p. 118.
27
Se celebró así la elección presidencial de 1994, elección por demás
peculiar sobre todo por estos elementos que se han mencionado, además de los
acontecimientos políticos en los que el contexto de dicha elección se llevó a cabo.
Debido a esto, las elecciones generaron una gran expectativa, y se presentó la
mayor asistencia a las urnas que la historia electoral del país había registrado
hasta el momento, casi el 80% de los electores registrados lo hizo, a pesar de esto
y de la elevada competencia que se suscitó, el candidato presidencial oficial
incrementó su apoyo y ganó con cerca de poco más del 50% del total de votos
emitidos lo que significó cerca de 17 millones de votos, lo que dio al discurso
oficial una buena dosis de legitimidad. El sexenio del presidente Ernesto Zedillo
inició con la solemne promesa presidencial de impulsar los consensos necesarios
entre las principales fuerzas políticas del país para arribar a una reforma electoral
que, ahora sí, sería definitiva. En su discurso de toma de posesión dijo: “Ha
llegado el momento de que la democracia abarque todos los ámbitos de la
convivencia social”.30 Con lo cuál aceptaba tácitamente que la democracia aún no
abarcaba el ámbito del sistema electoral y de partidos.
Después de esto vinieron año y medio de negociaciones entre las
principales fuerzas políticas y el gobierno. Acercamientos, rupturas, retiro de
algunos partidos de la mesa de negociación, caracterizaron a los veinte meses
siguientes, al final de los cuáles se produjo el consenso en torno a la reforma
constitucional.
30
Ernesto Zedillo, “Discurso de toma de posesión”, La Jornada, 1 de diciembre de 1996.
28
medios masivos de comunicación, la ruptura general se suscitó, y el PRI sólo tuvo
que votar en la Cámara todas las reformas a la legislación secundaria.
31
El PRI sólo ganó en Yucatán y en Michoacán, el PAN en Jalisco, Baja California y Guanajuato.
Es importante mencionar aquí situaciones de tensión política que originaron conflictos como el de
Huejotzingo, Puebla donde en principio se le había dado el triunfo a Acción Nacional, pero que
después de los respectivos recursos de inconformidad tanto del PRI como del PFCRN, se resolvió
modificar el computo final de la elección, dando el triunfo al PRI por 28 votos.
32
En el conflicto de Tabasco resalta la toma de posos petroleros de PEMEX por parte del PRD
local encabezado por Andrés Manuel López Obrador quien había sido el candidato a gobernador
por ese partido en competencia contra Roberto Madrazo candidato triunfador del PRI.
29
de dirección el cual ahora se integraría por un “consejero presidente y ocho
consejeros electorales (ya no llamados ciudadanos), y concurrirían, con voz pero
sin voto, los consejeros del Poder Legislativo, los representantes de los partidos
políticos y un secretario ejecutivo”.33 Elegidos por el voto de las dos terceras
partes de la Cámara de Diputados, tanto el consejero presidente como los
consejeros electorales permanecerían en el cargo 7 años. La figura de Secretario
Ejecutivo se creaba fusionando las atribuciones de los anteriores director y
secretario generales, el cual debería ser nombrado por las dos terceras partes del
Consejo General a propuesta del consejero presidente. Prevaleció, no obstante, la
participación de los partidos políticos para la postulación de los consejeros
electorales y las candidaturas fueron consensadas, e incluso se establecieron
cuotas —de manera informal— de acuerdo a la fortaleza electoral que cada
partido se atribuyó. Es innegable que los partidos políticos tienen el derecho
constitucional de participar en los procesos político-electorales, pese a eso, los
ciudadanos que asumieron el cargo de consejeros electorales fueron producto de
la negociación entre los partidos y el gobierno, como trascendió a la opinión
pública.
33
Artículo 41, fracc. III de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, IFE,
México, 1997, p. 41.
30
consejeros electorales y el respectivo director del área que corresponda a dicha
comisión, fungiendo como presidente alguno de los consejeros integrantes, y el
director del área se constituyó como secretario técnico de la comisión), señaladas
en el párrafo 2 del artículo 80 del COFIPE. En la génesis de estas comisiones, la
reforma política edificó una estructura paralela a los órganos ejecutivos que, más
que coadyuvar en la eficiencia operativa del Instituto, duplica la labor operativa
del IFE, es decir, los consejeros electorales tienen una vía alterna y permanente
que les permite fiscalizar las disposiciones que se aprueban en el seno del Consejo
General y la forma en que se instrumentan por los órganos operativos. En otras
palabras, un exceso de funciones.34
34
Para mayor detalle de este problema ver Edgar Salcedo, “La duplicidad en el IFE”, en Voz y
Voto, número 68, octubre de 1998, México, pp. 19-21.Y sobre todo Andreas Schedler, "Las
comisiones y la pirámide: notas sobre la conflictiva recentralización del poder en el IFE”, en
Política y Gobierno, vol. 1, 1999, revista del CIDE, México, D.F., pp. 187 – 222.
31
Ese marco institucional fue el que hizo posible el cambio de partido en la
Presidencia de la República en el año 2000. Vicente Fox Quezada, empresario
guanajuatense, diputado federal y gobernador de su estado natal, mediante una
campaña mediática exitosa de más de tres años que dio fin al predominio del PRI
en las elecciones federales a través del fenómeno de “voto útil”.
32
Para México a partir de todo el recuento anterior, ha significado un mejor
reconocimiento extranjero en cuanto a su vida democrática, pero también hacia el
interior se ha abonado a la confianza de los mexicanos en los valores
democráticos y la conciencia que sólo la vía institucional, legal y democrática es
la mejor para la convivencia y el desarrollo de México.
33
Capítulo 3
Instituciones y Reformas Electorales en Aguascalientes
34
confianza y certidumbre, las reformas electorales de las dos últimas décadas son
esenciales para explicar el cambio político de Aguascalientes.
Antecedentes
Aguascalientes, posterior a la revolución mexicana, vivió un proceso de
institucionalización del sistema de partido único y de presidencialismo fuerte. La
necesidad del Estado mexicano de centralizar la vida política mexicana fue
eficazmente aplicada en cada uno de los rincones del país, y Aguascalientes no
fue la excepción.
35
caudillos locales.35 Lo anterior, no sólo se reflejó en pugnas electorales, sino en
pugnas ante el ejercicio gubernamental.36 Todo se suscitaba al interior de la clase
política del partido único, la posibilidad real de competencia a través de otras
fuerzas políticas partidistas no existía, no eran una alternativa real de
participación, sino únicamente una posibilidad de disidencia o, en su caso, una vía
de alineación con el mismo régimen.
36
en términos nacionales también ha influido en el rumbo y sentido del cambio
político en Aguascalientes, donde básicamente se ha optado por el “isomorfismo
institucional”, aunque con resultados particulares, dado las circunstancias propias
de la correlación de fuerzas locales, y las características específicas del sistema
político hidrocálido.37
37
El “isomorfismo institucional” es la tendencia de las organizaciones a adoptar fórmulas
institucionales aceptadas y consolidadas en entornos diferentes que sirven de referencia para el
propio cambio institucional. Véase a Paul J. DiMaggio y Walter W. Powell (Coomp.), El Nuevo
Institucionalismo en el Análisis Organizacional, Nuevas Lecturas de Política y Gobierno, Colegio
Nacional de Ciencias Políticas y Administración Pública, Fondo de Cultura Económica, México,
1999.
38
En esta ley se suprimen las instancias terciarias (departamentales o estatales).
39
Recuérdese que se trata de una legislación electoral sujeta a la primera Constitución Liberal de
México.
37
todas las entidades del país. La lógica prevaleciente era la de “más administración
y menos política” pues lo importante era el orden y el progreso antes que una vida
democrática
40
Andrés Reyes Rodríguez, ¿Elecciones o Designaciones? 50 años de Historia Electorales
Aguascalientes, Instituto Cultural de Aguascalientes, 1993, p. 132.
41
Juan Molinar Horcacitas, El Tiempo de la Legitimidad: Elecciones, Autoritarismo y Democracia
en México, Cal y Arena, México, 1991, p. 23-25.
38
En Aguascalientes, la ley electoral de 1920 mencionaba el derecho que
tenían los ciudadanos para elegir quince diputados del Congreso local cada dos
años, y un gobernador cada cuatro. Para la organización electoral describía el
proceso anteriormente mencionado y en cuanto a los partidos políticos
contendientes definía los requisitos mínimos para ser reconocidos para
contender.42
42
Requisitos: Una asamblea mínima de cien ciudadanos, contar con programa político, no contar
con denominación religiosa, publicar ocho semanarios antes de la elección y registrar los
candidatos en fecha establecida por la propia ley. Algo para resaltar era que el partido político no
era la única posibilidad de presentar candidaturas, sino que existía la posibilidad de hacerlo de
manera independiente, cumpliendo los requisitos mencionados y con la firma de cincuenta
ciudadanos Andrés Reyes Rodríguez, Op. cit, 1993, p. 132.
43
En el orden nacional la extensión del periodo gubernamental de Presidente de la República se
había dado desde 1934, siendo Lázaro Cárdenas el primer presidente de México con un periodo
sexenal. Para Aguascalientes, el primero gobernador de seis años fue el Ingeniero José María
Rodríguez en el periodo 1944-1950. El primer presidente municipal de Aguascalientes que logro
cumplir su encargo de tres años fue Luis Ortega Duglas, quien asumió el cargo el 1 de enero de
1948 y lo dejó el 31 de diciembre de 1950. Andrés Reyes Rodríguez, Op cit., 2004, pp. 179-181.
39
República y Congreso de la Unión, así los estados tuvieron que legislar más
ampliamente en la materia para normar sus propios comicios.44
44
Para algunos autores con la Ley Federal Electoral del 6 de enero de 1946 se inicia la época
moderna del sistema electoral mexicano, instaurando con ello de “un eje cronológico que marcó
un antes y un después en la historia de dicho fenómeno”. Juan Molinar Horcacitas, Op. cit., 1991.
45
Artículo 4, Ley para la Elección de Gobernador del Estado, Diputados al Congreso Local,
Presidentes, Munícipes y Síndicos de los Ayuntamientos, Aguascalientes, 1947.
40
nacional, de ideología y programas diversos y que no sostengan las mismas
candidaturas”.46
46
Para que pudiera funcionar la Comisión era necesario la presencia cuando menos de cuatro de
sus miembros. La convocatoria para que estuviera reunida la Comisión era para tres meses antes
de la elección para iniciar los trabajos correspondientes. Artículos 6 y 7, Ibid.
47
Artículos 8 al 11, Ibid.
41
ciudadanos que debían integrar las mesas directivas de casilla, señalar el número
de éstas y el lugar de sus instalación, designación de los ciudadanos que debían
actuar como empadronadores, hacer la división del Municipio en secciones
electorales para la instalación de las casillas. Los partidos políticos proponían, de
común acuerdo y haciendo caso del llamado que hacían para tal efecto los
Comités Municipales, a los ciudadanos que debían conformar las mesas directivas
de casilla.48
48
Artículo 13 y 14, Ibid.
49
Periódico Oficial del Estado de Aguascalientes, no. 21, 23 de mayo de 1954.
42
El texto de la legislación electoral local además precisó que los electores
hidrocálidos eran los ciudadanos originarios o vecinos del estado que contarán
con dieciocho años si eran casados y veintiuno si eran solteros.50
Benito Palomino Dena había sido nombrado gobernador sustituto el 21 de julio de 1953 ante la
deceso de Edmundo Gámez Orozco quien había muerto dieciocho días antes.
50
Artículo 20, Op. cit, 1947.
51
Periódico Oficial del Estado de Aguascalientes, 3 de abril de 1953.
43
procedimiento por el cual se designa a los miembros ciudadanos de cada uno de
estos comités.
52
Artículo 13, fracción v, Ley para la Elección de Gobernador del Estado, Diputados al Congreso
Local, Presidentes, Munícipes y Síndicos de los Ayuntamientos, 1959.
53
Capítulo III, De los Partidos Políticos, artículos del 17 al 19, Ley para la Elección de
Gobernador del Estado, Diputados al Congreso Local, Presidentes, Munícipes y Síndicos de los
Ayuntamientos, 1965, 1968, 1971 y 1974. Hasta la Ley Electoral de 1976 se sigue considerando la
posibilidad de los partidos políticos estatales.
54
Se hace necesario una investigación sobre la evolución del sistema de partidos en
Aguascalientes que considere los efectos y posibilidades reales de esta reglamentación para el
reconocimiento de partidos políticos locales que se estableció en 1965 y tuvo vigencia hasta 1979.
55
La reforma que estandarizó la edad para poder votar de hombre y mujeres, independientemente
de que estuvieran casados o no, la publicó el gobernador Francisco Guel Jiménez, en el Decreto
44
En cuanto a las instituciones electorales, a la Comisión Estatal y los
Comités Municipales del Padrón y Vigilancia, se les asignó la atribución de
designar a los jefes de manzana, de acera y de áreas rurales necesarios como
auxiliares en la preparación de los comicios.
Por otra parte en ese mismo 1974, y más bien haciendo referencia a la
reforma del artículo 17 de la Constitución local (artículo 17 bis), once años
después que en términos nacionales se creo la figura de diputados de partido, la
cual posibilitó poco a poco ir abriendo a la oposición la representación
parlamentaria local.
número 63, publicado en el número 21 del Periódico Oficial del Estado de fecha 11 de abril de
1971.
56
Artículo 5, fracción v, Ley para la Elección de Gobernador del Estado, Diputados al Congreso
Local, Presidentes, Munícipes y Síndicos de los Ayuntamientos, 1974.
45
Aunque en las comicios locales de 1974 para diputados locales el PAN ya
representaba el 18.5% de los votos emitidos, frente al 80.6 del PRI, esto no se vio
reflejado en la composición e la XLIX Legislatura (1974-1977).57 La creación de
los diputados de partidos si bien se dio en ese año, dicha representación se hizo
realidad hasta la siguiente legislatura (L, 1977-1980), llevando J. Guadalupe
Mauricio Salas por el PPS y a Pedro Castellón Briones del PARM (después
suplido por Guillermo Delgado López) a convertirse en los primeros legisladores
de oposición del sistema de partidos contemporáneo. El PAN no participó con
candidatos a diputados de mayoría relativa en la elección de 1977, seguramente
como eco de la crisis institucional que vivía ese instituto político desde el año
anterior cuando tampoco presentó candidato a Presidente de la República.
57
Véase, Andrés Reyes Rodríguez, Op cit., 1993, p. 121 y Op. cit., 2004, p. 471.
58
Artículo 55, Ley Electoral del Estado de Aguascalientes, 1976.
46
los Comités Municipales Electorales y, se incluye, a las Mesas Directivas de
Casilla.
59
El plazo para que los Ayuntamientos, el Congreso y los partidos políticos nombrarán a sus
comisionados ante la Comisión Estatal Electoral, y poder empezar los trabajos relativos al proceso
electoral, estaba determinado para que a más tardar el día treinta de enero del año de la elección
estuvieran nombrados. La junta de instalación estaba definida para el diez de febrero y para que
pudiera sesionar la Comisión era necesario la presencia de cuatro de sus integrantes, entre los
cuales debería estar tanto el presidente y un comisionado representante de alguno de los poderes
representados. Todos los acuerdos debían ser por mayoría de votos, contando con voto de calidad
el presidente en caso de empate. A partir del primero de octubre, una vez concluido el proceso
electoral, el único que permanecería en funciones era el presidente de la Comisión.
47
Tanto las Comisiones Distritales y Comités Municipales Electorales se les
encargó la preparación, desarrollo y vigilancia del proceso electoral en sus
respectivas circunscripciones. En el caso específico de las Comisiones Distritales
Electorales se les daba el carácter de organismos de carácter permanente. Tanto
para las Comisiones Distritales como para los Comités Municipales su residencia
se indica que esta se establecía de acuerdo a las cabeceras tanto municipales como
distritales respectivas. De igual forma las Comisiones Distritales y los Comités
Municipales fueron integrados por tres comisionados designados por la propia
Comisión Estatal Electoral y de entre ellos se nombraba al presidente,
estableciendo únicamente que para poder ser comisionado se requería ser
ciudadano con ejercicio pleno de sus derechos políticos, ser nativo del distrito o
municipio (según sea el caso) respectivo o con residencia no menor a un año,
tener honesto modo de vivir, no desempeñar algún cargo público, y ser de
reconocida probidad y poseer conocimientos suficientes para el desempeño de sus
funciones.60
Lo anterior sólo se resalta para dejar claro que a pesar de que la legislación trata
de delinear avances importantes en materia de “neutralidad” en la organización
60
Artículos 64 al 75, Ley Electoral del Estado de Aguascalientes, 1976.
61
Artículo 82, Ibid.
48
electoral, diseñando un organismo por lo menos definido jurídicamente autónomo
del gobierno estatal, la dependencia con respecto al Ejecutivo es aún en ese
momento clara.
62
Artículos 84 al 89, Ibid.
49
que todos los funcionarios y empleados del estado y municipio eran auxiliares del
Registro Estatal de Electores y que estaban obligados a prestar su cooperación
cuando fuera necesario.63
Como se puede observar hasta aquí, las reformas de 1976 tenían todo el
propósito de ir adecuando las instituciones electorales a un nuevo contexto
político que exigía mayor sistematización y responsabilidad autónoma en la
organización electoral, así como equilibrio en la representación y la oportunidad
de que las fuerzas políticas participaran en la definición de las reglas del juego
electoral. El avance fue claro, pero aún insuficiente para generar confianza en la
ciudadanía y aumentar las posibilidades de competitividad en el sistema de
partidos local.
50
de mayor pluralidad y apertura. El movimiento estudiantil y la respuesta
autoritaria a ello por parte del Estado, desencadenó un periodo de crisis expresado
de varias formas, entre ellas guerrilla urbana y rural, lo cual llevó al gobierno a
decidir comenzar una etapa clara de liberalización política.65
65
Además, las fallas por parte de la élite gubernamental en materia económica también habían
iniciado una escalonada inconformidad empresarial hacia la política del presidente Luis
Echeverría, que también elevaba los niveles de crisis del sistema político.
66
“La Reforma Política de 1977”, Cámara de Diputados, Museo Legislativo “Los Sentimientos de
la Nación”: http://www.cddhcu.gob.mx/museo/s_nues11.htm
51
permanente.67 Se específica como Presidente de la Comisión al Secretario General
de Gobierno.68 La conformación de la Comisión seguía contando con un notario
público como secretario designado por el conjunto de comisionados, así como con
dos vocales designados —uno por el Ejecutivo y otro por los Ayuntamientos de la
entidad—, dos comisionados del Poder Legislativos nombrados por el Congreso,
y un comisionado por cada uno de los partidos políticos nacionales reconocidos, y
por un delegado estatal del Registro Nacional de Electores.69
67
Artículo 46, Ley Estatal Electoral, 1979.
68
Sus ausencias serían suplidas por el Oficial Mayor del Gobierno del Estado.
69
El delegado del Registro Nacional Electoral solo tenía voz, pero no voto en el seno de la
Comisión. Artículo 47, Ibid.
52
presidente, un secretario, dos vocales comisionados por la Comisión Estatal
Electoral y por un comisionado por cada uno de los partidos políticos nacionales
registrados, todos ellos con voz y voto.70 El procedimiento para nombrar a los
funcionarios de estas Comisiones se daba a partir de las propuestas de ciudadanos
para integrarlas que hacían el delegado del Registro Nacional de Electores y los
vocales de la Comisión Estatal Electoral. Los Comités Municipales Electorales se
integraban de la misma manera que las Comisiones Distritales, con funciones y
jurisdicción en sus respectivas circunscripciones. La única diferencia es que estos
segundos no tenía el carácter de permanentes como lo tenían los primeros.71
70
Artículos 54 al 68, Ibid.
71
Los requisitos para poder desempeñar los cargos en todas las Comisiones eran similares: se
pedía ser ciudadano en pleno goce de los derechos políticos, ser nativo del distrito o del municipio
según sea el caso o que su residencia en el estado no fuera menor a un año, tener un modo honesto
de vivir, y no desempeñar cargo o empleo público de cualquier ámbito de gobierno, y ser de
reconocida probidad. Artículos 59 y 66, Ibid.
53
Hasta antes de 1977 en términos nacionales, sólo el PAN (1939), el PPS
(1948) y el PARM (1954) tenían registro. Después de las reformas de 1977
nuevas opciones políticas obtuvieron su reconocimiento a través de la figura del
“registro condicionado”, en esa ocasión, y para competir en la elección federal de
1979, el Partido Demócrata Mexicano (PDM), el Partido Comunista Mexicano
(PCM) y el Partido Socialista de los Trabajadores (PST) obtuvieron tal registro.
72
Decreto no. 30, Periódico Oficial del Estado de Aguascalientes. No. 25, 18 de junio de 1978.
54
segura e incontenible. La oposición con representación significaría una voz plural
que le daría otra fisonomía al papel del Legislativo en el sistema político local.
73
Artículo 41, Ley Electoral del Estado de Aguascalientes, 1979.
55
al igual que el de los comisionados de los Ayuntamientos.74 La suplencia del
Presidente, ya no recaía en el Oficial Mayor del gobierno estatal, sino en el
Subsecretario General de Gobierno.
74
Artículos 46, 47, 49 y 51, Ley Electoral del Estado de Aguascalientes, 1985.
75
El carácter permanente de los organismos electorales sólo se les seguía otorgando a la Comisión
Estatal y a las Comisiones Distritales Electorales. Artículo 46, y artículos del 54 al 77, Ibid.
76
Artículo 41, Ibid.
56
electos bajo esta fórmula de entre los partidos políticos que no hubiesen obtenido
el triunfo.
La reforma 1985 fue muy limitada, reflejaba el último intento del régimen
priísta por retardar los pasos decisivos para una liberalización política más
profunda, trataba de contener el mayor número de cartas a su favor. Así se celebró
la elección local de 1986, donde el PRI tuvo un contundente triunfo todavía con
cerca del 70% de los votos, pero el PAN y el conjunto de lo oposición crecía en
presencia por lo menos de manera importante desde 1983. Para 1989 la oposición
en su conjunto ya representaba casi la mitad del total de votos para el PRI.77
77
Votos del PRI, el PAN y el resto de la oposición (1983 – 1989):
Año PRI PAN R. de Oposición
1983 101,930 42,228 12,789
1986 135,690 33,506 20,053
1989 88,890 30,255 9,899
Fuente: Andrés Reyes, Op. cit., 1993, pp. 124-125.
78
La elección presidencial del 6 de julio de 1988 para muchos es el punto más álgido de la crisis
del régimen priísta, donde al finalizar la jornada electoral “se cayó el sistema” otorgando el triunfo
al candidato del PRI Carlos Salinas de Gortari, después de darle la voltereta a la tendencia
electoral donde el candidato del Frente Democrático Nacional, Cuauhtémoc Cárdenas, iba al frente
del conteo.
57
En el ámbito local, producto de estos importantes avances en materia de
transformación institucional electoral nacional, el 18 de junio de 1990 se integró
una comisión especial que coordinó la consulta pública donde se discutió los
temas relevantes para una nueva reforma electoral, acorde a los nuevos tiempos.79
Los temas base eran: organización y geografía electoral, organizaciones políticas,
actos preparatorios y jornada electoral.80
79
La Comisión especial estuvo integrada por dos miembros del Poder Ejecutivo, dos del
Legislativo, dos de las Presidencias Municipales y uno de cada partido político nacional con
presencia en Aguascalientes. Carlos Reyes Sahagún, La Ley Electoral de Aguascalientes, mimeo,
1991.
80
Carlos Reyes, Ibid.
58
Se define que la organización de las elecciones estatales es una función
pública que se ejercía por los Poderes Legislativo y Ejecutivo, con la
participación de los partidos políticos y los ciudadanos. Los organismos
electorales responsables de este ejercicio seguían siendo la Comisión Estatal
Electoral, las Comisiones Distritales Electorales, los Comités Municipales
Electorales y las Mesas Directivas de Casilla.81
59
se establecían requisitos específicos —criterios similares de los que se pedía en la
legislación federal—, en los cuales se pedía que los ciudadanos elegidos debían
ser ciudadanos mexicanos en pleno goce de sus derechos políticos y civiles;
vecino del estado; estar inscrito en el padrón electoral y contar con credencial
para votar; poseer título de licenciado en derecho con antigüedad mínima de cinco
años; no haber sido condenado por delito alguno intencional; y no desempeñar ni
haber desempeñado el cargo de presidente del Comité Ejecutivo Estatal o
equivalente de un partido político en los últimos cinco años anteriores a la fecha
de la designación. La duración de su encargo sería de ocho años, pudiendo ser
reelectos una sola vez. Y la retribución que recibirían sería el equivalente a la de
un magistrado del Supremo Tribunal de Justicia del Estado.83
83
Artículo 37, Ibid.
60
Otro elemento que también vino a tratar de consolidar al organismo fue la
consideración de que la Comisión debía contar con el personal administrativo y
profesional necesario para el cumplimiento de sus funciones, el que debía
sujetarse a las normas estatutarias correspondientes.84
84
Artículo 34, Ibid.
85
Por cada Comisionado o representante se establecía que debía existir su respectivo suplente, y
en caso de ausencia del Presidente, el Secretario Técnico tenía la facultad de sustituirlo. Artículos
35 y 36, Ibid.
86
Artículos del 38 al 40, Ibid.
61
respectivas circunscripciones.87 La integración estaba definida a partir de un
presidente, un secretario y ocho comisionados, todos ellos designados por la
Comisión Estatal Electoral, además por los representantes de los partidos
políticos. En las sesiones podría asistir un representante del Instituto Federal
Electoral, sólo con derecho a voz.88
87
Artículos 41 y 47, Ibid.
88
Artículos 43 y 49, Ibid.
89
El resultado electoral para la elección de gobernador de 1992 fue el siguiente:
PRI PAN R. de Oposición
141,175 37,324 11,812
Fuente: Instituto Estatal Electoral, 2005.
62
La nueva Ley no establecía los límites de participación del ciudadano que
es militante y gobernante. Este detalle fue importante si se considera que
la campaña de Otto Granados tuvo como eje conductor la gestoría, una
actividad donde el electorado difícilmente se acercaría a un partido de
oposición a tramitar la necesidad sabiendo que el PRI, de hecho, tenía el
monopolio de esta actividad casi sin restricciones legales de ninguna
especie. Las ventajas para el PRI se expresaron en otros ámbitos, como en
la designación del dirigente de la Comisión Estatal Electoral...90
90
Andrés Reyes Rodríguez, Op. cit., 2004, p. 296.
91
“La campaña electoral, para los efectos de esta Ley, es el conjunto de actividades llevadas a
cabo por los candidatos de los partidos políticos nacionales, las coaliciones y los candidatos
registrados para la obtención del voto. Deberán propiciar la exposición, desarrollo y discusión ante
el electorado, de los programas y acciones fijados por los partidos políticos en sus documentos
básicos y, particularmente, en la plataforma electoral que para la elección en cuestión hubieren
registrado”. Artículo 89, Ibid.
63
y derechos el día de la jornada electoral, la publicación de resultados electorales,
y la actuación de los Actuarios Electorales.92
92
Los Actuarios Electorales se integraban como auxiliares de las autoridades electorales en el
desarrollo de sus actividades, de manera previa y el mismo día de la elección. Título segundo,
Ibid, 1991.
93
Artículo 9, Ibid.
64
la capital le corresponderían diez regidores y dos síndicos, y para el resto de los
municipios del estado, cinco regidores y un síndico.94
Los acuerdos nacionales entre las distintas fuerzas políticas para construir
condiciones cada vez más democráticas, y que modificaron la legislación electoral
federal en 1994, contagiaron el clima político local e inspiraron a los partidos para
94
Artículo 11, Ibid.
65
hacer los mismo en Aguascalientes.95 Así, el 6 de noviembre del mismo 1994 se
suscribió un acuerdo entre los partidos representados en el Congreso local en la
que se convocaba a una “Consulta Pública para la Reforma del Estado”, la cual
contó con una amplia participación de actores del ámbito político, académico y
social de Aguascalientes.96 El resultado de la consulta fue analizado por el
Congreso y las reformas fueron publicadas el 15 de enero de 1995.
95
Después del levantamiento zapatista en Chiapas y del asesinato del candidato presidencial
priísta Luis Donaldo Colosio, la principal consigna por las fuerzas políticas fue la de
‘desparcializar’ el órgano electoral, a partir de ello se logró el consenso a través del Pacto para la
Paz, la Justicia y la Democracia de enero de 1994, que incluso, inventó dos verbos: se trataba de
‘despartidizar’ la función electoral, al tiempo que se ‘ciudadanizaba’ el órgano electoral.
96
Los foros se realizaron en el Palacio Legislativo del 9 al 16 de diciembre de 1994. Congreso del
Estado de Aguascalientes, “Presentación”, Constitución Política del Estado y Ley Electoral de
Aguascalientes, Consejo Estatal Electoral de Aguascalientes, México, 1995.
97
Artículo 37, Ley Electoral del Estado de Aguascalientes, 1995.
66
nombraría un nuevo consejero ciudadano. Se integró la presencia de un secretario
técnico y un vocal del IFE, todos con derecho voz y a voto, con excepción del
vocal del IFE y los consejeros representantes de los partidos políticos, quienes
sólo tendrían derecho a voz en la sesiones del CEE. Se vuelve hacer mención del
cuerpo administrativo y profesional que el CEE debería de contar para el
cumplimiento de sus funciones, el cual debería estar sujeto también a las normas
estatutarias correspondientes. 98
98
La residencia permanece en la capital del Estado, y se señala el mes de marzo, durante sus diez
primeros días como el tiempo para que empiece a funcionar para la preparación del proceso
electoral. Se sesionaría una vez por mes desde la fecha de su instalación —los primeros diez días
del mes de marzo del año de la elección— y hasta que se termine proceso electoral, y después de
este periodo se sesionaría cada ves que el presidente del CEE lo determine, o fuera convocado por
la mayoría de los miembros. Artículos 39 y 40, Ibid.
99
Artículo 41, Ibid.
67
alguno; no desempeñar en ese momento ni haber desempeñado cargo en el comité
ejecutivo estatal o equivalente, de un partido político o cualquier otro tipo de
organización social en los últimos cinco años anteriores a la fecha de la
designación; no tener ni haber tenido cargo alguno de elección popular, en los
últimos cinco años anteriores a la fecha de la designación ; y ser de reconocida
honorabilidad.100
100
Artículo 43, Ibid.
101
La Ley Electoral debió de conceptulizar la figura del Observador Electoral, quien
específicamente sería el “ciudadano mexicano empadronado en el Estado de Aguascalientes, que
acreditado por el Consejo Estatal Electoral participe con ese carácter en los actos de preparación y
desarrollo de los procesos electorales estatales”. Artículo 6, Ibid.
102
Para ser miembros de estos Consejos, únicamente se solicitaba ser ciudadanos en ejercicio de
sus derechos políticos, ser nativo del Estado o con una residencia no menor de tres años al día de
la jornada electoral, ser de reconocida honorabilidad y poseer suficientes conocimientos para el
desempeño de sus funciones.
68
candidatos de sus circunscripciones y el de otorgar las constancias respectivas a
los triunfadores de cada elección.103
Más allá de las reformas a los órganos electorales resalta el regreso del
primer domingo de agosto como fecha para celebrar las elecciones, y los cambios
relevantes al Legislativo en torno a su composición y funciones en materia
electoral, fechas de instalación y periodos ordinarios de sesiones, integración de
los Ayuntamientos, y facultades y obligaciones del gobernador en torno a los
procesos electorales.
Desde este momento, el Congreso del Estado estaría integrado por los
dieciocho diputados de mayoría relativa —ya contemplados desde la anterior
reforma y producto de la integración de los dos nuevos municipios—, pero ahora
sería nueve los diputados de representación proporcional para sumar un total de
veintisiete legisladores locales.104
103
Artículos 77 al 50, Ibis.
104
Para poder acceder a los diputados de representación proporcional los partidos políticos debían
inscribir candidatos en por lo menos doce de los dieciocho distritos uninominales y una votación
mínima del 2% del total.
105
Artículo 17-D y artículo 29-V, Constitución Política del Estado de Aguascalientes, 1995.
69
enero. El segundo y tercer año del periodo constitucional, el Congreso debía estar
reunido para celebrar su primer periodo el 15 de octubre y hasta el 31 de
diciembre terminaría, y el segundo periodo del 15 de abril al 30 de junio.106
70
de acuerdo al porcentaje de votos alcanzado por los partidos en la elección
inmediata anterior.
108
En la LVI legislatura (1995-1998), el PAN logró obtener catorce diputados, ya que triunfó en
siete de los ocho distritos uninominales del municipio de Aguascalientes, así como los distritos de
Calvillo, Cosío y Rincón de Romos, por lo que se le asignaron cuatro diputados de representación
proporcional. El PRI al ganar en el resto de los ocho distritos uninominales y al asignarle tres de
representación proporcional llegó a once diputados. La reforma electoral, al incluir un aumento de
la representación a veintisiete diputados —dos más—, los restantes tres diputados de
representación proporcional se les entregaron al PRD, al PT y al Partido Cardenista.
109
El resultado electoral para la elección de gobernador en 1998 fue:
PRI PAN R. de Oposición
130,592 182,362 30,294
Fuente: Instituto Estatal Electoral, 2005.
71
Acción Nacional obtuvo la mayoría en el Congreso local, con doce diputados de
mayoría relativa y cuatro por el principio de representación proporcional para un
total de dieciséis, en cambio el PRI obtuvo seis diputados de mayoría relativa,
más cuatro de representación proporcional para llegar a diez, y el PRD obtuvo un
escaño por el principio de representación proporcional.
110
La independencia encuentra significado en tanto no estar subordinados más que a la ley;
independencia en cuanto a la capacidad de acción y decisión; independencia, finalmente, como
72
El Consejo estaría integrado por siete “Consejeros Ciudadanos” que
durarían en su cargo dos años (reelegibles para un periodo más);111 un consejero
presidente que sería electo por los propios miembros del Consejo, de entre los
propios consejeros ciudadanos que lo integran; un consejero representante de cada
uno de los partidos políticos nacionales acreditados ante el CEE; un secretario
técnico (que deberá cumplir con los requisitos de elegibilidad de los consejeros
ciudadanos), y un vocal del IFE. Todos los consejeros incluido el presidente
concurren con voz y voto, los demás integrantes concurren sólo con voz. El
presidente tiene voto de calidad.112
73
decisiones. En cuanto a las características de su integración y funciones no se
cambia nada con respecto a la legislación anterior.114
114
Artículos del 47 al 59, Ibid.
115
Artículo 28, Ibid.
74
En términos de la justicia electoral, se crea Tribunal Local Electoral del
Poder Judicial del Estado, haciendo como en el orden nacional: regresar la
función de impartición de justicia al cuerpo judicial del estado para su “no” uso
político, ya que la solución de los conflictos electorales ha transitado del sistema
político, pasando por el sistema administrativo para llegar en la actualidad a un
sistema jurisdiccional de solución a los litigios electorales.
Aguascalientes que ya había pasado por esto a escala local, con le triunfo
del empresario Felipe González en 1998, incitaba a impulsar transformaciones al
marco institucional electoral. Es así como el 28 de octubre de 2000 se publicó el
nuevo Código Estatal Electoral del Estado de Aguascalientes, con reformas
importantes y trascendentales.
La primera de ellas tiene que ver con la transformación del Consejo Estatal
Electoral, en el ahora Instituto Estatal Electoral (IEE). El status de Instituto
supondría un nivel mayor de sistematicidad de las funciones del organismo
electoral, y por ende mayor independencia y autonomía. Al IEE se le define como
organismo público ciudadanizado, de carácter permanente, autónomo en su
funcionamiento e independiente en sus decisiones, con personalidad jurídica y
patrimonio propio, depositario de la función pública electoral, que actuaría bajo
75
los principios rectores de certeza, legalidad, imparcialidad, independencia y
objetividad.
116
Los consejeros ciudadanos debían estar nombrados por el Congreso por mayoría calificada.
Artículo 65, Código Electoral del Estado de Aguascalientes, 2000.
117
Artículo 64, Ibid.
118
Artículo 71, Ibid.
76
atribuciones tanto del presidente, como del secretario de los correspondientes
Consejos Distritales o Municipales.119
119
Del artículo 75 al 89, Ibid.
120
Artículo 12 y del artículo 114 al 118, Ibid.
77
minutos mensuales para cada partido en tiempo de transmisión en época de
campaña y de 45 minutos en año no electoral.
(a) Para el financiamiento público se especifican los tiempos en los que el IEE
deberá entregar a la Secretaría de Finazas el estudio correspondiente al
monto de lo que se prevé pudiera ser entregado a los partidos, dicha fecha
se establece para el mes de septiembre de cada ejercicio presupuestal. El
financiamiento público estaría estructurado en dos porciones: la primera
del 30% distribuida igualitariamente entre los partidos que hubiesen
obtenido el 2% de la votación en la elección local pasada, y la segunda del
70% entregada a los partidos de forma proporcional de acuerdo a los
resultados electorales de los comicios para Gobernador, Diputados y
Ayuntamientos, correspondiendo a cada una el 36, 32 y 32 %
respectivamente. El dinero a los partidos políticos se les sería entregado en
cantidades parciales mensuales al representante del partido ante el
Consejo. En año electoral, el financiamiento se incrementaría un 50%,
aplicando para su distribución el mismo criterio de proporcionalidad
definido anteriormente.121 El financiamiento privado no podría superar el
10 % del financiamiento público.
121
Artículos del 41 al 46, Ibid.
78
publicaciones, rendimientos financieros. El autofinanciamiento no podría
superar el 50% del financiamiento público estatal.122
(d) En cuanto a los gastos de campaña, se establece que los rubros en los que
se dividirían estos sería: propaganda electoral, financiamiento de
actividades de campaña, y gastos de propaganda de prensa, radio y
televisión. Los topes máximos se calcularían a partir de multiplicar por el
2.5 el costo mínimo determinado por el Consejo General del IEE para
cada una de las campañas de Gobernador, Diputados y Ayuntamientos.
Aquellos partidos que sobrepasarán el tope máximo se harían acreedores a
las sanciones establecidas por el propio Consejo.
122
Artículo 47, Ibid.
79
El marco institucional electoral actual
Previo a la elección general local de 2004, el gobernador Felipe González publica
nuevas reformas a la legislación electoral. La aprobación por parte del Congreso
local se dio el 12 de septiembre de 2003. Si bien el Código Electoral de 2000 era
un instrumento legal mucho más amplio de lo que se había tenido antes, se
dejaron oír varias voces de los actores políticos en el sentido de que era necesario
avanzar en pequeñas cuestiones que en las negociaciones anteriores no habían
podido ser consideradas y que sobre todo limitaban la participación de los
ciudadanos, y era necesario profundizar en ciertos aspectos que tanto autoridades,
como candidatos y partidos debían observar en el proceso electoral.
123
La LVIII Legislatura estuvo conformada por diez diputados del PAN, producto de sus siete
triunfos en distritos uninominales y sus tres legisladores de representación proporcional; doce del
PRI, producto de sus nueve triunfos en distritos de mayoría y sus tres diputados de representación
proporcional; dos diputados del PVEM, producto de su triunfo en el municipio de Rincón de
Romos, más su diputado de representación proporcional correspondiente; lo mismo que para el
PT, quien obtuvo la mayoría en el municipio de San José de Gracia y obtuvo su diputado extra de
representación, y el PRD, partido que sólo se le entregó un diputado de representación
proporcional.
80
Educación Cívica y la Dirección Administrativa. A su vez, se describen las
atribuciones específicas de cada una de estas instancias organizacionales y la
forma de nombrar a sus titulares, quien están exentos de pertenecer al servicio
profesional electoral.
81
asignar sólo el 20% del financiamiento público en contratación directa de
transmisión de promocionales en radio y televisión.124
(e) La base para realizar el cálculo de los montos a entregar a los partidos
políticos. A partir de este momento el cálculo se hace considerando los
costos mínimos de una campaña para Diputado multiplicando por el
número de integrantes del Congreso, de una campaña para Gobernador del
Estado, y de una campaña para integrar un Ayuntamiento multiplicado por
el número de municipios en Aguascalientes. Para sacar el monto del
proyecto de financiamiento público se hace la suma del resultado de la
operación anterior, multiplicada por el número de partidos políticos
acreditados en el estado.125
(f) La fecha para que el presidente del IEE entregue al gobernador el proyecto
de presupuesto de operación del órgano electoral y del financiamiento
público. Primero el presidente del IEE somete a consideración el proyecto
al Consejo General en el mes de agosto de cada año. Después de
aprobado, el presidente envía al Ejecutivo el proyecto para ser considerado
el Presupuesto de egresos, a más tardar el mes de septiembre.
124
Artículo 26, Código Electoral del Estado de Aguascalientes, 2003.
125
El responsable de hacer el estudio es el presidente del IEE, quien tomará como base los costos
mínimos para cada tipo de campaña aprobados para el año inmediato anterior, deflactándolos con
el índice nacional de precios al consumidor. Artículo 28, Ibid.
82
elección local inmediata anterior. En este mismo rubro, se prevén dos
cosas que antes no estaban consideradas: a los partidos políticos que no
alcanzarán este porcentaje mínimo de votación, de la porción señalada se
calcula un 5%, el cual se les quitará y les será entregado a los demás
partidos, y en el caso de registro de nuevos partidos políticos nacionales, a
estos se considera que se les entregará el 1% calculado con respecto al
monto de esta primera porción de 35%. La segunda, del 65%, sería
entregada a los partidos políticos de acuerdo a los resultados electorales de
los comicios inmediatos anteriores para Diputados de mayoría relativa.126
Se considera además, que aquellos partidos políticos que no registren
candidatos en por lo menos 6 municipios para renovar Ayuntamientos y en
12 distritos uninominales en la elección de diputados, no se les será
entregado su financiamiento público.
126
Artículo 30, Ibid.
127
Artículos 35 y 36, Ibid.
83
(j) El autofinanciamiento se especifica como todos aquellos ingresos que los
partidos obtengan de sus actividades promocionales, tales como
conferencias, espectáculos, juegos y sorteos, eventos culturales, ventas
editoriales, de bienes y propaganda utilitaria, entre otros.128
84
la creación de una opinión pública más informada. En este sentido se específica el
procedimiento para obtener el registro como agrupación política estatal, el cual
consiste a grosso modo, en presentar una acta constitutiva, debidamente
protocolizada ante notario, especificando estructura orgánica y funcional, contar
con un mínimo de 700 asociados inscritos en el padrón electoral, los cuales
deberán acreditarse en Asamblea General de la asociación ante notario, contar con
órgano directivo en el orden estatal, con delegaciones en por lo menos 6
municipios y, de disponer de Declaración de Principios y Estatutos, sí como con
una denominación distinta a toda agrupación o partido existente. Se considera que
una vez obtenido el registro se gozará del régimen fiscal previsto para los
partidos, y del financiamiento público, para el cual se constituirá un fondo del
0.5% del financiamiento público estatal anual que reciben los partidos políticos
para el sostenimiento de sus actividades ordinarias. Ninguna agrupación podrá
obtener más del 20% del fondo del financiamiento. El financiamiento privado se
regirá igual que el de los partidos políticos.131
131
Artículos del 58 al 63, Ibid.
85
Capítulo 4
A manera de conclusión
Durante décadas, el cambio político en México, y sin duda también en
Aguascalientes, ha estado sustentado en la reforma electoral. El cambio en las
reglas de la competencia electoral es el que ha guiado la transición política
mexicana en los últimos treinta años, aunque los reclamos de mayor
transparencia, competitividad y democracia han estado presentes en casi toda la
historia política de México. Desde las reformas de la segunda mitad de la década
de los noventa se hablaba de “reformas definitivas”, pero ahora hay nuevos
reclamos de adecuación de las instituciones electorales del país.
86
La reforma electoral se hace apremiante además porque una dinámica
negativa está dominando los procesos políticos, y es que los actores están más
preocupados por los procesos electorales venideros y dejan de lado la discusión de
los temas relevantes cotidianos y el mejoramiento de las políticas públicas, es
decir, los políticos se han olvidado de gobernar. Los actores políticos están
desbocados por la sucesión adelantada, y pretenden no estar regulados por nada.
El resultado es claro: “mucha política y pocas o nulas políticas públicas”.132
132
Juan Luis Hernández, “Las reformas al circuito electoral”, en revista Este País, julio 2004,
México, p. 14.
87
perspectiva de privilegiar lo económico, o mejor dicho, sacrificarlo. En los
procesos electorales de la última década en Aguascalientes, el aumento
desmesurado y continuo en el costo de los organismos electorales, del
financiamiento de los partidos políticos ha sido una constante, y la problemática
se ha tratado de atenuar y resumir en la consideración de que “la democracia
cuesta, y cuesta mucho”.133
Los objetivos de una reforma electoral sensata debe cubrir tres aspectos: 1)
el mejorar las condiciones de transparencia y rendición de cuentas; 2) reducir el
costo de la democracia, y; 3) generar condiciones que incentiven los diálogos y
acuerdos.
133
Juan Carlos Gómez Martínez, “¿Cuál debe ser el costo de nuestra democracia?”, en revista
Este País, febrero de 2005, México, p. 22.
88
candidatos que realicen los partidos políticos se ajustarán a la legislación
electoral, y a las normas internas de esos partidos registradas ante los organismos
electorales”.
89
costo de nuestra democracia han sido los grandes consorcios televisivos y
radiofónicos, con lo cual se hace necesario reformas radicales y claras. La
contratación de tiempos de difusión de mensajes de los partidos políticos y sus
candidatos en campaña debe ser hecha por la autoridad electoral, distribuyendo
los tiempos de forma equitativa y un pequeño porcentaje diferencial de acuerdo a
la fuerza electoral de los partidos en elecciones locales recientes.
90
Además, habría que señalar expresamente el porcentaje que se reintegraría
a los partidos políticos por concepto de gastos anuales por actividades relativas a
educación, capacitación, investigación y tareas editoriales, el cual podría ser del
50% del costo de los gastos ordinario.
En sí, estas son algunas de las propuestas que se podrían sumar a otras
para mejor el desempeño de nuestro entramado institucional electoral en
Aguascalientes. La vida política tanto del país como del estado se satura por la
dinámica político-electoral, como por las anomalías que se desprenden de ella al
no existir límites al comportamiento desbocado y pasional de los actores
91
partidarios.134 El nuevo diseño institucional para la política hidrocálida requiere
un contenido de viabilidad y congruencia.
134
Juan Luis Hernández, Op. cit. P. 14.
135
Ibid.
92
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