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ISBN 978-607-7577-06-5
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Quizá el hecho de haber nacido en una región donde el olor, la vista y
todos los sentidos están permeados por la madera tenga alguna relación
con mi oficio. Para mí, hablar de madera significa construcción y juego. Mi
padre trabajaba en un aserradero, cuyos dueños eran unos estadouniden-
ses de apellido Cooper. Recibía a lo largo de cada año una cierta cantidad
de sobrantes de madera, que por su calidad podían ser rescatados del
fuego de la chimenea. De la parte considerada como leña también extraía
los mejores pedazos y los almacenaba en una bodeguita. Todo ello para
fabricar juguetes.
Recuerdo especialmente los camioncitos de carga, que allá son cono-
cidos como troquitas, con sus cabinas, sus cofres, sus redilas y remolques
perfectamente diseñados. Del material sacado de la leña obtenía enton-
ces los ejes y las ruedas. Mis hermanos y yo auxiliábamos en algunas
tareas de carpintería y pintábamos los juguetes. Era a finales de los años
cuarenta y se obligaba a todos los hombres mayores de 18 años de edad
a cumplir con el servicio militar y quienes evadían dicha responsabilidad
eran tomados presos. Los ponían a marchar y a hacer ejercicios en un
campo de beisbol. Un día mandaron arrestar a mi padre por no cumplir
con tal disposición. Cuando ya se lo llevaban un soldado lo reconoció
y le dijo a su superior: “perdone, pero cómo podemos encarcelarlo, si
es el que nos hace el armamento”. Se trataba de rifles de palo alto con
todo y su bayoneta plateada. Realmente eran armas de madera que da-
ban la impresión de ser metálicas. ¡Vi e imaginé hacer tantas cosas con
la madera!
Un día cerraron la fábrica e indemnizaron a los trabajadores del aserra-
dero. Mi padre se quedó desempleado y no tuvo otra opción que buscar
nuevos horizontes. Eligió Monterrey porque había estado varias veces allí y
siempre conservaba la sensación de progreso, de escuelas, de futuro, del
futuro nuestro, más que el propio. Además había muchísima gente de Du-
rango que buscaba lo mismo que nosotros.
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¿Y encontraste esa correspondencia con las ilusiones y deseos paternos?
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Metamorfosis de Urania I • CAT 1
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al mismo tiempo recibió de Siqueiros la invitación para formar parte de su
taller, que dirigía Mario Orozco Rivera.
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mente Orozco– hubo muchos medianos que trataron de hacer una especie
de escuela y sólo lograron llevar la pintura mural a la más grande de las
demagogias. Cuando el tema le gana a la pintura, ésta se desmorona. Sin
embargo, también la pintura moderna es muy peligrosa, porque quien se
acerca a ella lo quiere hacer sin conocimiento del lenguaje. En todo caso,
la propia pintura denuncia a su autor. Entre más grande es un mural mayor
es la evidencia de sus aciertos y sus errores. Se nota más si el autor supo o
no dibujar, simplificar, si supo de composición. El mural expone plenamente
las virtudes y las limitaciones del pintor, porque la obra de caballete la hace
uno dentro de su casa, conserva los cuadros o los vende. La pintura mural
está expuesta siempre a todas las miradas y a los juicios. La mejor ideología
que se puede tener como pintor es pintar cada vez mejor, adorar la pintura
y tratar de expresarse plásticamente con mayor libertad.
Sí, yo creo que en la pintura siempre tiene que haber búsqueda. Uno no
debe pretender el empleo de una fórmula para todos los trabajos. Cada
muro es diferente. El muro de una escuela no puede ser igual que el de un
hospital, ni éste al de una estación del metro. La pintura exige resolver las
cosas de diferente manera según la arquitectura, según el espacio, pero
sobre todo de acuerdo a la naturaleza de cada artista, a su curiosidad,
a su capacidad de investigación; investigar significa tomar en cuenta los
factores ópticos y dinámicos. Es muy fácil, basta que uno piense en que
la gente va a caminar frente al mural para considerar el espacio y la visión
que tiene el espectador desde su lugar, con respecto de la que tiene el
pintor en el momento de realizar su trabajo. Hay un cuidado especial para
que no se vaya a transformar su geometría. Ésta es una cuestión que le
preocupaba a Siqueiros como a muchos otros grandes artistas, por ejemplo
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a Escher y a Miguel Ángel, quien estudió dichos aspectos en la Capilla Six-
tina. Lo fundamental es la calidad en la expresión pictórica, pues si alguien
pretende trazar una línea recta y le resulta una línea ondulada es porque
simplemente la persona no sabe pararse en el andamio, le tembló la mano
o le tembló todo, porque hay quien al subirse a un andamio se asusta,
siente que se va a caer.
Retomando la frase de Siqueiros, podría decir que no hay más ruta que
la nuestra, una ruta plural donde cabemos todos. Por cierto, con la Ruptu-
ra se dio un número mayor de opciones para el pintor de nuestro tiempo.
Quienes practicamos el realismo podemos extraer del abstraccionismo lo que
queremos, incorporarlo a nuestro realismo. Y a su vez, los que ya se hartaron
de ser pintores abstractos pueden tomar elementos de la pintura realista y
hacer un arte combinatorio. Lo pobre y aburrido es quedarse con lo mismo.
Quizá las academias del futuro van a pensar de este modo y el que ingrese de-
berá empezar primero por hacer la abstracción y gradualmente, en la medida
de su capacidad, va a llegar a un cierto tipo de realismo, para luego regresar a
hacer lo que más le acomode. Me parece que ahora se practica diferente a la
Academia, al estudiante que no puede dibujar un pie o una mano le dicen que
no tiene talento, que mejor se retire. Pues eso es falso, hay pintores extraordi-
narios que nunca tuvieron que pasar por el academicismo, por el realismo.
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Uni-versidad • CAT 2
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¿Y tú que privilegiarías más, la pintura o el dibujo?
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pero siempre defendí un aspecto fundamental: el estilo. Quien no se preocu-
pa de cultivar el estilo personal puede ponerle fin a su carrera de artista. El
estilo es algo íntimo, ajeno al público, a los compradores y a las galerías; es la
posibilidad creativa que permite la diversificación en los enfoques plásticos,
pictóricos, y tiene un contacto muy estrecho con la experimentación y la in-
vestigación permanentes. Quien cree haberlo logrado todo, haber resuelto y
agotado su búsqueda está perdido, es él quien está acabado.
Por último, la generación que José Luis Cuevas insiste en llamar de la Rup-
tura, que es más o menos la generación tuya: ¿qué parte ocupa en tu desa-
rrollo y en tu postura ante el arte y la sociedad?
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Convergencia de voces • CAT 3
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Espejos comunicantes • CAT 4
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Reposo de musas • CAT 5
Nacimiento de otras voces • CAT 6
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Metamorfosis de Urania II • CAT 7
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Integración y pensamiento • CAT 8
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Memoria de sueños • CAT 9
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Musas mixtas • CAT 10
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Silencio y eco vertical • CAT 11
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Musa volcánica • CAT 12
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El principio de otro ciclo • CAT 13
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Juego de la variable compleja • CAT 14
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Rostros • CAT 15
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Preludio • CAT 16
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Luto por Chihuahua • CAT 17
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Danza y son • CAT 18
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Persistencia del silencio • CAT 19
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Ronda diurna • CAT 20
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Laboratorio de formas • CAT 21
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Cubo móvil • CAT 22
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CURRICULUM
Guillermo Ceniceros
El Salto, Durango, México, 1939
Exposiciones seleccionadas
2007
Metamorfosis Lúdica, Centro Cultural Universitario Colegio Civil, Monterrey,
México.
1994
Aichi Prefectura, Museo de Arte de Nagoya, Nagoya, Japón.
1989
Iturralde Gallery, La Jolla, California, EUA.
1984
International Development Bank Gallery, Washington, EUA.
1980
Gráfica de México, Puchry Studio, La Haya, Holanda.
1976
Taller Guayasamín, Caracas, Venezuela.
1976
Museo Guayasamín, Quito, Ecuador.
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1973
Museo Nacional de Bellas Artes, Santiago de Chile.
1972
Museo Nacional de La Habana, Cuba.
1972
Martin Gallery, Minneapolis, EUA.
1969
Museo de Arte Moderno, México, D.F.
1969
Palacio de Bellas Artes, INBA, México, D.F.
Pintura mural
2001
Teatro del Sindicato Nacional de Trabajadores Telefónicos, México, D.F.
1999
Hospital Santa Engracia, Monterrey, México.
1998
Facultad de Química de la UANL, San Nicolás de los Garza, México.
1994
Banco Nacional de Comercio Exterior, Monterrey, México.
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1991
Palacio de Justicia, Monterrey, México.
1990
Teatro Mederos de la UANL, Monterrey, México.
1988
Estación de Metro Copilco, México, D.F.
1986
EXPO 86, Vancouver, Canadá.
1986
Estación de Metro Tacubaya, México, D.F.
1984
Misión de México en las Naciones Unidas, Nueva York, EUA.
1980
Centro de Arte Moderno, Guadalajara, México.
1979
Instituto Mexicano del Seguro Social, México, D.F.
1962
Librería Municipal, Monterrey, México.
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Premios y reconocimientos
1991
Único nominado mexicano al concurso de Arte Mundial, por sus murales
en el sistema de transporte colectivo Metro de la Ciudad de México.
1969
Premio Nacional de Pintura, SEP, México, D.F.
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CATÁLOGO
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15. Rostros 19. Persistencia del silencio
s/f • acrílico sobre tela s/f • acrílico sobre tela
200 x 140 cm 185 x 155 cm
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José Ángel Leyva
Poeta, escritor y periodista. Obtuvo el premio nacional de poesía “Olga
Arias” en 1990 y el Nacional de Poesía convocado por la Universidad
Veracruzana, en 1994. En 1999 recibió el premio del
XXIX Certamen Nacional de Periodismo
coordinación editorial
Ángela Palos
fotografía de la obra
Pablo Cuéllar