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Derecho de las transacciones económicas Gastón Labarthe

INDICE

INDICE 1

EL DERECHO DE LOS CONTRATOS 1

CONTRATOS DE SUMINISTRO DE BIENES 8

CONTRATOS DE SUMINISTRO DE SERVICIOS 11

El derecho de los contratos

1 ¿Cuando tenemos un contrato?

La formación de un contrato requiere la existencia de dos elementos universalmente conocidos como la “oferta o
propuesta de contratar” y la “aceptación de la oferta”. Cualquier oferta debidamente aceptada constituye un contrato
más allá de la forma como se haga.”Contrato” hay aún cuando dicho documento no exista.

1.1 La oferta o propuesta de contratar

Una oferta se reconoce habitualmente por cuando permite cerrar un trato con sola respuesta de “acepto”. Es por ello que
normalmente se establece que debe ser completa y hecha con intención de obligarse.
La propuesta por si solo, no produce obligación alguna. En el caso de las propuestas escritas, la ley uruguaya también le
da al proponente la posibilidad de retirar su oferta hasta el momento en que recibe la aceptación. El único caso en que el
proponente no puede revocar su oferta es cuando expresamente se hubiera comprometido a no disponer del objeto hasta
recibir contestación o hasta transcurrido un plazo determinado. El proponente no podrá arrepentirse validamente, y si el
destinatario acepta el plazo perfeccionará el contrato aún contra la voluntad del proponente.

1.1.1 La aceptación de la oferta

Producida la aceptación el contrato ha nacido y ninguna de las partes podrá desvincularse del mismo sin el
consentimiento de la otra.

La aceptación debe reunir al menos tres requisitos claves: debe existir (el que calla no otorga), debe ser incondicional, y
debe ser realizada en tiempo. Solo por acuerdo previo se le puede dar valor a la inacción o al silencio.

La segunda caracteristica de la aceptación es que debe ser incondicional. Esto es para que nazca el contrato la
aceptación debe ser una manifestación de conformidad total con la oferta realizada. La modificación de la propuesta (o
contrapropuesta) tiene un segundo significado bajo la ley uruguaya: implica a realización de una nueva propuesta que si
el ofertante original acepta perfeccionará un contrato.

La aceptación (de la propuesta o la contrapropuesta) será normalmente una manifestación expresa de la voluntad. Puede
ser escrita u oral. En algunas circunstancias, sin embargo, la aceptación también puede ser “tacita”, esto es, estar
implicita en la actuación adoptada.

Si el que hace la propuesta se compromete a esperar contestación sin establecer plazo este se presume de 24 horas si
ambas partes viven en la misma ciudad y de 30 días más el tiempo necesario para ambas comunicaciones si viven en
ciudades diversas.

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2 ¿Negociar obliga a contratar?

El principio general es, por lo tanto, que negociar no obliga a contratar. Existen situaciones en las que quien interrumpe
negociaciones luego de cierto momento igualmente puede llegar a incurrir en responsabilidad. Si dos empresas
negocian para presentarse conjuntamente a una licitación y el último día una de ellas se retira abruptamente de las
negociaciones evitando que la otra pueda presentarse la situación puede llegar a generar responsabilidad. El principio
vigente en Uruguay en la etapa precontractual es que quienes negocian tienen que actuar de buena fe.

3 ¿Cómo se interpretan los contratos?

Buena parte de los conflictos contractuales se plantean en torno a la interpretación de cláusulas ambiguas incluidas en
los mismos. Llevando el tema a un conflicto judicial, el juez no puede limitarse a reconocer la ambiguedad sino que
debe decidir por una interpretación y considerarla la correcta. Las principales de estas reglas tienen como proposito
ayudar a determinar cuál fue el acuerdo real a que llegaron las partes en su momento. Para ello no se atiende sólo al
texto del contrato sino que la ley ordena tomar en cuenta todo otro elemento que pueda ayudar a identificar el contenido
exacto del acuerdo de voluntades.

En terminos generales se puede establecer que la esencia de las reglas de interpretación es procurar determinar el
acuerdo real de voluntades que dio lugar al contrato. un primer gran principio interpretativo es el princiipo de los
contartos deben ejecutarse de buena fe. La ley incluye una serie de otras reglas de interpretación entra las que se
destacan que las palabras deben entenderse en su sentido general, que debe buscarse la intención común de las partes
aún a costa del sentido literal de los terminos.

Un criterio interpretativo importante tiene que ver con la historia de la negociación.

4 ¿Qué ocurre con los problemas que surgen de aspectos que las partes no previeron?

No se puede prever todo en los contratos. El problema de las soluciones de los temas no previstos se llama
frecuentemente el de la “integración” de los contratos.

La ley interviene en estos casos. Existen normas legales que afectan la posibilidad de las partes de determinar
libremente el contenido de sus contratos. Las soluciones acordadas en violación de dichas normas son nulas y
simplemente se sustituyen por la solución prevista en la ley (no anulan el contrato, sin embargo, salvo circunstancias
muy extremas). Buena parte de las soluciones no previstas en un contrato se resolverán, por lo tanto, en base a las
soluciones generales establecidas en la ley. En estos casos toma importancia un principio de buena fe paralelo al ya
visto para la interpretación de las clausulas de los contratos. Otro importante criterio legal para la solución de
situaciones no previstas es que cuando se hubiera omitido un contrato una clausula necesaria para su ejecución y
existiese duda sobre como resolver el tema, “se presume que se han sujetado a lo que es de uso y práctica en tales casos
entre los comerciantes en el lugar de ejecución del contrato”. Por lo tanto si es de uso uniforme y aceptado entre los
mayoristas de un determinado ramo que las compras se pagan a treinta días, dicho plazo se puede considerar acordado
aunque no se haya establecido expresamente en oportunidad de algún contrato especifico.

5 ¿Qué ocurre cuando una de las partes incumple un contrato?

Es frecuente que la parte a la que se le reclama por incumplidora trata de justificarse en base a alguno de los tres
siguientes argumentos: (1) que su obligación no es tal como la interpreta la otra parte; (2) que su obligación aún no se
ha producido; o (3) que la otra parte no ha cumplido con su obligación, cuyo cumplimiento era previo al de la propia.

5.1 Alternativas frente al incumplimiento

a) Ejecución Forzada Específica: El contratante puede exigir juridicamente el cumplimiento de lo comprometido por la
otra parte más los daños y perjuicios derivados de la demora. Esta es la llamada ejecución forzada especifica que sólo
puede reclamarse si la parte que reclama ha cumplido o, según el caso, está dispuesta a cumplir con su obligación bajo
el contrato.

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b) El contratante puede renunciar a reclamar el cumplimiento específico de lo comprometido y reclamar judicialmente


los daños y perjucios derivados del incumplimiento de la otra parte. Es la única posibilidad de ejecución forzada de un
contrato cuando la obligación de la otra parte consiste en una acción personal o cuando la mismo ua nohe s útil para los
fines del ejecutante.

c) El contratante puede optar por dejar sin efecto el contrato y reclamar lso daños y prejuicios derivados del
incumplimiento de la otra parte. Esta es la llamada resolución por incumplimiento cuyo aspecto más importante es que
libera a la parte que la pide de la obligación de cumplir con lo comprometido, o si ya ha cumplido, le habilita a procurar
la recuperación de lo que ha entregado. La parte que pide la resolución puede reclamar los da{os y perjuicios pero no
puede reclamar el cumplimiento de la obligación comprometida por la otra parte.

d) Excepción del contrato no cumplido: Finalmente, el contratante puede adoptar una actitud pasiva y demorar el
cumplimiento de su propia obligación hasta que la otra parte cumpla o demuestre que está en condiciones y dispuesta a
cumplir. Esta podría ser llamada en un sentido amplio la “excepción de contrato no cumplido”. La excepción de
contrato no cumplido es fundamentalmente una defensa procesal para el contratante frente al reclamdo de la otra parte
que no ha cumplido y que pese a ello le reclama que cumpla con su obligación. Es una alternativa para quien prentende
conservar el contrato.

A. La ejecución forzada de la obligación asumida por la otra parte

La primera opción frente a un incumplimiento es reclamar que la otra parte cumpla exactamente lo comprometido.
Existen como señalamos dos posibilidades para cuando el acreedor opta por “obligar a la otra parte a la ejecución de la
convención”. Cuando la ejecución especificamente convenida es posible y el acreedor la reclama, se habla de ejecución
forzada especifica. Esta es aquella que da al contratante exactamente lo que el contrato preveía que recibiera. El
contratante tiene derechoa reclamar los daños y perjuicios que se derivan del atraso en el cumplimiento.

B. La llamada ejecución forzada por el equivalente (”daños y perjuicios”)

La ejecución forzada de la obligación específica prevista en el contrato no esiempre es posible, o a veces, ya no tiene
interes en el contratante. Si opta por ejecutar el contrato en lugar de resolverlo, lo único que podrá reclamar es un
equivalente en dinero de su derecho más los daños y perjuicios que hubiera sufrido.

Finalmente, puede ocurrir que el cumplimiento específico tardío sea posible pero que el contratante ya no tenga interes
en el mismo. En estos casos, a la ejecución impuesta por la ley es el pago de una suma de dinero que compense al
contratante el valor de la prestación incumplida y los daños y perjuicios que provocó el incumplimiento.

El incumplidor no puede liberarse de cumplir el contrato ofreciendo una suma de dinero.

C. La resolución del contrato por incumplimiento

La resolución del contrato es la opción de quien desda dejar sin efecto el contrato liberandose de su propia obligación.
Pese a que el contrato queda sin efecto la ley expresamente establece que el contratante puede reclamar al incumplidor
la indemnización de los daños y perjuicios que hubiera sufrido. La opción por la resolución del contrato permite por lo
tanto al contratante extinguir junto a la obligación del incumplidor de su propia obligación. Cuando un contratante
presenta la demanda de resolución, el incumplidor pierde la posibilidad de cumplir voluntariamente. Solo podrá hacerlo
si el juez desestima la demanda de resolución presentada por la otra parte, o en situaciones extraordinarias, si el juez da
un plazo de gracia al deudor para que cumpla.

D. La excepción del contrato no cumplido

Quien aún no desea resolver el contrato puede adoptar una actitud de expectativa frente al incumplimiento o la
resolución del contrato debido al incumplimiento de la primera, esta puede defenderse señalando que su prestación no
es exigible dado que la otra perte no ha cumplido con lo propio. Esta es la llamada “excepción de contrato no

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cumplido”.

Cuando contractualmente debe cumplir el primero, la única posibilidad que tiene el deudor se da cuando puede
demostrar que el acreedor está en insolvencia o de otra forma está en riesgo la prestación de la obligación correlativa.
En este caso la laey permite solicitar que la otra parte garantice que cumplirá oportunamente su prestación.

Se trata de una medida excepcional que la ley otorga al vendedor cuando el comprador cae en dificultades financieras o
al comprador cuando tiene motivos para temer que el bien adquirido será objeto de una acción real, y se funda en que
dichas circunstancias hacen dudoso que la otra parte (ya sea comprador o vendedor) pueda cumplir con su parte en el
momento pactado.

Finalmente, la excepeción del contrato no cumplido no es aceptable cuando quien se resisite a cumplir alega para ello
un incumplimiento meno de la otra parte. En dicho caso, puede justificarse una medida de menor alcance pero no la
retención de todo el cumplimiento correspondiente a la parte.

E. Derecho de la retención
Salvo que la ley expresamente lo autorice no es posible retener una cosa del deudor en garantía de su deuda. La ley
uruguaya, sin embargo, prevé la posibilidad de retención muy limitada aplicable solamente cuando la deuda surgió de la
posesión o tenencia de la cosa retenida tal como el caso de quien ha reparado o mejorado una cosa mueble o quien ha
hecho gastos por mantener o mejorar la cosa por un poseedor. Da derecho a convservar la cosa pero en ningún caso a
usarla o aprovecharse de la misma.

5.2 ¿Cuándo existe incumplimiento?

Para el derecho uruguayo el retraso no es por si solo un incumplimiento. El plazo pactado para el cumplomiento de una
obligación determinada a partir de que momento la obligación “es exigible” y el contratante puede solicitar a la otra
parte que la ejecute. EL cumplimiento luego de vencido el plazo es legalmente exacto hasta qeu se produzca una de dos
situaciones: (1) el incumplimiento definitivo porque ya no es posible que la obligación sea cumplida o, fuera de los
casos anteriores, (2) cuando el deudor “cae en mora”.

La mora puede constituirse de tres formas fundamentales: (1) por una “interpelación formal” (el acreedor intima por
ejemplo el cumplimiento de la obligación), (2) por la naturaleza de la obligación que no admite un cumplimiento tardió,
o (3) por el acuerdo incluido en el contrato original para que la mora se produzca por el mero incumplimiento en el
plazo pactado (“mora automatica”).

La interpelación en principio debe ser judicial, notarial o por telegrama colacionado. Recién cuando el cumplomiento
no se produce en el plazo dado en la interpelación respectova (ej, intimación con plazo de 3 días), el deudor cae en
mora.

La segunda forma prevista en la ley para la constitución en mora es cuando el caracter esencial del plazo se desprende
de la naturaleza de la convención (la llamada “mora por la naturaleza de la convención”). Se trata de casos en los que el
cumplimiento en plazo es esencial al interes del contratante del contrato.

La tecera vía para llegar a la mora se plantea cuando el momento de realizar el contrato las dos partes convino que
caerían en mora por el solo vencimiento del plazo.

Debe tenerse en cuenta, finalmente, que la ley prevé la posibilidad de que un deudor que se encuentra en mora deje de
estarlo cuando el acreedor realiza actos que se puedan interpretar como procurando extinguir los efectos de la mora.
“purga de la mora” consituyen un perdón que el acreedor da al deudor y que elimina la condición de moroso del deudor.

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5.3 ¿Qué pasa con el incumplimiento que no es culpa del incumplidor?

Muchos incumplimientos de contratos no son consecuencia de una decisión deliberada de incumplir.


Frente a estas situaciones lo primero es consultar el contenido del contrato o acuerdo de voluntades ya que las
soluciones legales son en esta materia supletorias de lo que las partes convengan en el contrato. Quienes realizan un
contrato pueden, por lo tanto, convenir que una de las empresas está obligada a hacer meramente un esfuerzo razonable
por cumplir, que está obligada a realizar sus mejores esfuerzos por cumplir, que se obliga a cumplir salvo fuerza mayor,
o incluso que garantiza el cumplimiento no importa que circunstancias se presenten.

Dado que la inmensa mayoria de los contratos, sin embargo, no resuelven este aspecto con claridad, las soluciones
legales tienen gran importancia.

En lo fundamental, la ley dispone que, no mediando acuerdo, el contratante no responde de “causa extraña” que la ley
identifica con incumplimientos debidos a un hecho de un tercero o a un evento totalmente fuera del control del obligado
(“fuerza mayor”). Desde el punto de vista legal, las dos preguntas esenciales son delimitar las situaciones que
constituyen “causa extraña”, y decidir si de lo anterior se desprende que le basta a quien no ha podido cumplir con
demostrar que ha hecho todo lo posible.

La norma legal fundamental en esta materia establece que el contratante es responsable “siempre que no justifique que
la falta de cumplimiento proviene de causa extraña que no le es imputable”. Si acredita esto último, su obligación se
extingue sin responsabilidad para su parte.

La ley sólo obliga a actuar en forma diligente, ante un incumplimiento la parte afectada deberá demostrar que el
incumplidor actuó en forma negligente (prueba frecuentemente dificil para el acreedor). Por el contrario, si la
obligación de quien contrata es de cumplir con el resultado compromeido, ante un incumplimiento el acreedor solo
deberá demostrar que el incumplimiento se ha producido y le corresponderá al incumplidor demostrar que el mosm no
se debió a su responsabilidad sino a una “causa extraña” (prueba frecuentemente dificil para el deudor) y no le alcanza
con demostrar que “hizo lo posible” (que siempre es una prueba más accesible).

Todos los contratos cuyas obligaciones no pueden ser calificadas como “de medio” de acuerdo al concepto
anteriormente definido se clasificaran como contratos con “obligaciones de resultado”. La doctrina más aceptada
reconoce que respecto de éstos el estandar legal de “causa extraña no es imputable al deudor” es un criterio más
exigente qeu simplemente demostrar “falta de culpa”. Requiere de dos elementos: (1) una causa extraña que debe ser
demostrada, más (2) que dicha causa extraña no haya estado vinculada a un acto culpable del que la invoca.

Dado que el estandar fundamental excede la ausencia de negligencia, y que en principio el contratante sólo queda
liberado de su responsabilidad por el incumplimiento demostrando la existencia de una causa extraña. La causa extraña
que refiere la ley incluye tres situaciones fundamentales: (1) la culpa del acreedor, (2) el hecho de un tercero, y (3) el
llamado “caso fortuito o fuerza mayor”. Los primeros dos son situaciones relativamente fáciles de comprender ya que
refieren a casos en los que el deudor no puede cumplir porque el propio acreedor o un tercero se lo impide.

Aunque parezca obvio decirlo, la imposibilidad debe ser objetiva y no pueden aceptarse como imposibilidades
admisibles aquellas que se derivan de la situación personal del deudor (por ejemplo, no poder pagar por no tener el
dinero necesario, o no poder realizar el transporte comprometido por no tener camiones en la empresa).

Ademas de los casos anteriores, existe otra alternativa aún no considerada y es la posibilidad de que el deudor no pueda
cumplir por la culpa del acreedor que se niega a aceptar el cumplimiento. Aunque esta situación pueda parecer extraña a
primera vista, no son infrecuentes los casos en los que interesa más al acreedor el incumplimiento del deudor que la
ejecución normal del contrato. Al igual que la mora del deudor, la mora del acreedor no se genera automaticamente por
la falta de cooperación del deudor sino que requieree una “interpelación”: es necesario que el deudor solicite
expresamente y con plazo la cooperación del acreedor para cumplir con su prestación.

Finalmente, la ley también regula la situación de quien debe asumir la perdida en caso de imposibilidad fortuita de la
prestación posterior al contrato. La regulación legal ha sido fuertemente criticada por cuando en las obligaciones de dar
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establece que la cosa perece para el acreedor (el comprador, por ej.) mientras que en las obligaciones de hacer y no
hacer la pérdida debe ser asumida por el deudor.

5.4 ¿Son todos los incumplimientos iguales?

Existen casos en los que el deudor cumple pero en forma distinta de lo comprometido; es el llamado “incumplimiento
inexacto”. El incumplimiento inexacto, sin embargo, abre una serie de alternativas adicionales a la ejecución forzada y
la resolución del contrato caracteristicas del incumplimiento definitivo, tales como la reducción del precio, la
reaparación del bien o servicio defectuoso, o si se trata de un bien generico, su sustitución por otro no defectuoso.

La conclusión es pues que si el defecto no es grave o importante, no pueden derivarse las consecuencias típicas del
incumplimiento sino preferentemente un menor precio.

La posibilidad anterior, sin embargo, no existe en tres situaciones: (1) cuando las partes han establecido expresamente
en el contrato que aspectos accesorios especificos son considerados esenciales, (2) cuando han pactado que cualquier
incumplimiento dará derecho a demandar la resolución del contrato, y (3) cuando la ley expresamente considera que
determinadas obligaciones accesorias son esenciales.

Bajo el derecho uruguayo tanto la resolución del contrato por incumplimiento como la excepción de contrato no
cumplido sólo pueden emplearse cuando el incumplimiento refiere a la obligación principal que la otra parte ha asumido
(por ejemplo, entregar la cosa o pagar el precio en el caso de una compraventa). El incumplimiento de una obligación
accesoria autoriza a su reclamo especifico, pero en principio, no autoriza a reclamar la resolución del contrato ni a
oponer la excepción de contrato no cumplido para evitar cumplir con la obligación propia.

5.5 ¿Hasta cuando se deben indemnizar los daños causados?

Si las partes estimaron el daño del retardo o del incumplimiento al momento de celebrar el contrato (“liquidación
convencional del daño”) la ley uruguaya hace aplicable dicho acuerdo sin que ninguna de las partes pueda solicitar una
solución diversa demostrando que el daño real fue superior o inferior al convenido.

Cuando el contrato nada previó sobre la forma de liquidar el daño. Sin embargo, deben aplicarse las normas legales. El
principio legal es que los daños que el incumplidor de un contrato debe resarcir son aquellos que son “consecuencia
inmediata y directa” del incumplimiento y “que se han previsto o podido prever al tiempo del contrato”. En sintesis, no
son indemnizables los daños mediatos, los indirectos, ni los imprevisibles.

Un primer elemento que la ley requiere es que el incumplimiento haya sido la causa del daño (“consecuencia inmediata
y directa”).

Además de requerir que el incumplimiento haya sido causa del daño, el segundo elemento exigido es la previsibilidad
de dicho daño al momento del contrato. No es relevante en este aspecto si el incumplidor previó efectivamente o no la
posibilidad del daño ocurrido, sino si un hombre normal lo hubiera hecho.

Es unanimemente aceptado que el daño resarcible incluye no sólo las perdidas que se hayan sufrido (“daño emergente”)
sino también lo que la parte se haya perdido de ganar (“lucro cesante”).

5.6 ¿Qué papel juegan las multas?

En primer lugar, resultan fáciles de ejecutar y normalmente son menos susceptibles de quedar expuestas las
contingencias propias de complejos trámites judiciales. A direfencia de la indemnización de los daños y perjuicios, la
multa no requiere que el acreedor demuestre que ha sufrido ningún daño; le basta con probar que el deudor no ha
cumplido.

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En segundo lugar,la multa puede tener un monto superior a los perjuicios efectivos. La función coercitiva de la multa
hace que normalmente tenga un monto superior a los perjuicios reales.

En tercer lugar la multa es aplicable aún cuando el incumplimiento no haya sido responsabilidad del deudor (por
ehemplo un caso fortuito o fuerza mayor) salvo cuando se trata de entregar una cosa y la misma perece sin
responsabilidad del deudor.

En cuarto lugar la multa tiene una función punitiva (castigar el incumplimiento) y coercitiva (incentivar el
cumplimiento) que la diferencia claramente de la indeminzación del perjuicio.

En quinto lugar, la función coercitiva y punitiva de la multa la diferencia además de otros institutos más drasticos como
las multas penitenciales (multas que se deben al caso de que el deudor quiera liberarse de su obligación.

En sexto lugar, las multas son atractivas desde el punto de vista que el acreedor por cuanto el juez no puede reducir el
monto de la pena por considerarlo excesivo.

6 La terminación de los contratos fuera de los casos de incumplimiento

6.1 “Rescisión por mutuo consentimiento”

La ley admite:
Que las dos partes que dieron el nacimiento al contrato puedan modificar las obligaciones del mismo o incluso dejarlo
totalmente sin efecto.
Que las dos empresas se pongan de acuerdo para dejar sin efecto el contrato, ya sea mediante un pago o sin ninguna
contraprestación.

Esto significa que si una de las partes desea modificar el contrato, ya sea para reducirlo, para ampliarlo, o para
ejecutarlo de una manera diversa de la prevista, necesita para ello el consentimiento de la otra parte.

6.2 Rescisión por vencimiento de plazo o cumplimiento del propósito del contrato

Cuando los contratos tienen un plazo o fueron realizados para un propósito específico los mismos pueden extinguirse
cuando el plazo expira o el objetivo se cumple. En la mayoría de los casos se acepta que si ambas partes continúan
ejecutando el contrato el mismo debe considerarse tácitamente prorrogado hasta que una de las partes comunique a la
otra su voluntad de rescindirlo.

Algunos contratos prevén que el plazo se renueva automatcamente a su vencimiento si ninguna de las partes comunica a
la otra su voluntad de evitar la renovación dentro de un plazo determinado.

6.3 Rescisión unilateral en contratos no sujetos a plazo

Un tema que muchas veces plantea problemas legales es el de los contratos cuya ejecución por naturaleza, se prolonga
en el tiempo pero que no prevén ningún plazo específico de duración. En algunos casos esto ocurre porque las partes ni
siquiera han firmado un contrato y simplemente han tenido una relación contractual de hecho como es el caso.

Esta posibilidad, sin embargo, no es total e ilimitada sino que se ve acotada por el riesgo de que dicha rescisión pueda
considerarse “intempestiva” o “abusiva”. El principio legal es que cualquiera de las empresas tiene derecho a rescindir
un contrato que no tiene plazo.

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Contratos de suministro de bienes

La compraventa es el contrato por el cual una empresa entrega una cosa (papel a una imprenta, cubiertas a una fábricoa
de autmóviles, computadoras a un estudio profesional) a cambio de que la otra pague un precio. El contrato será una
permuta, sin embargo, solo que la segunda empresa da como contraprestación no es el pago de un precio en efectivo
sino la entrega de otro bien. Asimismo, si a cambio del precio la primera empresa no entrega el bien sino solamente
hace el uso o goce de ese bien durante un tiempo determinado el contrato será un arrendamiento. Finalmente, si el bien
cualquieras sea se entrega en forma gratuita por un tiempo determinado y con carga a ser devuelto el contrato será un
prestamo de uso o comodato.

1 La compraventa

También será compraventa la operación cuando la empresa que recibe un bien paga en parte dinero y en parte otros
bienes si han definido la operación como tal en el contrato. Puede ser realizado mediante un contrato escrito, por un
intercambio de cartas o incluso en forma verbal.

Dado que el principio general es que para que se produzca el incumplomiento tiene que haber existido una intimación
incumplida, muchos contratos incluyen la llamada cláusula de mora automática que tiene por efecto hacer caer en
incumplimiento a la parte que se retrasa en sus obligaciones sin necesidad de intimación. También son frecuentes
cláusulas que prevén consecuencias para retrasos en la entrega de bienes.

Aunque no es frecuente en las grandes contrataciones, la venta a prubea es habitual en materia de suministros, de
algunos bienes de uso o maquinaria de oficina. Si la venta se realiza “a prueba” la empresa compradora tiene el derecho
de dejar el contrato sin efecto sin necesidad de explicar sus motivos.

Es diferente la llamada venta “a ensayo” que consiste en una compraventa en la que se pacta la realización de un ensayo
para determinar si el bien cumple con las condiciones acordadas. Si el bien cumple con las condiciones del ensayo el
vendedor no puede arrepentirse de su decisión de comprar.

Cuando el contrato prevé un plazo para la entrega y la compraventa refiere a un bien especifico (un local industrial, un
vehiculo usado, etc.) la perdido por destrucción fortuita, y los deterioros o mejoras del bien corren por cuenta de la
empresa compradora salvo qe se haya pactado otra cosa en el contrato. Cuando el contrato refiere a bienes no
especificos (mil quilos de harina de maíz, cien computadoras de tal tipo, doscientos neumaticos radiales marca tal, etc.)
la empresa vendedora está obligada a entregar lo prometido sin poder argumentar pérdida fortuita o cambio de ningún
tipo.

La ley establecce que la empresa vendedora garantiza a la compradora que ningún tercero le privará de los bienes
vendidos y que el bien no tiene “vicios ocultos”. Si un tercero demuestra judicialmente que la vendedora no era la
propietaria de los bienes y se dan los restantes requisitos de esta garantía, la empresa compradora tiene derecho a que la
empresa vendedora le restituya el precio y le indemnice los daños y perjuicios sufridos.

En el caso de que los bienes comprados presenten vicios ocultos la laey establece que la empresa vendedora debe
responder. Solo existe vicio oculto cuando el defecto incide directamente sobre el uso de la cosa impidiendolo o
afectandolo en forma material.

Finalmente, en lo que refiere a la compraventa, la ley establece que la empresa vendedora que da plazo a la empresa
compradora para el pago del precio no puede establecer qeu conservará propiedad hasta el total pago del mismo.

La ley aplicable y el juez competente

La ley uruguaya es sumamente restrictiva en materia de aceptar que la ley de otro país pueda servir para interpretar un
contrato y como principio general hara aplicable la ley uruguaya y dará competencia a jueces uruguayos en contratos
que se deben cumplir en Uruguay. Es importante tener presente que la doctrina moderna acepta que las soluciones de la

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ley extranjera puedan ser incorporada no como ley sino como acuerdo contractual en todos los aspectos en que la laey
uruguaya no es imperativa.

En materia contractual la ley tiene una solución realativamente compleja pero que en esencia dispone que:

• Los contratos referidos a bienes especificos están sometidos a la ley del lugar donde dichos bienes se
encuentran al momento del contrato (por ejemplo, el contrato sobre la venta de un inmueble situado en montevideo está
sometido a la ley uruguaya)
• Los contratos sobre bienes genéricos o indeterminados están scometidos a la ley de la empresa que tiene que
entregarlos.
• Los contratos sobre servicios referidos a bienes especificos está sometidos a la ley del lugar donde los bienes
en cuenrtión están localizados
• Los contratos sobre servicios a ser prestados en determinado lugar están sometidos a la ley del lugar donde los
servicios se van a prestar.
• Los restantes contratos quedan sometidos a la ley de la parte que tiene la obligación principal, la que demuestra
la esencia real del contrato (por ejemplo, en una compraventa, entregar la cosa es considerado principal frente a pagar el
precio ya que precio también hay en un arrendamiento, etc.)

Los jueces del país cuya ley es aplicable son, para la ley uruguaya, siempre los competentes para entender en el juicio.
Con la gran rigidez que aún hay en lo que tiene que ver con la elección de la jurisdicción a nivel internacional, dentro
del país la ley uruguaya permite que las empresas acuerden libremente los jueces de que departamento serán llamados a
decidir las eventuales diferencias.

2 La permuta

La permuta es un contrato similar a la compraventa pero en el cual en lugar de pagar un precio a cambio de un bien, las
dos empresas intercambian bienes sin que existan pagos en efectivo o siendo estos meramente accesorios.

A diferencia de lo que ocurre en la compraventa, si una empresa descubre que el bien que recibió en el marco de una
permuta no pertenecía a la empresa que se lo entregó, si aún no ha entregado el bien propio puede negarse a entregarlo y
dejar la permuta sin efecto devolviendo el bien que había recibido. En caso de ya haberlo entregado, si pierde el bien
recibido frente a un tercero que prueba ser su real propietario, puede optar entre reclamar el bien que había entregado o
solicitar el valor de lo recibido y los daños y perjuicios.

3 El arrendamiento

Las empresas también suelen celebrar contratos de arrendamiento, ya sea respecto de bienes inmuebles o de bienes
muebles. El arrendamiento de bienes es un contrato por el cual a cambio de un precio se concede el uso o goce de un
bien durante un tiempo determinado. No pretende transferir a la propiedad del bien. Prohibe que el plazo del mismo
supere los quince años. En materia de plazo para desalojo (en caso de arrendamiento de bienes inmuebles) la ley obliga
a dar plazo de preaviso (llamado “el desalojo”) muy significativamente superiores y que en los hechos superan el año.

Cuando vence el plazo de un contrato de arrendamiento sin que el arrendador solicite la devolución del bien ni el
arrendatario la devuelva por su propia iniciativa, continuará corriendo la renta y el arrendatario continuará con derecho
a usar el bien hasta que alguno de los dos actúe para terminar el contrato. Es importante tener presente sin embargo que,
salvo que expresamente se hubiera acordado, las garantías no continuarán garantizando las rentas posteriores al
vencimiento del plazo.

Los bienes arrendados pueden ser vendidos, pero cuando el contrato de arrendamiento está inscripto, el comprador está
obligado a respetar el plazo contractual del arrendamiento acordado por el vendedor. El comprador no estará obligado a
respetar el plazo, sin embargo, si el contrato de arrendamiento establecía que arrendador se reservaba “la facultad de
enajenar”. Debe tratar de evitarse la utilización de formularios o contratos estándar que muchas veces no reflejan el real
acuerdo realizado.

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En lo que refiere al arrendador, debe además de entregar el bien arrendado con todos los accesorios y en buen estado,
mantenerlo en estado de servir para el fin que se arrendó haciendo todas las reparaciones excepto aquellas cuya
necesidad se derivara del uso del bien por el arrendatario.

En virtud de lo anterior, y salvo que otra cosa establezca el contrato, si un local tiene un problema de rotura de la
cañería sanitaria, la misma debe ser reparada por el propietario del local, pero si la empresa arrendataria construye
paredes divisorias o mejora la iluminación no tiene derecho a ningún reembolso salvo que así lo haya acordado con el
propietario.

El arrendador deberá también evitar perturbaciones en el uso del bien por el arrendatario. No debería realizar
modificaciónes o alteraciones del bien salvo que fueran indispensables y no pudieran porsponerse para luego de
terminado el arrendamiento. En estos casos, asimismo, si la realización de las reparaciones priva al arrendatario del uso
de una parte del bien tendrá derecho a que se le rebaje el precio en proporción o hasta dar por terminado el contrato si
las reparaciones lo afectaran en forma muy importante o durante mucho tiempo.

Las obligaciones principales del arrendatario son, ademas de pagar la renta, usar el bien en forma acordada y
conservarlo con diligencia. Al momento de la devolución, el arrendatario debe devolver el bien en el estado en el que lo
recibió salvo el deterioro causado por el sólo paso del tiempo y su uso legitimo. Si el contrato no establece como se
recibió el bien la ley presume que el arrendatario l orecibió en buen estado. Un aspecto vinculado a la devolución a
tener en cuenta, y que es muy relevante cuando una empresa ocupa un local durante mucho tiempo, es que el propietario
tiene derecho a exigir que el local se devuelva en estado original salvo los deterioros derivados del pago del tiempo. Es
frecuente que las empresas que operan en un local durante muchos años vayan realizando modificaciones y
adaptaciones para mejorar la utilidad del local a sus propósitos sin requerir el consentimiento del propietario.

4 El préstamo

El prestamo de uso o comodato es un contrato por el cual una empresa entrega un bien concreto (una maquina, un local,
un vehiculo concreto y especifico) para que la otra empresa lo use en forma gratuita y luego lo devuelva.
Por el contrario, el préstamo de consumo o mutuo es un contrato estructural y esencialmente distinto por el cual una
empresa da a la otra bienes genéricos (dinero, arroz, cuero, etc.) con la obligación de la empresa que los recibe de
devolver igual cantidad y calidad de dicho bien.

El prestamo de consumo puede ser gratuito, pero a difetencia de aquél también puede ser oneroso, eso es, requerir el
pago de un “interés”. El prestamos de dinero es normalmente oneroso.

4.1 El préstamo de uso o comodato

Las obligaciones de quien recibe un bien en préstamo de uso son la de conservarlo con diligencia y emplearlo
exclusivamente para el uso acordado. Salvo que le sobrevenga una necesidad urgente e imprevista o que se hubiera
establecido expresamente que el prestamista se reserva el derecho de reclamar la restitución en cualquier momento, el
prestamista tiene que permitirle al prestatario el uso de la cosa durante el plazo convenido pese a que no reciba por ello
remuneración alguna.

4.2 El prestamo de consumo o mutuo

Cuando se trata de una relación entre comerciantes la propia ley presume que no es gratuita salvo que se pacte
expresamente. En este caso la empresa prestataria se hace dueña de los bienes que recibe en préstamo y cualquier
evento o riesgo sobre la misma le afectará a ella.

5 El leasing

La idea básica del leasing es la de un arrendamiento con una opción de compra al final del mismo. En términos un poco
más especificos, el leasing implica (1) la cesión del uso de un bien por un plazo determinado a cambio de una serie de
pagos periódicos, con (2) una opción para la empresa tomadora al final de un plazo preestablecido, para devolverlo,

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continuar su uso por un nuevo plazo, o adquirirlo a un precio preestablecido.

Uno de los objetivos que han popularizado al leasing en muchos países es que el mismo implica una buena garantía para
la empresa dadora en cuando el bien permanece en su patrimonio durante todo el transcurso del contrato y hasta que el
tomador hace uso de la opción de compra. En Uruguay, sin embargo, el leasing financiero regulado por la ley ha
desnaturalizado esta modalidad ya que la ejecución del bien en caso de incumplimiento ha sido sometida a formalidades
que le quitan el atractivo. En contraposición, la ley le dio al leasing financiero regulado incentivos tributarios.

La doctrina distingue dos clases de leasing: el leasing financiero y el leasing operativo. El leasing financiero tiene un
plazo más prolongado en el cual el tomador se hace responsable del mantenimiento. El leasing operativo por su parte se
hace normalmente por un plazo relativamente corto en relación a la vida útil del bien, y durante el cual la empresa
dadora toma generalmente a su cargo el mantenimiento del bien entregado del leasing.

Uno de los problemas centrales del leasing es que en Uruguay la venta a crédito supone, como ya se ha señalado, el
trapaso de la propiedad del comprador. la ley expresamente prohibe que la empresa que vende a crédito se “reserve el
dominio” del bien vendido por lo que el leasing financiero ha sido visto en muchas ocasiones como una forma de evitar
o burlar la prohibición legal del llamado pacto de reserva del dominio.

En lo que refiere a los contratos de leasing fuera del marco de la leyes anteriores, la situación de los contratos de leasing
en lo que no interviene una entidad de intermediación financiera continúa siendo incierta en nuestro derecho y debe ser
manejada con cautela.

Contratos de suministro de servicios

El arrendamiento de servicios es una denominación genérica que comprende fundamentalmente el llamado por la ley de
arrendamiento de obras y el mandato.

1 Arrendamiento de servicios

El arrendamiento de servicios (llamado genericamente “de obras” por la ley) es un contrato por el cual el proveedor se
obliga a suministrar un servicio y la empresa cliente a pagar un precio por el mismo. Comprende desde los servicios que
suministra una empresa de informática que da un servicio llave en mano de sistemas de información para otra otra
empresa hasta los servicios de limpieza. Incluye también servicios profesionales, y en general, cualquier suministro que
no supone la entrega de bienes tangibles.

Sólo excluye aquellos contratos en los que el que presta el servicio actúe como representante o mandatario del cliente,
los que serán cosiderados contratos de mandato.

A nivel comercial se llaman frecuentemente arrendamientos de obra cuando la proveedora pone los materiales y
arrendamiento de servicios en el segundo caso.

La única norma que ha dado lugar a numerosos problemas por los riesgos que implica para el cliente es la disposición
legal por la que quien leugo de encargar una obra desea rescindir el contrato debe indemnizar al proveedor por los
gastos incurridos, por su trabajo ya realizado y además por todo loq ue el proveedor hubiera podido ganar en la obra.

2 El mandato

Mandato es todo contrato por el cual una de las partes encarga a otra que realice un acto o una gestión por su cuenta y
riesgo.

El acto que realiza el mandatario por cuenta del comitente puede ser, frente a los terceros:

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a) un acto realizado por cuenta del comitente y con poder, en cuyo caso los efectos jurídicos recaen exclusivamente
sobre el comitente.

b) un acto realizado por cuenta del comitente pero sin poder o con un poder insuficiente, en cuyo caso los efectos del
acto recaen sobre el mandatario que se obliga personalmente salvo que el comitente ratifique lo actuado.

C) un acto realizado a nombre propio pero por cuenta de terceros, en cuyo caso no obliga al comitente frente a los
terceros y los efectos recaen exclusivamente sobre el mandatario, aunque entre el comitente y el mandatario exista un
acuerdo por el cual el comitente asume sobre sí los efectos del acto o gestión.

Un mandatario puede actuar con o sin poder. El mandato es un contrato para que un tercero realice gestiones por cuenta
del comitente. Si ese mandatario además tiene poder y actúa indicando que lo hace por cuenta del comitente, obligará
únicamente a éste y será como si el comitente hubiera realizado personalmente los actos que se trate. Por el contrario, si
ese mandatario no tiene poder o tiene un poder insuficiente, o incluso teniendo poder suficiente actúa a nombre propio
en el acto de que se trate, entonces se obliga personalmente y no obliga al comitente frente a los terceros.

El mandatario puede en general renunciar a su mandato siempre que de al mandante un tiempo razonable para que
solucione los negocios encomendados de otra forma.

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