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Dos ramas complementarias de la ciencia – anatomía y fisiología – proveen los conceptos que nos
ayudan a entender al cuerpo humano. La anatomía estudia la estructura de las partes del cuerpo y
sus relaciones de una con la otra. La fisiología concierne al estudio de la función biológica, es decir
del funcionamiento del organismo constituido por células, tejidos órganos y sistemas y también de
los mecanismos que utiliza el organismo en su conjunto para llevar a cabo las tareas esenciales
para mantener la vida. En el estudio de la fisiología el aspecto más importante es el referido a los
mecanismos con preguntas que comienzan con la palabra cómo y con respuestas relativas a las
distintas secuencias causa‐efecto. Estas secuencias se pueden interrelacionar con otros aspectos
más genéricos que incluyen la descripción de las estructuras implicadas (anatomía) y que se
adentran en los términos científicos de la química y la física.
1.1. Tópicos de anatomía
La anatomía es el estudio de estructuras corporales de gran extensión visibles a simple vista, tales
como el corazón, los riñones y los pulmones.
Ciertamente el término anatomía (derivado de las palabras griegas, con significado cortar en
partes), se relaciona más cercanamente la anatomía gruesa, puede ser abordada en distintas
formas.
a) Anatomía regional: Estudia todas las estructuras (músculos, huesos, vasos sanguíneos,
nervios, etc...) en una región partículas del cuerpo. Tales como el abdomen o las piernas
que son examinadas al mismo tiempo.
b) Anatomía sistémica: Estudia la estructura del cuerpo sistema por sistema. Por ejemplo
cuando se estudia el sistema cardiovascular, se examina el corazón y los vasos sanguíneos
del cuerpo entero.
c) Anatomía de superficie: Estudia las estructuras internas y como se relacionan con la
superficie que yacen encima de la piel. Ésta puede utilizarse en la clínica para localizar
vasos sanguíneos apropiados donde pueda sentirse pulso y poder drenar la sangre.
d) Anatomía microscópica: trata con estructuras muy pequeñas que no pueden ser
observadas a simple vista. Aquí se estudian cortes de tejidos corporales muy pequeños
que son teñidos y montados en un porta objetos para ser examinados bajo el microscopio.
Sus subdivisiones incluyen la citología la cual considera las células del cuerpo y la
histología que comprende el estudio de tejidos
e) Anatomía del desarrollo: trata los distintos cambios estructurales que ocurren en el
cuerpo a lo largo de la vida. La embriología es una subdivisión de la anatomía del
desarrollo que concierne con los cambios en el desarrollo del feto antes del nacimiento.
f) Anatomía patológica: Estudia los cambios estructurales causados por la enfermedad.
g) Anatomía radiográfica: Se encarga de las estructuras internas visualizadas por imágenes
en rayos X o procedimientos especializados de escaneo.
La herramienta esencial para el estudio de la anatomía es el dominio de los términos anatómicos,
otros son la observación, manipulación, y en una persona viva, la palpación (palpar la superficie de
la piel en búsqueda de órganos con las manos) y la auscultación (escuchar los sonidos de un
órgano con un estetoscopio).
1.2 Tópicos de Fisiología
Como la anatomía, la fisiología tiene muchas subdivisiones, muchas de las cuales consideran la
operación de sistemas de órganos específicos. Por ejemplo, la fisiología renal concierne a la
función de los riñones y la formación de orina; la neurofisiología, explica cómo trabaja el sistema
nervioso y la fisiología cardiovascular, examina la operación del corazón y los vasos sanguíneos,
mientras que la anatomía nos provee una imagen estática de la arquitectura del cuerpo, la
fisiología nos revela la naturaleza animada dinámica del cuerpo.
La fisiología frecuentemente se enfoca en eventos a nivel celular o molecular, esto es debido a que
la capacidad del cuerpo depende de células individuales y la capacidad de las células depende de
las reacciones químicas que existen en ellas. La fisiología también descansa en los principios de la
física, que ayudan a explicar corrientes eléctricas, la presión sanguínea, y la manera en que los
músculos huesos para causar los movimientos del cuerpo entre otras cosas.
1.2 Complementariedad estructura – función
A pesar de que es posible estudiar la anatomía y la fisiología individualmente, son realmente
inseparables debido a que la función siempre refleja una estructura. Esto es, lo que una estructura
puede hacer depende de su forma específica. Esto es llamado el principio de complementariedad
estructura – función. Por ejemplo, los huesos dar soporte al cuerpo y proteger los órganos debido
a que contienen depósitos de minerales y la sangre fluye en una dirección a través del corazón,
debido a que las válvulas del corazón previenen el contraflujo.
Cuestionario
1. Defina el objeto de estudio de la fisiología
2. ¿Cuál es el objeto de estudio de la anatomía?
3. ¿Cuál es la utilidad de los términos anatómicos, al examinar a un paciente?
4. ¿A qué se refiere el concepto complementariedad estructura función?
2. Organización del organismo humano
Ninguna célula contiene la maquinaria metabólica y organelos para desarrollar todas las funciones
del cuerpo humano, para ello existen colecciones de células especializadas, llamadas tejidos. Los
órganos del cuerpo están constituidos por cuatro tejidos básicos, cada uno de los cuales presenta
sus propias características estructurales y funcionales. Las actividades e interacciones de estos
tejidos determinan la fisiología de los órganos.
2.1 Los tejidos básicos
2.1.1 Tejido muscular
Se especializa en la contracción, existen tres tipos de tejido muscular: esquelético cardíaco y
liso. El músculo esquelético se denomina a menudo músculo voluntario, debido a que su
contracción está controlada por la voluntad de la persona. Los músculos esquelético y
cardíaco, son estriados, presentan estriaciones o bandas, que se extienden en las fibras
musculares con una orientación transversal (Figura 2.1 y 2.2). Estas estriaciones se deben a
una disposición característica de las proteínas contráctiles y, por esta razón los músculos
esquelético y cardíaco muestran mecanismos similares de contracción. El músculo liso (Fig 2.3)
carece de estas estriaciones y presenta de un mecanismo de contracción distinto.
Figura 2.3 Imagen microscópoca de células musculares lisas.
Se puede observar que estas células contienen un solo núcleo
localizado en la zona central, y que carecen de estriaciones.
2.1.1.1 Músculo esquelético.
Los músculos esqueléticos se suelen insertar en los huesos a través de estructuras situadas en sus
dos extremos, los tendones; por tanto, la contracción da lugar al movimiento del esqueleto. Sin
embargo existen excepciones a este patrón. La lengua, la parte superior del esófago, el esfínter
anal y el diafragma también están constituidos por músculo esquelético, pero su función no es la
del movimiento del esqueleto.
2.1.1.2 Músculo Cardíaco.
Aunque el músculo cardíaco también es estriado, su aspecto presenta grandes diferencias
respecto al músculo esquelético. El músculo cardíaco solo existe en el corazón y está constituido
por células miocárdicas que son cortas y ramificadas, y que muestran conexiones muy estrechas
que dan lugar a un tejido de tipo continuo. Las áreas especiales de contacto entre células
adyacentes presentan una tinción oscura y están constituidas por los discos intercalados (Fig. 2.2),
que son característicos del músculo cardíaco.
Los discos intercalados permiten el acoplamiento mecánico y eléctrico de las células miocárdicas
entre sí. Por tanto a diferencia de lo que ocurre en el músculo esquelético, el corazón no puede
presentar una contracción graduada mediante la variación en el número de células estimuladas,
para presentar la contracción. Dada su arquitectura, la estimulación de una célula miocárdica
induce la estimulación de todas las demás células con la aparición de una contracción <<de todo el
corazón>>.
2.1.1.3 Músculo liso.
Como queda implícito en su propia denominación, las células musculares lisas (Fig. 2.3) no
presentan estriaciones características de los músculos esquelético y cardíaco. El músculo liso se
encuentra en el sistema digestivo, los vasos sanguíneos, los bronquiolos (vías respiratorias
pequeñas de los pulmones) y los conductos de los sistemas urinario y reproductor. La disposición
circular del músculo liso en estos órganos da lugar a la constricción de la luz (lumen), cuando se
contraen las células musculares. El sistema digestivo también tiene capas de fibras musculares
lisas dispuestas de manera longitudinal. Las series de contracciones ondulantes de las capas
musculares lisas circular y longitudinal, denominadas peristalsis, empujan el alimento en el sistema
digestivo desde uno de sus extremos al otro.
2.1.2 Tejido Nervioso
El tejido nervioso está constituido por células nerviosas o neuronas, que son células especializadas
en la generación y conducción de impulsos eléctricos, y por células de sostén que proporcionan
soporte anatómico y funcional a las neuronas.
2.1.3 Tejido epitelial
El tejido epitelial está constituido por células que forman membranas que cubren y revisten las
superficies corporales, y por glándulas que proceden de éstas membranas. Existen dos categorías
de glándulas. Las glándulas exócrinas (exo = exterior) secretan productos químicos a través de un
conducto, que finaliza en la parte externa de una membrana y, por tanto, en la parte externa de
una superficie corporal. Las glándulas endócrinas (del griego endon = interior) secretan a hacia la
sangre productos químicos denominados hormonas.
2.1.3.1 Membranas epiteliales
Las membranas epiteliales se clasifican según el número de capas que poseen y según la
configuración de las células que forman la capa superior (Tabla 2.1). Las células epiteliales que
tienen una configuración aplanada son pavimentosas; las que tienen una anchura mayor que su
altura son cilíndricas, y las que tienen una altura igual a su anchura son cuboideas (Fig. 2.5a‐c). Las
membranas epiteliales cuyo grosor es de una sola capa celular se llaman membranas simples; las
que están constituidas por varias capas se llaman membranas estratificadas.
Figura 2.5. Diferentes tipos de membranas epiteliales simples. Membranas epiteliales (a)
pavimentosa simple, (b) cuboidea simple y (c) cilíndrica simple. El tejido queda debajo de cada una
de las membranas del tejido conjuntivo.
Figura 2.6. Membrana epitelial pavimentosa estratificada no queratinizada. Imagen microscópica
(a) e ilustración (b) del revestimiento epitelial de la vagina
Una membrana pavimentosa simple
muestra adaptación para las funciones de
difusión y filtración. Este tipo de membrana
reviste todos los vasos sanguíneos, en los
que se conoce el nombre de endotelio. El
epitelio cuboideo simple reviste los
conductos de las glándulas exocrinas y parte
de los túbulos renales. La luz del estómago y
del intestino está revestida por un epitelio
cilíndrico simple. Entre las células epiteliales
cilíndricas se encuentran las glándulas
unicelulares especializadas denominadas
células calciformes, que secretan moco. Las
células epiteliales cilíndricas de las trompas
uterinas (de Falopio) de las mujeres y de las
vías respiratorias contienen numerosos
cilios que se pueden mover de manera
coordinada facilitando la función de estos
órganos.
Figura 2.7 La epidermis es un epitelio
pavimentoso estratificado queratinizado. Se uede El revestimiento epitelial del esófago y la
observar la dermis constituída por tejido vagina realiza una función de protección de
conjuntivo laxo bajo la dermis queratinizada. El estos órganos y es un epitelio pavimentoso
tejido conjuntivo laxo de la dermis contiene fibras estratificado (Fig 2.6) es una membrana no
de colágeno dispersas en una matriz con un fluido queratinizada y todas sus capas están
con abunantes proteínas. Los espacios
compuestas por células vivas. Por el
intracelulares también contienen células y basos
sanguíneos contrario, la epidermis cutánea es un
epitelio queratinizado o cornificado (Fig.
2.7). Debido a que la epidermis es seca y está expuesta a los posibles efectos de la desecación por
parte del aire, su superficie está cubierta con células muertas repletas de una proteína resistente
al agua llamada queratina. Esta capa protectora presenta una descamación constante en la
superficie de la piel y, por tanto debe ser sustituida de manera continuada por la división de
células localizadas en las capas más profundas de la epidermis.
Tabla 2.1 Resumen de las características de las membranas epiteliales
La pérdida y renovación constante de células es una característica de las membranas epiteliales. La
epidermis es sustituida de manera completa cada dos semanas; el revestimiento gástrico se
renueva cada dos o tres días. El estudio de las células desprendidas o exfoliadas, de la capa
externa del epitelio que reviste el sistema reproductivo femenino es un procedimiento realizado a
menudo en ginecología (también denominado frotis de papanicolau o Pap).
Para construir una membrana sólida que sea eficaz como barrera en las distintas partes del
cuerpo, las células epiteliales se encuentran muy cerca unas de otras y unidas por estructuras que
se denominan en conjunto complejos de unión. Entre las células epiteliales adyacentes no queda
sitio para los vasos sanguíneos. Por tanto, el epitelio debe recibir su nutrición a partir del tejido
subyacente al mismo en el que el espacio intercelular es de tamaño suficiente como para permitir
el paso de vasos sanguíneos y nervios. Este tejido subyacente se denomina tejido conjuntivo. Las
membranas epiteliales están unidas al tejido conjuntivo mediante una capa de proteínas y
polisacáridos denominada membrana basal. Esta capa solo se puede observar con el microscopio
y mediante técnicas especiales de tinción.
2.1.3.2 Glándulas exocrinas.
Las glándulas exocrinas proceden de células que constituyen las membranas epiteliales. Las
secesiones de estas células son eliminadas hacia el exterior de las membranas epiteliales (y por
tanto la superficie del cuerpo) a través de conductos. Es lo contrario que ocurre en el caso de las
glándulas endócrinas que carecen de conductos de excreción y que, por tanto, envían sus
productos de secreción a los capilares del organismo (Fig. 2.8).
Las unidades secretoras de las glándulas exocrinas pueden ser conductos simples o bien se pueden
modificar formando pequeños grupos alrededor de conductos ramificados (Fig. 2.9). Estos grupos
o ácinos aparecen rodeados a menudo por prolongaciones de células mioepiteliales, con forma de
tentáculos que se contraen y dan lugar a la expresión de las secesiones a través de los conductos.
La tasa de secreción y la acción de las células mioepiteliales están bajo regulación nerviosa y
endócrina.
Son ejemplos de glándulas exocrinas, las glándula lacrimales, las glándulas sebáceas (que
producen una secreción de carácter aceitoso hacia los folículos pilosos) y las glándulas sudoríparas
que secretan una secreción salina que regula la temperatura (la evaporación enfría la piel). Las
glándulas sudoríparas apócrinas, localizadas en las axilas (bajo el brazo) y en la zona púbica.
Secretan un líquido con abundantes proteínas. Este líquido es nutritivo para las bacterias que dan
origen al olor característico de este tipo de sudoración.
Todas las glándulas que envían su secreción hacia el sistema digestivo también son exocrinas. La
razón es que la luz del sistema digestivo forma parte del medio externo, y las secreciones de estas
glándulas. La razón es que la luz del sistema digestivo forma parte del medio externo, y las
secesiones de estas glándulas van hacia el exterior de la membrana que reviste este conducto. Las
glándulas mucosas se encuentran en toda la longitud del sistema digestivo. Otras glándulas
relativamente sencillas del aparato digestivo, son las glándulas salivales, las glándulas gástricas y
las glándulas tubulares simples del intestino.
Figura 2.8. Formación de glándulas exócrinas y endócrinas a partir de membranas epiteliales. Se
puede observar que las glándulas exócrinas retienen un conducto que les permite dirigir su
secresión hasta la superficie de la membrana epitelial, mientras que las glándulas endócrinas
carecen de conductos.
El hígado y el páncreas son glándulas exocrinas (y también endócrinas) que proceden
embriológicamente del tubo digestivo. La secreción exocrina del páncreas –el jugo pancreático‐
contiene enzimas digestivas y bicarbonato, y es enviada hacia el intestino delgado a través del
conducto pancreático. El hígado elabora y secreta bilis (que emulsiona las grasas) hacia el intestino
delgado a través de la vesícula biliar y del cuerpo colédoco.
Figura 2.9. Estructura de las glándulas exócrinas. Las glándulas exócrinas pueden estar
constituídas a partir de una invaginación simple de la membrana epitelial, o pueden tener un
origen más complejo.
Las glándulas exocrinas también son abundantes en el sistema reproductor. El sistema
reproductor femenino contiene numerosas glándulas exócrinas secretoras de moco. Los órganos
sexuales accesorios masculinos –la próstata y las vesículas seminales‐ son glándulas exocrinas que
contribuyen a la formación del semen. Los testículos y ovarios (las gónadas) son glándulas con
función endócrina y exócrina. Son endócrinas debido a que secretan hormonas esteroideas
sexuales hacia la sangre; son exocrinas debido a que liberan gametos (óvulos y espermatozoides)
que envían hacia el sistema reproductor.
2.1.4 Tejido conjuntivo.
El tejido conjuntivo se caracteriza por presentar una gran cantidad de material extracelular en los
espacios que existen en sus propias células. Este material extracelular puede ser de tipos
diferentes con disposiciones distintas, y según ellos se reconocen varios tipos de tejido conjuntivo,
(1) tejido conjuntivo propiamente dicho, (2) cartílago, (3) hueso, (4) sangre. La sangre se clasifica
como un tejido conjuntivo debido a que aproximadamente la mitad de su volumen está
constituido por un líquido celular llamado plasma.
La dentina del diente (Fig. 2.14) tiene una composición similar a la del hueso, pero la células de
este tejido calcificado se localizan la pulpa dentaria (constituída por tejido conjuntivo laxo). Estas
células envían hacia la dentina prolongaciones citoplasmáticas denominadas túbulos dentinarios.
Por tanto la dentina es, igual que el hueso, un tejido vivo que puede presentar remodelación en
respuesta a distintas agresiones. Por el contrario, las células que constituyen la capa externa del
esmalte de un diente se pierden cuando el diente presenta erupción. El esmalte en un material
muy calcificado y de mayor dureza que el hueso o la dentina que no puede regenerarse; así, para
cubrir las cavidades que tienen lugar en el esmalte son necesarios empastes artificiales.
Cuestionario
1. Indique cuáles son los tejidos básicos y describa características distintivas de cada uno de
ellos.
2. Indique las similitudes y diferencias de los tres tipos de tejido muscular
3. Describa los tipos diferentes de membranas epiteliales e indique sus localizaciones en el
cuerpo
4. Explique el porqué las glándulas exócrinas y endócrinas se consideran tejidos epiteliales, y
señale las diferencias que existen entre ambos tipos de glándulas.
5. Describa los tipos diferentes de tejido conjuntivo y explique cuáles son sus diferencias en
lo relativo al contenido de material extracelular.
2.2 Órganos y sistemas
Los órganos están constituidos por dos o más tejidos principales que facilitan la realización del las
distintas funciones del propio órgano. La piel es un órgano que tiene numerosas funciones que
proporcionan los tejidos que la forman.
Un órgano es una estructura constituida por al menos dos tejidos básicos. En términos de
superficie ocupada, el órgano de mayor tamaño del cuerpo es la piel (Fig. 2.15). En esta sección las
numerosas funciones de la piel nos van a servir de qué manera colaboran entre sí los tejidos
básicos para mantener la fisiología de un órgano.
2.2.1 Un ejemplo de órgano: La piel
La epidermis queratinizada protege a la piel frente a la pérdida de agua y frente a la invasión por
microorganismos patógenos. Las invaginaciones del epitelio del tejido conjuntivo subyacente que
es la dermis. Da lugar a la formación de las glándulas exocrinas de la piel. Estas glándulas exocrinas
son folículos pilosos (que producen pelo), las glándulas sudoríparas y las glándulas sebáceas. La
secreción de las glándulas sudoríparas enfría el cuerpo tras su evaporación y da lugar al olor que,
al menos en los animales inferiores, sirve como elemento de atracción sexual. Las glándulas
sebáceas producen una secreción aceitosa hacia los folículos pilosos que transportan sebo a la
superficie de la piel. El sebo lubrica la superficie queratinizada de la piel y evita que presente
sequedad y grietas.
La piel está nutrida por los vasos sanguíneos de la dermis. Además de los vasos sanguíneos, la
dermis contiene leucocitos y otros tipos de células que desempeñan un efecto protector frente a
los microorganismos patógenos. También contiene fibras nerviosas y adopocitos; sin embargo la
mayor parte de los adipocitos están agrupados formando lo que se denomina hipodermis (una
capa bajo la dermis) aunque los adipocitos son un tejido conjuntivo las acumulaciones de los
Figura 2.15. Ilustración esquemática de la piel. La piel es un órgano que contiene cuatro tipos de
tejidos básicos
mismos que tienen lugar en todo el cuerpo en forma de grasa subcutánea se denominan tejido
adiposo. Las terminaciones nerviosas sensitivas existentes en la dermis transmiten las
modalidades de sensibilidad cutánea de tacto, presión, calor, frío y dolor. Algunos de estos
estímulos sensitivos influyen directamente sobre las terminaciones nerviosas sensitivas. Otras
actúan a través de estructuras sensitivas que derivan de tejidos principales no nerviosos. Por
ejemplo los corpúsculos de Paccini (en capas concéntricas) localizados en la piel (Fig. 2.16)
detectan la presión. Las fibras nerviosas motoras de la piel estimulan los órganos efectores dando
lugar, por ejemplo, a la secreción de glándulas exocrinas y a las contracciones de los músculos
arrectores de pelo que se insertan en los folículos pilosos y en el tejido conjuntivo adyacente (son
causa de la <<piel de gallina>>). El grado de constricción o dilatación de los vasos sanguíneos y
cutáneos –y por tanto, la tasa de flujo sanguíneo‐ también está regulado pro fibras nerviosas y
motoras.
En sí misma la epidermis es una estructura dinámica que puede responder a los estímulos
ambientales su tasa de división celular –y en consecuencia, el grosor de la capa queratinizada‐
aumentan el estímulo del roce constante. Este rozamiento causa la
formación de callos. La piel también se protege a sí misma de la
lesión inducida por la luz ultravioleta al incrementar su producción
del pigmento denominado melanina, que absorbe la luz
ultravioleta y da lugar al bronceado. Además la piel es una
glándula endócrina; sintetiza secreta vitamina D (procedente del
colesterol por acción de la luz ultravioleta), que actúa como una
hormona.
La arquitectura de la mayoría de los órganos es similar a la de la
piel. En muchos casos se observa el revestimiento por un epitelio
que está situado inmediatamente por encima de una capa de
Figura 2.16 Esquema tejido conjuntivo. El tejido conjuntivo contiene vasos sanguíneos,
correspondiente a un
terminaciones nerviosas, células aisladas de defensa frente a la
corpúsculo de Paccini. Este
infección y, posiblemente, también tejido glandular. En el caso de
receptor de la presión
profunda está constituido los órganos huecos, como ocurre con los órganos huecos del
por células epitelales y sistema digestivo o como los vasos sanguíneos, la luz también
proteínas del tejido aparece revestida por un epitelio que cubre una capa de tejido
conjuntivo que forman conjuntivo. En cada órgano es diferente la cantidad, el tipo y la
capas concéntricas distribución de los tejidos muscular y nervioso.
alrededor de la terminal
nrviosa de una neurona
sensitiva.
2.3 Sistemas
Los órganos que se encuentran en regiones diferentes del cuerpo y que realizan funciones
relacionadas entre sí se agrupan en sistemas. En el cuerpo humano existen los sistemas
intertegumentario, nervioso, endócrino, esquelético muscular, respiratorio, urinario, digestivo y
reproductor (tabla 2.2). A través de numerosos mecanismos reguladores, esos sistemas actúan de
manera coordinada para el mantenimiento de la vida y de la salud de todo el organismo.
2.4 Compartimientos corporales líquidos
Los tejidos, órganos y sistemas se pueden dividir en dos partes principales o compartimientos. El
compartimiento intracelular es el que está situado en el interior de las células; el compartimiento
extracelular es el situado en el exterior de las mismas. Ambos compartimientos están constituidos
principalmente por agua y se dice que son acuosos. Los dos compartimientos están separados por
una membrana celular que rodea a cada célula.
El compartimiento extracelular está subdividido en dos partes. Una de ellas es el plasma
sanguíneo, es decir, la parte líquida de la sangre. La otra es el líquido que baña a las células en
cada órgano del cuerpo. Este líquido se denomina líquido tisular o líquido intersticial. En la mayor
parte del cuerpo, el plasma sanguíneo y el líquido tisular se comunican de manera libre a través de
capilares sanguíneos. Los riñones regulan el volumen y la composición del plasma sanguíneo, y así,
regulan de manera indirecta el volumen y la composición del plasma sanguíneo, y así, regulan
también de manera indirecta el volumen de líquido y la composición de todo el compartimiento
extracelular.
Existe también una comunicación selectiva entre los compartimentos intracelular y extracelular
por el movimiento de las moléculas e iones a través de la membrana celular. De esa manera, las
células obtienen las moléculas que necesitan para el mantenimiento de la vida, y también pueden
eliminar sus productos de desecho.
Tala 2.2 Sistemas orgánicos corporales
1. Indique la localización de cada tipo de tejido básico en la piel.
2. Describa las funciones de los tejidos nervioso, muscular y conjuntivo de la piel.
3. Describa las funciones de la epidermis y explique porqué este tejido se denomina
dinámico.
4. Señale las diferencias que existen entre los compartimientos intra y extracelular y explique
su significado.
Bibliografía consultada.
Ira Fox Stuart. Fisiología Humana 7a. ed. Madrid, McGraw‐hill‐Interamericana. 2003.
Marieb N. Elaine y Katja Hoehn. Human Anatomy and Phisiology 2008.