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MARCO JURIDICO E INSTITUCIONAL:

MÁS ALLA DE LO FORMAL

Dra. Yokasta Altagracia Guzman S.

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MARCO JURIDICO E INSTITUCIONAL: MÁS ALLÁ DE LO FORMAL

“La institucionalidad no formal no surge del vacío, es el


resultado de procesos históricos y de las condiciones materiales,
pasadas y presentes, bajo las cuales las personas interactúan.
Cambiar la formalidad formal e informal es un procedimiento
complejo, muchas veces no ponderado en toda su dimensión y en
sus implicaciones para el proceso de desarrollo humano” Ing.
Juan Temístocles Montás 1

I. Introducción.

República Dominicana, país de 9 millones 500 mil habitantes y 48,000


kilómetros cuadrados, históricamente ha adolecido de un régimen burocrático
profesionalizado y distanciado de las lides políticas. La historia reciente,
evidencia como en algunos períodos más que en otros, la administración
pública ha constituido el botín de los partidos políticos que han gobernado la
nación. Nos hemos caracterizado “por una cultura administrativa que utiliza el
gasto público como recompensa por el apoyo político ofrecido, en lugar de
identificar la prestación del servicio público como derecho y como forma de
mejorar capacidades”PNUD:Informe No.31497-DO (2005).

Hasta finales de los 80’s el país tenía un limitado contacto con el mundo
exterior y es solo al final de los 90’s, cuando el gobierno inicia una agresiva
política de Relaciones Exteriores para insertarlo en el mapa geopolítico.

En este contexto, la primera ola de reformas necesarias para enfrentar la crisis


económica, nos encontró sin institucionalidad, sin estructura burocrática, sin
mecanismos de controles clásicos y con demandas sociales acumuladas por
décadas.

Redujimos entonces el tamaño del Estado mediante la implementación de


ambiciosos procesos de capitalización, arrendamiento o venta de bienes
públicos, no para realizar ajustes a las prestaciones derivadas de un Estado de
Bienestar inexistente, ni para “tornar a la burocracia menos auto referida,
más consciente de los costos de las políticas públicas y preocupada
constantemente por incrementar la eficiencia de las políticas públicas”
Consejo Científico CLAD (2000), pues no existía tal burocracia, sino para
tratar de salvar lo que aún era rescatable.

Al igual que en otros de la región, la crisis en el país era de tal magnitud, que
hubo poca resistencia a los ajustes introducidos con la primera ola de reformas,
lo que se evidencia con la aprobación de la Ley No.141-97 de Reforma de las

1
Palabras del Secretario de Estado de Economía, Planificación y Desarrollo de la República
Dominicana, presentando las consideraciones de esa institución en el INDH 2008.
empresas públicas, por todos los partidos políticos con representación en el
Congreso Nacional.

Sin embargo, en poco tiempo los avances que produjo la primera ola de
reformas fueron parcialmente revertidos por la debilidad del sistema. Un
cambio de gobierno afectó significativamente su consolidación, perdiéndose el
sentimiento de propiedad en torno a las mismas.

En ese proceso de involución y de borrar cuanto hizo la administración


precedente, el Estado recuperó el control absoluto de dos de las tres
distribuidoras de electricidad constituidas como resultado de la capitalización,
acción que repercutió en el descenso de los índices de cobro de energía e
incremento del hurto; y que al mismo tiempo sirvió de argumento a la tercera
distribuidora para demandar al Estado Dominicano por haber modificado las
condiciones que sirvieron de base a la licitación pública e internacional
efectuada durante la capitalización. A la vez se politizó la gestión de la
Superintendencia de Electricidad, entidad destinada a regular el mercado
eléctrico, perdiendo los ciudadanos – consumidores - usuarios – la confianza
en el nuevo rol que había asumido el Estado, el de regulador.

El clientelismo, también se llevó de paso los contratos de arrendamiento de los


ingenios azucareros al solicitar formalmente el Estado al mayor de los
inversionistas, la devolución de los ingenios con más potencial, para fines
clientelares 2 .

Sin asimilar los cambios que conllevaba la aceptación del modelo neoliberal,
remontamos la segunda y la tercera ola dirigidas a introducir reformas en la
estructura administrativa y gerenciales en un régimen weberiano inexistente, a
separar dentro del Estado la formulación de políticas públicas y su ejecución, a
introducir mecanismos que permitan la evaluación del desempeño y la gestión
por resultados, dotándola al mismo tiempo de herramientas tecnológicas que
contribuyan a la transparencia y rendición de cuentas.

A partir del año 2004, iniciamos un proceso de fortalecimiento institucional


acompañado de reformas legales cuya implementación apenas inicia, que
busca instaurar la profesionalización en la administración pública, dotar el
proceso de planificación e inversión de un marco conceptual de vanguardia,
mejorar el control del gasto y la transparencia en los procesos y mecanismos
de rendición de cuentas y por ende a reducir la discrecionalidad, abordando al
mismo tiempo todas las tareas pendientes y los nuevos desafíos.

Lo anterior se expresa, con la aprobación y promulgación de múltiples leyes y


reglamentos que implican profundos cambios en la Administración Pública, de

2
Según se evidencia en los registros de la Dirección Inmobiliaria del Consejo Estatal del
Azúcar, el gobierno de turno “vendió” tierras propiedad del Estado, en muchos casos a
RD$8.00 el metro cuadrado, equivalentes a US$ 0.15, cotizándose el dólar respecto a la moneda
local en ese momento a US$1.00 = RD$54.00.
competencias institucionales y de procesos, que conllevan una redistribución
del poder y por tanto generan conflictos.

En el período 2004-2008, se promulgaron 15 leyes y 8 reglamentos que


modifican competencias institucionales, sistemas administrativos financieros,
manejo del presupuesto, gestión de recursos humanos, compras públicas,
inversión y planificación, que aportan transparencia e introducen la gestión por
resultados, entre otras, la mayor de las veces impulsadas por organismos
multilaterales de crédito o por el interés político de integración regional por la
vía de la negociación y firma de tratados comerciales.

En este período también se diseña el Sistema de Planificación e Inversión


Pública, que unido al de Presupuesto, Crédito Público y al Sistema de Control
Interno y Externo, forma un tinglado que debe actuar con precisión técnica y
política para poder avanzar, y que dada su complejidad podría llegar solo a
implementarse parcialmente como ha ocurrido en otros países de la región, o
fracasar su implementación.

En este trabajo, identificaremos, desde una óptica jurídica, las falencias que
procura superar con esta nueva ola de reformas administrativas, que según
algunos expertos “no genera ganadores y sectores dispuestos mantenerlas en
el tiempo, sino miles de empleados resistiendo todo tipo de cambio al statu
quo” Darmohraj, Adrián: Las reformas administrativas en América Latina. Un
análisis crítico de los casos de Colombia, Chile y México en perspectiva
comparada (2007). Adicionalmente identificaremos si con la normativa
vigente hasta el momento hemos podido avanzar; y si existen o no aspectos
que generen ganancias para los actores a través de los cuáles se pueda
vislumbrar la sostenibilidad del modelo con enfoque gerencial en la
administración pública dominicana. Vincularemos también la implementación
de estas reformas al uso de sistemas tecnológicos.

II.Antecedentes

Estudios realizados en los años 90’s, establecieron que la administración


pública dominicana carecía de eficacia, eficiencia y profesionalización, lo que
afectaba la calidad de los bienes y servicios públicos que recibían los
ciudadanos. También se determinó que muchas reformas introducidas habían
fracasado debido al escaso desarrollo institucional, aunque también tenían
particular relevancia factores exógenos, históricos y sociales BID-DR-0073
(1999).

Otros más recientes señalan que “en términos de eficiencia se destacan los
altos costos administrativos y los prolongados tiempos de procesamiento y
respuesta. En lo que refiere a la calidad, se verifica obsolescencia en los
procesos de trabajo, inexistencia de indicadores de gestión de calidad y
estándares de servicio, falta de criterios técnicos para la gestión de recursos
humanos y debilidad en el servicio civil y carrera administrativa. En materia
de sostenibilidad sobresalen los bajos niveles de participación de la
ciudadanía, la alta rotación de personal, la carencia de procesos de gestión del
conocimiento y el clientelismo político” PNUD. Informe de Desarrollo Humano
RD (2005).

Lo anterior se traduce en términos operativos en la falta de capacidad de la


administración pública para apoyar el gobierno en el desempeño de sus
funciones básicas, identificándose los siguientes problemas: (i) ausencia de
mecanismos formales de coordinación; (ii) discrecionalidad y falta de
transparencia en el proceso presupuestario; (iii) bajo nivel profesional del
funcionario público; (iv) estructura, organización y funcionamiento
administrativo definidos sin relación a objetivos claros y sin criterios de
funcionalidad; y (v) ausencia de un sistema de información que coadyuve en el
proceso de toma de decisiones.

Desde el punto de vista de la norma, hasta hace apenas cuatro años, la base
legal de la administración pública databa de los años 50`s, y el diseño
institucional existente respondía a los propósitos de servir a regímenes
autoritarios. Como ejemplo podemos citar algunas leyes: (i) sobre la Cámara
de Cuentas del año 1942 (ii) de Contabilidad, No.3894 del año 1954 (iii)
Orgánica de Secretarías de Estado No.4378 del año 1956 (aún vigente); (iv) del
Sistema Nacional de Planificación Económica, Social y Administrativa, No.55
del año 1965; v) de Aprovisionamiento del Gobierno y de concursos Nos.8994
del año 1966 y 105 del año 1967; (vi) Orgánica de Presupuesto para el Sector
Público No. 531 del año 1969. La más reciente de todas era la Ley No.14-91,
de Servicio Civil y Carrera Administrativa.

En sentido general, el marco regulador anterior era obsoleto, incompleto y


disperso en distintas fuentes y muchas veces incluía normas contradictorias,
no compatibles con principios y procedimientos generalmente aceptados.

2.1 Sobre el Servicio Civil y la Carrera Administrativa, Ley No.14-


91.

De todo el entramado institucional antes citado, nos referiremos a las


disposiciones de la Ley No.14-91, de Servicio Civil y Carrera Administrativa,
misma que debió sentar la base para el desarrollo de la profesionalización y por
ende la mejora de la administración pública dominicana.

Al efecto, en su artículo 1 establece: ‘La presente ley y sus reglamentos


constituyen las normas reguladoras de las relaciones de trabajo y conducta
entre el Poder Ejecutivo y los empleaos y funcionarios civiles que están al
servicio de sus distintas dependencias oficiales. Sus disposiciones se aplican al
personal de Secretarías de Estado, de las Direcciones Nacionales y Generales,
y demás organismos que dependen directamente del Poder Ejecutivo, tanto en
el Distrito Nacional como en las provincia”.

Sin embargo, poco se logró de su objetivo principal, al establecer la separación


del cargo sin justa causa de los servidores públicos ingresados a carrera, con el
solo pago de sus prestaciones laborales.

Poco se avanzó en la última década, llamada por algunos como la década


perdida para la administración pública dominicana, y no es hasta el año 2004,
cuando se inician los trabajos necesarios para el desarrollo de los sistemas y
subsistemas que requería la ONAP.

III. Base Legal para las reformas administrativas.

La reforma administrativa llega a RD, con la aprobación de leyes a través de


las cuáles se busca mejorar los procesos de formulación de políticas públicas,
su ejecución y seguimiento, estableciendo un vínculo entre éstas, el
presupuesto y los resultados de la gestión.

Entre otras podemos enumerar las siguientes, que de alguna u otra forma se
encuentran vinculadas:

(i) Ley No.200-04 de Libre Acceso a la Información Pública


(ii) Ley 567-05 de Tesorería Nacional;
(iii) Ley de Crédito Público No.06-06;
(iv) Ley No. 340-06 de Compras, Contrataciones y Concesiones;
(v) Ley 423-06 Orgánica de Presupuesto del Sector Público;
(vi) Ley No. 424-06, de Implementación del Tratado de Libre Comercio
entre la República Dominicana, Centroamérica y los Estados Unidos
(DR-CAFTA)
(vii) Ley No.340-06, sobre Contrataciones de Bienes, Obras, Servicios y
Concesiones
(viii) Ley No. 449-06, que modifica la ley No.340-06, sobre
Contrataciones de Bienes, Obras, Servicios y Concesiones
(ix) Ley No. 494-06, que crea la Secretaría de Estado de Hacienda
(x) Ley No. No.496-06, que crea la Secretaría de Estado de Economía,
Planificación y Desarrollo
(xi) Ley No.05-07, sobre el Sistema de Administración Financiera del
Estado Pública
(xii) Ley No. 10-07, que instituye el Sistema Nacional de control Interno y
de la Contraloría General de la República;
(xiii) Ley No. 170-07, que instituye el Sistema de Presupuesto
Participativo Municipal
(xiv) Ley No. 41-08, orgánica de la Secretaría de Estado de
Administración Pública (de la Función Pública;
(xv) No. 176-07 del Distrito Nacional y los Municipios.

También se han dictado los siguientes reglamentos:

¾ Decreto No.231-07, Reglamento Orgánico de la Secretaría de Economía,


Planificación y Desarrollo
¾ Decreto No.489-07, Reglamento Orgánico de la Secretaría de Estado de
Hacienda
¾ Decreto No.490, Reglamento de la ley de Compras y Contrataciones Públicas
¾ Decreto No.491-07, Reglamento de la Ley de Control Interno
¾ Decreto No.492-07, Reglamento de la Ley Orgánica de Presupuesto del Sector
Público
¾ Decreto No.493-07, Reglamento de la Ley de Planificación e Inversión Pública

Como puede establecerse, la implementación de quince leyes y seis


reglamentos, que modifican de manera sustancial el accionar y los procesos
utilizados por la administración pública, en algunos casos durante más de
setenta años, conlleva un reto importante a mediano y largo plazo, pues de lo
que se trata es de modificar prácticas y conductas.

De todas, nos referiremos a cuatro leyes, que desde nuestra óptica configuran el
diseño institucional que ha sido seleccionado para mejorar la gestión de la
administración pública. Por su complejidad, el éxito de su implementación a
mediano y largo plazo, servirá para evaluar la factibilidad de implementarlas en
países que cuenten con características similares a las nuestras.

Nos referimos a la Ley que crea la Secretaría de Estado de Administración


Pública; la que instituye el Sistema Nacional de Planificación e Inversión
Pública (SNIP), la Ley Orgánica de Presupuesto; y la ley de Cámara de
Cuentas.
3.1 Sobre la Ley No. 41-08, que crea la Secretaría de Estado de
Administración Pública.

Denominada también Ley de Función Pública, elimina las deficiencias


identificadas en la Ley No.14-91 por lo siguiente:

(i) Eleva al rango de Secretaría de Estado la antigua Oficina Nacional de


Administración y Personal (ONAP).
(ii) Extiende el régimen de carrera al ámbito municipal, a la Suprema Corte
de Justicia y a la Junta Central Electoral
(iii) Instituye a la Secretaría de Estado de Administración Pública, como el
órgano rector del empleo público, de los distintos sistemas y regímenes
previstos por la ley, del fortalecimiento institucional de la
Administración Pública y de los procesos de evaluación de la gestión
institucional.
(iv) Establece que los empleados de carrera sólo perderán dicha condición
en los casos que determine expresamente la ley, previo cumplimiento
del procedimiento administrativo correspondiente y formalizado
mediante acto administrativo.

Además, instituye varios subsistemas que sirven a la profesionalización como


es el Sistema de Clasificación, Valoración y Retribución de puestos de trabajo,
instrumento primordial de planificación de recursos humanos y el contenido
esencial de los cargos a efectos de la selección de personal, la provisión de
puestos y la determinación de retribuciones,

Esta Ley, la No.41-08, es la primera que cumple todos los criterios


establecidos en la Carta Iberoamericana de la Función Pública.

3.2 Sobre la Ley que instituye el Sistema Nacional de Planificación


e inversión pública (SNIP).

El SNIP está llamado a sentar la base para el desarrollo económico y social.


Está vinculado a la necesidad de contar con una administración que responsa a
los requerimientos del desarrollo con una modernización administrativa que
impulse reformas de estructuras y procedimiento, la mejora de la productividad
de los recursos humanos y la instrumentación de nuevas tecnologías de gestión
pública que aproxime la administración a los ciudadanos.
Con este sistema, el país inicia el tránsito hacia una gestión por resultados,
modelo que propone la administración de los recursos públicos centrada en el
cumplimiento de acciones estratégicas definidas en un plan de gobierno en un
periodo de tiempo determinado.

El sistema de planificación e inversión pública es el ámbito en que se definen


los niveles de producción de bienes, prestación de servicios y ejecución de la
inversión en las instituciones públicas. Está integrado por un conjunto de
principios, normas, órganos y procesos a través de los cuales se fijan las
políticas, objetivos, metas y prioridades del desarrollo económico y social.

De acuerdo al modelo conceptual del SNIP 3 su implantación y puesta en


marcha supone la conjunción de cinco dimensiones o sistemas, que deben
interactuar:

(i) Desarrollo de procesos sistemáticos de planificación estratégica en


las instituciones públicas
(ii) Alineamiento del presupuesto de la institución con los objetivos de la
planificación estratégica
(iii) Correlación relativa entre el plan, presupuesto y organización
(iv) Optimización de procesos administrativos
(v) Consolidación del sistema de control de gestión

El SNIP, está integrado por las siguientes herramientas:

(i) La Estrategia Nacional de Desarrollo


(ii) El plan plurianual del Sector Público
(iii) El Plan Nacional plurianual de Inversión Pública
(iv) Planes Regionales
(v) Planes institucionales
(vi) Sistema de información y seguimiento de la cartera de proyectos

Es un sistema complejo, que busca introducir a la administración prácticas y


habilidades distintas a las requeridas para su funcionamiento, trazando un
nuevo paradigma.

La base del SNIP, de los planes plurianuales, regionales e institucionales, lo es


la Estrategia Nacional de Desarrollo (END), herramienta con la cual se busca
contribuir a introducir a la administración pública la cultura de planificación,
definiendo metas y objetivos con un horizonte a mediano y largo plazo.

3
Sotelo Jorge: modelo conceptual del SNIP
La primera meta ha sido fijada para junio del año 2009, fecha en la cual la
Secretaría de Estado de Economía, Planificación y Desarrollo estará sometiendo
a la consideración del Congreso Nacional la primera END, luego de haberla
consensuado con los sectores políticos y sociales del país.

El objetivo de la END es contribuir a introducir planes consensuados que


permitan definir un horizonte/país a mediano y largo plazo.

3.2.1 Sobre el Programa de Efectividad en el Desarrollo y Gestión


por Resultados (PRODEV)

El gobierno dominicano se encuentra implementando un programa piloto,


denominado PRODEV, a través de una cooperación técnica convenida con el
Banco Interamericano de Desarrollo, cuyo propósito es Apoyar la
instrumentación progresía de la gestión por resultados en el ámbito del sector
público dominicano, en estrecha vinculación con los procesos de reforma de los
sistemas de planificación, administración financiera integrada y de recursos
humanos y materiales

Por esta vía estará disponible:

(i) el diseño conceptual operativo del modelo de gestión pública por


resultados;
(ii) el fortalecimiento de los órganos rectores;

(iii) la implementación del modelo en las Secretarías de Estado de


Educación y Trabajo, en dos municipios y en la Suprema Corte de
Justicia.

3.3 Ley No.10-04, de la Cámara de Cuentas de la República


Dominicana.

Tiene por objetivo, establecer las atribuciones y competencia de la Cámara de


Cuentas, instituir el Sistema Nacional de Control y Auditoría, armonizar las
normas legales relativas al Sistema, identificar las instituciones responsables de
aplicarlas y jerarquizar su autoridad, facilitar la coordinación interinstitucional,
promover la gestión ética, eficiente, eficaz y económica de los recursos
públicos y facilitar una transparente rendición de cuentas de quienes
desempeñan una función pública o reciben recursos públicos.
A través de esta la Ley que crea la Cámara de Cuentas, se introduce el control
interno, no como simple seguimiento de la normativa y al uso de los recursos
públicos; sino también para asegurar calidad en la gestión. Por primera vez se
establece que la CC además de auditorías financieras típicas para el manejo de
los recursos, establece otro tipo de control, que apuntan a la eficiencia
administrativa, como es la auditoría de gestión.

Según establece en su artículo 30, la auditoría de gestión tiene por finalidad


determinar si los resultados esperados por las instituciones del Estado se están
logrando con observancia de la ética, así como con criterios de eficiencia y
economía. Por su alcance, este tipo de auditoría tiene relación con la
evaluación de sistemas, procesos, resultados y por tanto su relación es directa
con la mejora de la gestión administrativa que se busca introducir en RD,
cerrando el círculo entre la formulación de las políticas, su ejecución,
seguimiento y evaluación.

3.4 Ley No. 423-06, Orgánica de Presupuesto para el Sector


Público.

Establece que el presupuesto público es una herramienta que posibilita la


consecución anual de los objetivos y metas de largo, mediano y corto plazo,
definidas por las más altas autoridades políticas, y lo vincula con el Sistema
Nacional de Planificación Pública, el Sistema de Compras y Contrataciones, el
Sistema de Administración de Recursos Humanos, el Sistema de
Administración de Bienes Nacionales y con el Sistema de Control Interno.

En su artículo 12 establece que los presupuestos de los organismos públicos


deberán expresar las responsabilidades que les han sido asignadas a los mismos
en los planes de desarrollo nacional, constituyendo tales presupuestos el plan de
acción anual del gobierno.

Indica que los presupuestos deberán contener la producción de bienes y


servicios y su incidencia en los resultados esperados de las políticas de
desarrollo de corto, mediano y largo plazo.

Es en esta ley donde encontramos también, en su artículo 14, la introducción a


la Administración Pública de la Gestión por Resultados, cuando dispone que la
Secretaría de Estado de Economía, Planificación y Desarrollo y la Secretaría de
Estado de Hacienda podrán suscribir Contratos por resultado y desempeño, a
través de los cuales se podrían flexibilizar las normas de administración
presupuestaria, organizativas, de recursos humanos y compras y contrataciones.
IV. Apoyo de las tecnologías.

La implementación de reformas administrativas resulta difícil sin la inclusión


de sistemas tecnológicos que faciliten los procesos y el manejo y análisis de la
data. En el caso específico de República Dominicana, los procesos de reforma
han estado acompañados de la introducción de sofisticados sistemas
tecnológico que sirvan de apoyo a la gestión. El uso de estos sistemas por
parte de la administración pública, se acompaña de una disposición
administrativa del Presidente de la República, emitida mediante Decreto.

4.1 Sistema de Gestión de la Información de la SEEPyD.

Este sistema, a través de infraestructura tecnológica de última generación,


automatiza los procesos e integra los subsistemas de la Secretaría de Estado de
Economía, Planificación y Desarrollo (SEEPyD), órgano rector del Sistema
Nacional de Inversión Pública (SNIP). Facilitará la formulación, ejecución y
supervisión de políticas públicas; y normas que aporten al desarrollo
económico y social del país, en un marco de mayor transparencia en el uso de
los recursos y con mayor visibilidad de los resultados e impactos.

Está integrado por los siguientes subsistemas:

(i) Subsistema de Automatización de procesos administrativos: para proveer


de transparencia, control del gasto y eficiencia operativa;
(ii) Subsistema del Sistema Nacional de Inversión Pública: Forma parte de la
red de sistemas que permitirán la vinculación de las instituciones con la
Planificación Nacional a través de la web, mediante un concepto de
ventanilla única electrónica donde los sectores podrán interactuar para
someter sus proyectos de acuerdo a sus roles y responsabilidades;
(iii)Subsistema del Sistema Nacional del Planes y Programas (SNAPP). Será la
herramienta primaria para soportar el proceso de validación de los planes y
programas definidos por cada institución, para garantizar al país los
recursos necesarios para el logro de los objetivos comunes y de prioridad
nacional, además de asegurar la sostenibilidad de los servicios una vez se
completan las iniciativas sectoriales.
(iv) Subsistema del Sistema Nacional de Cooperación Internacional (SNCI).
Tiene como objetivo central el registro de la información relativa a los
proyectos y actividades de cooperación internacional no reembolsables.
(v) Subsistema Repositorio de Datos (Data Warehouse) de la Oficina Nacional
de Estadísticas (ONE). Repositorio de datos único para almacenar y
coordinar el suministro de la información estadística oficial y de interés
nacional, asegurando una sola fuente para el dato oficial.
(vi) Balanced Scorecard. A través de esta herramienta se podrá medir el
cumplimiento de los objetivos establecidos.

4.2 Sistema de Administración de Servidores Públicos (SASP).

Busca aportar transparencia a y mejorar y automatizar la gestión de los recursos


humanos, permitiendo determinar la cantidad de servidores con que cuenta la
administración pública central, su nivel de formación académica, cargos,
sueldos, nivel de desempeño, entre otras informaciones.

Cuenta con los subsistemas de (i) Reclutamiento y Selección; (ii) Nómina; (iii)
Desarrollo Organizacional; (iv) Evaluación del Desempeño; (v) Beneficios;
y(vi) Registro y Control.

Mediante interfases desarrolladas para esos fines, compartirá información con


otros sistemas como lo es el Sistema de Información de la Secretaría de Estado
de Economía, Planificación y Desarrollo; y el Sistema Integrado de Gestión
Financiera (SIGEF).

Para finales del segundo semestre del año 2008 estará implementado en 21
instituciones del gobierno central y más de 70 órganos.

4.3 Sistema Integrado de Administración Financiera (SIGEF).

Dirigido a mejorar la calidad de los datos para la toma de las decisiones;


aumente la eficiencia administrativa a través de la colaboración; mejore la
gestión de caja, la asignación de recursos y la realización de pagos mediante
pronósticos y flujos de caja más oportunos y precisos; y reduzca las
oportunidades para la mala administración y la corrupción.

El SIGEF es de aplicación obligatoria para todos los organismos del sector


público. Ha automatizado numerosos procedimientos engorrosos y ex ante para
la revisión y aprobación de los gastos y de la ejecución presupuestaria. Su uso
por parte de la administración pública está amparado en un Decreto del Poder
Ejecutivo.
V. Conclusión.

Las leyes son importantes en los procesos de reforma administrativa pues son
habilitantes, pero no aseguran el éxito de la implementación.

Además de la norma importa conocer la cultura institucional y las redes de


poder formal e informal, antes de definir una estrategia de implementación.

La historia reciente presenta un cuadro poco alentador cuando de reformas se


trata. El destino de la primera ola de reformas nos indica que el clientelismo se
impuso aún cuando los cambios planteados en ese momento no implicaban
cambios en las reglas de poder.

Cuando hablamos de reformas administrativas, de lo que se trata es de incidir


en tres de las cinco bases en las que según Mintzberg se fundamenta el poder:
(i) control de recursos; (ii) prerrogativas legales; y (iii) acceso a los flujos de
información y por eso la mayor de las veces el camino a recorrer es largo y
tortuoso.

Al implementar estas reformas resulta necesario adentrarnos en el entorno


institucional, identificar y analizar el comportamiento de quiénes detentan el
poder, pues su éxito o fracaso dependerá de las estrategias que se adopten para
vencer la resistencia al cambio.
Bibliografía

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Nacional de Planificación: Nuevo marco institucional.

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Pública.

(1997) Actas de Asambleas del Senado de la República y de la Cámara de


Diputados

Adrián Darmohraj: Las reformas administrativas en América Latina. Un


análisis crítico de los casos de Colombia, Chile y México en perspectiva
comparada
RESEÑA BIOGRÁFICA

DRA. YOKASTA ALTAGRACIA GUZMAN SANTOS

Doctora en Derecho y Abogada. Maestría en Alta Dirección Pública del


Instituto Ortega y Gasset. Ha participado en procesos de reforma y
modernización en sectores productivos de la Administración Pública
Dominicana: ingenios azucareros, electricidad, minas, industrias de harina y
sector hotelero estatal. En la actualidad es Coordinadora General de los
procesos de reforma administrativa que ejecuta el gobierno dominicano en
varias instituciones que inciden transversalmente en toda la Administración
Pública, entre otras la Secretaría de Estado de Economía, Planificación y
Desarrollo, la Secretaría de Estado de Administración Pública, la Oficina
Nacional de Estadísticas y el Instituto Nacional de Administración Pública.
Experta en adquisiciones gubernamentales. Co-redactora de la Ley No. 340-06,
sobre compras, contrataciones y concesiones; Ley No.449-06, que modifica la
Ley no.340-06, sobre compras, contrataciones y concesiones de la
Administración Pública, para adecuarla a las disposiciones del TLC suscrito por
el gobierno dominicano con Centroamérica y el Caribe; Ley No.496-06, que
crea la Secretaría de Estado de Economía, Planificación y Desarrollo; Ley
No.124-01, de creación del Fondo Patrimonial para el Desarrollo de las
empresas reformadas; Decreto Puente; Decreto No.287-06, sobre declaraciones
juradas de bienes; Decreto No. 101-05, que crea la Comisión Nacional de Ética,
Prevención y Combate a la Corrupción; Reglamento Operativo de la Comisión
de Ética, Prevención y Combate a la Corrupción; Reglamento Operativo del
Fondo Patrimonial para el Desarrollo de las Empresas Reformadas; Reglamento
para la asignación de recursos del Fondo Patrimonial para el Desarrollo de las
Empresas Reformadas; Reglamentos del Fondo para el Fomento de las
Investigaciones Económicas y Sociales (FIES): Operativo y de asignación de
recursos; Contratos suscritos durante el proceso de reforma de las empresas
públicas para el arrendamiento de los ingenios azucareros estatales, minas de
sal y capitalización de la empresa Molinos Dominicanos.
Resumen
Las reformas legales resultan necesarias para introducir cambios en la
administración pública. En el caso específico de República Dominicana, cada
reforma ha estado precedida de un marco legal que lo sustenta. Sin embargo, no
necesariamente con la aprobación de leyes y decretos se asegura su
implementación exitosa o su sostenibilidad en el tiempo.

Establecer sistemas, procesos, reglas, no es suficiente, aún en el ámbito de la


Administración Pública donde la norma adquiere un matiz particular debido a
que a ésta solo le está permitido hacer lo que está expresamente establecido.
Conocer la cultura organizativa ayuda a la búsqueda de alternativas para
mejorar la implementación y tratar de generar alianzas institucionales que
hagan posible que el cambio se perciba como una oportunidad y no como una
amenaza.

Establecer controles en un ambiente clientelar acostumbrado a no transparentar


sus acciones puede resultar difícil pero necesario. El análisis del caso
dominicano es típico de la región, de lo que la reformas administrativas pueden
lograr en un país subdesarrollado donde para concretar cualquier reforma se
requiere además de normas, voluntad política y liderazgo institucional, pues las
leyes ayudan pero no cambian súbitamente conductas aprendidas durante
décadas.

La mayor de las veces, las reformas administrativas para ser efectivas


requieren introducir sistemas de gestión, sistemas auxiliares y el uso de nuevas
tecnologías y equipamiento que deben ser compatibles. Cada país debe
identificar sus posibilidades y buscar la alternativa que más se adecué a su
realidad financiera y técnica para asegurar su sostenibilidad.

Poner en marcha el Sistema Nacional de Planificación e Inversión Pública, a


través del cual se definirá la primera Estrategia Nacional de Desarrollo, los
planes estratégicos institucionales, planes plurianuales, etc. de por sí es un reto,
máxime cuando tenemos que comenzar a construir del barro, pues la
planificación no es un rasgo característico de los países del Caribe, donde hasta
la naturaleza conspira para que vivamos el día a día.
El éxito o fracaso de éstas podrá verse a mediano y largo plazo, así como su
sostenibilidad; como también lo está el ver si las reformas administrativas son
asimiladas como un medio y no como un fin. Si la administración pública es
capaz de asimilarlas o por el contrario la expulsa de su sistema por reconocerlas
como un ente exógeno y sobre todo, si la inversión de recursos técnicos y
financieros mejora el desempeño de la administración en la medida en que los
procesos influyan en la calidad de los bienes y servicios que el Estado entrega a
sus ciudadanos.

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