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LA INCONFORMIDAD DE LA VIDA EN LAS OBRAS DE ANTÒN CHÈJOV

“La dicha de la vida consiste en tener siempre algo que hacer, alguien a quien
amar y alguna cosa que esperar.”

Thomas Chalmers (1780-1847)

En el presente trabajo abordaremos el tema la inconformidad de la vida en tres


obras teatrales de Antón Chèjov: La Gaviota, El Jardín de los Cerezos y Las Tres
Hermanas.

Casi todos los hombres están de acuerdo en que la felicidad no existe en este
mundo, debido a que piensan que ella llegará sólo en un determinado momento,
mediante la satisfacción de una necesidad material, como por ejemplo: el haber
ganado la lotería o por la adquisición de un automóvil, etc.; olvidando que la
verdadera felicidad se trata del cúmulo de experiencias que conllevan al
desarrollo personal y social del hombre; por tanto, nunca renunciará a su
búsqueda; .A lo que no renuncia el hombre, a pesar de todo, es a ser feliz”.1

Una característica esencial del hombre, es la búsqueda incesante de la felicidad,


al no poder alcanzarla experimenta una frustración e inconformidad, lo que Julián
Marías (1987), denomina las “ausencias” en la vida. Esto le lleva a tergiversar las
condiciones y los medios para llegar a cumplir sus anhelos.

Cuando queremos hablar de la felicidad absoluta nos referimos a la otra vida, que
no deja de ser una manera de ver la vida sin las trabas que conocemos.

Muy a diferencia de lo que el dramaturgo ruso nos muestra en sus obras, puesto
que su teatro no está hecho de caricaturas, de fantasías, de exageraciones ni
trazos gruesos, no cuenta hazañas portentosas ni sucesos grandiosos, está hecho
de fragmentos de vida, de anhelos, de frustraciones, de sueños, de desilusiones,

1
Cfr. MARÌAS JULIÀN, La Felicidad humana, Madrid. alianza editorial, 1987. p 22.
de silencios, de miradas, de tareas repetidas, de esa materia más leve que el
tiempo, que corre hacia su ocaso con pies ligeros y llamamos la vida.2

Las obras de Antón Chèjov, muestran los diversos aspectos de la visión pesimista
del hombre respecto a la vida, ya sea en el ámbito sentimental, social o
económico. En sus personajes se ven reflejados rasgos psicológicos que
muestran las características señaladas en el párrafo anterior.

La importancia del presente ensayo radica en hacer un análisis descriptivo acerca


de la concepción de la vida en los personajes de estas tres historias, para de
alguna manera tratar de conocer los sentimientos más profundos que envuelven al
ser humano.

En el aspecto sentimental tenemos el amor no correspondido, en las que nos


muestra las diferentes reacciones que pueden tenerse: la resignación, la
aceptación, el conformarse con las migajas y la renuncia. Finalmente, nos cuenta
una lección que todos hemos aprendido alguna vez; amar a quien no nos ama
sólo puede traer dolor, como en el caso de Masha, quien está enamorada de
Trepliòv, y quien se tiene que resignar a vivir sin él, tal como vemos en una
conversación que tiene con Trigorin: “…Amar sin esperanza, pasarse años enteros
esperando… No bien me haya casado, adiós, amor; nuevas preocupaciones
ahogarán el pasado. De todos modos, ¿Sabe usted?, esto representará un
cambio…” (pág. 18)

En la tercera obra se muestra el amor que siente Tusenbach hacia Irina, quien no
corresponde a ese amor, veamos: “(…) Experimento una apasionada sed de vida,
de lucha, de trabajo, esta sed se me ha fundido en el alma con el amor que siento
por usted, Irina (…)” (pág. 80)

Otro caso de inconformidad se da en la carencia de amor entre esposos, en la que


uno de ellos ama a otra persona, como puede verse en Masha y Medvedenko (ella
amaba a Trepliòv), Polina y Shamraiev (ella amaba a Dorn), veamos:

2
Ver www.centrodramaticoaragon.com, 15 de Noviembre del 2008.
POLINA: “(…) Eugeni, querido, adorado, lléveme con usted; que por lo menos al
final de nuestra vida no debamos escondernos, mentir (…)” (pág. 13)

En la obra Las Tres Hermanas tenemos a Kuliguin casado con Masha, pero
veamos lo que en cierta ocasión le dice a Olga, su cuñada: “(…) Estoy cansado,
Oliechka, simpática… A menudo pienso: de no haberme casado con Masha, me
habría casado contigo, Olechka. Eres muy buena… Estoy que no puedo más (…)”.
(pág. 94)

Si bien no vemos claramente que Kuliguin esté enamorado de su cuñada, pero


podemos observar que él se siente cansado, pues en la obra se muestra cierta
indiferencia de Olga hacia su esposo, con quien está infelizmente casada.

Liubov Andreivna (dueña del jardín de los cerezos) se siente disconforme por su
pasado matrimonio con un hombre alcohólico e irresponsable

Por otro lado tenemos la inconformidad en el aspecto económico, lo vemos


claramente en Medvedenko, personaje de la obra La Gaviota, cuando este
sostiene una charla con Masha: “(…) Mi vida es mucho más dura que la suya. No
gano más que veintitrés rublos al mes, de los que aún se me descuenta un parte
para la jubilación (…)” (pág. 1)

Por otro lado y en este mismo rubro (lo económico) tenemos la impotencia que
sienten Liubov Andrèievna y su hermano Leónid Andrèievich al no poder evitar la
subasta del jardín de los cerezos por falta de dinero: “(…) Ayer tenía mucho
dinero, pero hoy no me queda casi nada (…) yo amo esta casa, sin el jardín de los
cerezos no concibo mi existencia y si tan necesario es venderlo, vendedme a mí
con él (…)” (págs. 125 y 134)

Finalmente otro ejemplo de la inconformidad con lo económico lo vemos en Las


Tres Hermanas, en una conversación sostenida entre Olga y Àndrei: “(…) He
hipotecado la casa sin haberos pedido consentimiento… En esto he obrado mal,
sí, y ruego que se me perdone. Me han impedido a hacerlo así las deudas…
Treinta cinco mil rubros (…) vosotras sois chicas y recibís una pensión, mientras
que yo no tenía… ninguna ganancia, por decirlo así…” (pág. 100)

En Las Tres Hermanas podemos observar cierta disconformidad con el lugar


donde viven, pues la gran aspiración para esta familia es irse a Moscú e instalarse
allá; Moscú es el símbolo para ellos de una vida mejor, sin embargo, a medida que
pasa el tiempo, se advierte que esta posibilidad es cada vez más lejana: “(…) Dios
mío, todas las noches sueño con Moscú, estoy como alucinada (…) sino me está
reservado ir a Moscú, paciencia. Esto significa que no es éste mi destino. Qué le
vamos. Todo depende de la voluntad divina, ésta es la verdad (…)” (págs. 85 y
103).

Así mismo en el jardín de los cerezos, Andreivna y su hija Ania, muestran la


inconformidad de haber vivido en París, mezclada con su condición económica,
por esto deciden regresar a su casa. Ania le cuenta a Varia: (…) Mamá había
vendido ya su viña, y no le quedaba nada, nada. Yo también estaba sin un Kopek,
vivíamos comiendo en la cantina de una estación y mamá pedía lo más caro,(…)
todo era horrible.(pág. 115)

En ese mismo aspecto encontramos en La Gaviota a Sorin quien comenta a


Trepliov que no puede acostumbrarse a la vida del campo: “(…) el campo no me
convence y, como es natural, nunca me acostumbraré a vivir aquí (…) En el
campo nunca he vivido a gusto… Siempre me he marchado de aquí encantado de
irme… Pero ahora, no tengo adónde ir, esta es la cuestión. Me guste o no, aquí he
de quedarme (…)” (págs. 1 y 2)

Finalmente observamos la disconformidad en los personajes respecto al modo de


vida que llevan, en La Gaviota tenemos a Nina, quien comenta su infelicidad por
depender de la opinión y decisión, respecto a su futuro, que tienen su padre y su
madrastra sobre ella: “Mi padre y su mujer no me dejan venir aquí. Dicen que esto
es la bohemia… tiene miedo de que me haga actriz… Y yo siento atracción por
este lugar, por este lago, como una gaviota (…)” (pág. 4)
En Las Tres Hermanas observamos en Masha quejarse de la vida, muestra
claramente estar disconforme con la vida que lleva, veamos: “(…) Esta vida
maldita, insoportable (…) ¡Bebo una copita de vino! Total, ¿qué más da? ¡Todo da
lo mismo! ¡Nada importa! (…)” (págs. 80 y 81)

De igual manera el personaje anciano Firs del Jardín de los cerezos, a pesar de su
avanzada edad, parece no estar conforme con todo lo que ha vivido: “(…) Se han
olvidado de mí, no importa (suspira reflexivo), juventud irreflexiva, (…) La vida a
pasado y es como si yo no hubiera vivido, las fuerzas me han abandonado, no me
ha quedado nada, ¡nada! (pág. 145)

Estas obras muestran maravillosamente diferentes personalidades, relaciones y


motivaciones. Explora la distancia entre la esperanza y la plenitud en las vidas de
los personajes de las tres historias. Chéjov nos muestra tres grandiosas obras,
donde no hay héroes ni sucesiones de actos trágicos. Los personajes tienen
muchas fallas así como virtudes, pero todas son un gran reflejo de la personalidad
humana.

Finalmente es apreciable, en los ejemplos presentados con anterioridad, que darle


un buen sentido a la vida, es realizar lo que se quiere y debe hacer, evitando la
formación de una concepción negativa. Si bien la felicidad no es algo fácil de
alcanzar, es algo que va ir madurando a lo largo de la vid. Por lo cual, el ser
humano debe comenzar por obrar bien, arriesgándose hacia lo correcto, con
fortaleza y seguridad en sí mismo.

El dinero, el placer, el poder dan satisfacciones al hombre, pero las personas han
tergiversado su sentido, pues piensan que logrando conseguir tales cosas,
llegarán a ser felices. La felicidad no es sino el proceso por el cual alcanzamos
nuestros objetivos, la felicidad no es haber llegado a la meta, sino el transcurso y
el medio de cómo lo hemos logrado.

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