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MAGIA Y OCULTISMO

El Magnetismo

Del imán al electromagnetismo, he aquí cómo el hombre descubrió que, en él, existía un
campo de fuerza magnética

Cuando aseguramos normalmente que alguien tiene magnetismo, queremos decir


que posee cierto carisma, que algo atrayente, simpático y atractivo se desprende
de su persona. Esta expresión del idioma tiene su origen
a finales del siglo XIX, cuando el verbo magnetizar era
sinónimo de fascinar.

Ahora bien, “magnetismo”, apareció en el lenguaje


corriente a finales del siglo XVIII, en la misma época en
que, por una parte, Charles de Coulomb (1736 – 1806) –
un físico francés de la primera promoción de científicos
modernos, por decirlo de alguna manera –exponía ante
la Academia de las Ciencias en 1781, las bases
experimentales y teóricas del magnetismo y de la
electrostática, y época también en que, por otra parte,
un médico alemán llamado Franz Antón Mesmer (1734 –
1815) avanzaba la tesis de la existencia de un fluido
magnético animal en el que veía un posible remedio a
todas las enfermedades, tesis que fue refutada en 1843.

HISTORIA DEL MAGNETISMO O CÓMO LOS HOMBRES DESCUBRIERON LA BRÚJULA

La piedra de magnesia o imán, como diríamos actualmente, ya era conocida en la


Antigüedad. Efectivamente, la magnés lithos, tal como la llamaban los griegos, era
una piedra de imán originaria de Magnesia de Sípilo, una ciudad griega de Lidia
fundada en el siglo III antes de nuestra era y que, hoy día, lleva el nombre de
Manisa y se encuentra en la actual Turquía. Se trataba, pues, de una región donde
se hallaban en abundancia estos famosos imanes, cuyas propiedades conocieron los
griegos desde el siglo VI antes de Jesucristo. En efecto, el astrónomo, matemático y
filósofo griego Tales de Mileto fue el primero en hacer una clara descripción de ellos.
Señalemos de paso que, aunque se concede el título de astrónomo a este sabio de
la Antigüedad, no podemos excluir la hipótesis de que fuera astrólogo. En efecto,
Tales, gran viajero, encontró sus fuentes de inspiración y obtuvo todo su saber de
los astrónomos, astrólogos, matemáticos y sacerdotes caldeos de Babilonia y de los
escribas y sabios egipcios. De manera que, este sabio de la Antigüedad, que tuvo la
idea de determinar la altura de un objeto a partir de su sombra y a quien se
atribuye la previsión de un eclipse de Sol en el año 585 antes de nuestra era, no
podía, pues, desconocer la astrología. Si reparamos en este hecho es porque
deploramos una vez más que la ciencia de los astros, tal como fue elaborada y
practicada por los hombres de la Antigüedad, haya caído en desuso, ahora que el
término genérico de astrónomo parece, sino antinómico, al menos más correcto
para hablar de uno de los hombres de la antigüedad que tenía la mirada clavada en
el cielo, cuando éstos tenían la costumbre de emplear el término astrología para
designar el estudio científico, descriptivo y predictivo de los astros. Solamente a
partir del siglo XI de nuestra era, la piedra de Magnesia se utilizó para construir un
instrumento de navegación, la brújula, que funciona gracias a una aguja imantada.
Sin embargo, como ya hemos indicado, solamente a partir de finales del siglo XVIII
se emprendió el estudio cuantitativo del magnetismo. Entonces se descubrió que
cada imán estaba compuesto de dos polos o masas magnéticas iguales y opuestas.
Sin embargo, se intentaba aislar a uno de estos polos o una de estas dos masas, la
corriente dejaba de pasar, valga la expresión, o si se prefiere, el fenómeno de la
imantación desaparecía.
La brújula magnética funciona a partir de este principio.
Está provista de una aguja de hierro que puede girar libremente y que. Como por
arte de magia, parece atraída inexorablemente por el campo magnético terrestre,
situándose en el eje de ambos polos, también llamados magnéticos, Norte y Sur.
Este instrumento se utilizaba normalmente en navegación y caló tanto en las
costumbres que la expresión “perder del norte” pronto fue empleada para designar
a una persona que ha perdido la cabeza.
Sin embargo, debemos saber que si, científicamente hablando, no dudamos de la
existencia del campo magnético, ni de que los polos opuestos se atraen (fuerzas
atractivas) y los polos homólogos se rechazan (fuerzas repulsivas), no tenemos
ninguna certeza en cuanto a la existencia de un polo magnético asilado.
O si se prefiere, no sabemos si puede existir un podo independientemente de otro
polo.

EL MAGNETISMO Y EL HOMBRE

En cambio, sabemos que, al igual que la Tierra, el ser humano posee una especie
de campo magnético, que tiene más o menos intensidad en función de los
individuos.
Por ello se llevan a cabo observaciones y estudios relativos a los fenómenos
denominados radiestesia, hipnosis, telepatía y aura, entre otros, para intentar
demostrar que el hombre está rodeado de un campo magnético.
Sin embargo, no es del todo seguro que los instrumentos de medida disponibles
actualmente, a pesar de su sofisticación, se hallen totalmente adaptados a este tipo
de observación; puesto que, aunque no se ha demostrado y probado la existencia
tangible y medible de tal fenómeno en el hombre, todos podemos dar testimonio de
que, espontáneamente –podríamos decir instintivamente-, experimentamos
atracciones y rechazos muy fuertes, tanto física como emocionalmente.
Aquí entramos en el campo de otra ciencia, aparecida recientemente, el
electromagnetismo, la cual ofrece útiles de investigación mucho más aptos para
ayudarnos a comprender los fenómenos que se producen en cada uno de nosotros
y que, sin duda, nos será útil, en tiempos futuros, para aprender a dominar las
fuerzas magnéticas que nos atraviesan.
De hecho, no existe ninguna duda de que, tarde o temprano, el hombre llegará a
conocer en profundad lo que, para entendernos, podríamos llamar el campo de
fuerza del pensamiento.
Hasta hoy se ha trabajado empíricamente, aunque con torpeza, operando, en
algunos casos, ciertamente con genialidad, pero sin estudiar jamás seriamente con
loso fenómenos que le empujan o le atraen hacia una
dirección más que hacia otra…

EL ELECTROMAGNETISMO

“La teoría de Lorentz – Hendrik Antón Lorente, físico


holandés (1853-1928), cuyos estudios hicieron
evolucionar la teoría electromagnética y la relativa a la
propagación de la luz- permite demostrar que todo
electrón llevado por un movimiento acelerado debe
irradiar de lejos una parte de su energía en forma de onda
electromagnética: durante la duración de esta irradiación
el electrón está sometido a una fuerza. Si una parte de la
materia contiene electrones susceptibles de oscilar
armónicamente alrededor de una posición de equilibrio con una frecuencia
determinada, estos electrones, cuando se encuentran en estado de oscilación por
una causa exterior cualquiera, empezarán a emitir una irradiación electromagnética
con la misma frecuencia que su movimiento”. Así enunció Louis Víctor el principio
de Broglie en 1941.

Principios del magnetismo

MÁS SOBRE MAGNETISMO

Las diversas técnicas de magnetismo son generalmente usadas para influenciar a


otras personas. El magnetismo varía desde usar las manos para sanar a alguien,
hasta concentrar los ojos en la frente de una persona para forzarlo a hacer nuestra
voluntad. Lo último es más efectivo si la atención es dirigida al espacio entre los
ojos de la persona que se desea controlar.
El mago que realmente sabe lo que hace es consciente del poder que puede ser
ejercido enfocando correctamente los ojos. Por esta razón, desde el comienzo de su
carrera en la magia, el mago practica el ejercicio de mirar sin parpadear ciertos
objetos, por diferentes longitudes de tiempo. También aprende los principios del
hipnotismo y los combina con su fuerza de voluntad ara desarrollar una verdadera
personalidad magnética y dominante. Desarrolla su voz, actitud y postura general
para aumentar su magnetismo y control sobre los demás.
El mago usa el magnetismo no sólo como técnica para dominar a otras personas,
sino también como medio para afirmarse sobre la naturaleza en general. El
magnetismo es una cualidad personal que puede desarrollarse a través del
autocontrol; luego se proyecta externamente y actúa como un agente natural para
el mago. Aunque algunos individuos nacen con gran capacidad magnética, si no
saben cómo proyectar dicho talento, éste tiende a actuar adversamente contra
ellos. Debido a que el magnetismo funciona esencialmente a través de las leyes de
atracción y repulsión, es en realidad una energía instintiva que a menudo puede
atraer lo indeseado y rechazar lo que se quiere. Nadie es más consciente que el
mago acerca de esto, quien tiene el propósito de controlar la energía a través del
poder mental.

SIGNIFICADO MAGNETISMO.
Base de la doctrina defendida por Mesmer como energía del universo irradiada por los
hombres. En 1779 descubrió que hay un fluido universal que transcurre por la sustancia del
sistema nervioso de los hombres y que puede actuar como si se tratase de un imán
incontrolado de gran poder. Esta fuerza puede ser utilizada tanto hacia otras personas como
hacia la naturaleza, de ahí que se hable de magnetismo animal y de magnetismo vital. En el
primero se incluyen la hipnosis, la catalepsia, la telepatía y la curación simpática y en el
segundo la rabdomancia y la radiestesia.

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