Hace ya unos meses, charlando con Estrume, coincidimos en el hastío
que nos producen los accesos místicos de algunos de nuestros músicos favoritos. Tanto es así que el musical pareciera un campo especialmente abonado para las supercherías teológicas- seguro que ahora tenéis en mente un sinfín de ejemplos. Cierto es que no siempre son desdeñables los resultados artísticos de tales iluminaciones; y éstos son, al fin y al cabo, lo que nos interesa aquí y ahora. El ejemplo de Gary Shearston muestra lo que sería deseable en estos casos. Nacido en el 39 en Inverell, un bucólico paraje de Nueva Gales del Sur, en el seno de una familia tradicional, y criado en la granja de su abuelo en la localidad próxima de Tenterfield mientras su padre combate en la II guerra mundial, su infancia se sucede en una serie de nostálgicos fotogramas: toda la familia cantando alrededor del piano que mamá suele tocar los domingos al regresar de la iglesia en una vieja carreta tirada por dos majestuosos caballos no menos abnegados que el pequeño poni que aguarda atado en la herrería del pueblo mientras Gary asiste a la escuela… hasta que todo cambia cuando una impertinente sequía les lleva a abandonar el rancho que el padre de Gary había recibido como veterano de guerra; deciden trasladarse a Sidney. Tras abandonar la escuela a los 16 años, donde “no parecía estar aprendiendo nada útil”, aborda las más diversas artes y oficios: titiritero itinerante, corresponsal de prensa en turno de noche, actor de teatro y director de escena…hasta desembarcar con 19 años en su faceta de cantautor profesional; atesora un vasto repertorio extraído del folk tanto de tradición australiana como irlandesa, inglesa y americana. Su profunda voz de crooner sin afectación se curte rodando por hoteluchos y clubs mientras el folk comienza a hacerse popular en Australia. Por entonces se crea un circuito de locales propio, encabezados por el “Folk Singer”, más tarde rebautizado como “Trobadour”- sí, el famoso Trobadour de los numerosos Live at The Trobadour- cuya inauguración corre a cargo del cantante americano de blues y góspel Brother John Sellers y del propio Gary Shearston. A finales del 62 firma su primer contrato con Leedon (Festival) Records y comienza a dar forma a sus interpretaciones en los célebres estudios de la Avenida de las Américas. Estas sesiones se materializan en un single y un EP. Su debut no pasa desapercibido para los ojeadores de la CBS. Con ellos graba 4 singles. El tercero de ellos, “Sidney Town”, alcanza el top 10 en la ciudad y acaba popularizándose en toda Australia. En espacio de dos años graba 5 LPs para CBS: Folk Songs And Ballads Of Australia (64), Songs Of Our Time (64), Australian Broadside (65), The Springtime It Brings On The Shearing (65), Bolters, Bushrangers & Duffers (65) y Gary Shearston Sings His Songs (66). Para éste último trabajo abandona su ya consagrado repertorio de música tradicional y aporta material de cosecha propia. A estas alturas Shearston es el artista que vende más discos de folk en toda Australia. Tal es su popularidad que le ofrecen dirigir su propio programa de TV, “Just Folk”. Más o menos en estas fechas Peter, Paul & Mary, recién llegados con motivo de su gira por las antípodas, quedan fascinados cuando escuchan “Sometime Lovin”. Composición de Shearston que incorporarán a su repertorio y que grabarán ese mismo año en su LP “Album”. Su mánager Albert Grossman (la oronda negra sombra de Dylan) invita a Gary a viajar a América. Allí le espera un recibimiento sorprendente: los muchachos de Edgar Hoover no acaban de encontrarle el encanto a este joven activista que muestra su oposición a la guerra de Vietnam, a la pena capital, defensor de los derechos de los aborígenes…A causa de estas nimias suspicacias se ve empujado a permanecer en Londres durante un año, a la espera de que se calmen los ánimos y se resuelvan sus problemas con el visado –esto frustrará su posible fichaje con Grossman. Imbuido por el budismo zen y por la nostalgia de los viejos estudios de la Avenida de las Américas retoma su contrato con Festival (Leedon) Records, donde graba su LP “Abreaction”. Desgraciadamente su apuesta por una mezcla de folk, country, jazz y rock es considerada demasiado vanguardista y no obtiene el éxito esperado. Cuando finalmente consigue llegar a América sus problemas de visado no le permiten trabajar, por lo que el LP que graba para Warner Brothers no llega a ser publicado- muchas de estas canciones serán posteriormente regrabadas en Londres y conformarán su álbum más aclamado: “Dingo” (74). En el 72 regresa a Londres donde, tras fichar con Charisma, vuelve a saborear el éxito gracias a la soberbia versión del “I Get A Kick Out Of You” de Cole Porter, canción que había comenzado a interpretar para sus amigos australianos expatriados en la City. Éste será su single más vendido y definitivamente su canción más representativa. Con Charisma edita dos álbumes más. El primero de ellos, “Dingo”, es quizá su mejor LP. El título alude a cómo lo recibieron en su llegada a América: como a un perro salvaje australiano. Abre el disco el tema homónimo, un elegante medio tiempo con atmósfera de country rock lisérgico. El brillo indiscutible de “I Get A Kick Out Of You” deslumbra gracias al alado violín de Grahame Smith, digno sucesor de Stéphane Grappelli. Temas como “Witnessing”, “Lump In The Bed” o “Back Of Beyond” dan muestra de la verdadera talla de este músico a ratos sublime y sosegado. “The Greatest Stone On Earth” (76) es su siguiente LP, que además de un puñado de buenas canciones contiene una magnífica versión del “Dirty Old Town” de Ewan McColl. Un año más tarde participa en unas sesiones acompañado por la sublime steel guitar de B.J. Cole. En ellas reinterpretan “A Whiter Shade of Pale” de Procool Harum en clave country-rock; una brillante y audaz adaptación cuya única pega es ese inoportuno feed out al final, mientras suenan las inmensas notas de Cole…Se edita como cara A de single para el sello Trasatlantic (77). En el 82 graba otro single reseñable. Se trata de “Charlie Mopps (The Man Who Invented Beer)” junto con algunos miembros de Steeleye Span. Shearston se confiesa: “no recuerdo exactamente quién hacía qué. Todos estábamos un poco rascados”. Durante este tiempo continúa tocando en directo y componiendo. Escribe artículos musicales y participa en proyectos cinematográficos (i.e. participa en la película australiana acerca de los exploradores “Burke & Wills” de 1985). Pasa dieciocho meses escribiendo una novela titulada “Balkenna”, que será publicada a su vuelta a Australia en el 89. Ese mismo año la CBS edita su LP “Aussie Blue”, que justamente resulta ser muy bien recibido por la crítica. En la década de los noventa, la vida de Gary Shearston da un giro inesperado. Su progresiva implicación en la iglesia anglicana desemboca en su ordenamiento como sacerdote. Como si de compartimentos estancos se trataran, en su caso, ambas facetas, la música y la religión, apenas interfieren en nuestra percepción mientras disfrutamos de sus canciones; cuando es seguro que están para él intrínsecamente relacionadas. A diferencia de otros casos, Gary Shearston no utiliza su música, al menos fuera de la iglesia, como instrumento evangelizador, y consecuentemente ésta no se ve mancillada- que diría De Prada. Tanto es así que en el 2001, y contra los pronósticos más agoreros, publica un magnífico trabajo con el sello Rouseabout: “Only Love Survives”, donde por momentos recuerda al mejor Johnny Cash. Como homenaje a toda su carrera este sello edita en el 2007 el muy recomendable doble CD recopilatorio “Here And There, Now And Then. An Anthology Of Gary Shearston”. Si no me han informado mal, en la actualidad el Reverendo Shearston oficia sus ceremonias en una pequeña parroquia, en un lugar llamado Lismore… o Limodre… Por si os pilla de paso.