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SALUD
Tendinitis de
la cintilla
iliotibial
Lesiones en la carrera
a pie (4)
Nos ocupamos este mes de otra lesión que aparece con
frecuencia en la rodilla de los corredores: la tendinitis
de la cintilla iliotibial, una zona sometida a una importante
tensión durante la carrera a pie.
eguimos hablando de la rodilla del corredor y de sus lesiones, pero esta vez el dolor aparece
S en su cara externa, la mayoría de las veces de forma inespecífica (no podemos tocarnos un
punto exacto), y suele ser un dolor sordo, profundo, como si fuera en el hueso, normalmente lo
suficientemente intenso como para hacernos parar de correr tras pocos minutos.
Parece el principio de una película de terror, y puede llegar a serlo si no somos prudentes, pues
estamos hablando de una de las lesiones más persistentes que podemos sufrir corriendo. Digo
persistente y no grave pues no atenta contra nuestra integridad física como lo haría una hernia de
disco por ejemplo, pero si puede tenernos en el dique seco durante unos cuantos meses y reaparecer
cuando ya no la esperábamos, y vuelta a empezar. Podríamos calificarla de desesperante, y los que
la hayan padecido entenderán muy bien por qué.
El motivo de esta persistencia es muy simple, y es que no se trata de una causa concreta si
no de varias juntas las que inducen esta lesión, de manera muy particular en corredores y
muchas veces incluso aunque creamos tener todos los cabos atados; sin darnos cuenta alguno
se nos va escapando poco a poco como, por ejemplo, un desgaste irregular o prematuro de las
zapatillas, y ya la tenemos otra vez con nosotros.
Definición
La cintilla iliotibial no es otra cosa que el extremo distal o inferior de la Fascia Lata, gran banda
fibrosa que recorre el muslo por su parte externa desde la zona glútea hasta la rodilla, que pasando
por encima de esta llega a insertarse en el Tubérculo de Gerdy situado en la zona antero externa de
la meseta tibial, justo debajo de la articulación con el fémur.
La fascia lata, y por consiguiente la cintilla iliotibial, están sometidas a una importante tensión
durante la bipedestación, que aumenta considerablemente durante la marcha y la carrera
estabilizando la rodilla y la cadera lateralmente. En su extremo superior sirve de inserción a los
músculos glúteos y al Tensor de la Fascia Lata que tiran con fuerza de ella hacia arriba tensando
toda la estructura y transmitiendo esa tensión hasta la rodilla. Como ahora veremos, este va a ser
uno de los factores implicados en la lesión, como también lo va a ser la tensión que se produce
desde abajo cuando la tibia rota internamente como consecuencia de la pronación normal del pie
durante la fase de impulso de la marcha y de la carrera.
Y es que aunque se trata de una estructura extremadamente fuerte capaz de soportar
tensiones enormes, como en otras ocasiones un exceso de esta tensión puede llegar
a ser lesivo. De hecho es normalmente este exceso el inductor de la mayoría de lesiones que
vamos a tratar en estas páginas.
En el caso concreto de esta estructura, y pese a ser mucho más grande y fuerte que otras, tiene
lo que podríamos llamar un punto débil que se encuentra justo encima de la prominencia ósea
que forma el cóndilo femoral externo en la rodilla donde prácticamente apoya la cintilla iliotibial.
Pues bien, esta pronación siempre irá acompañada de una rotación interna de tibia, 2
mayor cuanto más pronunciada sea la pronación. Y esta rotación interna de la tibia
va a provocar directamente una tracción de la cintilla iliotibial hacia abajo, además
de posicionar su inserción de modo que esta apoye más sobre el cóndilo. Lo que nos
conduce irremediablemente hacia un aumento del estrés de la estructura. Este factor va
a ser decisivo tanto en la prevención como en el tratamiento de la tendinitis del tracto
iliotibial.
Fotos 2 y 3. Aunque en general siempre sería recomendable estirar por lo menos tras
la sesión de entrenamiento como herramienta para prevenir disgustos, particularmente
esta lesión va a ser muy sensible a esta práctica. Será por lo tanto importante realizar
una batería lo más completa posible de estiramientos, como los que describimos hace un
par de números en el artículo especialmente dedicado a ellos. Cuádriceps, isquiotibiales,
gemelos y soleo, adductores… y en este caso los glúteos cobrarán una especial
relevancia, ya que serán vitales en esta lesión.
Foto 4. A todos estos estiramientos, hoy vamos a intentar añadir uno específico para
la Fascia Lata. Y digo intentar porque no es fácil encontrar la postura, ni llegar siquiera a
sentir la tensión. No va a ser por lo tanto un estiramiento fácil para muchos, no obstante
si es fácil intentarlo. Y aunque existen infinidad de ejercicios para intentar estirar esta
zona, este es el que a mi entender resultará mas sencillo para la mayoría. Así, partiendo
de la posición de la foto intentaremos, relajando la zona de la rodilla, empujar con nuestra
cadera hacia fuera, hacia el lateral, mientras la relajamos lo más posible, apoyándonos en
el suelo con la otra pierna y en una pared con la mano del lado que intentamos estirar.