Académique Documents
Professionnel Documents
Culture Documents
Es difícil escribir cuando tenemos un universo tan amplio para hacerlo, “cualquier cosa…
lo que quieran”, fue lo especificado por la profesora, claro que lo hizo con una intención,
supongo que es la de poder analizar libremente lo que nos pareció o no de lo que hicimos
durante el semestre, para ver si de este modo, podemos expresar realmente lo que pensamos
y sentimos de este curso tan especial denominado Didáctica de la especialidad o para
analizar lo que realmente rescatamos de él.
Pero, ¿qué tiene de especial este curso? Este curso, junto con las otras didácticas que he
tenido, han sido significativamente importantes porque han ido desarrollándose de tal
modo, que yo sin siquiera imaginarlo he descubierto lo primordial que son para nuestra
formación pedagógica, he encontrado un “aliado” para entender que nosotros los profesores
no estamos solos en el mundo, y no somos los que debemos inventar cómo enseñar, sino
que existe un campo que se preocupa de ello, así como se preocupa la misma matemática
de crecer y ser cada vez más eficiente en su búsqueda de solucionar preguntas y responder
las necesidades sociales que se van produciendo conforme crece y avanza la sociedad. Así
también existe una ciencia que se preocupa de estudiar un fenómeno tan complejo que es el
de cómo enseñar para que los demás aprendan, qué sucede en este proceso de enseñanza
aprendizaje, ¿por qué es tan difícil aprender matemáticas?, ¿qué hacer para soslayar este
problema?, ¿qué herramientas necesitan los profesores para hacer bien su trabajo?, ¿qué
debe hacer el profesor en el aula?, ¿cómo se construye en conocimiento matemático?, en fin
son innumerables las interrogantes que quienes estamos interesados en este tema nos
hacemos, que son respondidas por la didáctica de la matemática, siendo ésta la que nos da
las herramientas para ejercer la docencia, pues ante todo seremos Profesores de Educación
Matemática y no Matemáticos perdidos en el mundo que llegamos a una sala de clases por
error, sin más conocimiento que el disciplinar. Con esto quiero enfatizar lo crucial que es la
impartición de esta asignatura, por sobre las demás que son meramente matemáticas, pues
es según lo que aprendamos de ella lo que, nosotros como profesores, vamos a hacer en el
aula. Es claro que la instrucción en la disciplina es importante, pero lamentablemente, y
como ya lo he comentado en reflexiones anteriores, nuestra formación universitaria ha
preponderado prepararnos en estas lides, más que para hacer de educador, lo que nos genera
un problema, pues nos está incentivando a que reproduzcamos el modelo de ser los típicos
profesores que saben mucha matemática, pero no saben enseñarla.
En fin, este curso se ha transformado en un recordatorio constante de las innumerables
tareas que debemos preocuparnos, y que me preocupa hacer mal, pero sobre todo se ha
enfocado de hacernos un llamado a gritos sobre la importancia que tiene que nosotros
seamos profesores con espíritu de cambio, transformación, innovación, pendientes del
estudiante en todo momento de su aprendizaje, que llevemos al aula la necesidad de querer
jugar a hacer matemática, y ¿por qué no? Hacer matemática con los estudiantes, para que
ellos aprendan por si mismos. Donde dejemos de lado el egocentrismo que caracteriza al
profesor de matemática, que se especializa en tratar de demostrarle al mundo lo hábiles que
son con esta importante y “complicada” ciencia, donde muy pocos tienen acceso;
traspasando el protagonismo al estudiante.
A modo de conclusión, quiero decir, que la instancia de poder expresarme a través de este
blog, aunque de forma obligada, me gustó, es difícil aunque grato tener que tratar de
verbalizar lo que pienso, lo que podría pensar y comunicar, dándome cuenta que con un
poco de voluntad y predisposición pude generar una opinión de algo que pensé que no la
tendría, sacándome un poco (creo que todos los cambios son graduales) de mi postura algo
neutra de lo que leo, escucho y veo, postura que estábamos acostumbrados, siendo
demasiados pasivos hasta en el pensamiento. No digo que ahora no lo sea, sino que esta
forma de obligarnos a decir “algo” es un buen paso que me ha llevado, a anticiparme y a
tratar de generar opinión de lo que ocurre a mi alrededor, cosa que considero positiva, pues
como profesora, debo ser un ente crítico, con una opinión fundada y sobre todo con una
postura clara acerca de cómo enfrentaré mi profesión, tanto dentro como fuera del aula.
Espero que este sea sólo un primer paso y no quedar estancada aquí con las manos
cómodamente atadas, creo que la idea de tener una opinión clara es para poder defenderla y
crear cambios aunque sean mínimos, dentro del pequeño mundo educativo en que me
desenvuelva. Por todo esto y por generar en mi conciencia y preocupación por mi futura
labor docente es que le doy las gracias a la profesora que impartió esta asignatura, porque
además no es fácil tratar de generar un pensamiento crítico y reflexivo en perdonas tan
cuadradas como nosotros, que la gran mayoría es absolutista y poco amigos de las
innovaciones.