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El Clarito

Un cocktail Argentino

¿Quién no ha escuchado hablar de el Clarito?


Recuerdo haber recibido pedidos de claritos casi desde el mismo día que me
inicie en la barra, y casi podría decir que recuerdo exactamente la cara de
extrañeza de cada uno de aquellos caballeros entrados en años, quienes no
podían concebir que un Bartender Argentino no supiera como prepararles un
Clarito!
Como el buen jovencito sabelotodo que sin duda era, podría haberme
refugiado en el simple pretexto de que ese era un coctel “viejo”, que los
tiempos habían cambiado y que “esas cosas” no se tomaban mas.

Pero el Clarito, como los grandes cócteles de todos los tiempos, ejerce una
misteriosa atracción que lo hace eterno y que obliga a cada nueva
generación de bartenders argentinos, a redescubrirlo y a reverenciarlo. Yo
mismo no pude escapar a esa presión: Tenia que conseguir la receta!

Pero, ¿Qué es un Clarito? ¿Cómo se prepara? Y sobre todo ¿Qué lo hace tan
especial?

La primera vez que me fue entregada una receta “oficial” para elaborar un
Clarito, recuerdo haber dicho: “Pero si esto no es mas que un Extra Dry
Martini”
... Pero la letra de molde carece del poder de comunicar la magia que rodea
a un coctel de la estatura del Clarito. Esta percepción muchas veces no se
alcanza ni cuando se siguen simples instrucciones. A veces hay que
comprender el estilo y la intención del creador del coctel. No siempre es
esto posible, pero cuando se logra una comunión entre el coctel, el creador,
el (bartender)interprete y el afortunado bebedor, entonces mi amigo,
entonces es cuando el conejo sale brincando del sombrero.
Quizás sea por eso que el creador, Pichin, nos lego sus consejos y recetas.
Para asegurarse de que la magia perdurara y prosperara a través de los
años. Pichin, maestro de la sutileza y domador de fieras de elevada
graduación alcohólica, entendió e hizo entender que la importancia capital
del frío, la suprema calidad de los ingredientes y la celeridad extrema al
elaborar este tipo de cócteles, puede transformar a la mas estruendosa
bomba alcohólica, en un discreto y certero disparo con silenciador desde lo
profundo de la noche. Un Clarito bien preparado puede ser mortalmente
elegante, un mágico ascensor que te lleve exactamente al piso en donde te
quieres bajar, suavemente arrullado por el fondo musical de tu propia vida.
Y es quizás por eso que el argentino de la época lo convirtió en su coctel
favorito. Porque Pichin creo cientos de tragos... pero fue al Clarito que la
Argentina convirtió en leyenda.

Los ingredientes son asombrosamente conocidos por el bartender y el


amante de los clásicos... Indiferente los embates de la modernosa nulidad
del vodka, el Clarito siempre confió en el sofisticado Gin para encender sus
turbinas, las mismas que deben ser lubricadas con la proporción justa del
mas seco vermouth. Y mientras todo el mundo vivía obsesionado con la
aceituna del Dry Martini, el Barman Galante comprendió que el sex appeal
de esta “bala de plata argentina” debía radicar en la frescura de un “lemon
twist” y en nada mas.
Una combinación poderosa, sin dudas, que debe ser enfriada casi hasta el
cero absoluto para que alcance su máxima velocidad y el andar mas suave
que tomador alguno pueda desear o incluso imaginar.

El Clarito es así. Fuerte y franco, como el abrazo de un amigo. Al fin y al


cabo proviene de una época de riguroso traje y sombrero, de trabajo duro y
honesto. Aquellos tiempos cuando la palabra empeñada valía mas que el
dinero, esa Argentina que todos queremos volver a ver y a vivir.
Muchos creen que esto es difícil de imaginar siquiera. En cuanto a vos... Vos
tenes un Clarito en la mano ¿Quién puede detenerte?

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