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La provincia peruana de Tarapacá a fines del 1879 quedó en poder de las tropas chilenas
después de su triunfo en la batalla de San Francisco; pero en esa región salitrera se
libraba ya otra guerra secreta, cuyos protagonistas eran dos especuladores ingleses que
no usaban fusiles: Robert Harvey y Thomas North.
Durante muchos años el desierto de Atacama había sido despreciado por Bolivia y por
Chile, pero todo quedó satanizado cuando se descubrieron allí las importantes riquezas
de guanos y de salitres en esas costas del Pacífico. Todos sabemos que donde va el oro
van hasta las monjitas.
Robert Harvey había llegado a Tarapacá en 1874, poco antes de la ocupación de esa
provincia por los chilenos, designado por el Gobierno peruano Inspector General de
Salitreras. En 1880, Harvey fue confirmado en ese cargo por el Gobierno de Chile,
otorgándole amplias atribuciones. El astuto Harvey recibía sueldos de los dos países y a
ambos les entregaba informes falsos.
Thomas North, por su parte, se convirtió gracias a la Guerra del Pacífico en “rey
mundial del salite”. North y Harvey aprovecharon la caótica situación producida por la
guerra; con triquiñuelas compraron a precios de gallina muerta los Certificados que el
Gobierno del Perú se vio obligado a emitir para pagar por la expropiación que hizo de
las entonces oficinas salitreras privadas que operaban en su territorio cuando esos
Certificados se cotizaban a un 11% de su valor.
Aún no había finalizado la Guerra del Pacífico cuando el presidente de Chile Federico
Santa María decretó, el 28 de marzo de 1882, la entrega en propiedad definitiva de los
títulos emitidos de esos Certificados salitreros a quienes los tuviesen en su poder. Así
fueron entregadas a los particulares más de 80 oficinas salitreras y, transformando al
norte grande chileno en una factoría británica.
Thomas North monopolizó en el llamado hoy Norte Grande de Chile la distribución del
agua potable, el comercio de la harina, el carbón, la carne y las verduras. North fundó el
Bank of Tarapacá and London y tuvo a su servicio a parlamentarios chilenos liberales,
conservadores y radicales. North hizo importantes inversiones en Inglaterra, Francia,
Bélgica, Egipto y se llevó hasta Londres su fortuna flotando como un corcho sobre las
aguas del Océano Pacífico, sin dejar para el Cóndor Andino ni la carroña de su cadáver
podrido.
¡Guerra del Pacífico! Más de 23.000 jóvenes de Bolivia, Chile y Perú pagaron con su
sangre la fortuna del “rey mundial del salitre”. ¡Ironías del destino! ¡El diablo sabe para
quién trabaja!
Al examinar los orígenes de la Guerra del Pacífico y cuando surgen las grandes riquezas
de Bolivia con el litio en los salares de Uyuni debemos preguntarnos: ¿Cómo en la
década de 1860 repercutió en América del Sur la invasión francesa de Napoleón III a
México para tumbar al indio Benito Juárez y cómo influyó ese mal ejemplo para que
España se apodere de las ricas Islas Chinchas peruanas del guano el año 1864?
¿Bolivia, en épocas en las que gobernaba el tirano Mariano Melgarejo, le negó a la flota
española reabastecerse en su Puerto de Cobija? ¿Qué beneficios recibió Bolivia a
cambio de esa su lealtad con Chile? ¿Por qué el tirano Mariano Melgarejo, le entregó en
condominio sumisamente a Chile el territorio de Bolivia comprendido entre los
paralelos 23 y 24?
¿Por qué el arrogante Daza no postergó por un tiempo prudente el cobro de 10 centavos
de impuesto salitrero y no sometió ese problema a un confiable arbitraje internacional?
¿Qué podemos esperar hoy para Bolivia en las negociaciones de este nuevo escenario
continental que ha creado Unasur? ¿Qué oportunidades hermanadas podrían abrirse para
Bolivia y para Chile?
La invasión chilena
En el año 1843, las autoridades del puerto de Cobija, territorio boliviano, apresaron a
ciudadanos chilenos que cargaban guano clandestinamente en el lugar Orejas de Mar.
En 1846, la tripulación de la galeta chilena “Janequeo” izó la bandera chilena en Punta
Angamos, de Bolivia.
El guano y el salitre
A comienzos del año 1863, el representante británico en Santiago de Chile informó a su
gobierno (Gran Bretaña) de que “se ha comprobado que los depósitos de guano de
Mejillones —hoy situada a 65 km de la ciudad de Antofagasta, en el norte de Chile—,
son extensos y de mejor calidad”.
La toma de Mejillones
En marzo de 1863 Chile toma posesión de Mejillones ante las vanas protestas
bolivianas. La Cancillería chilena declara “su incuestionable derecho” sobre el desierto
hasta el grado 23, por lo que “dispondría como dueño de los depósitos” de guano y otros
minerales que existían en ese extenso territorio.
Especiales / DÍA DEL MAR
Chile fue superior en la Guerra
En 1879, Bolivia enfrentaba una crisis social y estaba debilitada por la sequía,
además tenía poco armamento y no tenía estrategia. Chile en cambio construyó un
plan con cuatro puntos, dice el autor.
Luis F. Sánchez Guzmán.
La situación boliviana era patética; los efectivos de los cuerpos de línea del Ejército
habían sido reducidos a sólo la mitad del que fuera puesto en pie de guerra en la
campaña de Ingavi y, peor, ni siquiera poseía una marina de guerra o escuadra, como se
denominaba entonces.
Pero la mayor diferencia entre Bolivia y Perú frente a Chile estaba en la calidad
profesional de los mandos militares, responsables de identificar los objetivos
estratégicos militares y la generación y planificación de las estrategias necesarias para
alcanzarlos.
El Estado Mayor en Perú y Bolivia seguía, con algunas variantes, los moldes de los
ejércitos napoleónicos, pero con el defecto común de estar mal organizados y orientados
más a la apariencia que a la eficiencia en sí. Obviando su función principal: elaborar
planes, en los niveles superiores: estratégico militar y estratégico operativo.
De nada sirven los más excelentes materiales dotados en masas ingentes de hombres
corajudos y bien motivados, si éstos resultan ser mal empleados a causa de una
deficiente planificación. Los planes bien anticipados y concebidos suelen valer tanto o
más que ejércitos enteros. La improvisación, en cambio, es la ruta segura al desastre.
Dicho de otra forma: Chile improvisó mejor y con más clara visión, las operaciones
estratégicas militares. Al estallido del conflicto bélico, una ola de efervescencia sacudió
a la sociedad chilena. Los cuarteles de ese país se vieron repletos de voluntarios,
mientras que el ejército boliviano carecía de armamento hasta para armar
adecuadamente a las tropas de línea.
El tratado de Melgarejo
En 1866, el presidente Mariano Melgarejo firmó un tratado de límites con Chile por el
que se dividía el Litoral en dos partes en el paralelo 24, una para Bolivia y otra para
Chile y se establecían las riquezas para Mejillones y Caracoles, entre los paralelos 23 y
24 donde luego se descubrieron ricos yacimientos de plata.
El Tratado de 1874
En 1874, Chile firmó un nuevo tratado de límites con Bolivia, por el que se mantenía el
límite en el paralelo 24 y la salida al Pacífico entre los paralelos 23 y 24 y se establecía
que Bolivia no cobraría impuestos por la explotación de minerales y que no aumentaría
los impuestos a los inversionistas chilenos.
Cada uno de los gobiernos que han pasado desde el fin de la Guerra hasta hoy, han
tratado de dar la mayor cantidad de facilidades al pueblo boliviano para la utilización de
los puertos, especialmente en Arica y han estado abiertos a una conversación franca de
los temas bilaterales que aún nos preocupan; por lo mismo, no se puede culpar a Chile
de todos los problemas que aquejan a Bolivia. Lamentablemente, el litoral que les
perteneció alguna vez, no les puede ser devuelto; a mi parecer no corresponde y es
totalmente inviable. Es imposible que cortemos nuestro territorio, nadie lo haría.
El tema no pasa por una salida soberana al mar a Bolivia, sino de darle mayores
facilidades y comodidad a la gente que transita ambos países, controles menos estrictos
que faciliten el comercio, pero sin descuidar el tema de la droga. Soberanía imposible.
Este año se recuerdan 130 años del comienzo de la Guerra del Pacífico, que enfrentó a
Chile contra Perú y Bolivia. Muchos años son como para vivir pensando en lo que pudo
haber sido, sin preocuparnos de analizar nuestra historia en común vivida en dicho
conflicto. Y no me refiero a buscar culpables, porque en esos términos nuestros países
jamás se pondrán de acuerdo, pues los gobiernos actuaron pensando en lo mejor para
sus países y los soldados de ambos ejércitos se enrolaron por lo que creían correcto,
justo y por servir a su patria.
Somos un país sólo con memoria inmediata; lo que sucedió ayer ya no tiene mayor
importancia, sólo basta comprobar que el próximo año celebramos el Bicentenario de la
Independencia, pero proyectos históricos son contados con los dedos de las manos;
claro que existen otras prioridades, pero un árbol sin raíces no puede crecer. Debemos
conocer nuestra historia en Chile y Bolivia.
La invasión de 1879
El 14 de febrero de 1879, el buque chileno Blanco Encalada atacó la ciudad boliviana de
Antofagasta y las tropas chilenas avanzaron hasta Calama para apoderarse del litoral
boliviano. Desde entonces, Bolivia quedó sin salida al océano Pacífico. Son 130 años
sin salida a esta costa.
La toma de Antofagasta
Llegó a Antofagasta el buque blindado chileno Blanco Encalada y la corbeta O’Higgins,
mientras que el prefecto del Litoral Severino Zapata no contaba con efectivos para hacer
frente a las tropas chilenas que sumaban 200 soldados y tomaron la plaza, según el
historiador Carlos Mesa.
Enfrentando al enemigo
Los chilenos obligaron a Zapata, a los funcionarios bolivianos y a algunos guardias
armados a abandonar la ciudad. Antofagasta tenía alrededor de 5.000 ciudadanos
chilenos y sólo 600 bolivianos; por lo tanto, en la toma del territorio la población, que
era en su mayoría chilena, celebró la acción.
Especiales / DÍA DEL MAR
La defensa de Calama y el combate heroico de Abaroa
Dos historiadores chilenos describen la contienda y reflexionan sobre el “combate
de Calama o Topáter”, con énfasis en el ataque simple para ingresar y tomar al
pueblo de Calama, después de una resistencia boliviana.
MAURICIO PELAYO G.,
historiador y académico chileno.
En anteriores gestiones, la agenda era buscar acuerdos de libre comercio, pero con
el ingreso de este gobierno se impuso la agenda de los 13 puntos. ¿Habrá algún
convenio cuando se acabe de tratar la agenda de los 13 puntos?
Vemos la relación de una manera más integral, expresada en la agenda de los 13 puntos.
Tenemos un acuerdo de complementación económica con Chile, estamos buscando un
comercio justo. Nosotros cuidamos que los acuerdos que se firmen sean en defensa de
los intereses de Bolivia. Ha habido apertura de parte de Chile y estamos trabajando para
que los acuerdos sean de beneficio mutuo; hemos planteado la propuesta del comercio
justo.
¿Al final de este diálogo habrá una firma de acuerdo? ¿Ocurrirá antes de que
Bachelet se vaya?
No te olvides que estamos en este tema más de 100 años, hubo negociaciones directas
que no tuvieron éxito. No queremos entrar en la especulación, queremos ser
responsables; con la agenda de los 13 puntos se incluye el tema marítimo. Tenemos
avances y los haremos conocer oportunamente a nuestros países. Hubo grandes avances,
por ejemplo en la integración de nuestras fronteras o la rehabilitación del ferrocarril y la
habilitación del puerto de Iquique. Hubo grandes avances en el tema Silala,
posiblemente encontremos una salida.
Entonces, ¿la posible firma a la finalización de este diálogo posiblemente no sea
pronto?
No, ya ha habido varias firmas entre nuestros gobiernos. Hubo grandes avances en el
tema de aduanas, libre tránsito, desarrollo fronterizo, comercio. Se avanza y esto
termina en convenios.
Se está trabajando para que Chile ya pueda compensar por el 50 por ciento, y están de
acuerdo. El otro 50 por ciento se somete a estudios científicos. Los técnicos de Chile y
Bolivia tienen que implementarlos para que en cuatro años sepamos qué porcentaje de
las aguas científicamente nos corresponde.
Mientras tanto, el 50 por ciento representa 17 mil dólares por día. No hemos hecho
cálculos, no hay esos cálculos bien trabajados, pero estamos por esas cifras.
Esto significa que hay dos aspectos por precisar: la propiedad del agua y si va a
hacerse un pago retroactivo o va a ser después del convenio la cobranza.
Nos estamos concentrando en la figura de la compensación, que sería desde enero del
2009. Primero resolvemos esto y luego resolvemos la retroactividad. Por que si
discutimos la retroactividad se van a seguir llevando nuestras aguas.
¿En el ámbito de los 13 puntos hay alguno que es un poco difícil de superar?
Uno de los temas más sensibles es el tema marítimo, estamos desarrollando con calma,
construyendo la confianza mutua, que por muchas décadas ha sido abordado, ahora la
diferencia es que están participando todos, artistas, campesinos, universidades, etc.
Esto se quedará como una política, es decir que ¿cuando termine el mandato de la
presidenta Bachelet continuará?
Yo no puedo hablar por Chile, pero nosotros somos un gobierno de diálogo.
“ Estamos trabajando para tener un acceso al mar, pero con soberanía. Eso es
gradual, tendremos ese acceso gradualmente. ”
Especiales / DÍA DEL MAR
El Canciller admite que no hubo éxito en el tema mar
Visiones • El vicecanciller Fernández, por su parte, dice que Chile es un vecino, no
enemigo.
Chile no es nuestro enemigo, es nuestro vecino, y va a ser
siempre nuestro vecino, por la geografía. A nosotros nos tocó
vivir al lado de ellos y tenemos que construir una relación
positiva, complementaria y buena para ambos”, dijo a La
Razón el vicecanciller, Hugo Fernández, la anterior semana,
como una evaluación de la relación bilateral a propósito del
Día del Mar.
Antes, el vicecanciller Fernández sostuvo que el punto más avanzado en la agenda sin
exclusiones es aquel que plantea el desarrollo de la confianza mutua entre ambos países.
“Hay que ver todo el conjunto de la agenda, no hay que verla de una manera separada.
Eso es lo que nos marca el avance”, dijo.
La integración física
En este punto trabaja el Grupo Técnico Mixto (GTM). Retomaron reuniones el 2007.
Intercambian información y coordinan acciones sobre rutas fronterizas y sobre los
programas de inversión en esas vías. La ABC asegura que uno de los tramos estará
concluido este 2009.
Complementación económica
Luego de 2 años se reunió la Comisión del Acuerdo de Complementación Económica
22 (ACE 22) en junio del 2008. La idea es programar actividades para incrementar el
comercio bilateral. Además de un acuerdo de Ceprobol y ProChile entre 2007-2008 con
cuatro ferias.
Tema marítimo
Se destaca que por primera vez se incluye en la agenda bilateral el tema marítimo el
cual determina como mecanismo la realización de dos reuniones anuales. Se coincidió
en que existe un avance en el tema que forma parte del proceso de construcción de
confianzas.
Culturas
También se suspendió la Primera Comisión Mixta de Culturas programada para el 10 de
noviembre del 2008 en Santiago (Chile) y se programó otra para abril del 2009 con una
modalidad similar a la que fue suspendida.
Otros temas
Están en marcha acuerdo entre ministerios de Relaciones Exteriores, cooperación
técnica de ministerios de Trabajo de ambos países, un acuerdo de cooperación y ayuda
mutua de prevención de desastres y un convenio de seguridad social y restitución de
bienes culturales.
Especiales / DÍA DEL MAR
“No se puede ceder soberanía”
José Rodríguez Elizondo, historiador y académico, plantea una solución trilateral
conjunta.
El historiador y docente chileno José Rodríguez Elizondo
analiza los acercamientos entre los gobiernos de Chile y
Bolivia y la demanda centenaria de una salida al mar.
Las buenas relaciones entre los presidentes Bachelet y Morales, ¿cómo han influido
en la política de Estado de Chile, en lo que respecta a una acción concreta en el
tema marítimo?
Según mis fuentes, la presidenta Bachelet valora la manera amistosa con que se ha
llevado la agenda con Bolivia. Esto siempre será más útil que una relación crispada. El
presidente Evo Morales, por su lado, conoce las limitaciones reales de Chile para lo que
usted llama “acción concreta”. También debiera conocer lo poco que ayuda a la buena
relación las interferencias de terceros, como la reciente postura de Fidel Castro (ex
presidente de Cuba).
Desde el siglo pasado hubo distintos acercamientos entre ambos países, ahora
¿habrá evidente interés chileno de responder a una aspiración boliviana?
Hay que saber distinguir entre los sentimientos y los intereses. Al margen de los
ultranacionalistas, los buenos sentimientos de los chilenos hacia los bolivianos son
evidentes. Pero también es evidente que el interés nacional nunca pasa por ceder
soberanía a otro país, como es el pedido de los millones de bolivianos
Chile con el propósito de engañar a propios y extraños, inventó que las aguas
recolectadas en territorio boliviano mediante canales artificiales forman un río
internacional de curso sucesivo que nace en Bolivia e ingresa al nuevo territorio chileno
en forma natural. En estudios de hidráulica, este argumento está descartado, como se
comprueba recorriendo la región del Quetena, donde los canales artificiales construidos
en 1886, son zanjas de tierra revestidas de rocas volcánicas formando canales
rectangulares. Si estos canales artificiales se comparan con el lecho de un río, notamos
su diferencia, porque el cauce de un río por el cual escurre el agua es irregular y sinuoso
conforme va erosionando el terreno y en el fondo del lecho existen cantos rodados y
arena. Sólo puede existir un río en regiones donde llueve dentro de una cuenca
hidrográfica con laderas por donde corren distintos cursos de agua, que por su velocidad
y la pendiente del terreno originan quebradas profundas y anchas. Todos estos
elementos básicos para hablar de un río, no existen en la región desértica del Quetena,
cuya climatología es similar al desierto de Atacama de Chile.
“Según el Sergeomin, el agua retenida en los bofedales del Quetena es agua fluvio-
glacial... que hoy se conoce como agua fósil”.
Especiales / DÍA DEL MAR
“En la Agenda, el tema marítimo parece un asunto más”
JAVIER MURILLO DE LA ROCHA,
ex canciller de la República.
Me parece que estamos volviendo a lo de siempre. A Chile le interesa, por imagen, una
buena relación con Bolivia, pero, en sus términos, vale decir, mejorar el libre tránsito,
hablar de comercio bilateral, pero sin encarar una negociación seria en cuanto al tema
marítimo. Hasta el momento no se tiene ninguna noticia positiva en cuanto a las
vertientes del Silala, por ejemplo.
Y, para resolver ése o cualquier otro tema, la voluntad política es irremplazable. Bastaría
con que Chile como muestra de una nueva actitud hacia Bolivia comience a pagar por
las aguas que utiliza gratuitamente desde 1906, y ése sí sería un gesto concreto. O que
muestre los verdaderos avances en el desminado de la frontera. O muestre disposición
para retomar negociaciones en el tema del enclaustramiento boliviano desde 1879. Los
intercambios de visitas así sean del más alto nivel no resuelven los problemas: sólo las
decisiones políticas de los países involucrados, insisto.
Me temo que a los chilenos sólo les interesa el statu quo indefinido. Bolivia debe insistir
en una solución conforme a los planteamientos hechos en 1975, sin la carga política e
histórica que está presente cuando se plantea este delicado asunto, y sin caer en los
extremos mercantilistas o de un pragmatismo que raye en la claudicación inaceptable.
“Los intercambios de visitas así sean del más alto nivel no resuelven los problemas:
sólo las decisiones políticas de los países involucrados”.
speciales / DÍA DEL MAR
No hubo integración fronteriza ni libre tránsito de productos
El experto en temas de comercio exterior, Gary Rodríguez, hace una evaluación a
la agenda bilateral. Sostiene que sólo el país cree en la confianza mutua. Bolivia
desaprovecha el mercado vecino.
Gary Antonio Rodríguez A.,
gerente general IBCE.
Los temas de Agenda bilateral son importantes en muchos aspectos para el mejor
relacionamiento entre Bolivia y Chile; sin embargo, tampoco aquel país tiene la culpa
de que en el nuestro no haya estabilidad política y social, y ausencia de buenas políticas
públicas para una mejor complementación bilateral.
Hay que recordar que prácticamente el 99% del mercado chileno está abierto para las
exportaciones bolivianas, y se halla desaprovechado más por cuestiones internas que por
falta de voluntad en aquel país, a no ser el caso del azúcar, donde Chile ofrece un
ridículo cupo de 6.000 toneladas anuales liberadas de arancel, cuando sus importaciones
desde el mundo han llegado a superar las 150.000.
Están por cumplirse tres años desde la reanudación del diálogo y los frutos no se
perciben. Por ejemplo, la balanza comercial es más deficitaria hoy para Bolivia; el
control fronterizo del contrabando es escaso (ropa usada). Según datos del INE, el valor
de las exportaciones bolivianas a Chile en el 2008 fue de $us 77 millones (récord
inducido por el “efecto precio” producto del auge mundial) cifra que en todo caso
palidece frente a los $us 57.000 millones de importación que registró el vecino país
desde el mundo. ¿Qué importancia tienen para Chile nuestros productos? Casi nada:
sólo un 0,14%.
No dejó de causar asombro, por tanto, que, en más de una oportunidad, la candidez de la
diplomacia boliviana llegara al extremo de declarar que la relación bilateral con Chile
había alcanzado su punto histórico más alto “el más alto”, claro, hasta que los
bolivianos se dieron cuenta de que durante todo este tiempo hubo un divorcio no
declarado entre la visión que tiene aquel país y el nuestro, para resolver el atávico
diferendo marítimo, ignorancia que llevó a Bolivia a retroceder, incluso, en el
planteamiento del tema en foros multilaterales.
Reunión en Montevideo
Bachelet y Morales se reunieron por 20 minutos en la capital uruguaya en octubre del
2006 donde se llevaba a cabo la cumbre Iberoamericana. En la ocasión, el Presidente
boliviano recalcó el inicio del diálogo con la frase “Si el mar nos ha dividido, que el mar
nos vuelva a unir”.
Homenaje a Abaroa
El 10 de abril de 2007 el ejército chileno rindió homenaje al héroe del Topáter, Eduardo
Abaroa, en la plaza que lleva su nombre en la sede de gobierno. El general Óscar
Izurieta, comandante del ejército chileno, declaró en ese entonces su admiración por “el
héroe por su entrega a sus valores patrios”.
Corredor bioceánico
El 17 de diciembre de 2007 la presidenta de Chile, Michelle Bachelet; de Brasil, Inácio
Lula; y de Bolivia, Evo Morales acordaron impulsar el corredor interoceánico para unir
el océano Atlántico y el Pacífico, para la integración sudamericana. El acuerdo sigue en
pie, pero aún no se ha podido materializar.
Acuerdo de defensa
El 17 de junio del 2008, los ministros de Defensa de Chile, José Goñi, y de Bolivia,
Walker San Miguel, firmaron un memorando de entendimiento que acerca formalmente
a las Fuerzas Armadas de ambos países, que vivieron de espaldas desde la Guerra del
Pacífico de 1879 en la que Bolivia perdió el acceso al mar.
Asegura que las FFAA consideran que “hoy en día existe un escenario en la comunidad
internacional en el cual los conflictos interestatales vienen resolviéndose por la vía del
diálogo”, pues “por ello se viene trabajando en el incremento de las medidas de
confianza mutua como una contribución de la institución militar al fortalecimiento de un
escenario del diálogo para resolver nuestras diferencias en paz”.
Sostuvo que las FFAA “mantienen latente el objetivo nacional de retornar a las costas
del Pacífico con plena soberanía. En tal sentido, cualquier situación que contribuya a
este caro anhelo es considerado positivo” por el país.
El titular de las Fuerzas Armadas de Bolivia dijo que “comprende que cualquier interés
demostrado por la población del vecino país respecto a la demanda marítima es siempre
positiva, pues refleja un grado de conciencia sobre la problemática que impulsa a la
búsqueda de solución definitiva al anhelo de todo un pueblo”.
El militar asegura que el problema centenario podría ser resuelto a través del desarrollo
de los intereses marítimos de ambos países.