Vous êtes sur la page 1sur 8

Misión Viajero

(Extraído de la publicación de la N.A.S.A.)

Las naves gemelas Voyager I y Vogayer II fueron lanzadas desde Cabo Cañaveral, a
intervalos de meses, en el invierno de 1977 (verano para el hemisferio sur).

La misión Viajero fue concebida a partir de la poco común disposición geométrica de


los planetas en las postrimerías de la década del '70 e inicios de los '80. Las posiciones
relativas de los planetas, las que no volverían a repetirse hasta dentro de ciento setenta y
cinco años, permitiría a una nave atravesar un "sendero" que la llevaría de un planeta a
otro sin la necesidad de poseer un sistema de propulsión de larga duración.

Estas naves fueron programadas originalmente para realizar estudios acerca de Júpiter,
Saturno, sus anillos y los satélites mayores de ambos planetas. Para tal fin fueron
equipadas con sistemas de capacidades superiores a las desarrolladas hasta ese
momento, sistemas que le permitirían volar a través del sistema solar en forma
programada por control remoto.

Ambas naves fueron equipadas con instrumentos dispuestos a realizar diez


experimentos.

Incluyeron cámaras de televisión, censores para detectar rayos infrarrojos o


ultravioletas, detectores de plasma, magnetómetros, censores para rayos cósmicos y
partículas cargadas, además de una radio que fue utilizada para conducir las
experiencias.

La misión, debido al éxito en el cumplimiento de sus primeros objetivos, se extendió


adicionando un vuelo a los dos planetas gigantes exteriores Urano y Neptuno (lo que
resultó un reto posible e ineludible para los ingenieros del "Proyecto Viajero" en el Jet
Propulsion Laboratory (JPL) en California, Estados Unidos.

Las dos misiones, que eventualmente se transformaron en cuatro, prolongó sus cinco
años de vida a doce. Eventualmente, después de haber recorrido y explorado todos los
planetas exteriores de nuestro sistema solar, sus cuarenta satélites naturales, sus campos
magnéticos, la misión Voyager debía terminar.

Pero, la información recabada revolucionaría la ciencia astronómica planetaria,


ayudando a resolver múltiples interrogantes a la vez que generaba infinidad de otros
nuevos a cerca del origen y evolución de los planetas en el sistema solar.

Además lleva, cada nave, un disco de oro donde han quedado grabados "todos" los
idiomas de nuestro planeta, música, imágenes, para que si, alguna vez, estas naves
fueran encontradas por vida extra-terrestre inteligente, supieran de donde provienen y
quienes las construyeron....

Jupiter :
Los estudios de infrarrojos de la sonda espacial Voyager indicaron que el 87% de la
atmósfera del planeta está compuesta de Hidrógeno, y la mayor parte del 13% restante
está formada de Helio; hay blancas nubes de cristales de amoníaco helado junto con
nubes de color de otros compuestos que se arremolinan en corrientes atmosféricas
conducidas por la rotación del planeta. La Gran Mancha Roja es un ciclón gigantesco:
aquí se ve en una fotografía realizada en 1979 por el Voyager 1.

La nave espacial Voyager I fotografió en 1979 a Ío, la luna más interior de Júpiter, diez
volcanes estaban en actividad en ese momento. En los tres meses que transcurrieron
entre las visitas del Voyager I y el Voyager II, algunos volcanes se detuvieron, mientras
que otros, antes inactivos, entraron en erupción, siendo la primera erupción volcánica
extraterrestre en ser vista. Otro descubrimiento importante fue la existencia de anillos,
la que fue confirmada en 1998 con la visita de la nave Galileo.
Por la baja densidad observada se deduce que el interior de Júpiter ha de tener,
esencialmente, la misma composición que la atmósfera, así que este inmenso mundo
estaría compuesto de los dos elementos más ligeros y más abundantes del Universo, una
composición similar a la del Sol y a la de otras estrellas. En consecuencia, Júpiter puede
corresponder a una condensación directa de una parte de la nebulosa solar primordial, la
gran nube de gas y polvo interestelar a partir de la que se formó todo el Sistema Solar
hace unos 4.700 millones de años.

Saturno :
Tres naves espaciales estadounidenses han incrementado enormemente el
conocimiento del sistema de Saturno.
La sonda Pioneer 11 fue lanzada en septiembre de 1979, seguida por el Voyager 1 en
noviembre de 1980 y el Voyager 2 en agosto de 1981.

Es el planeta más grande después de Jupiter. Es distinguible por sus anillos que son
unas bandas (más de 100.000) muy anchas y muy planas formadas por fragmentos de
rocas, gas helado y hielo. El Voyager 2 captó esta imagen, ampliada posteriormente por
ordenador o computadora, desde una distancia de 8,9 millones de km cuando, en 1981,
pasó por este planeta.

Urano :
Es el séptimo planeta en cuanto a distancia al Sol, que gira fuera de la órbita de
Saturno y dentro de la órbita de Neptuno

El color azul verdoso de Urano se debe al gas metano presente en su atmósfera fría y
clara. Lo que en la imagen parece ser el extremo derecho del planeta es en realidad el
límite entre el día y la noche. Por la forma de girar el planeta, la noche y el día duran 42
años cada uno. Los científicos se formaron esta visión de Urano por las imágenes
enviadas por el Voyager 2 en 1986, en un momento en el que la sonda estaba a 9,1
millones de kilómetros del planeta.

El Voyager 2 descubrió cuatro nuevos anillos (ya se conocían cinco) y diez nuevas
lunas (conocían sólo cinco) alrededor de Urano en su acercamiento, de
aproximadamente 105.000 km, el 24 de enero de 1986.
En la foto se ve el anillo y una de sus lunas, Miranda.

Neptuno :
Es el cuarto planeta en cuanto a tamaño, el octavo en cuanto a distancia al Sol, y el
más distante de los cuatro visitados. El Voyager II fue la primera nave terrestre en
visitarlo, pasando a 4900 km de distancia, el 25 de Agosto de 1989. La concentración de
metano en su atmósfera le da ese color característico.

En 1989 la misión Voyager 2 produjo esta imagen de Neptuno en falso color,


mostrando los diferentes componentes de la atmósfera del planeta.

Se conocen ocho satélites que giran alrededor de Neptuno, dos de los cuales se pueden
observar desde la Tierra. El mayor y más brillante es Tritón, descubierto en 1846, año
en el que se observó Neptuno por vez primera. Tritón, con un diámetro de 2.705 km es
poco menor que la luna terrestre. A pesar de su temperatura extremadamente fría, Tritón
tiene una atmósfera de nitrógeno con algo de metano y una cierta neblina. También
muestra una activa superficie de géiseres que arrojan una materia subterránea
desconocida. Nereo, el segundo satélite, (descubierto en 1949), tiene un diámetro sólo
de unos 320 km.

Neptuno también está rodeado por cinco anillos. Su campo magnético está inclinado
más de 50° respecto al eje de rotación.

Vous aimerez peut-être aussi