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Revista Venezolana de Urología urología general experimental e investigación

Derivación urinaria interna


FRANCISCO FARIÑAS*, BAUDILIO ORTIZ**, FROSCA RAMIREZ**

Palabras claves: . Obstrucción urinaria, Derivaciones urinarias, Catéter doble jota.

*Profesor Agregado, Escuela de Medicina Luis Razetti, Universidad Central de Venezuela. **Magíster
Scientiarum de la XXIV Promoción Postgrado de Urología, Escuela Luis Razetti, UCV

Resumen: Presentamos 33 casos de derivación − Duration of catheter: maximum 420 days,


urinaria interna mediante el uso de catéteres doble minimum 7 days, mean 90 days.
jota, colocados por vía endoscópica en 15 casos y
durante un procedimiento quirúrgico abierto en 17 − Creatinine levels: 5 patients with only one
casos. Los 33 casos fueron atendidos en el kidney and high creatinine levels improved
Hospital Universitario de Caracas, durante los the renal failure after placement of double J
años 1986-1990. La edad promedio de los catheters within 24 hours. Similarly in
pacientes fue de 26 años. informamos de la patients with 2 obstructed kidneys and high
derivación, asi como de nuestros resultados en levels of creatinine, this levels went back ta
cuanto a: normal after placement of catheters.

− Duración del catéter: máximo 420 días, − Infection: there was no infections
mínima 7 días, con un promedio de 90 días. demonstrated by urine analysis and urine
culture.
− Niveles de creatinina: 5 pacientes portadores
de un riñón único con creatinina elevada − Permeability: integrity and permeability
mejoraron su cuadro de insuficiencia renal al ofurinary derivation was assessed by
colocarles el catéter doble jota en las radiological studies.
primeras 24 horas. Asimismo, en pacientes
con 2 riñones obtruidos y cifras elevadas de − Complications: only 2, related ta the
creatinina, los valores retornaron a la insertions technique.
normalidad al colocarles el catéter doble
jota. INTRODUCCIÓN

− Infección: no se demostró cuadro de La colocación endoscópica de un catéter ure- teral,


infección producido por el catéter doble jota autofijable interno es una adición eficaz en el
al realizar los controles de dichos pacientes tratamiento de pacientes con obstrucción ure- teral
mediante los exámenes de orina y urocultivo. o fístulas urinarias, obviando la intervención
quirúrgica convencional (1,2).
− Permeabilidad: se realizaron estudios
radiológicos de la derivación urinaria, En base a este hecho decidimos investigar las
comprobándose la integridad y ventajas que tienen las derivaciones urinarias in-
permeabilidad del tracto urinario alto con ternas, para la función renal y permeabilidad del
dicho catéter. tracto urinario superior, utilizando un catéter doble
Jde silastic, autoajustable y de larga duración, co-
− Complicaciones: Solamente 2, inherentes a la locado dentro del sistema urinario alto (Figura 1).
técnica de colocación del catéter.
Los candidatos potenciales para este procedi-
Summary: We report the use of double J catheters miento simple y efectivo, fueron pacientes con
in 33 patients with internal urinary diversion, 15 of obstrucción y/o fístulas urinarias post-quirúrgicas,
which were performed vía endoscopy and17 during fibrosis retroperitoneal, obstrucción congénita de la
conventional open surgical pracedure. unión ureteropiélica, así como las obstrucciones
por procesos malignos del tracto urinario bajo o
All patients were attended at the "Hospital tejidos circunvecinos que lo invaden (2).
Universitario de Caracasl', during 1986-1990.
Mean age was 26 years.

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frecuencia aproximada del 20% de los casos que


ameritan tratamiento quirúrgico del Servicio de
Urología del Hospital Universitario de Caracas
(HUC); cuando la obstrucción ameritaba una
derivación temporal o definitiva, ésta comúnmente
se realizaba hacia el exterior por cirugía abierta.

Desde 1986 hemos venido desarrollando la técnica


de derivación urinaria interna, mediante el uso de
catéteres ureterales doble J a permanencia,
transformando la técnica quirúrgica tradicional, las
indicaciones, conducta, disminuyendo los costos, el
Figura 1. Modelos de catéter doble J. tiempo de hospitalización y el trauma del paciente.

En los pacientes con enfermedad diseminada MATERIAL Y MÉTODO


maligna, la derivación urinaria interna ofrece la
oportunidad para mejorar la calidad de vida sin el Entre enero de 1986 y mayo de 1990, los pacientes
riesgo quirúrgico o la morbilidad potencial de la del Servicio de Urología del HUC, incluidos en
derivación con cirugía abierta (2). este trabajo reunían las siguientes condiciones:

Desde 1951 existen numerosos reportes del uso de 1) Tenían obstrucción urinaria alta: entre la
catéteres ureterales para el drenaje interno del pelvis renal y la unión ureterovesical.
tracto urinario obstruido, pero fue en 1967 que
Zwinskid, Fettchy y Wilkinson, originalmente 2) Eran mayores de 18 años.
describieron el uso de una fístula ureteral de
silicone introducida mediante cistoscopia, para el Una vez seleccionados se les sometió al
manejo de las estrecheces ureterales de diversos procedimiento quirúrgico siguiendo las pautas del
orígenes (2,3). Servicio para la asistencia médica, incluyendo la
demostración del sitio de la obstrucción, mediante
A partir de ese momento se realizaron numerosos una o las tres exploraciones siguientes si estuvieran
inventos hasta 1976 cuando Mardis introduce el indicadas:
uso de un catéter angiográfico con un extremo
enrollado como catéter ureretal, éste tenía la 1) Urografía de eliminación.
ventaja que al colocarse adecuadamente en la
pelvis renal o cálices superiores actuaba con un 2) Ureteropielografía enterógrada o retrógrada.
mecanismo de anclaje, previniendo la migración
hacia abajo (2,3). 3) Ureterorenoscopia.

Los problemas encontrados en los pacientes con Todos los procedimientos fueron realizados por los
obstrucción ureteral tratados con catéteres médicos autores actuando como cirujano y/o
ureterales de polietileno con una sola J, eran primer ayudante. Utilizamos un nuevo catéter de
debidos en su mayoría a la migración proximal e silastic tipo doble J el cual es autofijable y de larga
irrigación de la mucosa vesical por la pestaña distal duración dentro del organismo, tratando de
(4,5). Es así como surge en 1978 un catéter doble J, investigar sus ventajas y desventajas. Los catéteres
limitando la migración, minimizando los efectos fueron obtenidos a través de las casas
irritativos colaterales y facilitando su colocación distribuidoras en e1 comercio local.
(5).
Nuestra investigación se basó en la evaluación de
Los catéteres doble J ofrecen por lo tanto, la la permeabilidad del tracto urinario donde se
ventaja de su fácil inserción endoscópica, colocó el catéter doble jota, mediante el empleo de
tolerancia excepcional y mayor resistencia a las urografía de eliminación y/o ureteropielografía; y
incrustaciones. Son catéteres colocados para de las infecciones mediante exámenes de orina y
derivación ureteral temporal o permanente (2,6). urocultivos. Nuestros hallazgos fueron comparados
con un grupo sometido a otro tipo de derivación
La obstrucción del árbol urinario alto (desde el urinaria.
riñón hasta la unión ureterovesical), alcanza una

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A todos los pacientes se les llenó una ficha que Las causas extrínsecas representaron el tercer
sirvió para la recolección de datos e identificación grupo de pacientes dentro de las causas
de cada caso. La ficha especificó: nombre, número obstructivas (Figura 3).
de historia, sexo, diagnóstico preoperatorio, fecha
del procedimiento, tipo de procedimiento La vía endoscópica fue utilizada para la colocación
realizado. de los catéteres ureterales doble J en los casos
obstructivos extrínsecos (seis) y en los intrínsecos
Del total de 33 pacientes incluidos en el trabajo, 24 (nueve). En los casos obstructivos extrínsecos
pertenecían al sexo femenino y 9 al sexo motivados a enfermedad maligna retroperitoneal
masculino. El promedio de edad fue de 26 años con avanzada que no podían ser sometidos a cirugía
un rango entre 18 y 80 años. abierta, se logró mejorar la calidad de vida del
paciente y se permítió la administración de terapia
Las causas que motivaron la derivación urinaria adyuvante al mejorar la insuficiencia renal.
interna fueron: traumatismos en 2 pacientes y
obstrucción en 31 pacientes. De los 31 casos de La derivación urinaria interna fue realizada en
obstrucción, 25 fueron intrínsecas y 6 extrínsecas. forma ambulatoria en 15 pacientes, mientras que en
El total de derivaciones urinarias realizado fue de el resto se realizó estando hospitalizados. En 22
41. A 9 pacientes se les realizó la derivación pacientes la derivación se realizó en forma
urinaria durante la cirugía abierta y a 15 por vía temporal y en 11 en forma permanente. La
endoscópica. anestesia general fue la más utilizada para el
procedimiento.
La obstrucción intrínseca representó el mayor
número de casos; dentro de estos casos la litiasis El número de catéteres ureterales doble J utilizados
representó el primer grupo (Fi gura 2), seguido por fue de 44, en 33 pacientes. La duración del catéter
el grupo de las estenosis ureterales. doble J en el tracto urinario fue de 7 días como
mínimo y 420 días como máximo, con un
promedio de 90 días. El recambio de los catéteres
se realizó cada 4 a 6 semanas con anestesia local y
buena tolerancia de los pacientes.

De los 33 pacientes estudiados, a 28 se les realizó


una urografía de eliminación preoperatoria para
evaluar la anatomía del tracto urinario obstruido y
precisar la causa y el sitio de la misma.

A 3 pacientes se les realizó una ureteropielografía


retrógrada debido a las cifras elevadas de
creatinina; a 2 no se les realizó ningún estudio de
contraste preoperatorio.

Descripción de técnicas.

Para realizar la derivación urinaria interna durante


la cirugía abierta se utilizó la siguiente técnica:

1. Una vez practicado el procedimiento


quirúrgico se pasó la guía metálica desde la
pelvis hasta el meato, o desde el meato
neoformado hasta la pelvis en los casos de
reimplante ureteral, verificándose mediante
control fluoroscópico.

2. Colocación del catéter doble J sobre la guía


metálica empujándolo con el impulsor hasta
hacerlo avanzar quedando una J en la pelvis y
la otra en la vejiga.

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Para realizar la derivación urinaria por vía


endoscópica retrógrada se utilizó la siguiente
técnica:

1. Se practicó la endoscopia y se visualizó el


meato ureteral (Figura 4).

Figura 4. Catéter doble J introducido a través del


meato ureteral Figura 6. Secuencia radiológica: guía metálica
cuyo extremo superior está enrollado en la cavidad
2. Se pasó la guía de metal hasta llegar a la renal.
pelvis renal, con radiografías seriadas
(Figuras 5 y 6). De los 33 pacientes incluidos en nuestro trábajo, 15
fueron sometidos a derivación urinaria por vía
endoscópica. De estos 15 pacientes, 6 fueron
tratados ambulatoriamente y 9 estando
hospitalizados.

A todos los pacientes se les administró antibióticos


por vía oral o parenteral de 24 a 48 horas antes del
procedimiento. Los antibióticos usados fueron del
grupo de los aminoglicósidos y cefalosporinas.

Figura 5. Introducción de la guía a través del uréter

3. Se introdujo el catéter sobre la guía,


empujándolo con el impulsor hasta hacerlo
avanzar desde el meato ureteral hasta la pelvis
renal, comprobando su posición mediante
radiología (Figuras 7 a 9).

4. Se retira la guía comprobando que la J Figura 7. Introducción del catéter doble J sobre k
superior queda en la pelvis y, mediante guía metálica
citoscopia, que la inferior queda en la vejiga
(Figura 10).

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RESULTADOS

En esta serie de 33 pacientes, 5 casos tenían un


solo riñón y 28 los dos. De estos últimos, 11 tenían
los dos riñones obstruidos y 17 sólo 1. De los 5
casos con un solo riñón, 3 presentaron niveles
elevados de creatinina preoperatoriamente, que
después de la colocación del catéter disminuyeron
a valores normales. En los otros dos casos, no hubo
ninguna modificación postoperatoria de los valores
normales en el postoperatorio.

Figura 8. Introducción del catéter doble J mediante


el impulsor

El día de colocación del catéter sin anestesia


general, al paciente se le administró una ampolla
de dipirona y una de benzodiazepina, por vía
intramuscular. A algunos de nuestros pacientes se
les colocó sedación intravenosa con diazepam y
analgésico como meperidina. A otro grupo se le
colocó anestesia local uretral (xylocaina).

Figura 10. Comprobación radiológica de la


posición del catéter doble J terminado el
procedimiento.

Figura 9. Secuencia radiológica: catéter doble J


desplazado sobre la guía metálica (Rx)

El líquido de irrigación utilizado para la colocación


del catéter fue solución fisiológica. Los
antibióticos fueron administrados por una semana Figura 11. Retención del extremo de la guía
más después del procedimiento; la duración del metálica al romperse intentando extraerla.
tratamiento con antibióticos dependía del resultado
de los urocultivos.

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De los 33 pacientes estudiados, sólo dos casos se


complicaron. Uno se debió a la migración hacia
arriba del catéter, enrollándose a nivel de la pelvis;
y el otro por retención de la guía metálica dentro
del catéter. Dichas complicaciones fueron
inherentes al procedimiento, sin riesgo para el
tracto urinario del paciente.

El catéter doble J nos permitió la permeabilidad del


tracto urinario alto, mejorando los niveles de
creatina en los casos obstructivos, sin riesgo de
infección.

DISCUSIÓN

En el año 1967, Zwinskind, Fettchy y Wilkinson,


describieron el uso de una férula uretral de silione
introduida mediante citoscopia para el manejo de
las estrecheces ureterales de diversos orígenes.

Figura 12. Ruptura del extremo inferior del catéter En 1974 McCollough, fue el primero en describir
doble J por adherirse a la litiasis renal el extremo un catéter autofijable de polietileno. En 1976
Gibbons introduce un catéter ureteral a
superior.
permanencia, radio-opaco, co colapsable, no
reactivo y autofijable con prolongaciones laterales
De los 11 casos con los dos riñones obstruidos se
en toda su extensión que impedía su migración, así
observó que 5 pacientes presentaron cifras elevadas
como una dilatación en el extremo vesical pa evitar
de creatinina preoperatoriamente que descendieron
su desplazamoiento hacia arriba (2).
en 4 pacientes a la normalidad, después de la
colocación del catéter. En 1 paciente la creatinina
En 1976 Mardis introduce el uso de un catéter
se estabilizó en 3 mg/dl. Los 6 restantes
presentaron cifras de creatinina preoperatoria ureteral. En 1978 surge un catéter ureteral con
doble J, el cual limitaba la migración minimizando
dentro de los límites de la normalidad
los efectos irritativos colaterales y facilitando la
manteniéndose sin modificaciones en el
postoperatorio. colocación del mismo (7).

A partir de 1986 comenzamos a utilizar la


En los 17 casos con un solo riñón obstruido las
derivación urinaria interna con catéter doble J en
cifras de creatinina se mantuvieron dentro de los
límites de la normalidad pre y postoperatoriamente. pacientes que presentaban obstrucción del tracto
urinario superior, encontrándose como causas
obstructivas las siguientes:
De los 33 pacientes en estudio, a 29 se les realizó
uroultivo y antibiograma antes, durante y después
de la colocación del catéter. En 19 casos los a. Intrínsecas: litiasis, estenosis ureterales,
estenosis de la unión ureteropiélica,
resutados fueron negativos tanto pre, trans y
postcatéter, y en 10 casos el uroultivo precatéter megaureter y reflujo vesicoureteral.
resultó positivo mientras que los urocultivos trans
y postcatéter resultaron negativos. b. Extrínsecas: cáncer de vejiga, cáncer de útero,
fibrosis retroperitoneal y cáncer de colon.
A 26 pacientes se les realizó evaluación de la
permeabilidad delo tracto urinario con el catéter La colocación del catéter doble J es una maniobra
doble J mediante la utilización de material de factible de realizar bajo anestesia local en forma
contraste; de los 26 casos, 5 eran portadores de ambulatoria, si embargo, en uestra cauística se
riñones únicos. Sólo 15 pacientes fueron tratados colocaron muchos catéteres en pacientes
en forma ambulatoria; al resto se le efectuó la hospitalizados, debido a la etiología de la
derivación urinaria bajo hospitalización puesto que obstrucción.
la misma se realizaó durante una cirugía abierta.

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Dichas derivaciones se realizaron en su mayoría en ecoómico y técnica quirúrgica más fácil,


forma temporal, con una duración promedio de 90 constituyen otro argumento de gran peso en su
días. Es de hacer notar que de los 33 pacientes en escogencia como primera opción cuando se piensa
estudio, 3 casos permanecieron con el catéter por en derivación urinaria.
más de un año sin recambio. Dos de estos casos
eran por fibrosis retroperitoneal y uno por litiasis CONCLUSIONES
ureteral. Dicho recambio no se realizó porque los
pacientes no volvieron a la consulta. 1) Los catéteres doble Jota son una adición
eficaz en el armamentario urológico.
De los 33 pacientes estudiados, 5 tenían un riñón
único. E ellos pudimos observar que las cifras de 2) Su colocación es fácil, sencilla y es bien
creatia antes de la colocación del catéter se tolerada por los pacientes.
encontraban elevadas y después de la derivación
retornaba a la normalidad en las primeras 24 horas, 3) Mediante su utilización se logra mejorar la
demostrándose con esto que los catéteres doble J obstrucción del tracto urinario alto,
son una alternativa muy útil dentro del normalizar las cifras de creatinina, mantener
armamentario urológico. la permeabilidad del trayecto urinario, y
disminuir las infecciones.
En relación a los síntomas que podían derivarse por
la presencia del catéter doble J en el tracto urinario BIBLIOGRAFÍA
superior tales como hematuria, fiebre, disuria,
nocturia, piliaquiuria e infecciones fueron 1. Biogngiari LR, Lee KR, Moffat R.
observadas muy pocas durante el control de Conversión of percutaneous ureteral stent to
nuestros pacientes. indwelling pigtail stent over guide wire.
Urology 1980;15:461.
Algunas complicaciones observadas fueron
inherentes a la colocación del catéter, siendo la 2. Kearney G, Mahoney E, Brown H. Useful
migració hacia la pelvis renal en un caso y la technique for long term urinary drainage by
retención de la guía metálica en otro, las más inlying ureteral stent. Urology 1979;24:126.
importantes (figuras 11 y 12).
3. Collier D, et al. Proximal stent displacement
Basados e estos años de experiencia coincidimos as complication of pigtail ureteral stent.
en recomendar como alternativa inicial la Urology 1979;23:372.
colocación de catéteres doble jota para desobstruir
o prevenir la obstrucción total del árbol urinario 4. Chodak G, et al. Technique for replacing
superior; sin embargo, sus beneficios se lograrán indwelling double J ureteral stents. Urology
en mayor grado cuanto más precoz sea su empleo. 1982;24:544.

De igual forma el recambio periódico garantiza su 5. Mardis H, Hepperleu T, Kamandel H. Double


permeabilidad, ausencia de efectos secundarios pigtail ureteral stent. Urology 1974;24:23.
tales como concreciones, micosis, y por supuesto
evitar las infecciones a cuerpo extraño. 6. Pollard SG, Macfarlane R. Symptoms arising
from double J stents. J Urol 1987;139:37.
Aunque hay bastante confiabilidad en su colocació
midiendo la distancia del meato urinario al riñon, 7. Mavaluso J Jr, et al. The use of the mahnetip
siemprees preferible colocarlo bajo visión double J ureteral stent in urological practice. J
fluoroscópica permanente. Urol 1989;142:701.

No dudamos en afirmar que las otras ventajas de


estos catéters como son: mejor tolerado, más

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