REPROGRAMACIÓN

HACIA EL AMOR
Encuentro con tu yo interior
Creemos que el amor lo encontraremos afuera, estamos buscando ansiosas (os)
aprobación, reconocimiento y sobre todo amor, sin entender que siempre ha
estado allí y vive en nosotras (os). Este ejercicio “recablea” la mente hacia el
encuentro de nuestro amor interior.

Marcela Valdeavellano
ENTRENARTE
4/20/2009
 marcela valdeavellano marcela@entrenarte.info +506 88105190

REPROGRAMACIÓN HACIA EL AMOR TOTAL DEL YO SUPERIOR

Un ejercicio de PNL para ponernos en contacto con nuestro Universo / Dios interior.

Ando tocando puertas…

Si consideras que tu madre, tu padre, tus hijos, tu marido, son la fuente del amor, estás eliminando la
verdadera fuente: tu YO SUPERIOR. Puedes llamarle Universo o Dios, finalmente, cada partícula de la
que el Universo está hecho, es de lo que tú también estás hecha; por dentro y por fuera. Y el Universo es
una inmensa fuente de abundancia, de creación y diversidad, fuente inagotable de formas de vida,
estructuras, suministro absoluto, de manera, que tú también eres una fuente inagotable de abundancia
y la abundancia tiene dos caras, o es la energía oscura del universo, que representa el 70% del cosmos
de la que no conocemos nada –como tú, que desconoces el 70% de ti misma,- o es el restante 30% que
desarrolla toda forma de vida, es próspero, múltiple, amor en su más pura expresión, que es la parte
que conocemos del Universo, tu parte consciente.

Tú contienes al cosmos y el cosmos te contiene. Como es arriba es abajo. Y tú puedes escoger

permanecer en la energía oscura de lo desconocido, esperando que otros colmen –infructuosamente-
tus deseos, o ir haciendo consciente todo el poder creativo y abundante, todo el amor que vive
poderosamente en ti.

Por lo tanto, si buscas el suministro del amor en cualquier otro ser humano, lugar o condición, estás
desconociendo el flujo interno del amor, ese Universo cósmico que científicamente vive en nosotros. Si
a cualquier prójimo le das el poder de ser tu suministro cósmico de amor o alimento emocional y
espiritual, estás entregando tu poder y con él, tu totalidad, tu potencial, tu ser integral.

Piensa que el amor, la atracción, el sexo, la ternura, la aceptación, como cualquier otro deseo o simple
posesión material, es sólo un símbolo externo de tu suministro interno. Y la única realidad, la única
fuente de suministro, es la sustancia que mora en tu interior, esa que tú no reconoces aún y te hace
buscar afuera lo que sólo puedes obtener dentro.

¿Quieres más amor, más aceptación, ternura y compañía? Entonces, comprende que las leyes sistémicas
han probado que cualquier efecto se inicia en su causa. Y si no comprendemos la causa, no nos
compenetramos con ella y no la tenemos clara, el efecto se distorsionará.

Teniendo el refrigerador lleno, ¿saldrás a la calle a implorar un bocado?

Cuando comprendas que el suministro del amor no es externo, sino que es tuyo, en ese momento,
comprendes tu causa y sus efectos; y estos, cambiarán hacia el amor. Todo lo que está arriba está
abajo, todo lo que creo y pienso, se me devuelve, es la ley de la dinámica de sistemas, la ley de la causa
y el efecto.

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No puedo recibir amor si no me lo doy primero a mí misma. Y si no lo encuentro en mí misma es

porque no se cómo reconocerlo, he sido programada para buscarlo afuera. De tal manera, que al no
identificarme con la fuente misma del Amor que vive en mí, traslado su poder hacia afuera, espero,
suplico y exijo amor de otro ser humano, quien con toda seguridad, tampoco lo ha identificado dentro
de sí y lo pide, exige y espera de ti. Nadie puede tener lo que no comprende. No puede recibir lo que no
sabe qué es.

Para paliar ese vacío, la cultura nos ha construido una fantasía de amor romántico. Nos ha prometido
que en “el otro” deberemos encontrar la cura a todos nuestros dolores y desdichas y con esta promesa,
ha aprovechado para vendernos las recetas que sabe que compraremos por necesidad, y así, nos satura
de imágenes y conceptos de un amor mitológico y deshumanizado, mientras quienes lo diseñan, se
llenan los bolsillos con nuestra carencia, repitiendo las ideas de la primera pieza de amor romántico que
se escribió en este mundo, que es Tristán e Isolda de Gottfried von Strassburg. Antes de la Edad Media,
el amor romántico no se conocía, no era así como pensábamos en la relación de pareja. La Iglesia
medioeval dio paso y promovió con todo conocimiento de causa, el Amor Cortés, la imagen del
caballero que ama y defiende a su dama, que prendió en las cortes europeas como cualquier moda,
deslizándose a la gleba. El trovador que canta el amor cortés, ese amor con dolor sublimado, no
correspondido o prohibido, que hace del caballero un héroe y de la dama una diosa, fue creado para
lograr que las parejas se casaran bajo las leyes de la iglesia e inscribieran a sus hijos. La iglesia y los
feudos necesitaban tener control sobre los pueblos y esta fue la mejor manera de lograrlo: matrimonio,
bautismo e hijos con apellido.

Actualmente, el eco que han hecho al amor ideal los medios de comunicación en toda su extensión,
desde el cine hasta Internet, pasando por el boca a oído personal, donde repetimos las fórmulas
aprendidas de “lo que debe” ser el amor, ha insertado el chip en nuestro cerebro sin que siquiera
seamos conscientes de ello. Nos han hecho adictos a las relaciones y al sexo. Sin dejar atrás a las Iglesias,
que también suman a su cuenta nuestra ignorancia y la aprovechan para continuar asentando su poder
en esta Tierra, nos repiten y enseñan que el amor es una promesa de unión total, compañerismo, deseo,
pasión, ternura, lealtad, fidelidad, solidaridad y seguridad hasta la muerte. Y por supuesto, ¿dónde
vamos a conseguir esa maravilla si no la reconocemos primero en nosotros mismos?

Por supuesto que ningún ser humano puede darnos eso. Y nadie puede dárnoslo, -aunque en las
películas sí se lo den las parejas-, porque nadie se lo ha reconocido por dentro.

Nadie puede reconocer en otro lo que no reconoce primero en sí mismo. Yo no puedo comprender lo
que no tengo. Por eso se dan las proyecciones en negativo y en positivo: fulano es tan dulce (porque
la dulzura la tengo yo no desarrollada); o sutana es tan creativa (porque la creatividad la tengo yo no
desarrollada).

Para recibir el amor que deseamos, tenemos que comenzar por reprogramar la mentalidad de consumo
que nos ha hecho creer que nuestras angustias, temores, y deseos, se sanan por fuera, a través de

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alguien o de algo. Debemos reprogramarnos para ser capaces de VERNOS y RECONOCER esa fuente de
amor y poder en nosotros (as) mismos (as), porque no radica en ningún otro lado, es imposible.

La programación interior, la biología y la física

Rupert Sheldrake, (www.sheldrake.org/ ) el biólogo más importante de la actualidad, identificó el
morphic field, o campo mórfico. Este campo funciona por sensibilidad grupal (quórum sensing) en todas
las especies, inclusive en la nuestra. Es por eso que el Dr. Clorito Picado descubre la penicilina casi al
mismo tiempo que Sir Alexander Fleming, porque cuando se da un cambio, por pequeño que sea, en un
solo individuo (esto vale para bien o para mal, así que pensemos que para qué vamos a trabajar en
contra de nosotros mismos), los demás especímenes comienzan a percibir esa realidad recién
descubierta por uno solo, y el cambio comienza a producirse.

Estamos hablando de biología, no de espiritualidad o wishful thinking, estamos hablando de que en cada
individuo radica la oportunidad de recibir lo que desea, si es capaz de descubrirlo primero en él o ella
misma (o). Sheldrake lo probó con las bacterias a través de la sensibilidad grupal. Una vez una de ellas
desarrolla un filamento y lo mueve para desplazarse, de una en una las demás bacterias a su alrededor
hacen lo mismo, adoptan el nuevo descubrimiento.

Y no hablamos de fórmulas de autoayuda; hablamos de física cuántica, de la teoría de las cuerdas, la

teoría que plantea Nils Bohr. Entre los muchos aspectos de esta teoría de membranas y filamentos de la
que estamos hechos, los físicos descubren en 2009 que la fórmula que indica que el Universo es un
holograma, está siendo probada por el Geo 600, detector de ondas gravitacionales:
http://www.tendencias21.net/Un-extrano-ruido-detectado-por-el-GEO-600-podria-probar-que-vivimos-
en-un-holograma_a2996.html o sea, que nuestro cuerpo y mente (espacio-tiempo), proyectan lo que
sienten y creen y eso es lo que ven. De manera que si creemos que la felicidad y el amor sólo puede
darla un ser externo a nosotros, sólo estamos reflejando nuestra propia incapacidad de dar amor:
vivimos en el holograma.

Pero también la teoría de cuerdas plantea que 11 dimensiones conviven paralelas a la nuestra. O sea,
que si somos capaces de conocernos a nosotros (as) mismos (as), tenemos 11 oportunidades paralelas
de vivir el ahora. Depende de nosotros (as) salir de “la caja”, del pensamiento repetitivo y programado
que se traduce en las mismas emociones de soledad y desasosiego.

Para amar, debemos comenzar por nosotras (os) mismas (os). Y como estamos programados
culturalmente para no ser capaces de encontrar esa fuente en nosotros (as), por miles de años de
superstición, control e ignorancia, necesitamos reprogramarnos como hacemos con un computador,
desinstalando el programa antiguo que nos paraliza. Para lograrlo, los humanos requerimos del rito, de
la misma manera que un computador es reprogramado con un programa que desinstala e instala, dando
instrucciones para que el nuevo programa corra en perfectas condiciones.

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El rito para el ser humano, es el Ayudante de Instalación. En este caso, utilizaremos la lectura, la
verbalización, la escritura y la reflexión. Verbalizar, escribir y reflexionar es a los seres humanos lo que
el programa Ayudante de Instalación es a las computadoras. Hay más Programas de Instalación, como la
representación sensorial de cada propuesta, pero por ahora utilizaremos sólo la lectura, la verbalización,
reflexión y escritura.

La neurociencia y la reprogramación
La PNL, programación neurolingüística, ha demostrado que requerimos de la comprensión, auto
reflexión, verbalización y escritura de una idea, para que impregne nuestro super programado cerebro.
Es como tener una MAC y pretender que cualquier programa de PC vaya a poderse usar en ella sin antes
prepararlo para el sistema operativo MAC.

De tal manera, que neurólogos expertos en reprogramación de los patrones emocionales, como Joe
Dispenza, ( http://www.drjoedispenza.com/ ) notaron que el lóbulo frontal
representa un 40% ciento de la totalidad del cerebro, y cuando estamos de verdad concentrados o
focalizados, el lóbulo frontal actúa como un control de volumen. Como tiene conexiones con todas las
demás partes del cerebro, puede rebajar el volumen del tiempo y del espacio. En otras palabras, los
circuitos que tienen que ver con mover nuestro cuerpo, sentirlo, percibir lo que hay fuera y percibir el
tiempo, pasan a un segundo plano, y el pensamiento se convierte en la experiencia en sí, es más real
que cualquier otra cosa.

De este modo el lóbulo frontal elimina todo lo que no es prioritario para focalizarse en un único
pensamiento, y es en ese momento en que el cerebro rehace su cableado o “cambia de
programación”.

¿En qué se traduce? Aquello en lo que pensamos y en lo que concentramos nuestra atención con más
frecuencia es lo que nos define a escala neurológica. O sea, que si no nos sentimos amados porque
“alguien” no nos quiere como necesitamos, ese es el patrón emocional que mantenemos, proyectamos
y creamos en nuestras vidas.

Es curiosamente la ciencia la que nos permite explicar que efectivamente tenemos control sobre nuestra
mente y nuestro cerebro, es decir, que no somos un efecto de nuestros procesos biológicos sino una
causa. Básicamente, más allá de los estudios de Dispenza sobre las remisiones espontáneas de
enfermedades, el descubrimiento básico y esencial es que nuestros pensamientos provocan reacciones
químicas que nos llevan a la adicción de comportamientos y sensaciones que aprendemos a repetir.
Sin embargo, al descubrir nuestro potencial, reconocer nuestro Yo Superior, (descubrir la causa) no
sólo podemos romperlos, sino también reprogramar y desarrollar nuestro cerebro para que aparezcan
en nuestra vida comportamientos nuevos, (conseguir nuevos efectos).

Para cambiar nuestra química cerebral, también los circuitos cerebrales, el cableado y reprogramar la
mente, vamos a hacer que el cerebro piense con otros patrones o secuencias, para crear una nueva

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mente. El principio de la neurociencia es que si las células neuronales se activan conjuntamente, se

entrelazan creando una conexión más permanente. Una persona común ante una situación, por nueva
que sea, recurre entonces a la conexión aprendida, es decir, repite el mismo pensamiento una y otra vez
y da las mismas respuestas, su cerebro no cambia, vive con la misma mente cada día.

Estamos acostumbrados (as) a creer que las emociones son reales. Las emociones y los sentimientos
son realmente el producto final, el resultado de nuestros juicios mentales, nuestros patrones
aprendidos. Si no cambiamos nuestra manera de ver el mundo y a nosotros mismos, vivimos siempre
en la actualización de sentimientos pasados. Se trata del mismo proceso químico una vez y otra vez,
que hemos aprendido de más de cuatro generaciones atrás de nosotros (as) que repetimos
inconscientemente.

Una pregunta muy útil para hacernos es: ¿qué pensamientos resultan en los sentimientos que tengo
cada día que me sirven de excusa para sentirme sola (o)?

Recordemos que el triángulo de Karpmann, es el juego de las proyecciones que nos es útil para
enganchar “al otro” en un ciclo de reacciones emocionales que propiciamos para al final, probarnos a
nosotros (as) mismos (as) que estamos solos (as).

El tiempo, el instructivo y el compromiso

¿Pero cuánto tiempo se requiere para reprogramarnos? Requerimos mínimamente 40 días, 15 minutos
diarios de enfoque absoluto. Y si fallamos un día, porque lo olvidamos, debemos comenzar de nuevo
desde el principio, desde 0.

Así que comenzarás hoy tus 40 días de reprogramación para descubrir tu AMOR INTERIOR y vas a darte
cuenta que casi de inmediato los cambios comienzan a producirse en ti misma y alrededor; primero los
cambios son pequeños, pero sorpresivos, después, la seguridad y realización personal que exudarás por
todos los poros te hará sentir vibrante y con capacidad para realizar lo que quieras, como quieras, una
felicidad interior va a llenarte el plexo solar.

Comienza primero leyendo la carta compromiso que sigue, le pones fecha, para llevar la cuenta de tu
reprogramación y recuerda NO FALLAR UN SOLO DÍA, o deberás comenzar de nuevo desde el principio.

Luego, lees cada día un programa (son 10), meditas en él quince minutos y anotas en un diario que
hayas creado para el efecto, tus reflexiones, sensaciones y descubrimientos. Al undécimo día, inicias de
nuevo de 1 a 10, así, hasta cumplir los 40 días.

No olvides enviarme tus comentarios y descubrimientos, pues eso enriquece el proceso. Recomiéndalo a
otras personas, genera el quórum sensible descubierto por Sheldrake a tu alrededor.

Que descubras el Universo, Dios o tu YO SUPERIOR (como prefieras llamarle), dentro de ti y en el

mundo que te rodea.

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Marcela

CARTA DE COMPROMISO
Hoy (especifica la fecha), me comprometo a dejar de creer que el amor sólo puede llegar a mí a través
de otros y comienzo a pensar que el amor sólo puede provenir de mí misma, porque estoy hecha del
mismo material de la constante y prolífica abundancia del Universo, todo mi ser está conformado con
la materia del cosmos, la que forma estrellas, planetas, plantas, animales y personas, incluyendo la
energía oscura que es todo lo que hasta hoy negaba de mí misma y por ende del Universo. Yo soy
amor ahora. Yo genero amor ahora. Nadie puede dejar de darme lo que yo ya tengo.

Hoy inicio mi reprogramación consciente hacia el descubrimiento de la fuente del Amor en mí misma
y comprendo que lo que he recibido hasta hoy ha sido el efecto de mi anterior programa mental.
Hasta hoy he formado parte de la inconsciencia colectiva de inseguridad, miedo y dependencia. A
partir de hoy me comprometo a darme a mí misma sólo lo mejor de mí, mis pensamientos conectados
con mi Yo Superior, con la creatividad y la certeza de que dentro de mí radica el mismo poder de Dios,
al que puedo llamar como mejor me guste, Yo Superior o Universo.

Hoy reclamo mi parte Divina, mi parte Universal y abro la compuerta de mi poderoso Amor interior.

Hoy acepto todo el poder del Amor que vive en mí, que es mi sustancia, mi suministro y mi apoyo.

Nombre:

Firma:

PROGRAMAS
Cada día deberás leer, verbalizar y reflexionar en cada programa durante 15 minutos, y escribir en tu
diario esas reflexiones. Al terminar los diez programas, inicias de nuevo desde el número 1, haciendo
lo mismo, hasta completar los 40 días. Si pierdes uno solo, reinicias desde la carta.

En cada programa he puesto la palabra Dios, pero tú puedes cambiarla por Yo Superior, Universo o la
que mejor te haga sentir como la fuente de vida del Universo.

Día 1:
Dios es Amor pródigo, infalible, es la sustancia rica y omnipresente del Universo y de mi Yo Superior.
Esta fuente infinita de Amor que es Dios, está individualizada como YO, como mi realidad interior.

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Día 2:
Elevo mi mente y mi corazón para estar consciente, para comprender y saber que la presencia TOTAL
DEL AMOR SOY YO, VIBRA EN MÍ, YO SOY LA FUENTE Y LA SUSTANCIA DEL AMOR TOTAL, DE TODO LO
BUENO, LO AMABLE, LO COMPASIVO, LO CREATIVO Y FELIZ. EN MI YO SUPERIOR SE RESUME EL AMOR
DE DIOS, EL AMOR UNIVERSAL.

Día 3
Estoy consciente de que la presencia interior es mi Amor Abundante. Estoy consciente de la actividad
y poder constante de esa mente amorosa de abundancia infinita. Por lo tanto, mi consciencia está
repleta de la luz del Amor.

Día 4
A través de la toma de consciencia de mi Dios interior, atraigo hacia mi mente y mi naturaleza
emocional la mera sustancia del Espíritu del Amor. Esta sustancia es mi suministro y, por lo tanto,
manteniéndome en consciencia de este poder interior, comprendo que este es mi total suministro, no
existe otro mayor fuera de mí.

Día 5
El amor de otras personas no es mi suministro; mi alimento no es ninguna persona, lugar o condición.
Mi conciencia, mi comprensión y conocimiento del AMOR TOTAL que me habita, es mi integral
suministro. Tomar conciencia de esta verdad no tiene límites y, por lo tanto mi suministro es ilimitado
y mi capacidad de dar es ilimitada también. Nadie me resta, todo y todos me suman.

Día 6
Mi suministro interior de Amor Total, toma forma según mis sensaciones, pensamientos y deseos. Por
eso, estoy consciente todo el tiempo de lo que siento y deseo, para formularlo positivamente siempre
con Amor y cuidado por y para mí misma, y no de la manera que lo hacía en el pasado, esperando de
los demás. Como la presencia Divina dentro de mí es el Principio del Amor en acción, es imposible que
yo tenga cualquier necesidad o deseo insatisfecho si me mantengo consciente de Su Omnipresencia.

Día 7
La consciencia de Dios que yo soy, expresa permanentemente su verdadera naturaleza de Amor Total.
Esta es su responsabilidad y no la mía. Mi única responsabilidad es mantenerme consciente de esta
verdad. Por lo tanto, tengo una confianza total en que Dios está siempre en mí, como la suficiencia
total, abundante y amorosa en mi vida y mis asuntos.

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Día 8
Al mantener la consciencia del Amor Total dentro de mí, todo lo veo de una manera diferente y
nueva, con aceptación, sin juzgar ni esperar, soy compasiva y comprensiva. Esta toma de consciencia
de la permanente presencia de Dios en mí, aparece en mi vida traducida en cualquier forma y
experiencia visible y sensible que yo pueda desear.

Día 9
Cuando permanezco en la consciencia que Dios está en mí indivisiblemente, me realizo en totalidad,
todo lo puedo, todo lo consigo; porque estoy siempre sintiendo la presencia infinita del Amor que vive
en mí. Ahora estoy consciente de esta verdad, he encontrado la finalidad de mi vida y me relajo en la
certeza de que la Abundancia Divina está operando eternamente en mi vida. Sólo debo mantenerme
consciente del flujo, de la irradiación de energía creativa y amorosa que de manera continua, fácil y
sin esfuerzo, brota de mí misma. Ahora estoy consciente. Ahora estoy dentro del flujo del Amor.

Día 10
Mantengo mi mente y mis pensamientos en consciencia de mi Dios interior, del Amor Total que vive
en mí y afirmo que es la única causa del Amor, la única causa de mi abundancia y realización
espiritual, emocional y creativa. Honro mi Amor Interior como el único poder y sustancia de mi
realización personal y como la sustancia de todas las expresiones visibles del Amor en mi vida. Pongo
mi fe en el principio permanente de la abundancia del amor que acciona dentro de mí.