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I RMA M ENDIETA
T EL . 5849‐1727
Puentes para Dios DISEÑO DE INTERIORES
R OSY A NTELES C APACITADOS Y PREPARADOS PARA HACER TODA CLASE DE BIEN.
Desayuno‐Conferencia T EL . 5684‐9714 2 TIMOTEO 3.17
NI POR ORGULLO
Adoniram defraudado por el raquítico beneficio por su amor conyugal. Por lo tanto,
Gaxiola obtenido. asumen que ambos colaboran en el
También pone en evidencia un princi‐ bien mutuo, en la construcción de la
Filipenses 2.1‐4 bién el bien de los otros.” pio presente en las relaciones code‐ empresa conyugal. Lo hacen sabiendo
Con tal recomendación Pablo se anti‐ pendientes. El término kenodoxia que cuando uno de ellos se duele,
La fe cristiana tiene que ver con la
vida presente y no solo con lo que cipa y evidencia un conflicto creciente (vanagloria), se refiere a quienes no también el otro lo hace; y que cuando
vendrá después de la muerte. La fe entre las parejas del Siglo XXI. Estas se están completos en sí mismos y nece‐ uno se alegra, el otro comparte tal
afecta, positiva o negativamente, el asumen, cada vez más, como indivi‐ sitan manipular al otro para sentirse alegría.
todo de nuestra vida, particularmente duos en sociedad, antes que como satisfechos, realizados, plenos. Desde luego, lograr tal armonía y co‐
el cómo de nuestras relaciones huma‐ una sola carne. En tanto se asumen Ahora bien, Pablo no solo indica cómo laboración mutua requiere de disposi‐
nas. individuos, cada quien tiene que bus‐ no debe ser la relación entre los cris‐ ción, trabajo y paciencia. Primero,
car su propio bien, su propio benefi‐ tianos, sobre todo entre los que son porque, sobre todo, hay que trabajar
Cuando la Biblia habla de la Iglesia, se cio. Así, el todo de su relación pasa con uno mismo; mucho más que con
refiere al cuerpo de Cristo, formado esposos cristianos. También indica
por la consideración del beneficio que cómo deben relacionarse. El punto de el otro. Después, porque implica per‐
por quienes creen y confiesan al Jesu‐ debe recibirse a cambio de lo que se
cristo como su Señor y Salvador. A partida se encuentra abajo. Los llama severancia y fortaleza en el Señor.
da y/o hace. a relacionarse desde abajo. Les pide Ello, porque en no pocos casos, abo‐
veces se deja de lado un hecho funda‐ nar para el fortalecimiento de la rela‐
mental: los esposos cristianos son, Dado que la suma de dos individuali‐ que se relacionen con humildad. Es
también, Iglesia. Es decir, son más dades no produce una unidad, es fácil decir, a que estén dispuestos conside‐ ción requiere, paradójicamente, de la
comprender el que pronto aparezcan, rar al otro “como mejor que [a sí] propia mengua, del dejar de ser lo
que matrimonio, que una pareja; son, que se ha sido.
primero que todo, Iglesia y por lo tan‐ en este tipo de relaciones, los conflic‐ mismo”.
to, miembros el uno del otro. tos identificados por Pablo como Lejos de ser una actitud indigna, se Una buena cosa es que los esposos
“rivalidad y orgullo”. trata de asumirse como suficiente y cristianos empiecen por verse como
Lo anterior implica que los principios, hermanos en la fe, como Iglesia. Así,
reglas y recomendaciones que la Pala‐ El Apóstol previene de un hacer la capaz para aportar al bien del otro y,
relación estando divididos. La división por lo tanto, al bien de uno mismo y, al comprender la relación entre Cristo
bra da a los creyentes, en tanto cuer‐ y su cuerpo, podrán aprender respec‐
po de Cristo, pueden y deben ser apli‐ resulta del cuidado y la lucha resul‐ en consecuencia, de la pareja.
tante de verse favorecido a uno mis‐ to de su propia relación conyugal.
cados en la relación matrimonial. Ello Se trata de un principio de colabora‐ Qué es lo que conviene, que es lo que
porque los esposos empiezan a ser mo. Al estar divididos, el principio de ción y ya no de competencia. Quien
la relación consiste en obtener lo más está de más. Y podrán hacerlo porque
cuerpo de Cristo y a relacionarse co‐ colabora, “trabaja con otra persona ambos tienen el Espíritu de Cristo, el
mo miembros del mismo, precisa‐ posible del otro y de la relación mis‐ en la realización de una obra”; de una Consolador, sí; pero, también el que
ma, a cambio de dar lo menos posi‐
mente, en el espacio reducido e ínti‐ obra común, podemos añadir.
ble. Se ve al otro, no como “hueso de los guiará a toda verdad y justicia.
mo de su relación conyugal.
mis huesos, y carne de mi carne” (Gn
Con esto en mente vayamos a nuestro 2.23), sino como un rival; es decir,
pasaje. En este destaca un principio como alguien que representa un ries‐
gobernante del cómo de la relación go, si no es que un peligro, para quien
Obediencia, santidad, sufrimiento, esperanza, etc., son
Pedro y
entre esposos cristianos. Pablo dice: se asume individuo.
Judas
“No hagan nada por rivalidad o por temas que preocupan e interesan a los creyentes.
orgullo, sino con humildad, y que cada Pablo también exhorta a que no se Pedro y Judas se ocupan de los mismos. Lo hacen en la
uno considere a los demás como me‐ actúen por orgullo. El término se tra‐
jores que él mismo. Ninguno busque duce literalmente como vanagloria,
perspectiva de los últimos tiempos. Por lo tanto contri‐
únicamente su propio bien, sino tam‐ del griego “vacío de gloria”. Se refiere buyen a que el cristiano del Siglo XXI pueda enfrentar
a lo que se hace con jactancia y con el reto de la fe y salir victorioso. Léelos y compruébalo.