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ar/609770-respetemos-nuestra-historia
Diario La Nacin
Editorial 13 de junio de 2004
Como suele ocurrir, los que adoptan consignas maniqueas simplistas, como la del supuesto genocidio, omiten considerar -y mucho menos decir- que durante muchas dcadas los malones indios eran una horrenda realidad que abarcaba buena parte de la Repblica, y que lanzarse a recorrer los anfractuosos caminos del pas constitua una riesgosa aventura que poda terminar con una familia desecha por la muerte y el cautiverio. No hay ms que leer los mltiples testimonios escritos por contemporneos a los que les toc intentar la defensa de sus hogares y bienes, por lo general sin xito; los tremendos relatos de quienes formaban parte del botn de las incursiones, con sus pies desollados para que no pudiesen huir, y las declaraciones de las mujeres que lograban ser rescatadas; o repasar los artculos de la prensa, cualquiera fuese su orientacin poltica, para comprobar hasta qu modo gravitaba esa violenta realidad que no pudo ser modificada con los acuerdos ni las ddivas de ropas, prendas de plata, aguardiente y ttulos militares que los indios ostentaban en sus precarias viviendas del desierto. Esa fue la realidad que vivieron los argentinos del siglo XIX y que origin todo tipo de acciones para modificarla, desde la presencia avanzada y heroica de misioneros, la creacin de reducciones, el establecimiento de fortines y las expediciones punitivas poco afortunadas -salvo excepciones- hasta la clebre "zanja de Alsina", que pretendi establecer una barrera a los malones. Slo la ocupacin del "desierto", que no era un espacio ajeno sino propio, y que la sociedad reclamaba como factor de seguridad y progreso, puso fin a aquel interminable drama. El llamado genocidio dist de ser tal, y si a lo largo de todas esas acciones hubo muertes, fueron el resultado de una pelea en la que no se daba ni peda cuartel, y no de ejecuciones masivas e indiscriminadas. Es una pena que con todo lo que queda por construir y afianzar, se insista en demoler -en una sociedad que lamentablemente ya no estudia historia en las escuelas- los bien ganados ttulos y monumentos de los prohombres como Roca. .