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El Santo contra el Surrealismo.

La expresión artística por medio de imágenes fuertes, donde un ojo puede ser

atravesado por un cuchillo y en la siguiente escena el mismo personaje principal se

mata a sí mismo, es la llegada de un género sin precedentes que no sólo sucedería a

Europa, también llegaría a México gracias a varios cineastas, como Luis Buñuel, que

trabajaron en nuestro país. Es en este momento histórico cuando varias películas y

directores comenzaron a resonar en el medio artístico mexicano. Después de que

Buñuel comenzara sus producciones dentro de la República Mexicana, nace la figura –

después leyenda – de El Santo, y con él una legacía de más de 50 películas. Pero,

¿qué relación tienen estos dos temas? Es aquí cuando considero que es prudente la

pregunta de, ¿por qué las películas del Santo son consideradas surrealistas? .

Recordamos al Santo como el superhéroe mexicano que luchaba contra la mafia,

Drácula, alienígenas, hombres lobo, Frankenstein, e infinidad de monstruos y

personajes malignos. Asír como Estados Unidos tenían a Superman, en México

tenemos al Santo, con la gran diferencia que éste último era un ídolo de carne y hueso,

al que podías ver luchar cada fin de semana sobre un ring, un héroe al cual podías

tocar y ver.

Tenemos claros iconos del surrealismo en México, como las producciones de Luis

Buñuel, quien trajo el cine surrealista a México; es cierto que teníamos más iconos

surrealistas dentro de México, tal vez no de cine pero de la misma corriente, entre ellos
dos mujeres; una de las más polémicas en el arte Mexicano como lo es Frida Kahlo, y

Remedios Varo. Ambas produjeron muchas obras de arte consideradas como

surrealistas que sobresalieron en el arte internacional. Pero lo que más me sorprende

es como una película que parece estar mal hecha puede ser considerada una joya de

un movimiento al cual no perteneció. Tal vez los Europeos se confundieron ya que no

tienen la misma cultura que nosotros y los luchadores puedan ser considerados como

seres fantásticos, sacados de otra dimensión, y de cierto modo lo son, por eso se

visten de ese modo tan colorido y sin sentido alguno como si fueran parte de un sueño,

lo cual es la base del surrealismo.

Se cree que fue George Bataille el primero en sugerir que las películas del Santo eran

unas verdaderas joyas surrealistas. Bataille fue un gran antropólogo surrealista que al

enfrentarse con las cintas del Santo propuse que podían pertenecer al cine surrealista

al contar con los elementos suficientes para ello. Sin embargo, sabemos que la

intención de los directores no era hacer cine surrealista sino cine popular, películas

para el público mexicano, descartando así que las películas del Santo sean

surrealistas; eso si, parece extraño que estas películas tengan tantos simbolismos y

que, aunque están elaboradas con bajísimo presupuesto, su calidad como obra

cinematográfica ha sido reconocida a nivel mundial pues va mas allá de contar

solamente una historia a crear toda una leyenda. Pero es importante recalcar que el

cine del Santo se hizo famoso no por sus grandes simbolismos, efectos especiales y

visones futuristas, si no por la temática tan clásica para los mexicanos como es la lucha

libre pero sobre todo por esa necesidad de íconos o héroes. El hombre era todo un

icono pop mexicano e incluso hoy en día podemos seguir viendo el legado del
Enmascarado de Plata en playeras, calcomanías e infinidad de artículos. Al grado de

que hace dos años, la cadena Cartoon Network transmitió una serie de cortos

animados en las que se intentó rescatar esas historias contadas en las películas

clásicas.

Tomando en cuenta las bases del surrealismo marcadas en el manifiesto de André

Bretón que escribió en 1924, donde describe que el surrealismo es un “automatismo

psíquico puro por el cual se propone expresar, sea verbalmente, sea por escrito, sea de

cualquier otra manera, el funcionamiento real del pensamiento”, “en ausencia de todo

control efectuado por la razón, fuera de cualquier preocupación estética y moral”

podríamos tomar algunos fragmentos de las cintas del Santo y analizarlos con gran

detalle para compararlas con lo escrito por Bretón sin importar que las películas no

estaban pensadas en ser eso. Las películas del Santo juegan con la realidad y le dan

un golpe ilógico a las situaciones lo que a su vez hace irónica la película de una

manera social, ya que, por ejemplo, el espectador presencia una narración de la lucha

libre en una película como si fuera de la vida cotidiana.

Aquí mi primer argumento para validarlas como surrealistas, y es lo más irónico de todo

pues es lo mismo que le dio vida al Santo, es su presupuesto bajo. Me explico: al tener

un presupuesto bajo tuvieron que usar escenas de películas pasadas, así que al ver la

nueva película del Santo veíamos las mismas peleas de la anterior. El bajo

presupuesto hace que estas películas parezcan soñadas. Pero sobre todo, la identidad

secreta de este superhéroe hace enigmática la película; y no sólo eso, dentro de las
filmaciones podemos apreciar la pretensión de proveer a nuestro héroe con los más

grandes adelantos tecnológicos de sus armas y vehículos, que provocaron una imagen

incluso futurista. Tenemos ante nosotros no sólo al Superman mexicano, es también

nuestro James Bond.

Recordando la temática del “Perro Andaluz” de Buñuel, apreciamos que tenía un

sentido totalmente surrealista: eran imágenes tras imágenes que mezclaban a los

mismos personajes con situaciones que nunca habíamos visto, pero ¿por qué el cine

surrealista tiene que ser tan denso, tan difícil de digerir?, es probable que el espectador

se aburra; Y es aquí cuando pensé que el cine comercial también puede ser surrealista

ya que nos provoca no pensar, como en las películas del Santo la mayoría están

hechas no para que uno piense o reflexione si no para ver, y tal vez hasta experimentar

otro lugar que no existe.

En fin, así como existen maneras de descartar a las películas de Santo como parte de

la corriente surrealista, creo que existen las suficientes también como para acreditarla,

pues el surrealismo es una corriente artística en la cual la realidad no es lo que vemos

si no los recuerdos que llevamos en el inconsciente, lo que nos podría llevar a una

discusión filosófica sobre el surrealismo de la cual no saldríamos nunca. Pero así es

como “el Enmascarado de Plata” deja de ser un luchador y se convierte en un ícono de

una corriente que tal vez nunca imagino.


Ahora me quedo pensando porque una película no mala, si no mal hecha, puede llegar

a ganar ese reconocimiento. Pero ese mundo mágico y onírico creado en la filmografía

del luchador más importante de la cultura popular de México merece esto y mucho

más. El Santo es en verdad un personaje surrealista, rayando casi en una expresión

artística contemporánea del tipo del performance. El Santo, arte o ficción... es el

surrealismo popular mexicano.

Still del video “El Perro Andaluz” de Luis Buñuel y Salvador Dalí
Still del video “El Perro Andaluz” de Luis Buñuel y Salvador Dalí

Poster promocional de la película “El Perro


Andaluz”
Pósters promocionales de las películas del Santo.

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