Vous êtes sur la page 1sur 1
 
Dr Kléver Silva Zaldumbide
MEDICO ACUPUNTURISTA
Doctor en Medicina y Cirugía en la Universidad Central del Ecuador Especialización de dos años de postgrado en la República de China en ACUPUNTURA Y MOXIBUSTIÓN
Algo de dios y mucho de ángel.-
Cuando el pasionista y comunicador cristiano José Fernández del Cacho inició su pensamiento dedicado al ser más sagrado de la tierra de la manera como estoy titulando este puñado de palabras, siento un desahogo del alma, un grito al espacio infinito. Sentir esa satisfacción que desde el primer día en que llegué a este mundo he estado aprendiendo de la vida a través de ti,
de toda tu sabiduría, a cada instante…Tu amor, siempre el mismo: pues si soy bueno eres
buena; si soy malo aun sigues siendo buena. Me queda muy claro que tu mayor herencia será tu fortaleza física, emocional y espiritual. Sé que hubo días que de claro a claro forjaste el medio de subsistencia, dejaste de comer o de vestirte y has dado tu vida entera al cuidado familiar, con gestión sabia y atenta educaste a ocho hijos, llevaste la casa con esmero, transformaste los alimentos en manjares, trabajaste con honestidad y perseverancia sin cesar. Sigues ofreciendo diariamente tus rezos a Dios para que nos cubra con su divino manto de protección y nunca nos falte nada, si se tratara de dar la vida por uno de nosotros, tus hijos, se que la darías, al igual que cualquier buena madre porque el amor que ustedes tienen por nosotros no teme a nada por un hijo. Sólo a ella en mi madurez, puedo contar mis fracasos sin avergonzarme, sin temor a críticas. Ella sabe tener la palabra o el silencio apropiado, y una infinita sed de amor.
Mucha…mucha ternura, entrega y comprensión para dar. Conoce muy bien lo que significa
tenacidad, indulgencia, sufrimiento y desasosiego, todo eso además de ser...perfecta. Todo lo que somos, se lo debemos a nuestra madre. Atribuyo todos mis aciertos en esta vida a sus enseñanzas de moral, de fe en uno mismo, el poder intelectual y físico que recibí de ella, el combustible que me permite sentirme cada vez más humano y me empuja a hacer lo imposible. Ninguna lengua es capaz de expresar tu fuerza, tu belleza y tu heroicidad. Tus brazos siempre se abren ante mis aflicciones. Tu corazón comprende cuando necesito una amiga. Tus ojos tiernos se endurecían cuando niño y me hacía falta una lección. Tu fuerza y tu amor me guiaron y me dieron alas para volar. Eres la única persona del mundo que siempre está, de forma incondicional. Si soy ingrato, me perdonas. Si me equivoco, me acoges. Si los demás no pueden conmigo, me abres una puerta. Si estoy feliz, celebras conmigo. Eres capaz de dar todo sin recibir nada. De querer con todo tu corazón sin esperar nada a cambio. De invertir todo en tus hijos en un proyecto sin esperar rentabilidad que aporte tu inversión. Sigues teniendo confianza en tus hijos cuando todos los demás la han perdido. Encuentras felicidad cuando yo la encuentro. Cuando yo vivo algo hermoso, lo vives a través de mi experiencia. Ya 85 años y sigues dejando la más grande lección traducida en palabras por la Madre Teresa, quien dijo que lo más importante no es cuanto hacemos ni cuanto tenemos, sino cuanto amor, cuanta honestidad y cuanta fe ponemos en lo que hacemos. Mami, que Dios te siga recompensando en salud y bienestar todo el amor que nos has brindado y toda la alegría y paz que has sembrado en nosotros.

Satisfaites votre curiosité

Tout ce que vous voulez lire.
À tout moment. Partout. Sur n'importe quel appareil.
Aucun engagement. Annulez à tout moment.
576648e32a3d8b82ca71961b7a986505