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SAINT - SAENS
EN GRAN CANARIA
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SUCINTA APROXIMACION A LA VIDA Y OBRA
DE SAINT-SAENS
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En 1872 Saint-Saëns comienza a colaborar con la revista La
RenaissanceAvtistique et Littévaire, siendo ésta la primera vez
que cscribc públicamcntc y haci&ndolo hasta la desaparición de
aquélla a finales de 1873. Regularmente envía crónicas musicales
en las que defiende encendidamente a la joven escuela francesa,
integrada por Massenet, Bizet, Delibes y otros.
Por esos años el espíritu creador de Saint-Saëns llega a la
cima. No cesa de componer. Su música se impone entre los jó-
venes y no tan jóvenes intérpretes. En 1873 el violoncelista
Auguste Tolbecquet consigue autorización para interpretar en la
sala de la Sociedad de Conciertos del Conservatorio el concierto
para violoncelo y orquesta en la menor de Saint-Saëns, honor
que en aquellos tiempos no era fácil se concediera a un compo-
sitor vivo.
La entronización de Saint-Saëns en el mundillo musical de Pa-
rís se convierte en vertiginosa. No cesa de ser llamado para dar
recitales y conciertos, siempre de extraordinaria categoría. Se le
encomienda aquél en el que se estrena el órgano de la capilla de
Versailles. Toca en el Instituto Musical y en la Sala Pleyel. En el
mismo año es organizado uno de Pascua de Resurrección en la
Madeleine. El programa incluye «Redemption» de Cesar Frank y
el «Salmo XVIII Coeli Enarrant» de Saint-Saëns. Entre los intér-
pretes se encuentra Sarasate, que es encargado del solo de
violín.
26 NICOLAS DIAZ-SAAVEDRA DE AfORALES
XIII
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El miércoles 3 de febrero del mismo año contrae matrimonio
con mademoiselle Marie-Laure Truffot, hermana de Jean Truffot,
aquel viejo amigo al que Saint-Saëns había dedicado años antes
su «Capricho para piano sobre los aires del ballet de Alceste de
Gluck». Esta unión, de la que nacerían dos hijos, sólo duró tres
años, En 1878, en un descuido de la madre, el pequeño Andrés
se asoma a una ventana y tiene la desgracia de caer al vacío y
matarse contra la acera. Saint-Saëns recibe la noticia de boca de
un amigo que le espera a la puerta de su casa para prepararle.
Con todo, el golpe es terrible. Seis semanas más tarde, el segundo
niño, Juan Francisco, que sólo tenía siete meses de edad, fallece
SAINT-SA&% 27
XVI
XVII
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En 1882, entre otros conciertos, Saint-Saëns interviene en un
festival que la sociedad «Concordia de Mulhouse» organiza en
SAINT-SAENS 31
xx1
En 1886 Saint-Saëns toca en Praga y Viena, en donde es aga-
sajado espléndidamente. En un pequeño Pueblo austríacü, err
32 NICOLAS DIAZ-SAAVEDRA DE MORALES
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34 NICOLAS DIAZ-SAAVEDRA DE MORALES
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A finales de abril de 1901 Saint-SaEns regresa a Francia. Tiene
prácticamente conclusa la partitura de «Les Barbares» y empie-
38 NICOLAS DIAZ-SAAVEDRA DE MORALES
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50 IKICOLXS DI:1Z-SA.1VEDRX DE VORAI.13
LA AVENTURA DE SAINT-SAENS
ciones, donde ejecutó selectas piezas que fueron oídas con gusto
por el obsequiado, quier significó su complacencia a las personas
que le rudrabar~, rnereci&~dole frases de elogio la banda, sobre todo
por su delicada ejecución, y ofreciendo componer para ella una pie-
za a su llegada a París.
Honor grande que recibirán con gratitud y veneración el señor
Manchado y los músicos que dirige, y que alcanza a la ciudad de Las
Palmas.
Sumamente complacido salió también el insigne compositor del
concierto, como decimos más arriba improvisado el domingo últi-
mo en los salones de la Sociedad Filarmónica. Deseaba Saint-
Saëns conocer los aires populares del país y la orquesta ejecutó,
después de la obertura “Le cheval de bronze”, de Aubert; los “Can-
tos Canarios», y el galop «Al Puerto», del maestro Valle.
Las señoritas Carmen Mnrtinón y Adela Suárez tocaron al piano
una fantasía de Hoffmann, la primera, y la “Rapsodia húngara”, de
T.iwt, la scg~mtln: y In diorita Sofía rlc la Tnrre cantó la preciosa
melodía «La mendicante». Saint-Saëns felicitó a estas señoritas por
las relevantes dotes artísticas de que, en verdad, hicieron feliz alar-
de y por su excelente escuela, teniendo tambiCn para su profesor,
el maesLrw Valle, y para la or-yursla espu~~lri~~eüs y c.XpIr-Gväs ka-
ses de aprobación.
Después, y saludado por caluroso aplauso de los concurrentes,
se dignó Saint-Saëns sentarse al piano, tocando la «Suite arabes,
composición que, como todas las suyas, tiene impreso cl sello del
genio y de la originalidad de su célebre autor.
Fue aquélla una sesión musical de que quedará entre nos-
otros impcrcccdcro rìcucrdo.
SUELTOS Y NOTICIAS
Anoche se embarcó para Cádiz en el vapor «Pío IX» Mr. Saint-
Sacns, quien, como h&ros dicho, se propone visitar algunas po-
blaciones de nuestra Península, estando de regreso en París el
día 15 de mayo próximo.
Por un exceso de delicada cortesía a que no está obligado quien
tiene derecho legítimo c? universal homenaje, el ilustre compositor
se dignó ayer honrarnos con una carta en que nos significaba s.1
agradecimiento por habernos ocupado en estas columnas de su
personalidad artística; carta que tiene para nosotros inestimable
valor como recuerdo que conservaremos siempre del insigne
maestro.
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66 NICOLAS DIAZ-SAAVEDRA DE MORALES
PRIMERA PARTE
SEGUNDA pmm
1.
«Serenata Canaria», por la orquesta dedicada al se-
ñor Saint-Saëns . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Valle
2.” Fragmentos de la ópera «Sansón y Dalila» . . . . . . . Saitzt-Saëns
1. Coro-danza de las Sacerdotisas de Dagon (pri-
lllPl- acto).
2. Bacchanale (tercer acto)
TERCERA PARTE
CONCIERTO SAINT-SAENS
SANTIAGO TEJERA
Las Palmas, febrero de 1896.
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82 NICOLAS DL4Z-S4AVEDRA DE lIORALl3
SOCIEDAD FILARMONICA
EN HONOR DE SAINT-SAENS
HUÉSPEDESILUSTRES
SAINT-SAENS
El sábado, en el vapor «Cádiz», llego a esta ciudad el eminente
e inspirado compositor francés Saint-Saëns. Ha permanecido en
Madrid algunas semanas tomando parte en notables conciertos y
en algunas solemnidades religiosas, pues Saint-Saëns es el primer
organista del mundo. Una notable revista madrileña, BZamo y Ne-
gua, ha dedicado al maestro una hermosa página artista. El distin-
guido escritor Luis Gabadón le dedicó también un bellísimo artícu-
lo, frases encomiásticas y elegantes párrafos de castiza prosa.
Todos los años por la misma época, cuando el invierno asoma
SLIS amoratadas narices por los bulevares de París, al caer de las
hojas que desnudan los brazos de los árboles, ante el encogimien-
to del termómetro, que hunde en mercurio los grados empujados
bruscamente por el frío, Saint-Saëns cierra cl piano, mira al cielo,
que prepara para la mutación, dejando los tonos claros del otoño
para ennegrecerse, guarda los papeles de música y se viene a Es-
paña a buscar en esta tierra lo que en París no tiene: clima tem-
plado, mucho azul encima, y mas arriba un sol brillante. La esta-
ci6n invernal con sus crudezas le cchan de París, y todo su amor
de francés, de parisiense enamorado de su ciudad, no tiene para
el eminente compositor atractivo ni poder ninguno. De todo abdica
ante el temor de ser sorprendido por una mañanita de esas cn
88 NICOLAS DIAZ-SIA\‘EDRA DE MORALES
Hasta de febrero
el lunes 3 de 1898 no hay noticias relacio-
nadas con Saint-Saks. En dicha fecha el Diario de Las Palmas
publica: «El distinguido músico francés Camilo Saint-Saëns fue
agraciado por su majestad la reina durante su última estancia
en Madrid con la placa de comendador de Isabel la Católica.»
Es de aclarar que se trata de la reina regente doña María Cris-
tina de Habsburgo Lorena.
El miércoles 5 el Diario de Las Pahas publica: «Leemos en
un periódico de Madrid que nuestro distinguido huésped Camilo
Saint-Saëns volverá a dicha capital en febrero o marzo de este
año para dirigir los ensayos y poner en escena en el Teatro Real
su ópera “Enrique VIII”.» Igualmente publica: «Leemos en nues-
tro apreciable colega La Patria: El domingo último el señor
Manchado tuvo la satisfacción de oír grandes elogios del ilustre
compositor M. Camilo Saint-Saëns relativos a la Banda que di-
S.‘LINT-SAL% 89
hlaestro:
Yo tambiCn quiero tributaros un testimonio de admiración.
Y hoy lo hago, siendo Csta como la última nota de las muchas
hace poco recogidas aquí, en esta hoja volandera, por amigos que
OS son fieles y cariñosos. 13icn lo sabCis.
No debía figurar mi nombre entre los distinguidos cnldmrn-
dores clcl número que os acaba dc dcdicnr cl diario Bspaña; hu-
biese sido mancha sin coIor cn aquel campo de brillantes ideas
y de hermosos conceptos. Correspóndeme un puesto humilde y
uculto: elijo Cstc; y mc cuntcutu CUII cuviuub, Iledr eblas culu~r~-
nas, una pobre hoja arrancada de mi «Carnet».
Vuestro genio se ha adaptado a todas las manifestaciones del
divino arte y ha sentido con igual intensidad las bellezas de todos
los gencros, espaciando vueska inspiración cn 10 clrísico y dejando
en vuestras composiciones, sobrias, de intenso matiz y de rciinado
gusto, esa diafanidad que sólo se encuentra en la supcrficic dila-
tadn del mar dormido, o cn los picachos dc Ias cumbres bntiadns
de luz csplCndida.
Siéntome subyugado por vuestro genio. Al primer comp& de
uno dc vuestros cowicrtos, noto en mi alma la influencia de algo
superior que habla al espíritu y me dejo arrastrar por las ráfagas
de armonía embriagcdora libada con refinamientos del arte. En la
sabrosa masticación de una de vuestras obras percibo la grandeza
de vuestro ta1enl.o musical, 4’ guardo dentro de mi ser, durante
largo tiempo, los espasmos de vuestra inspiración hondamente sen-
tida.
Gracias, maestro, por esas horas felices que hab8is proporcio-
nado a mi alma.
SARO MITNE
NUESTRO EXTRAORI1INARlO
A SAINT-SABNS
Mañana publicaremos el número extraordinario (octavo de nues-
tra serie) que dedicamos al eminente compositor francés, nuestro
ilustre hukspcd, Mr. Camilo Saint-Saëns.
90 NICOLAS DIAZ-S.tAVEDRADE MORALES
HOMENAJE DEBIDO
J. L6~az MARTÍN
DANSE MACABRE
(ESTUDIO)
en vista del anc?lisis de la gran obra del ilustre maestro, que in-
terpretó con intuición maravillosa en un arranque de inspira-
ción, nacida al calor del genio creador, la loca danza de la muer-
te y los esqueletos, que Henri Cazalis soñara en un momento de
exaltada y febril imaginación.
El mérito de esa composición musical se realza de modo extra-
ordinario al ser presentada por su autor, inspirada y sujeta a Ia
expresión de la loca poesía de la «Danse Macabre», no como obra
sinfónica meramente fantastica y caprichosa. Aquella condición
hubiera podido ocasionar un fracaso, si a la buena forma sinfó-
nica no acompañara una expresión musical llena de verdad y
colorido; y si el efecto causado por el dioma de los sonidos no
despertase en la fantasía del público ilustrado análogas impre-
siones a las que se originan por In lectura dc la poesía.
En efecto. Dice el poeta: «Zig, zig, zig, la Muerte, pisando ca-
denciosamente una tumba con el talón de su pie, ejecuta a me-
dia noche un aire de danza con su violín. Sopla viento de invier-
no, y la noche es oscura; los tilos parece que gimen. Los esque-
letos blancos a través de la oscuridad corren y saltan bajo sus
largos sudarios.. . Todos se agitan. Se oye el chasquido de 10s
huesos de los danzantes. . . Pero silencio; de repente cesa la dan-
za; se empujan, huyen; el gallo ha cantado.»
Examinemos los episodios de la interpretación musical de esa
poesía, y hallaremos una expresión fantástica completamente
adecuada y eminentemente bella por la verdad y el colorido.
Comienza marcando el arpa doce veces la nota YE apoyada
para su prolongación por la trompa, y con acordes pianísimos
de la cuerda, que le dan un cnrkter misterioso nl par que silen-
cioso.
Contando solamente con los elementos usuales de la orques-
ta, nu puede dibujarse con más verdad la media noche. Los vio-
loncellos y contrabajos con notas secas pianísimo en pizicatfo
quieren revelar en medio del silencio las pisadas tétricas de la
muerte: óyese el violín afinado fuera de la manera ordinaria con
la cuerda aguda en mi b, que produce el efecto de algo extraño
y lúgubre, que se separa de nuestras habituales sensaciones. Este
detalle magnífico que por lo razonable parece ser producto de la
razón reflexiva, tiene su origen, según yo creo, única y exclusiva-
mente en la inspiración y en el genio de adivinación y asimila-
ción.del gran compositor.
98 NICOLXS DUZ-SAAVEDRA DE MORALES
t -L *
BERNARDINO VALLE
J. BETANCORT
(Angel Guerra)
SAINT-SAENS
FEDERICO LGÓN
R VUELA PLUMA
SANTIAGO TEJERA
IMPRESION
E. BONNY
BELLEZA Y ARTE
MI «CARNET>>
A. SARMIENTO
S.4INT-SAENS 111
UN RECUERDO A SAINT-SAENS
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114 NICOLAS DI.AZ-S~Z.ZVEDl?A DE BIOXALES
REVISTILLAS CORTAS
LA DESPEDIDA DE SAINT-SAENS
SAINT-SAENS
Ya está aquí nuestro ilustre huésped de los inviernos: el frío Ic
trae al hogar canario en busca de paz y de salud. En este clima in-
124 NICOLAS DIAZ-SAAVEDRA DE MORALES
NOVUM ORGANUM
SAINP-SAENS, m GuíA
AYER Y HOY
Cuando hace algunos años SC desconocíaen Europa el paradero
del eminente compositor francés, se presentó en el Casino dc la
130 NICOLAS DIAZ-SMVEDRADE MORALES
EL GRAN RUBINSTEIN
De SAINT-SAENS
EN HONOR DE SAINT-SABNS
Algo nuestro va, sin duda, en SLIS modernas creaciones, algo re-
cogido en la contemplación de nuestros horizontes, entrevisto en la
verdura eterna de nuestros campos, sorprendido en el clamor de
nuestros mares, en la transparencia melancólica de nuestras tar-
des, en la fulguración ardiente de nuestro sol. Algo nuestro va
en SLIS obras que, depurado y embellecido por su altísima inspi-
ración, ha triunfado con SLIS armonías y triunfar6 siempre entre
el clamor entusiasta de las muchedumbres.
Pero, además de todo esto, M. Saint-Saëns ha marcado cada
una de sus estancias en esta tierra por un verdadero aconteci-
miento artístico, del cual Ic somos doblemente deudores, ya a nom-
bre de los pobres aliviados en su miseria, ya en el propio senti-
miento regalado con fervor tan insigne y excepcional, que sólo se
comprende teniendo en cuenta los caprichos de la loca fortuna
y la benevolencia inagotable del maestro.
Para corresponder a tantos beneficios nada encontramos digno
de serle ofrecido. AdemAs, esas rnwr nn se pacían.
Lo único que cspcramos pueda estar a la altura de nuestro agra-
dccimiento, ya que no de nuestra deuda, es otorgarle un título que
para nosotros encierra lo que más apreciamos, símbolo sagrado
LIC:nue:bt~a histuria, de nuestras luchas y de nuestro hunor: el upe-
llido canario, el de nuestra tierra, el de nuestra pequeña patria,
que si para los extraños resulta humilde y oscuro, para SUS hijos
representa e! nombre de la madre, balbuceado en la cuna, respe-
tado al crecer, adorado y defendido cuando hombres, rezado en el
punto de la muerte.
Hacedlo hijo adoptivo de nuestra madre la muy noble y leal
ciudad de Lns Palmas, hacedlo hermano nuestro, y al propio tiem-
po que le damos lo mejor que tenemos, otorgaremos a la vieja y
noble madre la suprema satisfacción de contar entre sus hijos
al que teniendo por suyo el mundo del arte, viene a ella cada in-
vierno a buscar con el tibio calor de su regazo, vida para el cuer-
po, calma para su espíritu, inspiración para su fantasía incom-
parable. (Siguen las firmas.)
* Y *
SEGUNDA PARTE
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146 NICOLAS DIAZ-SAAVEDRA DE MORALES
Jlirm ~TIP lns gmins de rkrrn pwren 1716s peqlieñoî. Para los
espíritus vulgares y mezquinos que juzgan por lo exterior, este
aserto es una gran verdad.
Yo he tratado a Galdós, y me ha parecido gigantesco; he cono-
cido a SahL-Saks y ca& día mt: par-ect: más grarde, mucho más
grande.
Y es que proyectan su sombra en mi interior, en sombra de
gIoria y de intelectualidad, y ya esa sombra no es la mezquina in-
SAINT-SAENS 147
CONCIERTO SAINT-SAENS
La realidad superó a cuantas optimistas esperanzas se hicie-
ron. La sala de espectáculos del Tirso de Molina pocas veces se
había visto llena con concurrencia tan distinguida, ayudando tam-
bien a dar realce a la artística tiesta la totalidad casi de la colo-
nia extranjera residente en esta ciudad, a quien la suerte les de-
paraba esa noche la feliz ocasión de escuchar al gran maestro, repu-
tación universal y genio del arte.
A las ocho en punto comenzó la velada. Las localidades todas
estaban ocupadas y en el público se notaba la ansiedad que precede
a los grandes acontecimientos, que señalan fechas memorables.
La orquesta dc la SocieJurl F~Z~~IIIÚIIL’CU ejecutó brillantemente
una sinfonía, que fue aplaudida, como introducción, y seguida-
mente se presentó en el palco escénico el señor don Fernando
Inglott, quien con la maestría con que sabe hacerlo, con dicción
pura y correcta entonación, en breves palabras, cinceladas y sen-
tidas, saludó en nombre de esta ciudad al ilustre maestro, que en
aquella noche se coronaba no sólo con la aureola del genio, sino
que aparecía casi m&. grande poniendo éste al servicio dc la cari-
dad. Tuvo períodos sentidos, ingenuos, rebosantes de emoción, que
llegaron a conmover al auditorio. No pudo escogerse mejor heral-
do, por la simpatía con que siempre se le oye, para presentar a Ios
entusiasmos del público al maestro Saint-Saëns.
Cuando éste llegó al proscenio, estallaron los entusiasmos en
aplausos, convirtiéndose en ovación admirativa y caririosa que duró
largo tiempn.
Saint-Saëns, con esa bondad suya característica, modesto y agra-
decido desde 10 alto, desde la escena: que parecía un trono de re-
yes teniendo delante un pueblo que admiraba y quería, daba las
gi-acias, curnrwvido por los agasajos con que se le recibía, prueba
inequívoca del respeto y amor con que en este país se le dis-
tingue.
Después se sentó al piano, y comenzó la parte más culminante
de la fiesta. Bajo sus dedos seguros, brotaban raudales de ar-
148 NICOLAS DIAZ-SAAVEDRA DE MORALES
EL CONCIERTO SAINT-SAENS
EL MAESTRO SAINT-SAENS
Primera parte:
1. “La porte du diable”, obertura por la orquesta de la So-
SAINT-SBENS 157
Segunda parte:
1. “Serenata Española”, del maestro Valle, por la orquesta.
2. Andante del concierto para violín en sí menor de Saint-
Saëns por los señores Saint-Saëns y José Avellaneda.
3. “Au bord d’une Source”, de Liszt; “‘I’arantelle de La
Muette”, de Auber-Liszt, por Saint-Saëns.
EL CONCIERTO DE SAINT-SAENS s
i
Desde que la prensa dio la noticia de que el insigne compositor
francés se ofrecía espontáneamente a contribuir con su genio so-
bcrano a la obra del hospital de niños, dando un concierto público,
dijimos que esa función habría de ser un gran acontecimiento.
Saint-Saëns, el genio musical mas grande de nuestra época admi-
rado y aclamado por el mundo, al pisar nuestra tierra canaria que
tanto ama, sintióse, más que nunca, hijo de Las Palmas y abrió su
corazón a los necesitados, disponiéndose, tan pronto se enteró de
que acababa de fundarse un hospital para niños pobres, a depositar
una ofrenda, ofrenda magnífica, la ofrenda de su caridad, para ali-
viar la miseria de la infancia desvalida.
La población entera había acogido con profundas muestras de
gratitud este acto del gran maestro y anoche esos sentimientos se
manifestaron durante el concierto en aclamaciones y en ovaciones
entusiásticas al admirado genio del artista y al alma caritativa y
buena del hermano de adopción.
Por la Caridad celebróse en el teatro Pérez Galdós una de las
más brillantes veladas que en Las Palmas se han visto, y por Saint-
SaBns la función resultó un grandioso homenaje de admiración, de
gratitud y de cariño al hombre ilustre.
El teatro estaba lleno de bote en bote. La sala de espectáculos
presentaba un aspecto brillantísimo. Hermosas damas de nuestra
158 NICOLAS DIAZ-SAAVEDRA DE MORALES
ll
162 STC0L.G DIAZ-S.MVEDR.4 DE XlOR.lI.ES
TEATRO
SANTIAGO IBERO
EN HONOR DE SAINT-SAENS
PRIhliX.4 PARTE
SEGUNDA PARTE
TERCERA PARTE
LA MARCHA DE SAINT-SAENS
un drama en cinco actos, de Mr. Brieux, “La Foi” (“La Fe”), con
música de mí...
»Y a fin de mayo, yo iré etz Alemania para un festival de Mzísica
di Chara. Y en junio, a Londres, donde se representará por pri-
mera vez, en ,el Covent Gaudetz mi ópera “Sansone et Dalile”... Y en
junio, a Aix-en-Savoie, donde se ejecutarán mis obras “Sansone”,
“Enrique VIII” y “E’Aurctrc”, ópera en tres actos...»
iTodo un programa! Despedímonos con admiración y respeto
del genio musical más grande de nuestro tiempo, alma dc niño, de
sencillez encantadora que canta y ríe por esas calles, mezclado con
las gentes que al verle no adivinan que quien entre ellos pasa es
un soberano del Arte ante quien los soberanos de la tierra muchas
veces se han inclinado rindiéndole homenaje y pleitesía.
Saint-Saëns embarcó en el «Plata» a las cuatro y media. A des-
pedirle fueron una comisión del Ayuntamiento con el alcalde acci-
dental, señor Melo, delegado del Gobierno, comisiones y presi-
dentes de la Sociedad Filarmónica y Asociación de la Prensa, otras
autoridades y numerosas personas, amigos y admiradores del gran
compositor.
Con abrazos se despidió de todos prometiendo volver en no-
viembre, despu& de su viaje a Egipto, donde pasará una tempo-
rada en el palacio del khedivc, su gran amigo.
Feliz viaje tenga el insigne músico, gloria de Francia que Las
Palmas se honra en llamar hijo adoptivo.
un día sin salir de sus habitaciones del Hotel Catalán, sin dar su
acostumbrado pasto por nuestras calles.
Hemos recibido Le Jonrnnl, y en el número del 7 del pasado, el
mismo día de la muerte de Mendés, encontramos cl artículo de éste
a que antes nos referíamos, y que reproducimos, por ser el último
que escribiera el dramaturgo francés, y por estar dedicado a Saint-
Saëns con motivo de la función celebrada en la Gran ópera en SU
honor y estrenarse, después de la representación de su ópera «San-
sone et Dalile», la «Javotte», baile en un acto y seis cuadros, de
Monsieur Croze, con música del insigne compositor.
«En el feliz pensamiento -escribe Mendés- de tributar un ho-
menaje a uno de los más altos y poderosos músicos con que se
honra Francia, la Opera ha puesto en escena la “Javottc” de
Mr. Camilo Saint-Saëns, un pequeño baile que Mr. Croze ha que-
rido hacer de una sencillez extrema y cuya música es del todo
agradable, perfectamente hermosa.
»iOs acordáis de “Javotte” en la bpera Cómica? Es una aldeana
apasionada por el baile y de su bello amigo Juan. SUS padres no
quieren casarla con ese aldeano; pero como en la fiesta del pueblo
“Javotte” sobresale entre todas las bailarinas, el padre y la madre,
satisfechos de su gloria, consienten al fin en que Juan sea SU
esposo.
»Surgen bonitas ideas musicales, inspiradas, fáciles, de una vi-
veza encantadora unas veces; otras, con ritmos lánguidos, con
ritmos alegres.. . iQué orquestación tan sabia, tan agradable, que
encierra, sin pedantismo, cl arte más refinado!
»La interpretación fue perfecta. La nzisse eiz scèize, tan magní-
fica como lo exigía la bella obra, fue digna de la Academia Nacio-
nal dc Música. Mr. Vidal ha dirigido 13. orquesta con su maestría
acostumbrada. Los pasos y los bailes por grupos han sido muy
hábil y pintorescamente arreglados por Mr. Staal, el elegante maes-
tro de bailarines. Madenzoisselles Dclscux y Sirede han sido muy
aplaudidas. Sólo se puede comparar a Mlle. Jobrison con una abe-
ja y a Mlle. Conat con una mariposa, y en cuanto a Mlle, Zambelli,
ya sabíamos que es incomparable.»
EL CENTENARIO DE SAINT-SAENS EN 1935
PRIMERA PARTE
SEGUNDX PARTE
CONCIERTO SAINT-SAENS
LA REDACCIÓN
RECUERDOS DE SAINT-SAENS
(Cavtas ifklitas)
El escribía :
12
178 NICOLAS DIAZ-SIAVEDRA DE AIORSLES
SAINT-SSAENS REVOLUCIONARIO
RECUERDOS Y ANÉCDOTAS
LA ESTATUA
II
LA ESTATUA
LA MONTAÑA DE GALDAR
G. T.
EPILOGO