1.

- La era de las revoluciones y sus limitaciones

Se implantó un sistema político liberal; la población creció; se modernizó la

economía; y se estableció una sociedad de clases basada en la riqueza.

No obstante, estuvo limitado debido a que España se encontraba retrasa

respecto las grandes potencias europeas.

El retraso se debió a:

Los cambios políticos se produjeron en un ambiente de gran inestabilidad,

marcado por guerras civiles.

El crecimiento demográfico fue moderado, debido a l persistencias de tasas

de mortalidad altas.

Los progresos económicos fueron tardíos, lentos y menos intensos que en

otros países europeos.

La sociedad siguió encabezada por los terratenientes, que conservaron

intacta su influencia.

La cultura continuó lastrada por el elevado analfabetismo.

2.- La crisis política del Antiguo Régimen

-El reinado de Carlos IV (1788 – 1808)

La crisis política del Antiguo Régimen se inició en el reinado de Carlos IV.

En su primer momento puso fin a las reformas ilustradas, por considerar que
sus ideas habían originado la revolución en Francia. España junto a otros
países, declaró la guerra a Francia en 1793.

Más tarde, el primer ministro, Manuel Godoy, se alió con Francia y firmó el
tratado de Fontalnebleau.

Las tropas francesas ocuparon puntos estratégicos de la Península. Este

hecho provocó el Motín de Aranjuez. Carlos IV abdicó en su hijo, Fernando
VII.

-La guerra de la Independencia (1808 – 1814)

La guerra de la Independencia fue a la vez una lucha de liberación contra la

invasión francesa.

La oposición a las invasiones se llevó a cabo mediante guerrillas, o ataques

por sorpresa al enemigo en campo. Al principio, se frenó el avance francés
con la batalla de Ballén. Ante esta situación, Napoleón acudió a España al
rente de 250000 soldados.

-El restablecimiento del absolutismo, Fernando VII

Al inicio de su reinado (1814 – 1820), Fernando VII estableció el absolutismo,

abolió la obra de las Cortes de Cádiz y persiguió a los liberales.
Entre 1820 – 1823 se formó el Triento Liberal. Durante ese período, los
gobiernos liberales restablecieron la Constitución.

Los últimos diez años del reinado, estuvieron marcados por el gobierno
absolutista, la independencia de la América español y el problema
sucesorio.

3.- La implantación del Estado liberal

-El reinado de Isabel II

Durante el reinado de Isabel II se distinguen tres etapas:

• La década moderada. Se rigió por la constitución moderada de 1845.

• El bieno progresista. En él se redactó la Constitución de 1856, que no
llegó a publicarse
• El desmoronamiento de la monarquía Isabelina. Se produjo la
alternativa en el poder de los liberales moderados. Surgieron nuevos
partidos, como los demócratas.

-El Sexenio revolucionario

En 1866 lo demócratas y los liberales progresistas y de centro firmaron el

Pacto de Ostende. Poco después triunfaba la revolución de 1868, lo que
produjo el exilio de la reina. En 1869 se promulgó la Constitución. Establecía
una amplia declaración de derechos, incluyendo los de expresión, prensa,
reunión…

• Monarquía democrática. Elegido el rey el italiano Amadeo de Saboya,

este tuvo que enfrentarse con la oposición política.
• La primera república. En este período se elaboró la Constitución de
1873, que no llegó a publicarse. El gobierno republicano tuvo que
enfrentarse a una nueva guerra carlista.

4.- Población, economía y sociedad de la época isabelina.

-La agricultura y sus transformaciones.

• La abolición del régimen señorial. Los señoríos jurisdiccionales

pasaron al Estado, y los señoríos territoriales a propiedad particular.
• La desamortización. Consistió en la venta de bienes amortizados, es
decir, vinculados a determinadas instituciones como la nobleza, el
clero o los municipios.

5.- La cultura y las manifestaciones artísticas.

-Goya, la vida de un genio.

Francisco de Goya (1746 – 1828) se inició en la pintura en el taller del pintor

José Luzán.

La vida de Goya: Pintó cartones para tapices en la real fábrica de tapices. En

ellos representó temas populares, alegres y coloridos.
Durante algunos años simultaneó su labor de cartonista con la de retratista.
En 1789 se convirtió en pintor de Carlos IV, y desde esa fecha hasta 18080
realizó magníficos retratos de los reyes.