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La Divina Revelación
La Revelación es la manifestación de Dios y de su voluntad acerca de nuestra
salvación. Viene de la palabra «revelar», que quiere decir «quitar el velo», o
«descubrir».
Características:
1. es personal. Dios es una persona que se dirige a otras personas
2. progresiva. Poco a poco, de menos a más. Pedagogía de la salvación.
3. histórica. Realmente ha ocurrido
4. se da en acciones y en palabras.
5. tiene un motivo. Por amor y para vivir en comunión con él. "quiere que todos
los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad" (1 Tim 2,4)
6. tiene plenitud y es Jesucristo. Dios hecho hombre es mediador y plenitud de
la Revelación: el la revela y el es la revelación.
Dios quiso que lo que había revelado para salvación de todos los pueblos se
conservara por siempre íntegro y fuera transmitido a todas las edades (DV 7)
La sagrada tradición y la sagrada escritura: El depósito de la fe … dos
modos distintos de transmisión. Está confiado al Magisterio de la Iglesia.
La Sagrada Tradición
CCC78 Por ella, "la Iglesia con su enseñanza, su vida, su culto, conserva y
transmite a todas las edades lo que es y lo que cree" (DV 8). "Las palabras de
los Santos Padres atestiguan la presencia viva de esta Tradición, cuyas riquezas
van pasando a los práctica y a la vida de la Iglesia que cree y ora" (DV 8).
CCC79 Así, la comunicación que el Padre ha hecho de sí mismo por su Verbo en
el Espíritu Santo sigue presente y activa en la Iglesia: "Dios, que habló en otros
tiempos, sigue conservando siempre con la Esposa de su Hijo amado; así el
Espíritu Santo, por quien la voz viva del Evangelio resuena en la Iglesia, y por
ella en el mundo entero, va introduciendo a los fieles en la verdad plena y hace
que habite en ellos intensamente la palabra de Cristo" (DV 8).
Por esta Tradición conoce la Iglesia el Canon íntegro de los libros sagrados, y la
misma Sagrada Escritura se va conociendo en ella más a fondo y se hace
incesantemente operativa, y de esta forma, Dios, que habló en otro tiempo,
habla sin intermisión con la Esposa de su amado Hijo; y el Espíritu Santo, por
quien la voz del Evangelio resuena viva en la Iglesia, y por ella en el mundo, va
induciendo a los creyentes en la verdad entera, y hace que la palabra de Cristo
habite en ellos abundantemente (cf. Col., 3,16).
La tradición abarca toda la vida de la Iglesia: sus prácticas, sus cultos, sus
tradiciones.
Por ejemplo, fiestas como la Divina Misericordia no podrían añadirse si nos
quedáramos sólo con la Sagrada Escritura; la continuidad del Papa, los dogmas
y otras enseñanzas no podríamos entender mejor lo que dice la Biblia si es que
no añadimos mejores explicaciones, etc.
Por eso no se elimina. Por eso la Biblia no es la única fuente por la que
conocemos a Dios.