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MATERIALISMO VERSUS IDEALISMO ¿QUÉ QUEDA?

El marxismo es o pretende ser, una filosofía y una teoría


económica. Como filosofía, como sistema de ideas acerca del
ser, se inscribe en la antigua polémica que opone el idealismo y
el materialismo. Habría así sólo posibilidad de dos visiones.

El idealismo que supone que la materia se origina en la idea y,


en el fondo, la idea es Dios. Para esta postura, en sus distintas
versiones, de alguna forma, al final, la existencia toda es
tributaria de dios. Ser o idea impenetrable, fuente originaria de
la existencia y de sentido, fuente de verdades reveladas, donde
la discusión concluye.

Por otro lado, se encuentra el materialismo que postula que sólo


la materia puede ser origen y explicación de las cosas y del ser.
Esta materia incluye todo el mundo material inanimado, la vida,
en todas sus formas y, finalmente, las manifestaciones psíquicas
y el “alma”, que de alguna manera terminarían siendo
epifenómenos, sombras o reflejos paralelos del mundo físico: “la
realidad está compuesta de materia en movimiento y nada
más.”

El marxismo adhiere al materialismo, claro, no sólo porque niega


la posibilidad de la existencia de dios, sino porque siempre
estuvo implícito en esta filosofía que a través de ella sería
posible acceder al conocimiento completo y radical del ser,
conocer “la realidad, tal cual es”. Hoy puede lucir excesiva e
ingenua esta ambición, pero ¿tendría sentido un materialismo
que no se la proponga? Marx toma del materialismo, tanto la
substancia liberadora, como su esencialismo negador de la
libertad. No podía haberlo hecho de otro modo, siendo como era
un hombre de su época. Nos ayuda a liberarnos de Dios, pero
nos esclaviza a un nuevo dogma.

El materialismo tiene, por otro lado, orígenes nobles, no en vano


todas las culturas lo han suscrito de alguna manera, desde
Egipto y Babilonia, India y China, Grecia Clásica y luego Europa.
Intenta desde sus orígenes luchar contra el predominio del
dogma teológico sobre la vida y a favor de la reafirmación del
hombre y sus posibilidades de pensamiento y acción. Estuvo
siempre marcado por el ateísmo, lógicamente. Finalmente, sirvió
de plataforma para el conocimiento científico de la realidad y de
la verdad. Al final, en la cúspide, Marx y Engel con su
materialismo dialéctico e histórico. Las versiones más recientes
prefieren el nombre de “fisicalismo” y “paralelismo psicofísico”.

El idealismo originó partiendo del dogma teológico, la


preeminencia de dios, el ser absoluto y decanta en el
reconocimiento de que la realidad no es cognoscible. Y aquí
cabe la pregunta ¿en esta incognosibilidad, tendría siempre que
estar Dios?

Pero, ¿tiene sentido hoy plantear la discusión en esos términos?


¿es esta discusión el tema central de la filosofía hoy?
¿materialismo o idealismo? ¿puede resolverse la cuestión
fundamental de la filosofía oponiendo materialismo a idealismo?

Hoy la discusión entre materialismo e idealismo continúa intacta


y sin solución. Respecto a Dios, parece imposible igualmente
demostrar tanto que existe como que no. La misma idea de Dios
se resiste a la comprobación racional. ¿sigue siendo fértil esta
discusión?

C. Castoriadis afirma que “…, también en filosofía, las posiciones


que se toman con respecto a interrogaciones últimas dependen
de posiciones que son elecciones, y no son finalmente
reductibles a funciones racionales u otras. Pueden ser
elucidadas, pero al final, hay una elección.”1 ¿Será más útil
aplicar esta máxima y dejar la discusión sobre Dios fuera de la
materia filosófica?

Por otra parte, el siglo XX reedita la discusión en otros términos.


¿Cómo se relacionan la psique y el cuerpo? ¿quién condiciona a
quién? Para Castoriadis se trata del problema de la “causación
por representación” o “causación recíproca”, la influencia
recíproca de los estados físicos y psíquicos. ¿Somos autómatas
completamente condicionados y no hay libertad posible y todo
está explicado somática y físicamente? O, por el contrario,
¿puedo hacer y no hacer cosas, puedo pensar libre y
creativamente y sin condiciones previas y este pensamiento
puede cambiar al mundo?

No es cualquier cosa ni se trata sólo de un asunto científico y/o


metafísico, porque sin creación y causación por representación
no cabe hablar de libertad ni de responsabilidad y por tanto
tampoco de ética. Y así, ¿cómo habría política y filosofía? ¿Cómo
1
Cornelius Castoriadis, Sujeto y verdad en el mundo histórico – social, Seminarios 1986-1987, La
Creación Humana I, Seminario del 4 de Marzo de 1987, Página 151. FCE, Primera edición en español,
2004.
entender a un ser humano sin libertad ni responsabilidad ética?
¿Sigue siendo un ser humano?

Estamos obligados a meditar y discutir el problema de la


libertad también en este contexto, porque o somos libres o toda
la discusión no tiene sentido.

Entonces, sobre la discusión clásica entre materialismo e


idealismo, ¿qué queda? Si el materialismo no puede aspirar a
dilucidar plenamente la realidad tal cual es, si tampoco puede
demostrar que Dios no existe. Si filosóficamente, tampoco es
posible demostrar que existe. Si, por último, ambos niegan lo
único constitutivamente humano del ser humano, que es la
libertad. Entonces, ¿qué queda?

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