Fotos: Ricardo Aliaga Bascopé

Se dice que quien practica regularmente Tai-Chi Chuan consigue la fle-

xibilidad de un niño, la fuerza de un leñador y la tranquilidad espiritual de
un sabio. Hoy en San Miguel, San Joaquín, La Cisterna, El Bosque,
Pedro Aguirre Cerda, Paine, Buin y Lo Espejo se está realizando un in-
teresante proyecto basado en las milenarias técnicas energéticas de la anti-
gua medicina china.

20 UNO MISMO
Trinidad Fariña:

“El Tai Chi nos abre

la posibilidad de vivir
la inmortalidad hoy”
"El largo boxeo es como la ola de un largo río o del
mar que se mueve continuamente y sin fin”.
Maestro Yang Cheng-Fu

Andrea Munizaga dialoga con Trinidad Fariña

E
l practicante de Tai-Chi encuentra paz porque, sin prisa,
trabaja en la quietud. Desarrolla constancia y desapego
porque no persigue un fin.Y, en esta meditación en mo-
vimiento, el practicante llega a unir sus energías a las del
universo.
En la práctica diaria de los movimientos, vivencia el
maravilloso secreto de descubrir novedad en la repetición, lo descono-
cido en lo conocido, y lo eterno en lo efímero, encontrando en ello una
renovación de su cuerpo, mente y espíritu.
Existen varias leyendas sobre su génesis. Una de ellas cuenta que ha-
ce unos 800 años vivía en las montañas de Wudang un monje taoísta
llamado Zhang Sangfeng que había destinado su vida a buscar el elixir
de la inmortalidad.
Un día, fue testigo de una fiera lucha entre una serpiente y una gru-
lla. Esta última atacaba incesantemente con fuerza y decisión, mientras

UNO MISMO 21

“Lo que buscamos en el Tai Chi
es hacer el camino de retorno
para poner luz en donde había
oscuridad”.
que la serpiente evadía con suavidad
las mortíferas acometidas. El ave tu-
vo que ceder frente a un enemigo
cuyos movimientos relajados no
ofrecían resistencia directa y le per-
mitían, sin embargo, contraatacar
con la velocidad del relámpago. Al
verlas, Zhang Sangfeng comprendió
que la forma de enroscarse o girar
sobre sí misma contenía el principio
de lo blando venciendo a lo duro.
Conmovido por tal descubri-
miento, en la noche, tras cerrar sus
ojos, se le apareció en sueños el le-
gendario Xuan Wu -llamado también
el Emperador Negro- revelándole
22 UNO MISMO
El Tai Chi
una bella forma de combate llamada
Tai-Chi Chuan (taijiquan), o el Arte
del Boxeo Chino. Es por eso que se
dice que el Tai Chi posee un origen
divino.
“El Tai Chi es una antigua disciplina
china que tiene un registro histórico de
no más de 350 años. Es un arte mar-
cial y con el tiempo fue desarrollando
su dimensión más terapéutica”, señala
Trinidad Fariña, directora de la Es-
cuela de Tai Chi y Chi Kung Clásicos
y representante en Chile del Maes-
tro Fu Sheng Yuan, el guardián de la
tradición de la Familia Yang, herede-
ro de Yang Cheng Fu.
 La medicina china
a los consultorios
Desde tiempos remotos (5.000 años a.C.), en China se practica el Qi Gong o
Chi Kung para tratar enfermedades y fortalecer el organismo.
El Chi Kung, que significa “trabajo de energía interna”, está basado en mile-
narias técnicas que incluyen ejercicios físicos, de respiración y de automasa-
je que forman parte de la antigua medicina china y que han sido usadas fun-
damentalmente para prevenir enfermedades e incrementar la salud. Gracias
al manejo de movimientos conscientes y de la respiración, se logra experi-
mentar un cambio significativo de la energía física y mental.
El Chi Kung se ha usado históricamente como terapia porque mejora y esti-
mula las funciones de la corteza cerebral, los sistemas neurovegetativo y car-
diovascular, tonifica los órganos abdominales y desarrolla las funciones de
autocontrol del cuerpo.
La relajación, la quietud y la respiración durante el ejercicio pueden trasla-
dar la tensión nerviosa de la corteza cerebral diluyéndola en el proceso de
manera de promover el descanso, la recuperación y la regulación del organis-
mo. Después de una normalización gradual, disminuye el consumo de ener-
gía y aumenta la resistencia.
Es así como practicar Chi Kung durante 20 minutos diarios reestablece los
biorritmos naturales, armoniza los sistemas nervioso y endocrino, a la vez
que irriga el cuerpo y sus tejidos con abundante sangre y fluidos ricos en oxí-
geno y vigorizante energía vital.
“El Chi Kung es medicina china en movimiento”, cuenta Trinidad Fariña, quien es-
tá realizando un interesante trabajo social para expandir este milenario arte
a diversas comunas pobres de Santiago.

Un proyecto audaz
En mayo de 2002 se inició un excepcional proyecto para enseñar Lohan Kung
en distintos centros de salud pública de San Miguel, San Joaquín, La Cister-
na, El Bosque, Pedro Aguirre Cerda, Paine, Buin y Lo Espejo.
Diseñado por el Servicio de Salud Metropolitana Sur en conjunto con dife-
rentes consultorios de atención primaria, y financiado con fondos destina-
dos a la promoción de la salud del Ministerio de Salud, “el objetivo es desarro-
llar un concepto de salud diferente, fomentando la actividad física y mental para lo-
grar una disposición más activa de la población para hacerse cargo de su salud, a tra-
vés de la práctica del Chi Kung, cultivado desde hace cinco mil años en China”, cuen-
ta Trinidad Fariña.
Son 30 especialistas, entre enfermeras, matronas, sociólogos, psicólogos y
técnicos que fueron preparados por la Escuela de Tai Chi y Chi Kung Clási-
co como formadores de facilitadores. Éstos se hicieron cargo de formar en-
tre 15 y 20 trabajadores de la salud que, a su vez, enseñan a las decenas de
personas con las que trabajan: pacientes, enfermos crónicos, jóvenes, adultos
mayores y otros grupos pertenecientes a la comunidad.
El proyecto, que está buscando nuevos fondos, ha sido todo un éxito. En es-
tos momentos, hay más de 2 mil personas involucradas.

UNO MISMO 23

Quieto como una montaña,
móvil como un río
Trinidad Fariña comenzó a prac-
ticar Tai Chi en el año 1982 y ha per-
feccionado su técnica con diferentes
maestros. Aprendió el estilo Yang de
Tai Chi del maestro Wang Tsing, Di-
rector del Centro de Cultura China
Clásica de Buenos Aires, Argentina.
Recibió instrucción directa del
“El Tai Chi no se puede aprender más que desde la conciencia. Son movimientos que surgen de la conciencia.
Es por eso que se hacen en forma lenta”, señala Trinidad Fariña, Directora de la Escuela de Tai Chi y Chi
Kung Clásico.
Maestro Fu Sheng Yuan, en Australia,
y profundizó la enseñanza del estilo
Chen de Tai Chi con el Maestro
Chen Xiao Wang, líder de la familia
Chen. Años después, en China, reali-
zó un entrenamiento con el Maestro
Chen Xiao Xing. En cuanto al Qi-
gong o Chi Kung, del cual es maes-
tra, estudió con el Maestro Chen
Yong Fa, guardián del conocimiento
del Sistema Lohan de Chi Kung. Con
ella mantuvimos este diálogo:
-¿Qué es el Tai Chi? ¿Es un ar-
te marcial, una forma de medi-
24 UNO MISMO
El Tai Chi
tación, un deporte?
-El Tai Chi es un sistema de man-
tención y recuperación de la salud,
pero también es un camino para ob-
tener una larga vida. La idea es tener
una vida tranquila, que llegue más
allá de los 80 años, inserta en la na-
turaleza.
El Tai Chi permite tener una rela-
ción desde el cuerpo y desde el al-
ma del ser humano, con el cuerpo
de la tierra y el alma del universo. El
Tai Chi permite el desarrollo de lo
esencial supremo.
-¿Cuál es la relación entre
taoísmo y Tai Chi?
-El taoísmo concibe al ser humano
con tres tesoros: la vitalidad, la ener-
gía y el espíritu. Estos tres poseen di-
mensiones prenatales y otras postna-
tales. El camino del Tai Chi es reunir-
nos con los aspectos prenatales.
El aspecto prenatal del espíritu,
por ejemplo, es la parte del Tao de la
“Mi visión es que el Tai Chi
nos abre la posibilidad de vivir la
inmortalidad hoy.
Si yo vivo en la eternidad,
que es el presente,
soy inmortal”.
Según Trinidad Fariña, maestra de Tai Chi y Chi Kung “los beneficios del Tai Chi son incontables.Todo el cuer-
po mejora: tendones, articulaciones, todos los músculos, el funcionamiento armónico de todos los órganos inter-
nos, la optimización del funcionamiento del cerebro”.
cual no se puede hablar, pero que in-
tuimos y que muchos llaman Dios.
Ese aspecto está dentro de nosotros.
A través del Tai Chi, de la perseveran-
cia de hacer estos movimientos tan
lentos y fluidos, uno se conecta con
ese sentir, con ese intuir.
Al mismo tiempo, hay una ener-
gía pre y postnatal.Y, a través de los
movimientos del Tai Chi, uno logra
que la energía prenatal fluya hacia el
cuerpo y se mezcle con la energía
postnatal que viene de los alimen-
tos, del aire y de todo lo que nos ro-
dea. Eso produce que tengamos una
energía de mejor calidad.
La esencia prenatal también se
desarrolla con los ejercicios y pro-
duce una energía que se llama Jing.
Nosotros estamos identificados
con el espíritu postnatal, que es
nuestro ego. Lo que buscamos en el
Tai Chi es hacer el camino de retor-
no para poner luz en donde había
oscuridad.
-¿De qué manera se perdió
parte del conocimiento místico
del Tai Chi a partir de la revolu-
ción cultural china?
UNO MISMO 25

“ElTai Chi permite tener una relación desde el
cuerpo y desde el alma del ser humano, con el
cuerpo de la tierra y el alma del universo”.
En el Tai Chi, cada movimiento está en conexión con
los canales de energía, y los canales de energía están
en conexión con los órganos internos, señala Trini-
dad Fariña.
-Debido al proceso de la revolu-
ción cultural se persiguió a los maes-
tros que cultivaban la dimensión más
mística de China. Más adelante se hi-
zo una política de salud y se rescata-
ron los ejercicios físicos de Tai Chi.
De esta manera, se popularizó la
parte externa, que igual sirve para
conservar la salud, pero se dejó fue-
ra la tradición espiritual del Tai Chi.
Pero, ahora, China ha estado más
abierta, y poco a poco se ha ido res-
catando el mensaje espiritual.
-¿Pero, esa tradición secreta
que fue perseguida está viva? ¿No
se ha perdido completamente?
-No. Además, con toda la cultu-
ra espiritual que hay en este mo-
26 UNO MISMO
El Tai Chi
mento, podemos descifrar este co-
nocimiento, porque pertenece a to-
da la humanidad. Yo, como latinoa-
mericana, tan distanciada de la cultu-
ra china, he ido haciendo mi propia
experiencia con las claves que los
maestros me han ido entregando.
-¿Usted cree que podemos
armar el puzzle de ese conoci-
miento espiritual ancestral?
-Yo creo, más bien, que podemos
descifrar nuestros puzzles. Nosotros
somos mil piezas… Permanente-
mente tenemos millones de pensa-
mientos y respuestas diferentes;
personalidades muy neuróticas ba-
sadas en el miedo, en la ansiedad, en
la competencia… Todas esas son
piezas de nuestro puzzle. Con las
claves del Tai Chi y el Chi Kung po-
demos ir hacia la esencia de nuestra
vida. Y esto se relaciona con aspec-
tos muy simples. Por ejemplo, volver
a ser como niños. Cuando nos pone-
mos a practicar Tai Chi, el tiempo se
detiene y lo único importante es res-
pirar, sentir y percibir.Y esa es la sim-
pleza que nos da el Tai Chi en su as-
pecto meditativo, sólo con hacer mo-
vimientos lentos, redondos y fluidos.
Movimientos que surgen de la conciencia
-Se dice que los movimientos del Tai Chi es-
tán basados en danzas ancestrales efectuadas
por seres iluminados en su camino al cielo. ¿Qué
relación existe entre el chamanismo y el Tai Chi?
-Mis maestros no hablan mucho de esto… más bien
se refieren a conocimientos puntuales que les enseñó
su padre o su tío. Pero, obviamente, no hay que olvidar
que el Tai Chi no nace en un día con una persona. Es
producto de una recuperación ancestral.
Mi experiencia me indica que lo que nosotros hace-
mos es chamanismo, en términos que nos arraigamos a
la tierra, nos hacemos amigos de los árboles… Ahora, yo
no definiría a mis maestros como chamanes. Pero no me
cabe duda que hay otros maestros de Tai Chi que están
practicando chamanismo desde hace mucho tiempo.Y es
un hecho que todas las personas que están un tiempo
practicando Tai Chi tienen la necesidad de sanar a otros.

-¿Cuál es su mirada respecto al Tai Chi y la

competencia?
-Nosotros, en general, no participamos en torneos en
donde se busca elegir un campeón, porque los alumnos
se tensan… Y lo que yo les digo es que aprendan una dis-
ciplina en donde no entren en competencia ni con ellos
mismos. Si no, simplemente, observen su proceso. Lo que
nosotros hacemos son muestras de nuestro arte.

-¿Qué rol juega la conciencia en la práctica

del Tai Chi?
-El Tai Chi no se puede aprender más que desde la
conciencia. Son movimientos que surgen de la concien-
cia. Es por eso que se hacen en forma lenta.
Uno parte sintiendo el cuerpo y que está parado so-
bre la tierra. En el momento que tomamos conciencia
de que somos seres de la tierra, nos abrimos a su ener-
gía y sentimos su arraigo. Luego, comprendemos que,
además, somos seres conectados con el cielo, con las
energías cósmicas.Y de este modo nos vamos haciendo
conscientes de nuestra integración con el universo.

-¿Cuáles son los beneficios terapéuticos de

practicar Tai Chi?
-Los beneficios del Tai Chi son incontables. Todo el
cuerpo mejora: tendones, articulaciones, todos los mús-
culos, el funcionamiento armónico de todos los órganos
internos, la optimización del funcionamiento del cerebro.

UNO MISMO 27
 El Tai Chi
Desde el Templo Shaolín

al Santiago de hoy
La tradición que están aprendiendo miles de personas
en distintas comunas de Santiago comenzó hace siglos
en el mítico Templo Shaolín.
En el año 527 d.C., Bodhidharma, un monje budista
procedente de la India, llegó a China con el propósito
de transmitir las enseñanzas de Buda.
Se estableció en el monasterio Shaolín, en las montañas
de Song Shan, provincia de Honan. Allí meditó en si-
lencio durante 9 años, buscando la iluminación junto a
cientos de monjes guerreros de Shaolín que estaban ob-
teniendo una gran reputación en toda China por ser
honorables y muy valientes.
En todos esos años, Ta Mo -el nombre por el que se co-
noce a Bodhidharma en China- descubrió que la falta
de movimiento del cuerpo y las duras condiciones cli-
máticas de las montañas en las que se encontraban en
el monasterio, les habían causado diversas dolencias
que entorpecían su concentración en las sagradas me-
ditaciones. Es así como Ta Mo reunió una serie de ejer-
cicios basados en el Yoga Budista, en algunos antiguos
ejercicios chinos y en su propia observación de los mo-
vimientos de los animales que habitaban las montañas,
y creó lo que fue conocido como “Las 18 Manos de Lo-
han” o Lohan Kun. Posteriormente, éstas se ampliaron a
72 movimientos, y más tarde -por sucesivas generacio-
nes de monjes- a 173 movimientos, formando la base
del Shaolín Chuan Fa, fuente desde la cual se desarrolla-
ron todas las artes marciales, como el: Tai Chi, Hsing-
I, Pa-Kwa, Wu-Shu, Kung Fu, Karate, Tae-Kwon-Do,
Judo, Aikido, Jiu Jit-Su.
El conocimiento de Lohan Kung era un tesoro guarda-
do celosamente por los monjes de Shaolín, hasta que
hace 200 años este templo fue incendiado y sus monjes
brutalmente asesinados. A esta destrucción total so-
brevivieron 5 monjes. Uno de ellos, el monje Choy
Fook, huyó hacia el Sur, a Guang Dong (Cantón). En
estas trágicas circunstancias, antes de morir, aceptó en-
señarle a Chen Heung, un habitante de la zona, miem-
bro de una antigua familia de médicos, todo el sistema
de Kung Fu y Lohan Kung de Shaolín.
Hoy, sus enseñanzas son entregadas en nuestro país por
Trinidad Fariña, que las aprendió a través del Maestro
de Chi Kung, Chen Yong Fa, tataranieto de Chen
Heung, el único heredero del conocimiento secreto,
transmitido de labios de uno de los últimos monjes del
legendario Templo Shaolín.

28 UNO MISMO
Mejora los sistemas cardiovascular,
endocrino, digestivo, respiratorio y
circulatorio. En mis alumnos mayo-
res he podido observar que no hay
deterioro mental, y que el desgaste
físico es muy por debajo de los que
no practican Tai Chi o Chi Kung.

-¿Por qué el Tai Chi produce

esto?
-En el Tai Chi, cada movimiento es-
tá en conexión con los canales de
energía, y los canales de energía están
en conexión con los órganos internos.

-Hay quienes piensan que el

Tai Chi es un camino para al-
canzar la inmortalidad ¿Qué
piensa usted?
-Bueno… Yo creo que sí. Si una
persona limpia su sistema nervioso de
todo el estrés, aprende a alimentarse
en forma ideal y va tomando concien-
cia de sus respuestas emocionales, ya
no hay desgaste, sólo hay alegría de vi-
vir en este planeta maravilloso. Enton-
ces, a mí no me cabe duda que yo voy
a vivir más de lo que me habría toca-
do vivir si no estuviera practicando Tai
Chi y otras disciplinas.
Bueno, y de hecho, tengo alumnas
que llegaron a los 70 años y hoy tie-
nen sobre los 80 y están cada vez
mejor. Entonces, una persona que se
ha dedicado de por vida a esto…
podría llegar a los 200 ó 300 años…
Eso yo no lo pongo en duda.
Pero, mi visión es que el Tai Chi
nos abre la posibilidad de vivir la in-
mortalidad hoy. Si yo vivo en la eter-
nidad, que es el presente, soy inmor-
tal.Y si yo no creo en la muerte co-
mo el final de mi existencia, más aún.
Porque este cuerpo se va a caer en
algún momento. Pero, yo no soy sólo
cuerpo. Además soy un espíritu que
va a seguir su evolución. En ese senti-
do, yo ya soy inmortal. ✤

UNO MISMO 29