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PATRIA VIEJA (1810-1814)

Si bien es cierto el rey de España estaba prisionero desde 1808, hubo un acontecimiento
que precipito el inicio del proceso de independencia de Chile: el mal gobierno del español
Antonio García Carrasco, a quien se le acusaba de haber participado en un contrabando de
mercaderías de un barco inglés. Pero lo que desencadeno la crisis política en Chile fue la
orden de destierro dada por García Carrasco para tres connotados criollos partidarios de la
Independencia: José Antonio Rojas, Juan Antonio Ovalle y Bernardo Vera y Pintado. Hubo
tal protesta que el gobernador revocó la orden. Sin embargo, la aristocracia criolla le exigió
la renuncia, la que se hizo efectiva el día 16 de julio de 1810.
Estos hechos favorecieron la convocatoria al Cabildo Abierto de Santiago, el 18 de
septiembre de 1810, que permitió la formación de la Primera Junta Nacional de Gobierno,
con lo cual se inicia un proceso de emancipación que tiene entre sus hitos mas destacados la
formación del Primer Congreso Nacional el 4 de Julio de 1811 fecha que refleja el ejemplo
que significaba la Independencia de Estados Unidos para algunos criollos miembros de la
aristocracia.
Por otro lado, entre los criollos chilenos había diferentes posiciones respecto a la situación
política de la Colonia: había algunos que pensaban que era necesario seguir leales al rey y
al Consejo de Regencia de Cádiz, otros eran moderados y consideraban que era necesario el
autogobierno mientras el rey permaneciera cautivo, y el grupo de los llamados exaltados era
partidario de la independencia definitiva de Chile al respecto de España. En este escenario.
El grupo con mayor influencia política y social era el de los ochocientos, al que pertenecía
la familia Larraín, el cual controlaba las redes del poder social en Chile en esa época.
Uno de los criollos con ideas libertadoras fue el patriota José Miguel Carrera, quién desde
el comienzo se dio cuenta de que la mayoría del Congreso resistía la marcha de los
acontecimientos y, viendo que no había otro medio de salvar al país que la revolución,
comenzó a trabajar para hacerla efectiva. El 4 de septiembre de 1811, acompañado de sus
hermanos Juan José y Luis, ambos oficiales del ejército, dio un primer golpe de Estado.
Expulsó del congreso a siete diputados conservadores y convoco al pueblo a un Cabildo
Abierto, para que eligiera una nueva Junta de Gobierno. Todo se hizo sin derramamiento de
sangre, pero los resultados no satisfacían plenamente las aspiraciones revolucionarias, pues
los cargos en el gobierno y demás empleos habían sido ocupados por miembros de la
influyente familia Larraín, llamada “los ochocientos”. Su influencia y poder político,
económico y social significaba un gran impedimento para los planes de Carrera, quién
realizó un segundo golpe de Estado, que le permitió llegar al gobierno, continuando la
lucha con los realistas.
Después de los dos golpes de Estado a cargo de José Miguel Carrera, se logro cambiar el
control de la situación política en Chile, el 15 de noviembre de 1811. en su gobierno, se
realizaron las siguientes obras: la elaboración y promulgación del Reglamento
Constitucional de 1812; la creación y publicación del diario “La Aurora de Chile”; el
establecimiento de relaciones diplomáticas con Estados Unidos, por medio del cónsul
norteamericano Joel Robert Poinsett; y la adquisición de barcos para formar una Armada
Nacional.
Cuando Carrera encabeza el enfrentamiento militar contra las fuerzas españolas, debe ceder
el control político de Chile a una Junta de Gobierno. Esta Junta creo instituciones tan
relevantes desde el punto de vista cultural hasta el día de hoy, como son la Biblioteca
Nacional y el Instituto Nacional.
RESTAURACIÓN MONÁRQUICA (1814-1817)

En 1813 Napoleón es derrotado en Europa, con lo cual el rey de España Fernando VII
retoma el poder del Imperio Español, iniciándose el proceso histórico conocido como
Reconquista o Restauración Monárquica. En el Congreso de Viena de 1814-1815, las
monarquías europeas tratan de restablecer la situación política y social anterior a la
Revolución Francesa, desconociendo los treinta y cuatro años de cambios sociales e
ideológicos que se vivieron en Europa.
Fernando VII, al retomar el poder de España y su Imperio, envió fuerzas militares a
América para derrotar a los patriotas que controlaban parcialmente las colonias en proceso
de emancipación, situación que en el caso de Chile quedó claramente reflejada con la
llegada de tropas enviadas por el virrey del Perú al mando de Antonio Pareja, para sofocar y
eliminar el movimiento independentista, lo que se tradujo en enfrentamientos bélicos, tales
como Quilo, Membrillar, El Roble y Rancagua, entre otros.
Las fuerzas patriotas no fueron suficientes, y en la batalla conocida como el desastre de
Rancagua se vieron superados por las tropas realistas, con lo cual los patriotas se movilizan
al otro lado de la cordillera siendo acogidos por el gobernador de Mendoza, José de San
Martín, quién comparte las ideas ilustradas y republicanas con otros criollos americanos
como Bernardo O’higgins, Simón Bolívar y Antonio José de Sucre.
Durante la restauración monárquica, en Chile hubo dos gobiernos sucesivos: los de
Mariano Osorio y Casimiro Marcó del Pont, que actuaron duramente con aquellos patriotas
que participaron en el período de la patria vieja, a los cuales les expropiaron sus haciendas,
los detuvieron y les enviaron como prisioneros al archipiélago de Juan Fernández, siendo
algunos de ellos ejecutados de acuerdo a los juicios que efectuaron los “Tribunales de
Vindicación”, los que trabajaban en estrecha colaboración con el capitán español Vicente
San Bruno y su temido batallón “Talaveras de la reina”. La derrota de los patriotas en
Rancagua en 1814 y el restablecimiento del dominio español, interrumpió el desarrollo del
proceso de emancipación.

MANUEL RODRIGUEZ ERDOIZA:


Hubo un patriota que se quedó en Chile para organizar una resistencia al dominio español,
pero también para llevar la información hasta Mendoza respecto a las características de las
fuerzas españolas que ocupaban Chile. Para esto, organizo un batallón llamado Húsares de
la Muerte. Sus integrantes juraban morir por la causa patriota; sin embargo, no poseían los
recursos militares necesarios para enfrentar a las fuerzas realistas. Por esto Manuel
Rodríguez recurría a la astucia y al ingenio para superar la inferioridad de hombres y armas
que tenía ante sus enemigos. En múltiples ocasiones, para no ser atrapado ni ejecutado,
utilizo disfraces tanto para cruzar la cordillera de los Andes, como para moverse en el
territorio de Chile: fue arriero, franciscano, vagabundo, peón de fundo, etc. Sus aventuras
se convirtieron en leyendas, y los españoles que lo perseguían, encabezados por el capitán
Vicente San Bruno y su batallón las “Talaveras de la reina”, no pudieron atraparlo a pesar
de que muchas veces lo tuvieron frente a ellos, al alcance de su mano.

PATRIA NUEVA (1817- 1823)


Entre 1814 y 1817, los patriotas chilenos que estaban en Mendoza, liderados por José de
San Martín y Bernardo O’higgins, prepararon un ejército para liberar a Chile del dominio
español. Se fabricaron y armaron cañones, se reunieron armas y caballos, y se elaboraron
las estrategias para poder cruzar la cordillera y derrotar a las fuerzas realistas, lo que se
concreto el 12 de febrero de 1817 con el triunfo patriota en la batalla de Chacabuco. El
pueblo de Santiago ofreció el mando de la naciente República a José de San Martín, quién
lo cedió a Bernardo O’higgins, el cuál aceptó y encabezó el gobierno y las últimas batallas
clave del período. Entre estas se destaco la de Cancha Rayada, donde los patriotas fueron
derrotados; y la batalla de Maipú, el 5 de abril de 1818, que marcó la derrota definitiva de
los españoles en Chile continental. Sólo el año 1826 los españoles fueron derrotados y
expulsados de la isla de Chiloé y, por lo tanto, de todo el territorio chileno.

GOBIERNO DE BERNARDO O’HIGGINS (1817-1823)

Desde 1817 Chile es gobernado por el criollo Bernardo O’higgins Riquelme, con el cargo
de director supremo. Es hijo del ex gobernador Ambrosio O’higgins y la aristócrata criolla
Isabel Riquelme, quienes no se casaron por las prohibiciones que la legislación española
imponía a sus funcionarios en América, con lo cual la existencia del niño debió ser ocultada
a la sociedad de la época.
La infancia de O’higgins se desarrollo en forma solitaria, muy lejana a la presencia de su
padre, quien dispuso que fuera criado en la hacienda materna de Chillán y luego en Talca
por una familia pagada para tal efecto. Más tarde, el padre lo trasladó a la Universidad de
San Marcos en Lima, para que finalmente completara sus estudios en Londres (Inglaterra),
donde estudio y aprendió el pensamiento ilustrado bajo la influencia del intelectual
venezolano Francisco de Miranda. También en esta época tuvo contacto con otros jóvenes
de la aristocracia criolla hispanoamericana, tales como José de San Martín y Simón Bolívar,
entre otros.

CARRERISTAS CONTRA O’HIGGINISTAS

Cuando O’higgins volvió a Chile participo en el proceso político, siendo electo diputado
para el primer Congreso Nacional, para luego participar en las batallas contra el ejercito
realista. Durante esta etapa se produjo un fuerte antagonismo con José Miguel Carrera, lo
que los llevo a enfrentarse en la batalla de “Tres Acequias”, situación que fue superada solo
para unir fuerzas contra el pueblo español.

Vocabulario:
Patriotas: partidarios de un Chile Independiente de España.
Realistas: partidarios de mantener a Chile bajo el dominio del rey de España.

ABDICACIÓN DEL DIRECTOR SUPREMO.

Luego del proceso de restauración monárquica y de los triunfos de la Patria Nueva,


O’higgins gobierno en forma autoritaria. Realizó obras con un sentido “modernizador”,
entre los cuales destaca la creación del Mercado de Abastos, una Casa de Comedias, el
paseo de la Alameda de las Delicias, el Cementerio General, la modernización del
alumbrado público y la creación de la Orden al Mérito de Chile. En el plano político se
crearon dos constituciones la de 1818 y la 1822. En esta ultima se establecía una
concentración de poderes, donde se dejaba a O’higgins como Director Supremo por otros
seis años.
Debido a algunas medidas que O’higgins tomó en su gobierno, tuvo una oposición en cada
uno de los sectores sociales de la época: la oposición de la aristocracia por la eliminación
de los títulos de nobleza; del pueblo por eliminar los juegos populares como las corridas de
toro y las peleas de gallo; y se le hacia responsable del asesinato de Manuel Rodríguez y
del fusilamiento de los hermanos Carrera al otro lado de la Cordillera. Además, la iglesia
católica se oponía a su gobierno por la creación de cementerios laicos.
La oposición contra el gobierno de O’higgins se reflejó en dos hechos claves: la reunión de
aristócratas criollos en el Consulado el 28 de enero de 1823, quienes le pidieron la
renuncia; y el ejercito formado por Ramón Freire, Intendente de Concepción, quién se
dirigió a Santiago para sacarlo del gobierno. Para evitar una Guerra Civil, O’higgins
decidió renunciar a su cargo, autoexiliándose a Perú. Aquí fue recibido con gran
hospitalidad por el gobierno peruano, quien le regalo una hacienda de Montalvan donde
vivió junto a su madre, a su hermana Rosa y a su hijo Demetrio. O’higgins murió en Lima
el 24 de octubre de 1842 y sus restos fueron traídos a Chile el año 1869.

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