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Se definen como aquellos síndromes secundarios, no a la invasión local del tumor ni a sus metástasis, sino a la
producción por parte de éste de sustancias biológicamente activas, que actúan a distancia como son hormonas
ectópicas, etc. Los tumores en los que con mayor frecuencia aparecen los cuadros paraneoplásicos, son el cáncer
microcítico de pulmón y el de mama, así como linfomas, cáncer de ovario, gastrointestinal y renal.
Algunas de las sustancias que un tumor puede producir son hormonas, citocinas y varias proteínas. Estos productos
afectan a los órganos o tejidos por sus efectos químicos; de ahí el término paraneoplásico.
Su importancia clínica radica, en que pueden constituir el primer signo de enfermedad, por lo que son de utilidad en el
diagnóstico precoz de determinados carcinomas (ej. la polimiositis o el desarrollo de síndrome nefrótico en individuos
mayores de cincuenta años) e incluso pueden ser utilizados como marcadores de progresión tumoral. Generalmente
regresan con el tratamiento del tumor, aunque en ocasiones su evolución corre independiente a la de éste, como ocurre
en ciertos síndromes neurológicos como la regeneración cerebelosa subaguda.
Se clasifican en:
• síndromes endocrino-metabólicos dentro de los cuales los más frecuentes son la hipercalcemia, la SIADH y el
síndrome de Cushing;
Pueden aparecer síntomas como la disminución del azúcar en la sangre, diarrea y aumento de la presión arterial
(hipertensión). A menudo los síndromes paraneoplásicos afectan al sistema nervioso.
Aunque algunos de los síntomas pueden ser tratados directamente, la terapia de un síndrome paraneoplásico
ordinariamente requiere controlar el cáncer subyacente.
El microestadio del melanoma maligno se determina mediante el examen histológico, el grosor vertical de la lesión en
milímetros (clasificación de Breslow) o por el grado anatómico de la infiltración local (clasificación de Clark). El estadio de
Breslow sobre el grosor se reproduce mejor y predice con mayor precisión el comportamiento posterior del melanoma
maligno en lesiones mayores de 1,5 mm de grosor y este deberá siempre informarse. Para lograr exactitud en la
clasificación del microestadio del tumor primario se requiere que un patólogo con experiencia haga una evaluación
histológica concienzuda del espécimen en su totalidad. Los cálculos pronósticos deberán modificarse de acuerdo al sexo
y sitio anatómico así como también de acuerdo con la evaluación clínica e histológica.
Clasificación de Clark (grados de infiltración)
• Grado I: Lesiones que solo implican a la epidermis (melanoma in situ); no es una lesión invasora.
• Grado II: Infiltración de la dermis papilar, pero no alcanza la interfase papilar reticular de la dermis.
• Grado III: Infiltración ocupa y expande la dermis papilar, pero no penetra la dermis reticular.
• Grado IV: Infiltración en la dermis reticular pero no en el tejido subcutáneo.
• Grado V: Infiltración a través de la dermis reticular en el tejido subcutáneo.
La clasificación por etapas es un proceso para determinar hasta dónde se ha propagado el cáncer. Incluye una
descripción del tamaño del tumor en la piel y si se ha propagado a otros órganos. Los sistemas de clasificación por
etapas son una manera convencional que tiene su equipo de atención médica de resumir la extensión de su cáncer.
El sistema del American Joint Committee on Cancer (AJCC) se usa con mucha frecuencia para describir la extensión del
melanoma. En este sistema se le otorga a cada cáncer una categoría T, una categoría N y una categoría M.
• La categoría T se basa en el grosor del tumor y si está ulcerado (no tiene la capa de piel que cubre al
melanoma).
• La categoría N refleja si el melanoma se ha propagado a los ganglios linfáticos cercanos (pequeñas
acumulaciones, en forma de fríjol, de células del sistema inmunológico, que ayudan al organismo a combatir
infecciones y el cáncer). La categoría N también refleja si las células cancerosas del melanoma están
comenzando a propagarse y se encuentran en los canales linfáticos que conectan con los ganglios linfáticos.
• La categoría M indica si hay propagación (metástasis) en los órganos distantes.
En la clasificación por etapas TNM se combina la información sobre el tumor, los ganglios linfáticos y la metástasis según
un proceso llamado agrupación de etapas, a fin de asignar una etapa. La etapa se describe usando el 0 y los números
romanos del I al IV.
Se utilizan varias pruebas y procedimientos para recopilar información sobre un melanoma y si se ha propagado a los
ganglios linfáticos y a los órganos distantes. Esta información se utiliza para asignar las categorías T, N y M y una etapa
agrupada.
Descripción de las etapas
Las etapas que se usan en estas guías son las siguientes:
Etapa 0: el melanoma es in situ, es decir, afecta la epidermis pero no se ha propagado a la dermis. A esta etapa se le
llama también nivel I de Clark.
Etapa IA: el melanoma es menor o igual a 1.0 mm o alrededor de 1/25 de pulgada de grosor y no está ulcerado. En el
sistema de Clark, esto puede ser el nivel II o III. Parece estar localizado en la piel y no se ha detectado en los ganglios
linfáticos ni en órganos distantes.
Etapa IB: el grosor del melanoma mide menos o es igual a 1.0 mm y tiene ulceración o es nivel Clark IV o V, o está entre
1.01 y 2.0 mm y no está ulcerado. Parece estar localizado en la piel y no se ha encontrado en los ganglios linfáticos ni en
órganos distantes.
Etapa IIA: el grosor del melanoma mide entre 1.01 mm y 2.0 mm y está ulcerado, o está entre 2.01 y 4.0 mm y no se ha
ulcerado. Parece estar localizado en la piel y no se ha encontrado en los ganglios linfáticos ni en órganos distantes.
Etapa IIB: el grosor del melanoma es entre 2.01 mm y 4.0 mm y está ulcerado, o el grosor mide más de 4.0 mm y no se
ha ulcerado. Parece estar localizado en la piel y no se ha encontrado en los ganglios linfáticos ni en órganos distantes.
Etapa IIC: el grosor del melanoma mide más de 4.0 mm y está ulcerado. Parece estar localizado en la piel y no se ha
encontrado en los ganglios linfáticos ni en órganos distantes.
Etapa III: el melanoma se ha propagado a los ganglios linfáticos cercanos al área de la piel afectada, pero no hay
propagación a distancia.
Etapa IV: el melanoma se ha propagado más allá del área original de la piel y de los ganglios linfáticos cercanos hacia
otros órganos tales como los pulmones, el hígado o el cerebro o a áreas distantes de la piel o de los ganglios linfáticos.
1. Intestinal o enteroide: aparecen células cilíndricas semejantes a las intestinales, con borde en cepillo más o
menos definido y con la presencia de elementos caliciformes.
2. Difuso: puede presentar en su superficie algunas estructuras glandulares, aunque su principal característica es
la presencia de células redondeadas pequeñas, aisladas, que infiltran de forma extensa y difusa la pared gástrica.
* Early tumor: carcinoma precoz que afecta mucosa y submucosa sin afectar la muscular. Es independiente de la
afectación ganglionar.