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w anafrica / abril de 2007
actualidad Igualdad y salud:
Por Teresa Salas / Fotos de Salvador Campillo, M.Hasson
Salud sexual y reproductiva como factor básico del
desarrollo
Representantes de los Ministerios de Salud de once países africanos, diversas instituciones y ONG africanas,
españolas y catalanas, participaron del 27 de febrero al 3 de marzo, en las Jornadas Técnicas sobre
políticas de salud sexual y reproductiva en África. Estas jornadas tienen como objetivo facilitar el
análisis de las políticas y estrategias implementadas en este campo y generar compromisos para el futuro.
Basta con echar una mirada a la histo-
ria de África, Asia, y Latinoamérica,
para entender porque los objetivos del
Milenio en cuestión de desarrollo en
todos los aspectos; social, económico,
educativo y por supuesto de salud,
están enfocados a remediar siglos de
rezago y subdesarrollo.
El tema de la salud en África es en uno
de los grandes problemas con los que
ha de luchar la comunidad internacio-
nal, es por eso que se han unido la
Agencia Catalana de Cooperación al
Desarrollo, como Médicos del Mundo y
otras instancias involucradas en pro-
gramas de ayuda al continente africa-
no para llevar a cabo estás jornadas
técnicas sobre políticas de salud
sexual y reproductiva en este conti-
nente, con el objetivo de crear e imple-
mentar políticas y estrategias eficien-
tes en este sector.
Coincidiendo en este punto es que
surge el Programa VITA de
Cooperación al Desarrollo de Salud en
África que nace en 2004 impulsado por
la Agencia Española de Cooperación
Internacional (AECI) y constituye un
esfuerzo de coordinación y comple-
mentariedad entre todos los actores de
la cooperación española en materia de
salud para el continente.
Precisamente uno de los objetivos que
se plantea la Conferencia Inter-
nacional sobre Población y
Desarrollo de las Naciones Unidas
(El Cairo, 1994) es poner el acento
definitivo en le concepto de salud
sexual y reproductiva y la importancia
del ejercicio de los derechos sexuales y
reproductivos en todo el mundo, pero
principalmente en África.
Avanzar hacia la consecución de los
Objetivos del Milenio en cuestión de
salud exige reposicionar el enfoque
integral de este término y de los dere-
chos sexuales y reproductivos en un
lugar prioritario de lucha contra la
pobreza.
Cambio de enfoque; la cuestión
de género en los proyectos de
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desarrollo
Es muy importante aclarar que los
diferentes patrones de salud de hom-
bres y mujeres no se relacionan exclu-
sivamente con sus diferencias biológi-
cas, sino en gran medida se encuen-
tran ligados con la posición de des-
igualdad de hombres y mujeres. Por
un lado, aunque las mujeres tienen
una esperanza de vida mayor que los
hombres en casi todos los países del
mundo, sus condiciones de salud son
peores en términos generales. Además
los problemas de salud relativos a
reproducción y sexualidad suelen aso-
ciarse exclusivamente con las mujeres
por sus características biológicas, sin
tomar en cuenta al género masculino y
el reconocimiento del componente
social y cultural de la salud, de ahí la
relevancia de trabajar este tema tanto
con hombres como con mujeres.
Ya en la década de los setenta empie-
za a tomar fuerza el enfoque Mujeres
en el Desarrollo (MED), que hace
hincapié, fundamentalmente en la
importancia de las mujeres como con-
tribuyentes activas al desarrollo,
entendido como crecimiento económi-
co, y considera que la incorporación de
la mujer al sector productivo traerá
consigo la igualdad entre los sexos.
La desigualdad entre hombres y muje-
res en materia reproductiva se mani-
fiesta en el papel subordinado de la
mujer en la sociedad. Los temas de
reproducción no son sólo una cuestión
de mujeres. El papel de los hombres en
esta área es fundamental para llegar a
relaciones de igualdad que posibiliten
un goce equitativo del derecho a la
salud. A partir de estas premisas es
que surge el enfoque Género en el
Desarrollo (GED), que es el único
que integra el concepto de "salud
sexual y reproductiva" y subraya la
importancia de trabajar con mujeres y
hombres para disminuir las desigual-
dades en los patrones de salud de
ambos sexos que se asocian tanto a
cuestiones biológicas como sociales,
culturales, económicas y políticas.
La realidad africana en temas de
salud sexual y reproductiva
Uno de los ejes fundamentales de la
lucha contra la pobreza en el mundo
tiene que ver con la salud en todos sus
aspectos.
Los problemas de salud sexual en Áfri-
ca constituyen un factor muy impor-
tante en su largo camino hacia el des-
arrollo, por la incidencia que tienen en
todos los aspectos de la vida. Por ejem-
plo, basta con decir que las complica-
ciones obstétricas son la principal
causa de muerte en edad fértil en los
países en desarrollo, habiendo países
que se han mantenido en los mismos
niveles desde hace diez años. Cada
minuto, muere una mujer por compli-
caciones durante el embarazo, el parto
y el post-parto, lo que significa que
1400 madres mueren al día y más de
medio millón mueren todos los años.
El mayor número de estas muertes se
encuentra dividido de manera similar
entre Asia y África, América Latina y
el Caribe representan solo el 5%.
Los abortos inseguros también repre-
sentan una causa importante de mor-
talidad, por realizarse en condiciones
de ilegalidad y derivados de una mala
educación sexual que produce embara-
zos no deseados y el contagio de SIDA,
que constituye el factor de salud con
mayor impacto en todos los aspectos
del entorno social.
En todo el mundo se producen alrede-
dor de 340 millones de nuevos casos de
infecciones de transmisión sexual, que
incluyen sífilis, gonorrea, chlamydia y
tricomoniasis, entre la población de 15
a 49 años. Entre estas enfermedades
destaca la pandemia del SIDA, que
sigue contagiándose en torno al 75%
de los casos, por relaciones sexuales de
riesgo. Según datos de ONUSIDA, en
el año 2004 vivían con VIH 39,4 millo-
nes de personas en todo el mundo, de
las cuales casi la mitad son mujeres y
niñas.
Es muy importante mencionar que la
La alta tasa de infección de VIH en mujeres se debe
también a la feminización de la pobreza
vulnerabilidad de las mujeres y niñas
a la infección por el VIH no se debe
únicamente a la carencia de informa-
ción, sino también a la feminización de
la pobreza y a la falta de emancipación
generalizada de las mujeres africanas,
a las prácticas de riesgo de sus mari-
dos, sobre los que ellas no tienen nin-
gún control y la nula disposición de
métodos de protección.
La parte sur del Sahara sigue siendo
la parte más afectada del mundo con
más de 25 millones de personas infec-
tadas por el VIH y lo más preocupante
es que del total de infectados el 76%
son mujeres que pueden transmitir la
enfermedad a sus hijos. Para darnos
una idea de la magnitud del problema
en la parte sur del Sahara, podemos
comparar el número de infectados con
los de África del Norte que no pasan de
540 mil. (ONUSIDA, 2004)
Por último, otro de los principales pro-
blemas que influyen directamente en
la salud sexual y reproductiva de las
mujeres es la violencia de género. Esta
se apoya en un orden social constitui-
do en base a la desigualdad entre hom-
bres y mujeres y es una práctica social
con consecuencias trágicas para la