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LAS OPINIONES Y PRONUNCIAMIENTOS SOBRE EL MOVIMIENTO

APOSTOLICO MODERNO

¿Qué dicen los ministros, líderes y concilios sobre el Movimiento apostólico


moderno?

- Primera Cumbre Latinoamericana de las Asambleas de Dios, realizada del


12 al 16 de Septiembre del 2005, sobre el Apostolado Moderno se pronunció en
la parte IV. En relación a los profetas y apóstoles, punto 6, 7 y 8 dice: El
movimiento apostólico contemporáneo se define en términos de poder y
autoridad antropocéntrica y, por lo tanto, no corresponde a una verdadera
exégesis del Nuevo Testamento. No se debe crear una élite de apóstoles, tales
redes no corresponden al modelo del Nuevo Testamento. La iglesia debe tener
en cuenta la advertencia de las Sagradas Escrituras en relación a los falsos
apóstoles, por lo tanto, ha de agudizar su discernimiento espiritual para
identificarlos.

- La Iglesia de Dios del Perú, en un Congreso de Pastores, realizado del 12 al


14 de enero del 2006, hizo una Declaración sobre el Ministerio Quíntuple, y en
los puntos 4, 5, 6, 8 y 9, dice: La Iglesia de Dios del Perú rechaza toda mala
interpretación de la Palabra de Dios para la justificación de modelos de
liderazgo actuales mal denominados “apostólicos y proféticos”. La Iglesia de
Dios del Perú define el “Movimiento Apostólico” moderno como un fenómeno
socio-cultural de naturaleza religiosa, antes que un movimiento misiológico con
principios bíblicos. La Iglesia de Dios del Perú cree que el denominado
“movimiento apostólico” propone una comprensión del término apóstol que se
contrapone con nuestra interpretación de las Sagradas Escrituras. La identidad
pentecostal de la Iglesia de Dios no admite como modelo de liderazgo el
propuesto por el “Movimiento Apostólico”.

- La Confederación de Iglesias Evangélicas Fundamentalistas del Perú


(CIEF-Perú), en un Congreso de Pastores realizado del 01 al 04 de febrero del
2006, sobre el apostolado moderno dice: Que, Jesús llamo y ordenó solamente
a 12 apóstoles (Marcos 3:16-19); que, Judas, el traidor, fue substituido por
Matías y ordenado por los apóstoles, y ninguno otro más, con la excepción de
Pablo (Hechos 1:26); que, Pablo fue llamado y ordenado por Jesucristo y no
por los hombres, para ser el Apóstol de los Gentiles (Hechos 9:15-17); y
Bernabé fue mencionado como apóstol, pero en otro sentido, como misionero,
uno mandado con un mensaje, o como un embajador, pero no fue ordenado
con los 13. El nunca se llamó a sí mismo: “Yo soy Apóstol de de los Gentiles”,
como Pablo habló (Hechos 11:24; 9:27; 14:14).
Por lo tanto resuelve: Recomendar no usar o practicar el concepto del
Apostolado Moderno, porque no existe en la Iglesia hoy en día. Quien se
proclame como apóstol genera confusión y no reúne los requisitos para ser un
apóstol, como el de ser testigo ocular de la crucifixión y resurrección de Cristo;
y Observar que es muy audaz para un pastor, ministro, anciano, maestro u
obispo recibir y ser ordenado apóstol y tomar este título tan alto. Para nosotros
es una amenaza actual para la Iglesia fiel.
- Las Asambleas de Dios de los Estados Unidos, en su Declaración Oficial
sobre apóstoles y profetas, adoptada el 6 de agosto del 2001, por el Concilio
General de las Asambleas de Dios de los Estados Unidos, dice: Siendo que el
Nuevo Testamento no provee instrucciones para el nombramiento de futuros
apóstoles, tales puestos contemporáneos no son esenciales a la salud ni al
crecimiento de la iglesia, ni a su naturaleza apostólica.
Las cartas pastorales no proveen información acerca del nombramiento de
apóstoles ni de profetas, y el libro de los Hechos no indica que tal provisión
fuera dada en las iglesias establecidas en los viajes misioneros. Los apóstoles
no nombraron ni apóstoles ni profetas sino ancianos (Hechos 14:23). Al
terminar los viajes misioneros, Pablo se reunió con los ancianos de la iglesia de
Efeso (Hechos 20:17-38). Claramente, a los ancianos también fue dada la
función de obispos (“supervisor”) y pastores (Hechos 20:28; 1 Pedro 5:2).
Dentro de las Asambleas de Dios, las personas no son reconocidas por el titulo
de apóstol o profeta.

- Las Asambleas de Dios de Venezuela, en una Convención Nacional


Extraordinaria, realizada del 28 al 30 de julio del 2004, estudió las actuales
corrientes teológicas que están de moda, entre ellas, el Apostolado Moderno y
fijó una posición. En su declaración, en los considerandos número 5, 6, 10 y 11
dice: Que el concepto de la “unción apostólica” no tiene fundamentación
bíblica; que la no utilización del término “apóstol” por parte de la iglesia durante
mucho tiempo de su historia no anula el aspecto bíblico del mismo; que no
necesitamos utilizar el título “apóstol” para que el ministerio esté vigente en la
iglesia contemporánea; que las Asambleas de Dios de Venezuela no emitirá
credenciales de apóstol, ni de ningún otro ministerio.

- Dr. Moisés Chávez (Perú), dice: “La novedosa doctrina de la restauración del
apostolado neotestamentario a la vida y desarrollo de la iglesia en la actualidad
constituye, no un hecho abortivo sino un fenómeno retrasado, una secuela de
la Teología de la Restauración. La “Teología de la Apostolación” pretende
restaurar el ministerio y la autoridad apostólica neotestamentaria sobre bases
derivadas de la eiségesis de textos bíblicos. No que la exégesis le sea
desconocida; pero le puede resultar desventajoso y aniquilante. En otras
palabras, detrás de la “Teología de la Apostolación” hay un encarnizado debate
teológico con su respectivo uso y abuso de las Escrituras, lo que es de rigor”.

- Pr. Presbiteriano Gustavo Mello Guimaraes (Uruguay), dice: La pretendida


“red apostólica” con sus pseudoapóstoles, pretenden instaurar a corto plazo un
“Papa del otro bando”, en el total descaro desean terminar con la terminología,
Pastor, para sustituirlo por Apóstol, con el fin de lograr la meta de una iglesia
mundial, para el propósito de algunos vivos. Ni aun los llamados Padres de la
Iglesia y los también llamados Doctores jamás se atrevieron a utilizar tal grado
de jerarquía, ni siquiera Policarpo quien fuera instaurado en Esmirna por el
mismo San Juan. Estos sabios varones sobre todo eran humildes, cosa que
falta hoy día en aquellos que presumen tal jerarquía.
Tengan misericordia de vosotros mismos, y no se dejen atrapar por estos
villanos despiadados que pervierten la sana doctrina, con sus nocivas y
venenosas artimañas.
- Dr. Ervin de León (EE.UU.), dice: El movimiento apostólico y profético del día
de hoy no es otra cosa que algo bien orquestado para tomar control de la
iglesia y es algo peligroso porque lleva el asunto a extremos extrabiblicos
Este movimiento de apóstoles y profetas modernos esta tomando el peligroso
precedente que en el pasado tomo la Iglesia Católica Romana, quien afirma
tener una autoridad extra Bíblica para establecer doctrina a travez de los
comunicados ex-cátedra de los papas. Esto es un precedente peligroso que
puede abrir puerta a muchas aberraciones doctrinales que en este caso
podrían justificarse en el marco de las supuestas revelaciones.
Es un error tratar de implantar hoy de nuevo el oficio del apóstol y el profeta, a
la manera que existieron al comienzo de la iglesia, los cuales son
irremplazables y aunque estos ya murieron y su oficio termino, no obstante el
fundamento establecido por ellos aun esta vigente y no se puede poner otro
fundamento sobre el mismo.
Hay una base muy amplia para con firmeza rechazar este movimiento
‘apostólico profético’ moderno que se ha levantado en los últimos años, ya que
es antibiblico en el sentido interpretativo.

- Teólogo Bautista Juan Stam (Costa Rica), dice: Los modernos "apóstoles"
de hoy toman pasajes donde el término significa "misionero" pero los aplican en
el otro sentido y quieren atribuirse los títulos y autoridades de los doce y de
Pablo. La iglesia católica hace algo parecido con su "sucesión apostólica" a
través de los siglos. Según el Nuevo Testamento, los apóstoles no tienen
sucesores.
Para ser apóstol en el mismo sentido que los doce y Pablo, era requisito
indispensable haber sido testigo ocular y presencial del ministerio de Jesús
(Hechos 1:21-22; cf. 1 Jn 1:1-4) y de su resurrección (Hch 10:40-42; 1Co 15).
Por supuesto, tal cosa seria imposible después de morir los contemporáneos
de Jesús. Toda la evidencia bíblica deja muy claro que para ser apóstol, el
candidato tenía que ser alguien del primer siglo. Nadie después del primer siglo
podría haber sido testigo presencial del ministerio de Jesús y de su
resurrección. Ese requisito descalifica de antemano a todos esos "apóstoles"
de nuestros tiempos modernos.
En la Biblia no aparece ninguna sucesión de apóstoles. La verdad es que ese
título lo usan los pastores o líderes que tienen sed de poder y dinero.

- Pr. Miguel Rosell Carrillo (España), puntualiza: “Cuando murieron los


apóstoles mencionados (los apóstoles de Cristo), se terminó para siempre el
titulo y oficio de apóstol. La razón es obvia. Sólo ellos fueron testigos
presénciales de Cristo desde los inicios de su ministerio, hasta su muerte,
resurrección y posterior ascensión a los cielos. Sólo a ellos se les adjudicó la
tarea de ser receptores y primeros divulgadores de la Palabra, contenida en el
apartado de la Biblia que llamamos Nuevo Testamento. Una vez que Juan
escribió el Apocalipsis, allí se cerró el canon bíblico, y acabó su ministerio
irrepetible”.

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