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“El juego de palos es uno solo, porque todos los palos van pa`l cuerpo y el cuerpo es
uno solo”
Don Mercedes Pérez Amaro (1914-2002) Maestro del Juego de Garrote.
“El juego de palos es uno solo, porque todos los palos van pa`l cuerpo y el cuerpo es
uno solo”
Don Mercedes Pérez Amaro (1914-2002) Maestro del Juego de Garrote.
INTRODUCCIÓN
Pero ¿que sucede cuando nos topamos con una forma de pelea que no proviene
de lejanas latitudes sino de acá mismo, de Venezuela? Una forma que además de
resultar muy poco conocida, carece de la mayoría de estas características que son al
parecer tan ampliamente aceptadas, ¿Cómo podemos enfrentar el estudio y comprensión
de un hallazgo como este? En primer lugar realizaremos el trabajo descriptivo
respectivo con el fin de realizar el primer acercamiento a nuestro objeto de estudio,
posteriormente y con la ayuda de cierto arsenal teórico nos adentraremos en la
naturaleza de esta practica para finalmente, realizar algún aporte teórico que nos permita
relacionar nuestro objeto con la que consideramos la parte fundamental de nuestro
estudio: sus caracteres identitarios presentes y como los relacionamos con la
idiosincrasia propia del venezolano en aspectos muy específicos; todo esto sin perder de
vista el hecho de que el presente es un conjunto de resultados preliminares, un
acercamiento inicial que no pretende ser una obra terminada y reconoce el estar en
pleno desarrollo.
DEFINICIONES PRELIMINARES
Dos de las dificultades iniciales con las que nos topamos al tratar temas
relacionados con las formas de pelea o las artes marciales en general giran en torno a las
referencias que tiene n, una enorme cantidad de personas, sobre ciertos tópicos de las
mismas. En primer lugar, está la tendencia a generalizar los conceptos básicos, y en
segundo lugar, existe una suerte de acuerdo conceptual generalizado que expresa que
toda forma de defensa personal proviene históricamente del Lejano Oriente. Si bien hay
un poco de verdad en estas ideas, también es cierto que su aceptación total acarrea la
exclusión o no aceptación de otras; creemos conveniente entonces, y aunque pueda
parecer un tanto oneroso, referenciar algunas definiciones.
Según el DRAE la palabra marcial significa (Del lat. martialis, de Marte). Adj:
Perteneciente o relativo a la guerra, la milicia o los militares. Así mismo la palabra arte,
en las acepciones que más tocan al tema que tratamos significa: arte. (Del lat. ars, artis,
y este calco del gr. t????). amb. Virtud, disposición y habilidad para hacer algo. || 2.
Manifestación de la actividad humana mediante la cual se expresa una visión personal y
desinteresada que interpreta lo real o imaginado con recursos plásticos, lingüísticos o
sonoros. || 4. Maña, astucia. || 5. Disposición personal de alguien. Buen, mal arte. || ~
bella. f. Cada una de las que tienen por objeto expresar la belleza, y especialmente la
pintura, la escultura, la arquitectura y la música. U. m. en pl. Academia de Bellas Artes.
|| ~ militar. amb. Conjunto de preceptos y reglas para la organización y empleo de los
ejércitos.||~noble.f.artebella.||. Continuando encontramos: || ~ popular. m. El cultivado
por artistas, con frecuencia anónimos, y fundado en la tradición. || ~s marciales. f. pl.
Conjunto de antiguas técnicas de lucha de Extremo Oriente, que hoy se practican como
deporte. U. t. en sing.1
2
Diccionario de las Américas.
establecer el hecho de que muchas veces aquellas cosas que aceptamos como verdades
dependen enteramente de nuestro punto de vista. Si hemos prestado atención a ciertos
detalles de estas definiciones podemos notar ciertos aspectos relevantes: por una parte
esta su marcado euro centrismo; por ejemplo, categorías como “Lejano Oriente” tienen
un ascendente histórico que data de la época de los grandes imperios comerciales
europeos; otro tanto encontramos en los significados de “Bellas Artes”, que reivindican
sólo aquellas expresiones relacionadas con la pintura o la escultura, concepción
típicamente euro céntrica también. No podemos por supuesto pasar por alto “Arte
marcial” calificada de entrada como únicamente proveniente del antes mencionado
“Lejano Oriente”. Si aceptamos ciegamente estas definiciones, difícilmente podríamos
encajar en la idea de que muchos otros “pueblos” del mundo, a lo largo de su historia,
han creado, recreado y transmitido de generación en generación, sus propias formas de
de combate cuerpo a cuerpo. Para poder adentrarnos con la mente despejada en este
tema necesitamos redefinir varios conceptos: 1) lógicamente Arte marcial y forma de
pelea, 2) Por extensión, lo que se ha entendido por tradición popular o “cultura
popular”.
A los fines de este estudio, y para posibilitar el abordaje desde el punto de vista
histórico del Juego de Garrote venezolano diremos que Arte Marcial la entendemos
como “un conjunto de técnicas de combate cuerpo a cuerpo, que en algún momento de
su devenir histórico fueron empleadas para/o en la guerra”, esto sin necesidad de
agregarle la coletilla de en el lejano oriente ya que, es un hecho que la guerra es un
fenómeno presente en la historia de todos los pueblos del mundo. Así mismo conviene
aclarar que si bien, en la actualidad las llamadas artes marciales son consideradas
deportes, no siempre como puede notarse, fue así; su transformación fue producto de
una elaboración cultural que ha justificado -entre otras cosas- la aparición de formas de
competencia, grados y clasificaciones diversas; y la grave desaparición de la mayoría de
sus aspectos tradicionales en beneficio de su difusión masiva y comercial.
Remitirse al pasado
Rasgos identitarios
5
Como la mencionada anteriormente de confundir esta practica del Juego de garrote con un deporte o un
arte marcial deportiva, conceptos que ya hemos explicado con anterioridad.
La herencia histórica, expresada en las costumbres, los modos sociales y los
códigos de interrelación personal a diferentes niveles, constituye para la antropología,
esa parte de los elementos de base de la llamada “cultura inmaterial”, ese grupo de las
manifestaciones de la civilización que no son visibles por no ser físicamente tangibles,
pero que son reconocibles y, en alguna medida, estudiables y que se encuentran
formando parte del edificio cultural en un nivel digamos, inmediatamente inferior a las
manifestaciones físicas como por ejemplo, la vestimenta. La cultura inmaterial forma
parte de las llamadas “estructuras de larga duración” ya que tienden a cambiar de forma
más lenta que las ya mencionadas manifestaciones materiales tangibles.
Ahora bien, estas estructuras de larga duración actúan como una suerte de
capsulas del tiempo, ya que mantienen inamovibles ciertas partes de su funcionamiento,
a modo de ejemplo pongamos los modos o maneras en las que se organizan y se llevan a
cabo los actos conmemorativos de alguna celebración patria o se celebra una fiesta
popular, en ambos, hay un conjunto de códigos de conducta, valores, formas de
relacionamiento y rituales que son transmitidos de generación en generación y así
sucesivamente. Para los miembros de una cultura o grupo tales modos, costumbres y
rituales son aprendidos durante el proceso de la enseñanza familiar o colectiva y son
entendidos y practicados conformando así, junto con otros caracteres y practicas
colectivas, parte del andamiaje de la cultura y por supuesto, de la identidad colectiva.
¿Qué sucede cuando nos topamos con una práctica realizada por un grupo de
personas limitado? El Juego de garrote siempre fue y ha sido conocido y cultivado por
pocas personas6, el conocimiento de sus técnicas fue trasmitido de generación en
generación a un grupo limitado de discípulos y esto se debe a una razón elemental:
desde finales del periodo colonial y durante el turbulento siglo XIX venezolano 7, era un
asunto de vida o muerte que una persona, conocedora de estas artes de pelea, diera a
conocer sus técnicas a muchos otros, poniendo en riesgo su propia vida. Decimos esto
porque hablamos de una época y un contexto social donde, saber defenderse bien
garantizaba la supervivencia y ser un “guapo”8 era una forma de distinción social.
La palabra garrote deriva del francés garrot y esencialmente se usa para designar
un palo grueso y fuerte que puede manejarse a modo de bastón. Inicialmente
definiremos el Juego de garrote como una forma de pelea basada en un tipo de esgrima
que se ejecuta con palos que oscilan entre los 60 y 80 centímetros de longitud y de 1 a 2
cms de espesor. El garrote es un palo mas grueso en un extremo que en el otro, lo cual
garantiza la posibilidad de poder lanzar golpes mas contundentes o simplemente más
rápidos de acuerdo al extremo que se emplee, también esta la “vara” que, a diferencia
del garrote, es mas pareja y ligeramente mas larga. Existe también la varita, más
delgada aún y sin ninguna preparación especial que se usa hasta que se rompe. Las
maderas empleadas en la elaboración de los garrotes son por lo general maderas duras
6
A pesar de los esfuerzos de personas como Eduardo Sanoja y, en menor medida otras personas, esta
practica sigue siendo ampliamente desconocida en Venezuela en la actualidad.
7
Época de la que provienen algunos de los testimonios orales de tercera mano, contados por los maestros
8
“guapo” es un venezolanismo usado para designar a toda persona cuyo carácter es valiente o bien,
pendenciero.
aunque flexibles y en su fabricación intervienen una serie de elementos trasmitidos
generacionalmente como, por ejemplo: las fases de la luna en las que deben ser cortados
los maderos para los garrotes, el proceso de “templanza” de la madera una vez cortada,
y el hecho de que un buen garrote no es producto de la rama de un árbol sino de su tallo,
lo que garantiza una mayor flexibilidad, dureza y un peso liviano.
Los maderos una vez cortados, son asados al fuego para poder ser descortezados;
posterior a este proceso, son untados con alguna grasa animal, vegetal o mineral y
dejados al sol y al sereno nocturno por un periodo de tiempo que oscila entre los 30 y 40
días al término de los cuales, la madera ha cogido un temple específico que la hace no
solo muy dura sino liviana. Una vez lista la madera para ser trabajada se procede a
alisarla y posterior a esto se destina su uso a la práctica o a fines ornamentales; en el
primer caso un garrote puede llevar empuñadura o no, la empuñadura o “empate”
básicamente es un tejido realizado en el extremo mas delgado del garrote o en uno de lo
extremos de una vara; el tejido se realiza a mano con cordón de algodón (llamados
pabilo, pita o sedalina) o cuero muy fino y puede hacérsele bien sea un simple anillo o
una empuñadura completa, el hilo se teje con una aguja y normalmente es untado con
cera de abejas para darle mayor consistencia al tejido que, una vez terminado es muy
sólido y difícil de quitar; normalmente el tejido de una empuñadura se hace con hilos de
varios colores para adornar aunque también puede hacerse de un solo color Las partes
de un garrote son: la punta, el cuerpo, el empate y el cubo (parte de espacio que queda
entre el final de la empuñadura y la otra punta del garrote) se dice que cuando un
garrote tiene empuñadura está “encabuyado”. Los artesanos que elaboran garrotes
practican además la talla de la madera y el pirograbado lo que evidencia la presencia de
un interesante arte de bastonería o arte de elaboración de bastones muy logrado y
hermoso.
• Golpes: los golpes del juego de garrote son esencialmente cuatro a saber 1)
Franco; Que se realiza con el garrote en trayectoria vertical o diagonal
descendente, 2) Revés o “al revés”: con la misma trayectoria del franco pero
usando el brazo en sentido opuesto, 3) Puya o puyón: un golpe ejecutado con la
punta del garrote buscando el área abdominal esencialmente aunque no
exclusivamente 4)Barrecampo: golpe en trayectoria ascendente y diagonal que
busca el área del muslo, la rodilla o la espinilla. Junto a estos existen otros
muchos golpes que si bien no son digamos, muy diferentes en sus principios a
los cuatro principales, sus nombres se han ido trasmitiendo de generación en
generación producto de la intencionalidad que llevan cuando se ejecutan, así por
ejemplo el “huevero”, que revela claramente hacia donde va dirigido en
trayectoria vertical ascendente, o “pescuecero” que va dirigido hacia el pescuezo
o parte de atrás de la nuca.
• Quites: los quites son las técnicas de desplazamiento del cuerpo con o sin la
ayuda de las manos, brazos o piernas que tienen por objeto esquivar un golpe;
dependen en gran medida de la rapidez de movimientos y de la practica o
entrenamiento de las habilidades de respuesta rápida. Cuando un practicante
esquiva un golpe se dice que se “quitó” y, si este movimiento es realizado sin la
ayuda de ninguna parte del cuerpo –como un manoteo por ejemplo- entonces
decimos que el quiete fue “en limpio”.
• Tapas: las tapas son bloqueos que se realizan con el bastón o garrote para evitar
ser golpeados con otro garrote u otra arma, apoyan el aprendizaje y
reconocimiento del garrote como una extensión del cuerpo además de aprender a
emplearlo no solo para el ataque, sino para la defensa.
• La riña: los juegos de riña son conjuntos de técnicas cuya finalidad esencial es
conocer y saber atacar los llamados “puntos nobles” del cuerpo humano, zonas
donde un golpe con un palo causa un daño mayor. Por extensión la riña no es
juego (en sentido literal) una riña es una situación de pelea real donde, o esta en
juego la propia integridad o se busca claramente lastimar o causar daño a la del
otro(s)
9
vivencia que le abroga el ser una disciplina que permite un “aprendizaje natural” armonioso,
10
SANOJA, Eduardo. Juego de palos o juego de garrote, guía bibliohemerográfica para su estudio. P 36.
Dentro del mundo del juego de garrote, no existen, como de hecho si existen en las
artes marciales deportivas modernas, los grados, los uniformes ni las jerarquías como
son entendidas en estas disciplinas; un maestro es reconocido en atención a su
experiencia, al grado de humildad que muestra y a la capacidad de enseñar, aparte de la
habilidad y el dominio de las técnicas, claro está. Por otra parte si habláramos de
grados, estaríamos hablando ya de un deporte o una práctica de otra naturaleza regida
por otros paradigmas o modelos. El juego de garrote en tanto practica encierra un
conjunto de códigos que lo convierten en lo que hemos denominado un Cajón cultural 11,
en él perviven un conjunto de preceptos, principios, códigos y rituales que lo hacen ver
como un representante legitimo del pasado, de la época de la que procede. Por tradición
oral nos han llegado hasta nuestros días, relatos de peleadores célebres, maestros que
por su gran habilidad, fueron reconocidos y en ocasiones, temidos, entre ellos citamos a
Clarencio Flores, personaje del cual no tenemos otra referencia hasta el momento sino
la que nos han contado los practicantes actuales del juego12 y que se refieren a un
hombre que se hizo célebre a finales del siglo XIX por su gran habilidad y por la fama
de imbatible que tuvo, adicionalmente se le atribuye el haber llevado un estilo y unas
técnicas en particular a la población de El Tocuyo en el Estado Lara-Venezuela, y haber
iniciado una suerte de “línea sucesoral” que llega hasta nuestros días con una parte de
los actuales practicantes.
Determinar una procedencia concreta del juego es, como podrá verse, un
compromiso innecesario, no solo por el hecho de que esa necesidad de determinismo, de
buscarle un origen concreto a todo, no se corresponde con la realidad de la dinámica y
la evolución constante de nuestras manifestaciones culturales, sino que existen además
otras dificultades, como el hecho de la documentación antigua que se ha hallado hasta
ahora corresponde a fechas dispersas y, algunas de las publicaciones que se han dado
sobre el tema adolecen de ser poco sistemáticas, aisladas y/o poco difundidas lo que
dado pie muchas veces al surgimiento de afirmaciones basadas en la especulación sin
una adecuada sustentación.
Por otra parte somos de la idea de que, cualquier conclusión a priori que se hace
de algo, cualquier inferencia que no ha pasado por el adecuado proceso de reflexión,
corre el riesgo de convertirse en elemento ideológico mas que en conocimiento
científico; sirva de ejemplo ilustrativo la polémica o la mala interpretación que surgiría
de declarar, sin sustentación, la preeminencia de un origen étnico particular en la
conformación de este arte; la contribución de una determinada <raza> al juego de
garrote; o el afirmar por ejemplo que “así” se luchó en la Independencia. Aparte de la
manipulación que con diversos fines puede hacerse de estas afirmaciones, no se ha
logrado hasta ahora, un conocimiento histórico serio.
En este punto es necesaria otra aclaración: si bien hemos dicho que esta práctica
fue siempre conocida por pocas personas, ello no excluye el hecho de que una parte de
sus técnicas hayan sido difundidas a un mayor número de personas en circunstancias
particulares, a este respecto el investigador venezolano Argimiro González nos cuenta
que “en le mes de abril de 1929, los tocuyanos comprometidos en las conspiraciones,
marcharon hacia Guanare (estado Portuguesa) donde les esperaba el general José Rafael
Gabaldón para la célebre batalla que deja constancias de hazañas victoriosas en desigual
combate contra el numeroso ejercito bien equipado del general Juan Vicente Gómez
(1857-1935) (…) Para este levantamiento, fue solicitada la colaboración de varios
expertos en el manejo del garrote, quienes viajaron desde El Tocuyo (León Valera) y
Sanare (Martín Fernández), a enseñar con el garrote, varios tiros de machete a los
revolucionarios (…) quienes en corto tiempo debían trasmitir estos conocimientos al
ejército de La Gabaldonera.”13. Vemos aquí como, el contexto de la guerra bien sirvió de
uno de los vehículos de preservación de este arte aunque no necesariamente de todo su
conjunto.
13
González Argimiro. El juego de garrote. (2006), p 62.
el devenir del llamado periodo colonial venezolano, mismo donde se dio el intercambio
entre los elementos constituyentes de la actual cultura venezolana.
Una tercera observación se extrae del hecho de que hasta la fecha, el Juego de
Garrote y en general la forma de pelea vernácula latinoamericana, constituyen una parte
de nuestra idiosincrasia muy desconocida. En principio creemos que tal cosa sucede por
una negación sistemática, que a lo largo del tiempo, se ha dado a ciertas prácticas
sociales consideradas “vulgares”, “atrasadas”, “bárbaras” y otros muchos apelativos que
las han relegado a lugares social y geográficamente secundarios, esto nos hace pensar
que el Garrote no ha sido parte de la llamada “cultura de la ciudad”. El Juego de Garrote
es pues, un desconocido para muchos, pero con una fuerte identidad propia que surge en
contextos de mestizaje.
Categorización
Procedencia histórica
Tal y como hemos expresado, los resultados que esta investigación ha ido
arrojando han ido, son y serán, el resultado del análisis y la imbricación de un cada vez
mas vasto complejo de vestigios; algunos de ellos documentales, pero la gran mayoría
de carácter oral, y decimos vestigios porque cada testimonio encontrado hasta el
momento, bien sea oral, trascrito o encontrado en algún documento antiguo, nos dan la
idea de algo que pareciera que es, y al mismo tiempo no es, algo que existe pero de lo
que se sabe muy poco; es una de las características que ha revestido el Juego desde
tiempos inmemoriales. Siempre o casi siempre pareció tener un carácter secreto, de
hecho era común en tiempos remotos, según nos cuenta Eduardo Sanoja, que un
maestro tuviera uno o cuando mucho dos discípulos en toda su vida. Este secretismo se
debía al riesgo ya mencionado que comportaba para la propia vida el permitir que
mucha gente conociera las técnicas de defensa propias (conocer el juego), aunque a esta
razón perfectamente válida podemos agregarle otra muy común también: la negación
sistemática de nuestro gentilicio, además del carácter violento de la práctica del juego
en ciertos contextos, pero de esto hablaremos mas adelante.