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Colectividades digitales al servicio del periodismo

Por: Denys Andrés Reyes

Algunos modelos alternativos del oficio informativo que han surgido en los últimos años se
basan en el desarrollo de comunidades virtuales.

Cuando en diciembre de 1994, la compañía Knigth Rider publicó en Internet la primera


edición completa de un periódico tradicional (el San José Mercury News), tal vez pocos
vislumbraban el impacto tanto cultural como periodístico que traería la incursión de los
medios de comunicación en la telaraña digital.

Después de poco más de una década es casi imposible cuantificar la cantidad y diversidad de
empresas informativas que tienen presencia en la World Wide Web, una fiel representante
de las Redes de Arquitectura Abierta (RAA). De hecho, hoy en día es difícil no encontrar la
versión electrónica de cualquier canal televisivo, estación de radio, revista y demás formatos
impresos.

Sin embargo, debido a la relativa facilidad de publicación y la sensible reducción de costos


que caracterizan a Internet, también han surgido medios eminentemente digitales sin
ningún antecedente en el mundo periodístico físico.

Aunque las variaciones de esta tendencia son tan diversas como numerosas traeré a escena
un caso emblemático del llamado periodismo participativo, un modelo en el cual “un
ciudadano o grupo de ciudadanos juegan un papel activo en el proceso de colectar, reportar,
analizar y diseminar información”1.

Al tener un doble papel como receptores y emisores, los usuarios participan activamente en
el proceso noticioso. En este sentido, si inicialmente la web brindó herramientas (correo-e,
foros, chats) para interactuar con redactores, invitados especiales e incluso los demás
lectores, el periodismo participativo va más allá al permitir que la “audiencia” sea parte
clave en la consecución de contenido formal para un medio de comunicación constituido2 o
para un sitio web individual tipo blog/weblog/bitácora digital.

En un espectro más amplio, algunos expertos catalogan al periodismo participativo como


una vía para “democratizar la agenda informativa y alejarla del control de los poderes
(políticos, económicos, institucionales) y de los grandes emporios”3.

Como lo explicó Luis Ángel Fernández en el tablero de discusión a la respuesta del mensaje
‘Metáfora comunicativa’, las comunidades virtuales son la expresión más depurada del
cambio que ha planteado Internet en el modelo de comunicación porque resumen la
aparición de tres aspectos fundamentales:

1) Múltiples ámbitos nuevos de la información y el conocimiento, así como su densificación


en todos los sentidos.

2) Audiencias que juegan el doble papel de ‘ofertantes’ y demandantes de información y


conocimiento.

3) Nuevos medios desde los que se adquiere información, se la analiza, prepara, empaqueta
y distribuye mediante una labor que involucra en diferentes grados a la propia audiencia.

1
Bowman, Shayne y Willis, Chris. Nosotros, el medio. Cómo las audiencias están modelando el futuro de las
noticias y la información.
2
Op. cit. p. 22. “Los grupos de discusión (‘newsgroups’), listas de correo y tableros de mensajes (‘bulletin boards’)
fueron los predecesores de los foros, los blog y las comunidades colaborativas que florecen hoy”.
3
Juan Varela (2004). Medios hiperlocales para ciudadanos activos. Consultado en mayo 19 del 2005 En:
http://periodistas21.blogspot.com/2004/08/periodismo-3.html.
Desde mi perspectiva, Natahn Shedrofff representa parte de la situación reseñada
anteriormente con el esquema titulado ‘Una vista general de la comprensión’ en el cual
busca explicar que la aparición de los nuevos medios dificulta la distinción entre los pasos a
lo largo del proceso informativo4.

Sin embargo creo que precisamente esa duplicidad de papeles y funciones (prosumidor
informativo) ha sido el factor determinante para el desarrollo de comunidades virtuales bajo
el modelo del periodismo participativo.

Aunque existen críticas, y dilemas tanto éticos como profesionales, Internet es el caldo de
cultivo ideal para hacer de cualquier persona un periodista en potencia.

De colaboración esporádica a reportero frecuente


Aunque en determinados casos no lo parezca en forma expresa o reconocible, bajo la
concepción de la lógica virtual siempre hay participación en una RAA, según explicó Luis
Ángel en respuesta al mensaje ‘Comunidades virtuales’ de Jorge Mario Restrepo.

Asimismo se aclaró que esa “intervención siempre trae consecuencias”. ¿Cuáles? ¿De qué
tipo? ¿Cómo se manifiestan? Las respuestas a estos interrogantes dependen de la clase de
comunidad, del contenido que se maneje y del sistema de conocimiento en red utilizado.

A manera de conclusión, en el mismo mensaje se especificó que para “elaborar y compartir


colectivamente hacen falta, por lo menos, dos cosas”:

1) Una metodología para llevarlo a cabo de acuerdo con los fines de la CV.

2) Un sistema para organizar lo que se elabore de forma que se comparta, no sólo con
quienes “realizan el acto de elaborar”, sino con todos los miembros de la CV (e incluso
quienes no lo son todavía, pero lo serán algún día cuando se sumen a ella).

En el plano periodístico la mayoría de los medios tradicionales que tienen presencia en


Internet no ha logrado crear ni difundir estos esquemas. La razón no la conozco, pero mi
hipótesis es que para desarrollar una verdadera comunidad virtual (usuarios y periodistas)
es necesario que la empresa informativa se despoje de su papel autocrático, unidireccional y
hasta monopólico5. En otras palabras debería ceder parte del llamado cuarto poder o
contrapoder que inicialmente la sociedad le otorgó. ¿Cómo hacerlo? Supongo que las
alternativas son infinitas pero a continuación reseño una que ya está en funcionamiento.

4
Wurman, Richard (2001). Angustia informativa. Buenos Aires: Prentice Hall.
5
Pablo Mancini. (2004). Participación en la prensa digital. Consultado en mayo 20 del 2005 En:
http://dialogica.com.ar/periodismo/archives/2004_11.html. “El periodismo participativo se encuentra conceptual,
teórica y prácticamente mas ligado a la construcción colaborativa y/o descentralizada de la información”.
Ohmynews
Sitio web creado en febrero del año 2000. Inicialmente contó con solo cuatro editores que
revisaban y publicaban a diario cerca de 700 notas escritas por colaboradores espontáneos.
Sin embargo, actualmente es considerado el portal de noticias más influyente de Corea del
Sur al tener cerca de 38.000 reporteros ciudadanos de los cuales 600 está ubicados fuera de
Corea del Sur6.

Esta publicación electrónica maneja dos versiones: una local http://www.ohmynews.com/ y


otra internacional http://english.ohmynews.com/.

Según Oh Yeon-ho, fundador y actual editor General de OhmyNews, el objetivo es decir


adiós al periodismo del siglo XX donde la gente solo veía las cosas a través de los medios
tradicionales y conservadores. “El concepto principal es que cada ciudadano pueda ser un
reportero. Un reportero es el único que tiene las noticias y quien está tratando de informar a
otros”7.

En síntesis, este portal funciona gracias a una red de colaboradores cuyo único objetivo es
informar desde una óptica personal y por lo tanto subjetiva de hechos que ocurren en su
entorno. Algunos catalogan el modelo como un cruce entre blog y diario.

Con respecto a las cifras se dice que OhmyNews es uno de los 15 sitios web más visitados
de Corea del Sur, el país más conectado del mundo al tener accesos de banda ancha en el
70 por ciento de los hogares8.

Sobre la precisión y la corroboración de datos, Yeon-ho ha señalado que “a tiempo completo


trabajan 70 personas, de las cuales 53 son periodistas. La diferencia con los otros periódicos
es que tenemos una sección que llamamos "periodistas-guerrilla" que son las personas que
se ocupan de controlar a los periodistas-ciudadanos. Tenemos doce personas trabajando
sólo en la comprobación de la información de los periodistas-ciudadanos. Estos ciudadanos
tienen que dar su nombre real, dirección y teléfono. Cuando llega al diario un artículo
sensible se retiene ese artículo hasta que se comprueba la veracidad”.

La remuneración de los reporteros amateur se basa en la cantidad de visitas que tienen las
notas publicadas. No obstante, el pago por cada artículo puede llegar a los 17 dólares, una
cifra irrisoria según Yeon-ho que demuestra el interés por expresarse para “cambiar el
mundo” más que la intención de ganar dinero9.

Bajo esta modalidad de pago, los ciudadanos periodistas obtienen una suerte de retribución
por “la actividad colectiva que se produce”, uno de los problemas que se presentan con la
participación en las CV, de acuerdo con la explicación de Luis Ángel Fernandez.

De otra parte como lo asegura Matthew Yeomans, la originalidad es uno de los puntos de
mayor valor en el periodismo participativo: “Surely though, if Wikinews, and citizen
journalism in general, is going to thrive and have any relevance to the greater media
landscape, the most exciting thing it can offer is grassroots original reporting.

Aunque tal vez no en sentido estricto, modelos del tipo Ohmynews cumplen con la definición
de Jorge Restrepo sobre comunidades virtuales: “Espacio social virtual en el que un grupo de
personas que comparten afinidades, costumbres, creencias, valores, gustos y opiniones;
desarrollan lazos de interés, amistad y solidaridad; tienen gustos, creencias, necesidades e
intereses compartidos; realizan una interacción social, política, cultural y lúdica, y buscan
con su accionar colectivo mejorar sus condiciones materiales y espirituales de vida, y
sentirse identificado con sus semejantes, todo esto enmarcado en las condiciones y cambios
que impone el ámbito virtual con respecto al ámbito real”.

6
En: http://english.ohmynews.com/articleview/article_view.asp?article_class=8&no=224341&rel_no=1
7
Bowman, Shayne y Willis, Chris. Ibid. p 12.
8
En: http://dialogica.com.ar/periodismo/archives/periodismo_digital/periodismo/
9
En: http://www.periodistadigital.com/periodismo/object.php?o=26185

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