Vous êtes sur la page 1sur 2

Golpe de Estado contra el

Presidente Zelaya
Consecuencias de la impunidad en Honduras
El sueño de la población, que dormía tranquila la madrugada del domingo 28 de junio, fue
interrumpido con el golpe de Estado ejecutado por las Fuerzas Armadas junto con el Poder
Judicial y Legislativo, el Ministerio Público y la mayoría de los medios de comunicación social.
Es notorio que era un sentimiento general, no querían a Zelaya al mando de Honduras puesto
que no fue solamente un sector, fue muy general.

En horas de la tarde los diputados nombraron como sustituto de Manuel Zelaya Rosales al
presidente del Congreso Nacional, Roberto Micheletti Baín, quien, a pesar de no ser reconocido
por la comunidad internacional, procedió a nombrar un nuevo Gabinete de Gobierno.
Lógicamente que no está bien tomar el poder a la fuerza en un país donde se supone existe
democracia.
El presidente Zelaya fue expulsado a Costa Rica horas después de haber sido amenazado de
muerte y sacado a la fuerza de su casa de habitación por un comando militar que golpeó y
sometió a su Guardia de Honor Presidencial, la cual, según el mandatario, fue fiel hasta el
último momento. Considero que existe la posibilidad de que hasta su guardia de honor
estuviera en su contra ya que era un sentimiento tan generalizado.
Los militares no le dieron tiempo a Zelaya Rosales ni siquiera de vestirse, por lo que tuvo que
arribar a San José de Costa Rica, en calidad de visitante especial, con su ropa de dormir,
según contó él tras su llegada a San José. Notorio como los militares actuaron de una forma
muy rápida y no permitieron ni siquiera que el presidente Zelaya cambiara su ropa,
probablemente siguiendo un plan ya establecido.
Zelaya fue trasladado a la Base Aérea Hernán Acosta Mejía, donde el Presidente había
encabezado el jueves anterior una manifestación popular para rescatar el material de la
encuesta de opinión que se celebraría el domingo 28 de junio. Una vez en la Base, fue obligado
a subir al avión presidencial West Wing con rumbo a San José, donde aterrizó en condiciones
que aún no han sido aclaradas ampliamente por el Gobierno costarricense, sobre todo en lo
referente a los militares que custodiaron al mandatario y que ingresaron a ese país con armas
de guerra. Es de suponer que no estaban de acuerdo con los movimientos que había venido
dirigiendo Zelaya, esta vez, supongo que utilizaron este lugar a modo de crítica y reclamo
contra él. Lógicamente al llevarlo a Costa Rica se aseguraban no tener problemas con ningún
ejército.
Hasta aquí un extracto del relato que hace el Diario Tiempo de Tegucigalpa, en su edición del
29jun09, del inicio de golpe de estado militar, el primero contra un presidente constitucional
desde el que se llevó a cabo el 3 de octubre de 1963 contra el presidente Ramón Villeda
Morales, encabezado por Oswaldo López Arellano. No solo tenía mucho tiempo de que no
sucedia, sino que no es común ver como se excluye a un presidente a la fuerza en ningún país
de Latinoamérica, solo el hecho de el golpe de estado en un país ya es motivo de preocupación
para el resto de países vecinos.
Este golpe de estado desestabiliza, sin lugar a dudas, a países centroamericanos como
Guatemala, El Salvador y Nicaragua, que ven renacer el militarismo nacionalsocialista que las
Fuerzas Armadas argentinas implantaron entre 1980 y 1984. Casualmente, en Honduras se
instaló en la primavera de 1981, proveniente de Guatemala, el centro de comando del "Grupo
Exterior de Tareas o Andean Task Force", como llamaban los generales argentinos a esta
fuerza que, en realidad, pretendía imitar a los tristemente célebres "Einsatzgruppen" que el
partido nacionalsocialista usó en el Este de Europa. Como mencione anteriormente, el
problema de Honduras trae consecuencias no solo dentro de sus fronteras, sino para los
países vecinos también, más aún si tienen antecedentes militares.
El entonces Coronel Gustavo Álvarez Martínez (egresado del Colegio Militar argentino en 1961)
ofreció a William Casey, director de la CIA en aquellos años, una base para hostigar a
Nicaragua. La Contra nicaragüense había comenzado su formación en el III Cpo de Ejército
argentino a manos de un oficial de nombre Seineldín, posteriormente jefe de los Carapintadas
argentinos y guardaespaldas del hombre de la CIA en Panamá, Manuel Noriega, hasta que
éste cayó en desgracia. De este entorno surgió la tragedia en Honduras y el accionar del Grupo
de Tareas 3-16 dirigido por Billy Joya, los militares argentinos y un virrey llamado John Dimitri
Negroponte. Es notorio como vemos que países como Nicaragua pueden ver en esto un
aliciente hacia las fuerzas armadas y crear un sentimiento de lucha, critica e incluso puede dar
pie a futuros golpes de estado en este país, sobretodo mencionando, como lo hice antes, que
tiene antecedentes ya reconocidos
Desde aquel ayer, cerrado con un modelo de impunidad que se pretendía perfecto según los
asesores militares y civiles españoles que reemplazaron a las tropas argentinas después de su
debacle en la Guerra de las Malvinas, surgen estos fantasmas que no son más que hijos de
aquellos guerreros nacionalsocialistas a cuyas espaldas hay que cargar más de 250.000
víctimas producto de sus operaciones de exterminio. Ahora vienen a completar su modelo
político reaccionario mezcla de oligarquía, nacionalsocialismo y neofalangismo español.
() Como bien se indica en el texto, los ejércitos de países como Nicaragua, Salvador, Panamá,
etc. se ven afectados de forma negativa por los ejércitos externos como se puede notar en el
ejemplo. Una vez que argentina cesa sus tropas, surgen estas derivaciones que lo único que
hacen es afectar a Latinoamérica.
A modo de comentario Personal y como conclusión, creo que el presidente Zelaya venía
haciendo las cosas mal, pero la forma que se utilizó no es la correcta hablando de un país
democrático como Honduras.

Vous aimerez peut-être aussi