Modulo: Bases y actualizaciones en tecnologías aplicadas:

Tema: La enseñanza y las TIC

Francisco Javier Cardozo

Para analizar el concepto de enseñanza Fenstermacher parte de su sentido más genérico

para poder diferenciarlo de la “buena enseñanza” o “enseñanza exitosa” y, a la vez desligarla
de la vinculación ingenua entre el proceso de enseñanza y el proceso de aprendizaje.
En un su sentido genérico la enseñanza posee la siguiente forma: una persona que posee
un cierto contenido e intenta pasárselo a otra persona. De esta manera señala en primer término
que en el proceso de enseñanza intervienen dos personas pues considera que si bien el
aprendizaje es individual, el acto de enseñar compromete a más partes. En segundo término
agrega otras características que intervienen en la conceptualización de la enseñanza.
En primer lugar describe el vinculo existente entre la enseñanza y el aprendizaje, allí
señala que existe entre ambos procesos una dependencia ontológica, apartando tal unión de la
perspectiva causal (que una es causa de otra). Así explica que si bien ambos procesos pueden
pensarse por separado, en acto se encuentran imbricados pues no podría comprenderse la
actividad de la enseñanza sin la del aprendizaje, el cual es el fin de la primera. Siguiendo esta
línea, en segundo lugar reflexiona sobre las tareas de la enseñanza y las tareas de aprendizaje.
La primera consiste, no en producir el rendimiento del aprendizaje, sino en permitir que el
estudiante pueda realizar las tareas del aprendizaje. Es decir, que el docente instruye al
estudiante no específicamente en la adquisición de ciertos contenidos, sino acerca de

“los procedimientos y exigencias del rol de estudiante, seleccionar el

material que debe aprender, adaptar ese material para adecuarlo al nivel
del estudiante, proporcionar la serie más adecuada de oportunidades para
que el estudiante tenga acceso al contenido (…), controlar y evaluar el
progreso del estudiante, y ser para el estudiante una de las principales
fuentes de conocimiento y habilidades.”

Reglas, procedimientos y habilidades que configuran a la actividad de adquisición y

acceso al conocimiento y que recaen en la esfera de acción del profesor.

Finalmente, Fenstermacher adiciona los aspectos epistemológicos y morales que

participan en lo que denomina como “buena enseñanza”, un concepto distinto de la “enseñanza
con éxito”. Hallándose vinculado, este ultimo concepto, al rendimiento y al correcto
aprendizaje de un contenido especifico. Por el contrario, la buena enseñanza se refiere, en
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cuanto a los requisitos morales; a la valoración que la sociedad otorga a aquello que se
pretende enseñar y a las acciones morales de los docentes que promuevan acciones de principio
en los estudiantes. En cuanto a los requisitos epistemológicos, a las características del
conocimiento, a su validez, actualidad y vigencia y a las características actuales y justificación
racional sobre lo que se enseña.

Estas apreciaciones, en referencia a la inclusión de las TIC en los procesos de

enseñanza y aprendizaje nos llevan a plantear algunas cuestiones sobre el lugar del docente en
este proceso. Ya que por un lado este autor nos recuerda que, si bien el aprendizaje resulta ser
una actividad individual (la del sujeto aprehendiente), la enseñanza por su lado requiere de otro
sujeto quien establezca –y mantenga- la propuesta didáctica. En relación a las TIC, nos lleva a
considerar como poco efectivo el contacto solo con el monitor y un software educativo, pues
allí se requiere de la presencia del docente, pero será un nuevo rol el que asuma en ese proceso.
Un rol mediador, facilitador de propuestas y métodos para el manejo de esa nueva información
a apropiarse por los estudiantes. Como ya señala este autor, la tarea del aprendizaje consiste en
que el docente facilita la realización de la misma por parte de sus estudiantes, es decir, que el
docente no instruirá al estudiante específicamente en la adquisición de ciertos contenidos
tecnológicos, sino acerca de los procedimientos y exigencias en función del rol de estudiante,
proporcionará además las oportunidades mas adecuadas para que el estudiante tenga acceso al
contenido y controlara y evaluara el progreso del estudiante mostrándose como principal
referente de conocimiento en este proceso.

En lo que respecta a los aspectos morales, la inclusión de las TIC en los procesos
educativos se halla vinculado primordialmente al funcionamiento de una sociedad cada vez
mas informatizada, más que incluir a las TIC por imperativos hegemónicos, debería plantearse
su inclusión desde el punto de vista de la integración social. Más allá de las posibilidades
tecnológicas de cada institución educativa, la enseñanza de las TIC debería estar orientada, no
en facilitar el acceso a las tecnologías de última generación per se, sino en promover una
verdadera apropiación de las mismas, lo que para Morales significa:

“que los niños puedan encontrar sentido a los datos con los que toman contacto,
que desarrollen un método de búsqueda, de ordenamiento, de análisis de
información; que aprendan a discriminar entre lo positivo y negativo de los
mensajes y su componente imaginario, para estar en condiciones de proponer
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alternativas a las situaciones sociales en que están insertos”. (Morales, Susana;

2008: 4 y 5).

Cuestiones vinculadas a los aspectos epistemológicos de la enseñanza donde se

incluyan a las TIC, puesto que una “buena enseñanza con TIC” debe orientarse por la
consideración del contexto social donde se inscriba la institución y la propuesta educativa. La
justificación de la misma debe pensarse no como un acceso al soporte material de las
tecnologías, sino en la trascendencia de la misma desde una perspectiva que atienda a la
integración y a la equidad social con una mirada critica.