Vous êtes sur la page 1sur 12

“Año de las Cumbres Internacionales en el

Perú”

Nombre: Joseph Alberto Huapaya Abramonte.

Asignatura: Introducción a la Antropología.

Profesor: Giovanni Mitrovic De Risi.

Facultad: Humanidades.

Especialidad: Escuela Profesional de Antropología.

Semestre Académico: 1er. Semestre

2008

Introducción
En el presente trabajo presento un movimiento mesiánico en
particular el “Taqui Ongoy”, pero queda una duda ¿Qué es un
movimiento mesiánico o mesianismo?

Es la doctrina o creencia que fundamenta en la llegada de un mesías


caracterizado como un ordenador y restaurador que pondrá fin a un
periodo negativo y comenzara uno de gran bonanza y apogeo. Existe
algunos componentes básicos del mesianismo como:

• Un sentimiento de crisis.
• Un principio mediador o unificador. 
• Una imagen de orden.

“Estas partes se podría decir que son el ingrediente principal de todo


movimiento mesiánico”

Los movimientos mesiánicos se inician paralelamente con la


resistencia en Vilcabamba, como el Taqui Ongoy que quiere decir
“baile o canto de la enfermedad”, pero más que una enfermedad era
un movimiento de resistencia anticolonial. Pero el mesianismo andino
se remonta hasta antes de la colonia.

Con respecto al tema el Taqui Ongoy fue una manifestación de las


creencias del pueblo indígena en una situación no aceptada por ellos
como lo es la “La dominación española”.

El pueblo se manifestaba a través de este movimiento, hasta se


puede decir que se refugió en él como un último recurso dado que la
resistencia en Vilcabamba se estaba dando por vencida. La salida que
ofrece el Taqui Ongoy es la llegada de un nuevo Pachacuti, un
ordenador de todo lo que acontece hasta ese momento, que
anunciara el fin de la dominación española, y como resultado se dará
el Retorno de las Huacas o que estas regresen y derroten al Dios
cristiano.

El Taqui Ongoy
Durante los primeros años del dominio español, el pueblo indígena lo
entendía cada vez menos, el indígena no tenía alternativa muriendo y
ver morir a los suyos, acudir al Inca de Vilcabamba o aferrarse a sus
dioses, esto dio como resultado muchos movimientos tal como “La
Resistencia de los Incas de Vilcabamba y el Taqui Ongoy”. En 1574 se
hizo presente este movimiento mesiánico que significa “baile o canto
de la enfermedad”, el cual se difundió entre los habitantes indígenas
de las zonas rurales de los actuales departamentos de Ayacucho,
Huancavelica y Apurímac. El Taqui Ongoy o Ayra es una manifestación
en momento de crisis en el área andina, los “taquiongos” eran
poseídos por las huacas o divinidades. Esta fue una de las respuestas
del pueblo indígena ante el rechazo de los españoles. Los
predicadores de este movimiento decían que las huacas estaban
vivas y que iban a luchar en contra del dios cristiano, ya que los
españoles las habían destruido, y que no se salvarían los nativos que
se habían convertido al cristianismo, ya que estos se convertirían en
guanacos y vicuñas.
Todos los testimonios de Albornoz y Molina coinciden en que este
movimiento empezó entre los años 1565 y 1566, lo que no sucede
con las áreas ya que estas fueron muy localizadas. Los declarantes de
las “informaciones “dieron a saber la existencia del Taqui Ongoy en la
ciudad de huamanga, en particular las provincias de los Yauyos,
Lucanas, Laramati Hatun Lucanas, Apcara y Andamarcas, Soras,
Cochorvos y parte de los sectores habitados por los españoles. Con
respecto a Albornoz “extirpador de idolatrías “castigó severamente el
culto a este movimiento (desterró cura, reprendió caciques
principales).
Se sabe que los curacas no participaron directamente de este culto
(aliándose o ponerse en contra). Un caso particular en que un curaca
denuncio a las personas que operaban en su zona ante Albornoz y
otro en que los curacas estaban comprometidos por lo que fueron
llevados prisioneros a Huamanga.

Las principales fuentes:


Las fuentes empleadas para los estudios del Taqui Ongoy, fueron
hechas en el S.XVI desde una perspectiva europea. La primera de
estas es “INFORMACIONES DE MERITOS Y SERVICIOS” de Cristóbal de
Albornoz, que tuvo su origen cuando Albornoz clérigo español inicia
su carrera doctrinaria en Perú, las tres “Informaciones” manuscritas
fueron hechas en Huamanga en 1570, en el Cuzco en 1577 y 1584,
con los cuales pidió ascensos para su carrera, los cuales presento al
Consejo de Indias. Al final de las “Informaciones” adjunto las visitas
que este realizaba “Extirpación de idolatrías” que emprendió con la
finalidad de poner fin a la religión nativa. Estas informaciones son
muy valiosas dado que se usan como fuente histórica, por el motivo
que el autor indica que pueblos visito, sus deidades y las personas
que sanciono, tanto como su participación en el culto como otras
razones, por este motivo las “informaciones” de Albornoz resultan
primordiales para el estudio del Taqui Ongoy.
El segundo documento es “LA RELACION DE FABULAS Y RITOS DE LOS
INCAS” de Cristóbal Molina, también español y cura de indios,
conocedor de la cultura indígena y del quechua que le permitió
predicar en esta lengua, se dice también que era “presbítero
antiquísimo escudriñador de quipus” y al parecer de quipus históricos,
también conocido por luchar en contra de las “idolatrías”. En sus
documentos menciona muy poco sobre el Taqui Ongoy, basando su
información en el clérigo Luis de Olvera. “es lamentable y curioso que
Molina no tomase la directamente la versión de los informantes
indígenas, pero puede suponerse que exigió la mayor fidelidad a
Olvera” (El Retorno de las Huacas pp. 335 Luis Millones).
Hasta el momento no han podido ubicar otras fuentes por lo que es
más complicado estudiar este tema, Guamán Poma hace una
mención muy breve, en la obras de Garcilaso de la Vega no hay una
mención directa sobre este tema, algunos datos provienen de las
“Informaciones” de los libros de los curas visitados por Albornoz.

Los Fundamentos:
El Taqui Ongoy parte de la creencia que las divinidades prehispánicas
debían de retomar el poder. Dado que los espacios estaban
repartidos, las huacas fueron dejadas de lado, se decía que las
huacas:
“andaban por el aire secas y muertas de hambre porque los indios no
les sacrificaban ya ni derramaban chica… y estaban enojadas con
todos ellos porque se habían bautizado, y que los habían de matar a
todos si volvían a ellas… (ibid.)
Ahora todas las huacas que los españoles habían destruido,
regresarían para pelear con el dios cristiano, de esto resultaría:
“los españoles desta tierra se acabarían presto porque las guacas les
ordenarían enfermedades a todos para matarlos… (“Información” de
1577, f. 5r).
Tampoco se salvarían los indios que se habían convertido al
cristianismo, como castigo estos se convertirían en guanacos y
vicuñas o “se morirían y andarían las cabezas por el suelo y pies
arriba”. Por el contrario los nativos que renunciasen a la fe católica y
se despojaran de todo lo que tenía que ver con lo español se les
recomenzarían con bienestar y salud

Difusión:
Se ha exagerado mucho sobre la difusión que alcanzó el Taqui Ongoy,
si bien es cierto que este movimiento altero el mundo colonial, su
área de ubicación fue muy localizada. En las “informaciones” de
Albornoz donde menciona los lugares donde había combatido el Taqui
Ongoy estaba dentro de su jurisdicción (obispado del Cuzco, y
Huamanga), se hace poco objetiva dado que la falta testimonios en
un área tan grande como el obispado del Cuzco.
Molina por su parte que este movimiento no solo se daba por los
indios de los repartimientos sino también por los que vivían en las
ciudades, es cierto que el movimiento llego a las ciudades pero no
hay evidencia de que haya alcanzado una gran acogida. Es decir este
fenómeno surgió y se desarrollo en el área indígena.
“Todos los declarantes circunscriben el área de expansión del Taqui
Ongoy a la jurisdicción de la ciudad de huamanga, en particular a las
provincias de Yauyos, lucanas, Laramati Hatun Lucanas, Apcara y
Andamarcas, Sora y Cochorvos (“Informacion” de 1570, ff. 42v-46r y
58v-60v)1”.

Los Cultos Prehispánicos:


Los cultos indígenas continuaron aun después de la conquista. De
entre tantos cultos y creencias existentes, hacia 1560, emergió el
Taqui Ongoy. No todas las religiones de esa época se relacionaban con
el Taqui Ongoy, por el contario tuvieron que ver poco o nadad con
este culto. En las acatas de visitas de Albornoz distingue de los
“hechiceros” y “taquiongos”. Es decir el encuentro de otras religiones
nativas, no puede considerarse como evidencia de la expansión de
este culto hacia otras regiones.
Resulta importante diferenciar otros cultos con el Taqui Ongoy, Molina
decía de esta “yerronia” es que “hacían una manera de canto, al cual
le llamaban Taqui Ongoy”, pero decía que los indios habían vuelto a
sus antiguos cultos:
“durante este tiempo hubo diversas maneras de apostacias en
distintas provincias, unos bailaban dando a entender tenían la huaca
en el cuerpo, otro temblaban por el mismo respecto…; otros se
encerraban en sus casas a piedra seca y daban alaridos, otros se
despedazaban, y desdeñaban, y mataban, y otros se echaban a los
ríos ofreciéndose a las huacas… (Ibid.:102, mi subrayado).
Por lo tanto no todas las prácticas indígenas, referidas a una misma
área se tenían que relacionar con el Taqui Ongoy, por más que
hubiese patrones comunes de generalidad de los rituales andinos; y
en cada lugar los poseídos reaccionaban de manera distinta.

El Ritual:
En algunos testimonios los indígenas decían parte de sus ritos:
Cumplían ciertos ayunos en los días del inga, en donde debía evitarse
el comer sal, ají, maíz, debía de evitarse dormir hombre con mujer y
bebiendo solo chicha (muy especifico para la comunicación con las
huacas). Adoraban solo a sus propias divinidades (locales) a las que
ofrecían productos indígenas rechazando todo lo que provenga de lo
europeo. Entre ellas destacaban los auquénidos, aves nativas, tocto
chimbo, lampaca, cerapa, mullu (spondyllus), llipta (pasta para
mascar la coca), plata y comida. Alos predicadores nativos se le
ofrecía ganado y ropa. En un determinado momento del ritual “daban
los indios después de bautizados (es decir, indígenas convertidos al

1El Retorno de las Huacas “Luis Millones” IEP ediciones.


cristianismo) en bailar y temblar andando a la redonda… y en el baile
renegaban y apostataban de la verdadera fe de Jesucristo.
También se decía que las huacas ya no se metían en los arboles,
piedras, nubes, fuentes y ríos sino que se posesionaban de los
indígenas a los cuales les hacían hablar, en algunos casos les
pintaban el rostro de rojo y los cercaban para que la gente le adorase
como si fuera la misma divinidad. Pero no se trataba de ofrendas y
nada más sino que las huacas pedían un compromiso total, una vez
convertidos deberían ser fieles hasta la muerte.
No todas las personas llegaban a ser poseídas por las huacas las
personas que si eran poseídas llamadas personas-huaca eran
reverenciadas y custodiadas por los sacerdotes los cuales le llevaban
a un lugar determinado donde se le acomodaba y el pueblo entraba a
adorarle y el pueblo hacia una fiesta 2 o 3 días mientras los
sacerdotes daban sermones amenazando al pueblo que dejaran el
cristianismo.
Los dogmatizadores, el panteón del Taqui Ongoy y
Vilcabamba:
Pareciese ver que estos dos movimientos estuvieron vinculados de
una u otra manera contra el dominio español, aunque tienen algo en
común (oposición al español) no es suficiente para lograr un alianza
de estos dos grupos de características tan diferenciadas. Vilcabamba
era un refugio estatal dependiendo estructuras ideológicas y religiosa
de elite. En cambio el Taqui Ongoy se sustento en creencias
panandinas con mayor profundidad histórica, pero de raíces más
localizadas, lo que las hacía más duraderas e independientes.
Vilcabamba asimilo elementos europeos, mientras tanto el Taqui
Ongoy rechazaba todo lo que tenía que ver con Europa. Tampoco en
las “Informaciones” de Albornoz no se menciona un vinculo entre
estos 2 movimientos.
Hablar de los sacerdotes indígenas, Guaman Poma incluye una
categoría que denomina los “hechiceros falsos” entre ellos los
“hechiceros que chupan”, “quienes chupan con los demonios y
chupan y dizen que sacan enfermedades del cuerpo y que saca plata
o piedra o palillos o guzanos o zapo o paxa o mays del cuerpo de los
hombres y de mujeres (Guaman Poma 1980:282)”2. De modo que
estos hechiceros eran falsos ya que eran muy diferentes a los
hechiceros de las huacas engañaban a los indios. “estos (hechiceros)
dizen que ay enfermedad de Taqui Oncuy (enfermedad del canto),
chirapa uncuy (enfermedad de la lluvia con sol, o arco iris), pucyo
uncuy (enfermedad del manantial), pacha macasca (golpeado por la
tierra), capac uncuy (calamidad mayor), uaca macasca (herido por
una huaca), pucyop tapyascan (maldecido por un manantial), sara
papa acoya ormachiscan (enfermedades causadas por maíz o papas
malditos)3.
Puede verse que las enfermedades mencionadas, son causadas por la
naturaleza que adquieren categoría anímica, con dos posibles
excepciones: el capac uncuy y el Taqui Ongoy, el primero puede
referirse a grandes males como epidemias, malas cosechas o
hambrunas, por otro lado el Taqui Ongoy, asociado a causas externas
de enfermedades originadas por elementos de la naturaleza.
Por otro lado, ciertas celebraciones andinas como el yta o la situa
estaban destinadas en algunos casos a prevenir males del ciclo
agrícola, y en otros casos las enfermedades que estaban presentes. El
ritual era muy largo, intenso e incluía el ayuno, la gran cantidad de
chicha que se bebía y la repetición de los cantos correspondientes a
la ocasión. Este ritual se asemejaba a la coreomanía, “baile de San
Vito” celebrado en Europa. Guaman Poma concluye afirmando: para
complicar aún más la situación, que de todo son hechicerías ydúlatras
del Ynga que le enseño a los hechiceros (Guaman poma 1980:282).

2El Retorno de las Huacas pp.349 “Luis Millones” IEP ediciones.

3El Retorno de las Huacas pp. 349“Luis Millones” IEP ediciones.


Aquí el auto pudo referirse a que esta práctica es de tipos del inca y
que estas habían sido institucionalizadas o estructuradas por el
estado cuzqueño. El inca Titu Cusi utilizo todos los medios para que el
pueblo indígena se levantara en contra de los españoles, pero el
enfrentamiento lo iba perdiendo el pueblo cuzqueño perdiendo
vigencia y aumentando el territorio conquistado. Mientras en 1565 el
Taqui Ongoy iba cobrando más fuerza pública, en tanto Titu Cusi
negociaba con los españoles una tregua derrotista. Es importante
mencionar a Juan Matienzo, quien es participe en las negociaciones
del Inca, en la cual no hizo referencia en su obra que en ningún
momento se vinculo con el Taqui Ongoy. Tampoco en el panteón de
Taqui Ongoy se encuentra una relación con el reducto de Vilcabamba.
En los testimonios de Molina y Olvera indican que las huacas se
habían alineado en dos partes, unas en Pachacámac y otras en
Titicaca. En la “información” de 1570 el notario berrocal da testimonio
que las huacas que se adoraban eran: Titicaca, Tiahuanaco,
Chimborazo, Pachacámac, Tambotoco. Guarauilca, Curaçao, y otras...
Tanto como Titicaca, Tiahuanaco, Pachacámac eran divinidades muy
antiguas asimiladas por los incas, mientras Tambotoco es una
divinidad netamente Inca, relacionada con el primer Inca Manco
Cápac, las tres restantes se debieron haber asimilado como huacas
mayores. Otra relación dad por Albornoz en su “Instrucción” de 1584
son Chaquimoro, Chuquiguaraca, Apollamoca, Sutaya, Coricancha,
Guaynacauri, Nina soyuma, Topa Amaro, Nina Amaro, Manducalla,
Titicacay Sarasara.
“Indudablemente, la relación entre en panteón Inca y el Taqui Ongoy,
si es que los podemos diferenciar, queda bastante confusa, aun si se
tiene en cuenta que ambos se asientan sobre una base andina
común”. Pero de ser así no es prueba suficiente para que hay un
vinculo entre estos dos movimientos, ya que es posible que la
organización cuzqueña de las huacas mayores y menores del
Tahuantinsuyo se hubiese mantenido en funcionamiento aun
descabezada la jerarquía cuzqueña. Desde una perspectiva andina
podría decirse que el Taqui Ongoy se percibe como parte del
Pachacuti o crisis de cambio, pero no debe de negarse que pudiera
haber alianzas y colaboración entre ambos movimientos
anticoloniales.
En cuanto a las acusaciones de Albornoz en su “Instrucción” en contra
de los dogmatizadores del Taqui Ongoy, afirma que los incas de
Vilcabamba habían convencido a los indios criados entre españoles
que anuncien el retorno de las huacas.
Una de las medidas tomadas en contra del Taqui Ongoy es que los
dogmatizadores de este culto, fue en el Concilio Provincial de 1567 en
la que se dictamino que los confesores, hechiceros, adivinos y demás
“ministros del demonio” fuesen encerrados en un lugar cerca de la
Iglesia. Una década después el Virrey Toledo en una de sus
ordenanzas mando “dejar y olvidar los ritos e ídolos que tenían por
sus dioses y específicamente que no hagan taquis, ni borracheras que
si lo hacen seria en días de fiesta y con la supervisión del corregidor y
el sacerdote”.

Las Condiciones Regionales:


“El Taqui Ongoy fue descubierto en Parinacochas y se desarrollo
principalmente en las regiones de Parinacochas, Lucanas, Chocorbos,
Vilcashuamán y Andahuaylas, es decir, en el sur del actual
departamento de Ayacucho y parte de Huancavelica y Apurímac,
región donde se encuentran cuatro huacas importantes, lugar donde
se desarrollo el pueblo Chanca.
¿Ahora en la actualidad se puede decir que quedan rezagos de este
movimiento? ¿O se conoce como costumbre?

EL BAILE SAGRADO DE PERÚ


Hace 500 años, en reacción contra el cristianismo,
aparecieron profetas andinos (dogmatizadores) anunciando el
fin del mundo para los europeos y los indígenas que se
hicieron católicos. Los seguidores del movimiento al que
llamaron Taqui Ongoy (enfermedad del baile) los cuales
fueron perseguidos y aniquilados por las autoridades
coloniales. Sin embargo, aun en la década de 1580, unos
veinte años después, se seguían practicando parte de sus
rituales, aquellos que consistían en bailar desesperadamente,
como poseídos por una deidad enfurecida (huaca).
Es difícil probar que los danzantes de tijeras contemporáneos,
descienden de aquellos bailarines clandestinos. Sus ropas
actuales tienen muchos elementos hispanos y las barras de
metal que resuenan en sus manos evocan sin duda el tronar
de las castañuelas. Pero la ideología que rodea la extenuante
competición entre los danzantes tiene todas las
características de los rituales modernos.
En primer lugar, hay que recordar que al ser perseguidas las
imágenes de las deidades andinas y destruidas sus templos,
la religión aborigen se refugió en los hogares y finalmente,
cuando también estos fueron invadidos, los dioses se
internaron en el cuerpo de sus creyentes. Al fin y al cabo,
este es el espacio de sacrificio mas autentico e imposible de
detectar. Y su movimiento, es decir el baile, se constituye en
la ofrenda por excelencia.
Todavía hoy quedan rezagos de la clandestinidad. Ningún
danzante con sus ropas ceremoniales puede entrar a la
iglesia, y fueron y son sospechosos de haber contraído pacto
con el demonio. Tanto es así que el violín y el arpa que los
acompañan suenan mejor si durmieron antes en las orillas de
un puquio o manantial. Y lo mismo puede decirse de las
"hojas" de la "tijera" que son "marido y mujer", casados en
una ceremonia que se celebra, también, al borde de una
fuente de agua cristalina.
La competencia entre los danzantes es cuidadosamente
preparada, incluye el "pago" u ofrenda a la madre tierra o
Pacha Mama y la reverencia al Apu o cerro prominente de la
localidad. Cumplido los homenajes, el desafió llega a
extremos de esfuerzo físico difíciles de imaginar: saltos
espectaculares, cruzar sobre una soga que va del campanario
a un árbol, atravesarse la lengua con espinas o hacer
equilibrio con el arpa sobre la cabeza, etc., etc.
Las comunidades en competencia, con sus danzantes
respectivos concluyen invariablemente declarando ganadores
a sus héroes cuya actuación siempre es parte de una fiesta
mayor que puede ser la limpieza de las acequias o el
aniversario del santo patrono, o cualquier otra ocasión
solemne.
Cada paso de los danzantes tiene nombres específicos y son notorios
por su dificultad. Quizá uno de los más complicados sea aquel que
preocupaba al escritor José María Arguedas la agonía. Para hacerlo, el
danzante va reduciendo sus saltos del frenesí a la total inmovilidad
como indicando el fin de su vida. Ese final no es otra cosa que el
indicador más claro de la metáfora encierra el baile: el paso de la vida
a la muerte. No todo concluye allí cada familia de danzantes tiene un
sucesor aguardando su turno cuando el viejo bailarín siente
mermadas sus fuerzas dará
paso al joven que le sigue.
Desde la cumbre, el dios de la
montaña seguirá recibiendo el
homenaje debido.

Los Danzantes de Tijera.-


Son una de las estampas del
Yacu Raymi o Fiesta del Agua
con la sangre bendita de los
Wamanis se bailan al son del
arpa y del violín.
El baile ritual de los «danza»
es el plato de fondo de la
fiesta del agua en Andamarca. Ellos son los agentes mediadores de los Apus
Wamanis, y herederos del Taqui Ongoy, la primera rebelión mesiánica contra
los conquistadores españoles.
Poseídos por los espíritus de la montaña, los «danza» realizan todo tipo de
piruetas ante el respetable público. Antes realizaban hazañas físicas previo
ayuno y ritos en las punas de Andamarca. Hoy muchos «danza» llegan
directamente desde Lima.

Conclusiones:
A través de este trabajo se puede apreciar claramente que el Taqui
Ongoy fue una respuesta en contra de la colonización europea, que
tuvo como base la tradición indígena, un movimiento netamente
mesiánico.
También se puede ver que el movimiento que surgió un poco antes
que éste (Incas de Vilcabamba) no se relaciono mucho dado, que
tenían algo en común pero a falta de fuentes, evidencias y
documentos no se puede afirmar que estuvieron “aliados” en contra
de la dominación española, lo que sí es cierto que cada uno fue por su
lado, y que por momentos tuvieron alianzas, no se asegura debido a
la falta de documentos.
El papel que jugaron los curas o “extirpadores de idolatrías” en contra
del movimiento aportando los documentos como fuente histórica para
nuestro tiempo, se puede decir que hicieron una “etnografía”.
A pesar de haber pasado tanto tiempo en la actualidad ha quedado
un rezago de este movimiento pero no como en contra del sistema
sino como una costumbre, que hace recordar todo lo que paso en su
momento.

Bibliografía:
El Retorno de las Huacas “estudios y documentos sobre el Taqui
Ongoy siglo XVI.
http://www.minelinks.com/peru/taqui_ongoy_es.html
Los movimientos nativistas del siglo XVI: El Taqui Ongoy
http://miguel.guzman.free.fr/Runapacha/guerrasanta.htm
http://www.ecdotica.com/biblioteca/la-derrota.pdf
Microsoft Encarta 2007

Vous aimerez peut-être aussi