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ENCANDILAN LUCES,

VIAJE PSICOTRÓPICO CON LOS SÍQUICOS LITORALEÑOS

SINOPSIS
Actualmente la música más novedosa e innovadora que se hace en la
Argentina no proviene de las grandes ciudades, sino de su interior
provinciano y ajeno. Literalmente desde su periferia, desde el húmedo
pueblo de Curuzú Cuatiá, en la Corrientes profunda y humilde, donde
emerge un inclasificable grupo, pionero del chamamé experimental. Ellos
son LOS SÍQUICOS LITORALEÑOS.

Cultores del enrarecimiento de lo popular, LOS SÍQUICOS LITORALEÑOS


han logrado mezclar la crudeza arcana del folklore con los sonidos astrales
del litoral consiguiendo un poderoso repertorio de chamamés psicodélicos.
Insólita es la originalidad de estos profetas pobres del folk bizarro que
desde los bordes del sistema doblegan al rock nacional, estancado en
fórmulas comerciales copiadas con carbónico, que carecen de impostura y
originalidad. Y algo notable de esta aparición es su origen provinciano y
humilde.

Pero ser una banda periférica viviendo en un pueblo rural los ha


mantenido lejos del circuito de rock argentino, aunque ellos prefieren
moverse en la quietud de esos límites. Les cuesta viajar a Buenos Aires a
tocar, muchas veces ni siquiera tienen el dinero para el pasaje. Sin
embargo las pocas oportunidades que han logrado presentarse en la
ciudad capital han causado un profundo efecto movilizador en los que
presenciaron, seguramente por error o azar, sus impredecibles shows.
Quizá se deba a que, en vivo, el desparpajo se acrecienta con disfraces de
gauchos surrealistas, rotaciones de instrumentos y espasmos de los
músicos como si fueran víctimas de un ritual vudú, lo que convierte cada
uno de sus recitales en experiencias únicas e irrepetibles.

Se formaron a mediados del 2004 en Curuzú Cuatiá, Provincia de


Corrientes, tierra del Gauchito Gil, un lugar en paz con el olvido. Un pueblo
como cualquier otro, construido según la sencillez más pragmática: la
plaza, la iglesia, la municipalidad. Y en cada esquina retumban los bajos
de cumbia que provienen de las casas. ¿Qué particularidad tiene este
pueblo? Quizá que la cultura aún no ha sido manchada por los domadores
del buen gusto. Y que aquí, entre peñas chamameceras y hongos
alucinógenos, nacieron LOS SÍQUICOS LITORALEÑOS. A primera vista sus
gestos podrían interpretarse como reservados y escuetos. Pero su
reticencia es directa, sin la paranoia de la ciudad donde uno se cuida de
mostrar el sentimiento, y sin la enfermedad de querer categorizar. Sin
embargo cuando suben a escena parecen transformarse en otras
personas, seguramente resguardados por las máscaras hechas con
bidones de gasoil, los viejos sombreros de campo y las capas de súper
héroes del subdesarrollo.

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ENCANDILAN LUCES,
VIAJE PSICOTRÓPICO CON LOS SÍQUICOS LITORALEÑOS

“Las siestas acá son largas y hay tiempo para experimentar muchas
cosas”, es la verídica explicación que encuentra NICOLA a la génesis del
grupo. Al principio era una banda de improvisación abierta donde tocaba
el que quería. Pero la formación estable siempre era el propio NICOLA en
voz y guitarra criolla tocando la parte del bajo; KUKU en guitarra cósmica;
y ROCHA en batería, tocada con palitos chinos para que no se
sobreexponga en el total del sonido, que fluctúa entre pasajes de éxtasis
psicodélico y momentos en los que se torna imperceptible. Y cuando
parece que la música se va desvanecer, aquel que no tenía instrumento y
miraba asomado a la ventana, comienza a enchufar y desenchufar la vieja
heladera de los años 50, creando una percusión aplastante. Y todo vuelve
a empezar.

El grupo graba permanentemente en casa de ROCHA y su archivo musical


(y audiovisual) se extiende más allá de los límites certeros, aunque sólo
tienen editados (en forma casera) dos discos, “A Pleno Ritmo Sideral”
(2006) y el genial, pero desconocido, “Más allá de la Siesta Síquica”.
Graban con cualquier aparato que encuentran al alcance, abanico que va
desde una computadora arcaica hasta obsoletos walkmans, convirtiendo
esas limitaciones en parte esencial de su sonido. Son numerosos los
imprevistos recitales que LOS SÍQUICOS LITORALEÑOS realizan en espacios
públicos de Curuzú Cuatiá (tomando por sorpresa a los desconcertados
lugareños), entre los que se destaca “Parque Martín Fierro Live” (2007),
registro audiovisual fundamental que se proyectó en decenas de
encuentros culturales alrededor del mundo. Sin embargo los shows al aire
libre son suspendidos luego de que perdieran sus instrumentos durante el
viaje de ida hacia el monte, donde pensaban realizar un recital en un
chiquero, sólo para los chanchos.

Mientras que en la Argentina son ignorados por los grandes medios, a


través de su página de MySpace1 (“la más precaria del planeta”, según sus
propias palabras) han ido encontrando oídos ávidos de nuevos sonidos
alrededor del mundo. Han sido llamados por la prensa independiente
internacional que alabó su propuesta como “El Pink Floyd de los Pobres”, o
“La Velvet Underground del Litoral”. Aclamados en Europa por revistas
especializadas como Inrockuptibles, Worm, Stereo Gum, o Gonzo Circus,
recientemente han sido invitados a realizar su primera gira por los Países
Bajos, travesía que este proyecto pretende documentar.

Desde Curuzú Cuatiá al mundo. Y el mismo efecto en cada espacio disímil:


el desconcierto ante la unicidad. Y el sonido de LOS SÍQUICOS
LITORALEÑOS, foráneo en cualquier lugar. Siempre a contracorriente… de
un caudaloso río correntino.

1
www.myspace.com/lossiquicoslitoraleos

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