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LA MAYOR CONTAMINACIÓN DE TODAS

¿Conoce algún caso famoso de contaminación?


El derrame de combustible del buque Jessica en las Islas Galápagos; el derrame de petróleo del Exon
Valdez en una Bahía de Canadá; la contaminación radiactiva de Chernobil en Rusia.

¿Qué piensa cuando escucha la palabra contaminación?


¿Qué figuras o imágenes inundan su mente?

¿Cuáles son algunas de las causas de estas famosas


contaminaciones?

Es cierto que las


causas pueden
ser todas las que
usted piensa y
quizás unas
cuantas más.
Pero en la
mayoría de los desastres no-naturales la causa
común que los produce es el descuido humano,
siendo muy específicos, un pequeño descuido humano.

El tema de este ensayo lleva por título “La mayor contaminación de todas”; esto es porque
existe una contaminación mayor que la que causaron los miles de barriles de petróleo que
se vertieron del buque Exon Valdez, y mayor que la que se le causa al río Ganges con toda
la basura que se echa allí.

¿De qué clase de contaminación estamos hablando?

Leamos las palabras de Jesús que se encuentran en Mr. 7.20-23

–Lo que sale de la persona es lo que la contamina. Porque de adentro, del corazón
humano, salen los malos pensamientos, la inmoralidad sexual, los robos, los homicidios,
los adulterios, la avaricia, la maldad, el engaño, el libertinaje, la envidia, la calumnia, la
arrogancia y la necedad. Todos estos males vienen de adentro y contaminan a la persona.
(NVI)

La mayor contaminación de todas es la contaminación del corazón. Un corazón


contaminado por malos pensamientos infecta a otros con la duda y la sospecha. Un
corazón contaminado por la inmoralidad sexual destruye la reputación de los involucrados.
Un corazón contaminado con la avaricia empobrece a los que están a su lado. Un corazón
contaminado con la envidia hunde a los amigos en la desesperación. Un corazón
contaminado con la arrogancia, infecta con arrogancia a todos los que se le acercan.

¿Cómo está su corazón?

¿Hay engaño, calumnia y necedad en él?

Es importante saber cómo llegó su corazón ha estar en la presente situación. ¿Recuerda


que se dijo que los desastres no-naturales tenían en su causa un común denominador? El
descuido humano que provoca la mayoría de los desastres ambientales, es también la causa
de la mayor contaminación de todas. La contaminación del corazón se da por un descuido
humano, por un pequeño descuido. «Por sobre todas las cosas cuida tu corazón, porque de
él mana la vida» Pr. 4.23 (NVI)

La Biblia nos manda que cuidemos nuestro corazón debido a que éste es «engañoso y
perverso más que todas las cosas» Los hombres han hecho caso omiso a este
mandamiento y por tanto la presente situación de los hombres es la de la mayor
contaminación de todas.

El impacto de los desastres


ambientales causado por los derrames
de petróleo ha sido reducido al
mínimo por la acción de los
movimientos ecologistas, que se han
dedicado, entre otras cosas, a limpiar
las playas y bañar a los animales en
una solución jabonosa que les quita
las manchas.

El problema para la mayor contaminación de todas, la contaminación de corazón con


malos pensamientos, inmoralidad sexual, robos, avaricia, adulterios, engaños, envidias,
calumnias, arrogancia y necedad, es que ninguna de sus manchas puede ser borrada por
jabón alguno.

Los ecologistas nada tienen que hacer aquí. No existe solución jabonosa que borre la
avaricia, no existe solución jabonosa que borre el engaño, no existe solución jabonosa que
borre la envidia, no existe solución jabonosa que borre la arrogancia y la necedad.

El profeta escribió las palabras de Dios que dicen «Aunque te laves con lejía, y amontones
jabón sobre ti, la mancha de tu pecado permanecerá aún delante de mí, dijo Jehová el
Señor.» Jer.2.22
¿Cómo está su corazón? ¿De qué está contaminado?

¿A intentado borrar la contaminación de su


corazón? ¿Cuántas veces ha querido estar
limpio? Limpio de malos pensamientos,
limpio de inmoralidad sexual, limpio de
robos, limpio de homicidios, limpio de
adulterios, limpio de avaricia, limpio de
engaños, limpio de envidias, limpio de
calumnias, limpio de arrogancia y
necedad,… ¿Cuántas veces ha querido
estar limpio de toda esta contaminación, de
toda esta maldad?

¿Eres la clase de persona que reconoce sus pecados?

¿Eres la clase de persona que acepta su impotencia para ser limpiado de la maldad de sus
pecados?

Si usted es de los que ya no quiere seguir viviendo contaminado por ninguno de los
pecados ya varias veces mencionados, si usted quiere ser completamente limpio; si usted
quiere que Dios le hable ahora y le diga qué hacer, entonces escuche lo que la palabra de
Dios le dice «Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros
pecados, y limpiarnos de toda maldad.» 1Jn. 1.9

Que sea hoy el día en que la mayor contaminación de todas, la contaminación de tu


corazón se termina. Tu corazón contaminado por innumerables e indecibles pecados
puede ser limpio de toda esa maldad. Esta hora puede ser la hora cuando en una oración
sencilla y sincera tú le abres tu corazón al único que puede limpiarte de toda tu maldad.
Jesús es el Salvador, solo Él, solo su sangre limpia de pecados. El quiere limpiarte, deja que
lo haga ahora. Oremos juntos.

Oscar P Mendoza
Templo Metropolitano Alianza

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