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El Plan General de Peñíscola (III)

La semana pasada estuvimos observando el curioso criterio de preferencias elegido


en el proyecto de Plan General de Ordenación Urbana de Peñíscola. Los propietarios que tenían
más del 15 % de la superficie total eran los que tenían prioridad y luego por orden de presentación
de instancias. Pues bien, hoy vamos a detallar porqué la mayoría de los suelos que se adscriben
contradice los principios que contiene la legislación urbanística.

El P.O.R.N. de la Serra d´Irta.


Antes de entrar en el meollo del asunto debemos hacer ciertas precisiones. Los
parques naturales se dividen generalmente en dos zonas: el parque propiamente dicho (zona de
protección) y su área de amortiguación de impactos (zona de influencia). Esta área debe
garantizar la correcta transición entre el parque natural y las zonas no protegidas. Pues bien, el
documento que delimita estas zonas es el Plan de Ordenación de Recursos de la Sierra de Irta,
aprobado por el Decreto 78/2001 del Gobierno Valenciano, de 2 de abril. Este documento
establece la existencia de las siguientes categorías dentro de la Zona de influencia:
– Áreas naturales.
– Áreas de predominio agrícola.
– Áreas de expansión urbana.
– Áreas urbanizadas.

A su vez, dentro de la zona de protección (el núcleo del parque) establece dos
categorías:
– Áreas de protección ecológica.
– Áreas de protección paisajística.

El artículo 21 del Reglamento (R.O.G.T.U.)


El Reglamento de Ordenación y Gestión Territorial y Urbanística, aprobado por Decreto 67/2006,
de 12 de mayo, del Consell establece en su artículo 21 una jerarquía entre los terrenos que
pueden someterse al régimen de adscripciones. Esto es, los suelos que presentan mayores
valores ecológicos o paisajísticos deben ser adscritos con preferencia sobre los suelos de menor
valor. La clasificación que estabece el artículo 21 es el siguiente:
a) Terrenos de la red Natura 2000, zonas húmedas catalogadas y suelo protegido por
tener la categoría de parques naturales, parajes naturales...
b) Terrenos que estén en trámite de entrar en la categoría anterior.
c) Suelos pertenecientes a los entornos de protección, de amortiguación de
impactos...
d) Suelos clasificados como suelo no urbanizable protegido por el planeamiento
municipal. Cuando haya cultivos agrícolas “será informe necesario, previo y favorable del Servicio
de Ordenación Sostenible del Medio u órgano que lo sustituya”

Finalmente, el citado artículo establece que este orden debe respetarse de forma
taxativa: “2. El orden de prefencia establecido en el apartado 1 de este artículo, impide que se
proponga un suelo de rango inferior cuando exista alguno de categoría superior en el mismo
Término Municipal.”

Pues bien, adivinen qué tipo de suelo se adscribe en el proyecto de Plan General de
Peñíscola. Ni un solo metro del suelo adscrito está en el Parque Natural de la Serra d´Irta. Todos
los suelos que se adscriben en la Sierra de Irta están en la categoría que el P.O.R.N. establece
como áreas naturales y áreas de predominio agrícola. Es decir, que todos los propietarios que
tienen fincas dentro del Parque Natural han sido ignorados para favorecer a los propietarios de
suelo en la zona de influencia o de amortiguación de impactos. ¿Por qué? ¿Quién o quiénes son
los que salen ganando con esta decisión? Por cierto, el informe necesario, previo y favorable del
Servicio de Ordenación Sostenible del Medio no aparece en la documentación expuesta.

No faltará el técnico de turno que diga que este Reglamento no es de aplicación al


proyecto de Plan General. La próxima semana veremos porqué sí es de aplicación tanto la LUV
como el Reglamento.

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