Vous êtes sur la page 1sur 10

Revista No.

163– 2 de mayo de 2009

Sumario:

Editorial

• ESPIONAJE Y CRÍMENES DE ESTADO

Nacional

• RESPUESTA DEL ELN A COLOMBIANAS Y COLOMBIANOS


POR LA PAZ
• POR LOS CAMINOS DEL NUEVO SIGLO
• EL GALARDON AL GUERRERISMO
Editorial

ESPIONAJE Y CRÍMENES DE ESTADO

La violación a los derechos humanos, la violencia, la mentira y la


manipulación de la verdad como medios para mantener el poder y ejercer la
dominación sobre el pueblo, son prácticas viejas que se convirtieron en
cultura de la oligarquía colombiana.

El régimen uribista ha intensificado esta práctica contra las mayorías del


país, ha exacerbado su intolerancia arremetiendo además contra quienes,
siendo de su misma clase, le hacen oposición y denuncian la corrupción del
mandato de la Seguridad Democrática.

No tiene presentación y causa indignación en la comunidad internacional y


la conciencia moral de la nación hechos tan graves, como los vínculos de la
Casa presidencial con el narcoparamilitarismo, la elección del Presidente y
cerca de un centenar de parlamentarios con votos comprados y presionados,
la modificación de la Constitución para legalizar la reelección presidencial
recurriendo a la compra de votos parlamentarios, las actividades dolosas en
la recolección de firmas para convocar al referendo reeleccionista, los
crímenes de Estado denominados falsos positivos, el asesinato de
sindicalistas y personas protegidas, los negocios oscuros de los hijos del
Presidente, entre otros tantos actos delictivos, que riñen con la ética y son
contrarios al Estado de Derecho y a la democracia.

Sin embargo, en Colombia no pasa nada, la impunidad campea sin que


nadie le ponga riendas. La maquinaria arrolladora de la ultraderecha uribista,
recurre a métodos mafiosos e inescrupulosos, controla la mayoría de las
instituciones del Estado, y con el hábil manejo de los medios de información
tapa los escándalos y lava los delitos para evitar que se empañe el mandato
del mesías.

Desde que inició su mandato el Presidente Uribe colocó la inteligencia


estratégica del Estado al servicio de su proyecto de ultraderecha para
combatir la oposición. Nombró como director del DAS a Jorge Noguera y de
asesor a Miguel Narváez, cuotas del narcoparamilitarismo de la Costa
atlántica y Urabá. Estos fueron retirados de la institución en medio del
escándalo que evidenció sus vínculos con los narcoparamilitares y sus
responsabilidades en el asesinato de sindicalistas además de incontables
crímenes.

Los escándalos y errores políticos del uribismo son tantos que lo ponen en
riesgo en este momento pre-electoral, agravado con las últimas y
contundentes revelaciones de las interceptaciones telefónicas y el espionaje
que venía haciendo el DAS desde el 2003, contra altos personajes de la
política, magistrados, periodistas y opositores.
La investigación descubre que este organismo, dependiente directo del
Presidente, entregaba los resultados del espionaje a Bernardo Moreno,
secretario general de la Presidencia y José Obdulio Gaviria, asesor estrella de
Álvaro Uribe y llamado por algunos el Montesinos colombiano. Los agentes
que adelantaron el espionaje ilegal, lo hicieron cumpliendo órdenes del alto
gobierno, y no “casos aislados de una red mafiosa incrustada”, como lo
informó el Presidente.

Mientras el DAS espió a sindicalistas, defensores de derechos humanos y


demás personas del común, a nadie le importó. Cosa distinta cuando se
descubre que en la lista de espiados están personajes como el expresidente
Cesar Gaviria, jefe del partido liberal; el ex ministro de defensa Rafael Pardo,
actual candidato presidencial; Francisco Santos, Vicepresidente de la
República; el ex fiscal y ex procurador Alfonso Gómez Méndez, candidato
presidencial; el director de la Policía Nacional General Oscar Naranjo; el
General Manuel José Bonnet, ex comandante del Ejército Nacional; Ramiro
Bejarano, ex director del DAS; magistrados de la Corte Suprema de Justicia y
de la Corte Constitucional y muchas otras personalidades.

El cúmulo de hechos terroristas, la corrupción y la carencia de ética, deja sin


piso la existencia de un Estado de Derecho y Democrático, equipara el
uribismo con los regímenes terroristas de Pinochet en Chile, Videla en
Argentina, Bordaberry en Uruguay y Fujimori en el Perú.

La política de Seguridad Democrática es la misma Doctrina de Seguridad


Nacional que inspiró a los dictadores del Cono Sur en la guerra sucia contra
sus pueblos, pero hoy el uribismo la usa en Colombia con otra etiqueta.

Nacional

RESPUESTA DEL ELN A COLOMBIANAS Y COLOMBIANOS POR LA


PAZ

El Ejército de Liberación Nacional es una organización insurgente convencida


de la necesidad de buscar una salida política al conflicto social y armado que
padece Colombia desde hace ya medio siglo. Los últimos tres Congresos,
máximos eventos democráticos en el ELN, han ratificado esta voluntad
colectiva.

Pero, como en todo problema, siempre se requiere la voluntad de ambas


partes para solucionarlo, y esa ha sido la triste realidad de Colombia. No
siempre la insurgencia ha encontrado gobiernos con disposición de explorar
soluciones, ni menos voluntad para construir verdaderas salidas de paz.
En esta oportunidad queremos responder los dos interrogantes que fueron
planteados en su carta.

En primer lugar para el ELN no existen temas vedados en una eventual mesa
de diálogos, siempre hemos planteado nuestra disposición para abordar el
asunto de las retenciones en el ánimo de buscarle salidas, desde luego que
junto a esta temática también deben tratarse las demás acciones contra la
libertad de las personas, como son las desapariciones forzadas y los presos
políticos, entre otras. Si no se tratan de manera integral todos estos dolores,
seríamos injustos con la sociedad y con la historia. Una paz verdadera no
puede quedar con deudas.

En segundo lugar, el proceso de diálogo tenía su curso, pero el gobierno


colocó de manera unilateral precondiciones y exigencias, precipitando la
mesa a una crisis, que requirió de la labor facilitadora del gobierno
venezolano para recomponerla. Dicha facilitación fue solicitada de común
acuerdo entre las partes. Pero en menos de una semana y antes de reanudar
formalmente los diálogos, Uribe canceló de manera abrupta y unilateral la
facilitación del vecino país, dejando sin ningún piso la credibilidad que se
buscaba recomponer.

Hoy está interrogada la voluntad de paz de este gobierno, pues sus


propuestas no pasan de ser una exigencia que pretende la desmovilización
de la insurgencia para que todo siga igual, desconociendo las expectativas de
la nación que entiende la paz como una dinámica constructora de la justicia
social y la democracia verdadera.

De otro lado, la paz debe ser un camino de futuro construido colectivamente,


por ello se requiere una participación protagónica de todos los sectores de la
sociedad, esta sería la mejor garantía de seriedad y de futuro. Ningún
gobierno puede sentirse dueño del país, es la población quien debe definirle
lo que debe ser y hacer un gobierno.

En esta búsqueda de la paz al ELN no lo mueve ningún interés mezquino, o


que pretenda sacar ventajas para sí, todo lo contrario, priorizamos el deseo
de las mayorías, voces que siempre se han pretendido silenciar.

Seguimos esperamos del gobierno propuestas de paz coherentes, que


interpreten al país, que tomen en cuenta las opiniones de otros sectores de
la sociedad. El futuro de Colombia es el camino que entre todos debemos
construir.

Valoramos inmensamente el trabajo y tesón de Colombianas y Colombianos


por la Paz, quienes abren opciones para hacer viable el Acuerdo Humanitario
y también proyectan salidas al conflicto del país. Es importante mantener
este intercambio epistolar, pero además es necesario realizar una reunión
que nos permita analizar propuestas colectivas y con sentido de nación.
COMANDO CENTRAL
EJÉRCITO DE LIBERACIÓN NACIONAL
Montañas de Colombia
Mayo de 2009

Nacional

POR LOS CAMINOS DEL NUEVO SIGLO

El capitalismo como sistema sufre varias crisis, por los daños que le causa a
la naturaleza y a la humanidad, y en respuesta, la opinión mundial rechaza
crecientemente tanto la guerra imperialista, como la salvaje explotación
capitalista.

La crisis capitalista al ser descargada en hombros de los trabajadores y de


los pueblos, genera protestas, movilización social y una oportunidad para
liderar alternativas favorables a las mayorías nacionales.

En el desarrollo de soluciones alternativas se destacan los procesos de


cambio en curso en América Latina, que están construyendo mayores niveles
de bienestar, democracia y dignidad para estos pueblos; dentro de un
histórico proceso de movilización social y política, encaminado hacia una
segunda y definitiva independencia.

En este contexto de debilitamiento de la contrarrevolución mundial, el


régimen de capitalismo mafioso imperante en Colombia, se empeña en
perpetuarse, pese a la crisis en que se debate.

Luego de resistir varias décadas de ofensiva neoliberal, sostenidas con el


terrorismo de Estado, las fuerzas populares colombianas tratan de salir de la
defensiva, en un esfuerzo por superar su dispersión, para liderar una
propuesta de Nuevo País, que saque a la nación de la crisis en que la
mantiene el régimen oligárquico.

El cataclismo planetario

La crisis del sistema capitalista estalló porque llegaron a su tope, 30 años de


búsqueda de ganancias con la especulación financiera, en los que se debilitó
la producción de riqueza y se extremó el deterioro ambiental, todo para que
los ricos se hicieran más ricos y la mayoría de la humanidad cayera en
niveles indignos de vida.

Esta crisis del capitalismo neoliberal obliga ahora a las naciones a construir
formas de producción, de desarrollo y de Estado, que superen los desastres
del viejo orden.

Pero, más allá que una mera crisis económica, social y ambiental, la
humanidad sufre otras crisis como la energética -no queda petróleo sino para
40 años más-, tecnológica, alimentaria, demográfica, urbana y ética, que
constituyen una crisis de civilización burguesa.

Como la crisis es tan honda, es un consenso generalizado la necesidad de


medidas de corto plazo para enfrentar este cataclismo, unidas a una
reconstrucción en el largo plazo.

Lo cierto es que estamos ante la obligación de desarrollar una forma superior


de sociedad, que deje atrás la explotación inmisericorde de la humanidad y
de la naturaleza, que no puede ser otra que el Socialismo.

Momento de caos

La crisis global y la de Estados Unidos -la principal potencia imperialista-


hunde la pretensión de estos, de ser polo único de poder mundial, además de
agrietar la arquitectura internacional de regulación, conformada por la ONU,
el BM, el FMI, la OMC y el dólar como patrón monetario.

Esta descomposición del viejo orden abre paso al actual momento de caos o
de transición de hegemonía, caracterizado por el debilitamiento del
imperialismo norteamericano y por la puja entre potencias, tendiente a
recomponer los bloques de poder mundial; presionada por amplios sectores
de la humanidad, que luchan para que un nuevo orden global se construya
sin acudir a la guerra.

Un nuevo consenso mundial cuenta con la presión de los pueblos de Asia,


África y América Latina, para defender sus riquezas de la voracidad de los
países ricos y con la obligación de usarlos, superando el consumismo y el
derroche capitalistas.

La recomposición capitalista, entre ellas la de los EEUU, transcurre


tensionada entre la necesidad de atenuar sus medios tradicionales de
dominación y la de extremarlos para aferrarse a sus privilegios; también
conocida como la tensión entre democracia y autoritarismo.

La esperanza nace aquí

La oleada democratizadora de origen popular se sigue fortaleciendo en


América Latina.
Gracias a ella, hoy las clases populares de muchas naciones disfrutan
cambios decisivos, que hacen más digna su vida; al tiempo que estos
pueblos adelantan cambios estructurales, con los que inician a superar los
oprobiosos tiempos de dependencia y subdesarrollo.

Las ideas socialistas encarnadas en una amplia movilización política


continental, abren paso a iniciativas tan importantes como el ejemplo
civilizatorio de la solidaridad cubana y venezolana; junto al reconocimiento
de los derechos de la naturaleza, incluidos en la Constitución de Ecuador;
además de la búsqueda de una ética altruista en la actividad de las
organizaciones de izquierda.

Viejas y nuevas potencias junto a las oligarquías lacayas no se resignan a


dejar de expoliar a Latinoamérica y sueñan con revertir estos procesos de
cambio en el continente, por lo que la defensa de sus conquistas es hoy tarea
primordial de los pueblos.

Se desvanece la neblina

En Colombia, luego de 2 años y medio continuos de crisis, producida por


incontables escándalos en que la oligarquía y su gobierno, siguen al desnudo
por su alianza con narco paramilitares y la corrupción de sus partidos e
instituciones estatales.

Esta crisis del régimen del terrorismo de Estado, se agrava por los millares
de ejecuciones extrajudiciales de inocentes colombianos, presentados como
‘guerrilleros dados de baja’, en una macabra modalidad criminal, conocida
ahora como Falsos Positivos, que no son otra cosa que crímenes de Estado.

La manipulación mediática permitió enmascarar tan aguda crisis, pero poco a


poco la verdad se abre paso, disipando las cortinas de humo generadas
desde el Palacio presidencial y propagadas incondicionalmente por los
grandes medios informativos.

Hoy se sigue desinflando el régimen de la Seguridad Democrática,


presentado antes como ‘el bueno de la película’, al mismo tiempo que el
pueblo, la oposición y los rebeldes, ‘los súper malos’, comienzan a ser vistos
por la opinión, como lo que realmente son, luchadores populares.

Para el capitalismo mafioso es ahora una labor más difícil, generar fanatismo
y manipulación de la sociedad, que le permita crear un consenso interno para
las ganancias de su camarilla y para sostenerse como agresor de naciones
hermanas.

Los protagonistas del cambio


En resistencia a los efectos de las crisis, el movimiento popular crece en su
protesta y en su búsqueda de alternativas para el país.

Las posiciones buscan configurarse como opción de cambio, en contravía de


la acción fracturadora del régimen, que pretende plegarlo a posiciones de
derecha.

La izquierda viene posicionándose como alternativa de cambios profundos,


con el doble reto de liderar la unidad popular y encabezar una amplia alianza
con demócratas y progresistas, alrededor de un Programa de Nuevo País.

La insurgencia contribuye a esta marcha por el Nuevo País, apoyando de


manera activa las diversas expresiones de lucha social y participando en el
debate nacional para construir propuestas de cambio.

Hoy el régimen uribista pasa por aprietos y pugna por recomponerse,


captando algunos sectores del centro e indecisos; por fortuna para el país, a
tal pretensión se oponen grandes mayorías, que aspiran a que este sea el
verdadero momento para la transformación de Colombia.

Nuestra convocatoria

En este primero de mayo, llamamos a todos los trabajadores, al pueblo, a los


demócratas, progresistas y a la izquierda a confluir en una propuesta de
Nuevo País, que por fin brinde democracia, bienestar y soberanía a las
mayorías nacionales.

Llamamos a luchar contra el régimen uribista, a oponerse a su pretensión de


perpetuarse en el poder impulsando la abstención en el referendo
reeleccionista.

Los convocamos a trabajar por un Nuevo Gobierno de nación, paz y equidad,


como alternativa al continuismo del viejo régimen, con el que Colombia se
una al proceso democratizador continental.

Dentro de estas transformaciones, es primordial trabajar por la Salida Política


al conflicto social y armado que desgasta al país.

Tales propósitos de cambio para los colombianos, como toda esperanza real,
deben surgir desde abajo, desde la movilización de toda la sociedad, desde
las luchas del pueblo, para que sean construidos por los verdaderos
protagonistas de la historia, sin esperar a que caiga desde arriba, como
producto de concesiones y componendas de las elites.
Nacional

EL GALARDON AL GUERRERISMO

El pasado 26 de abril, en su visita a España, el presidente Uribe recibió de la


alcaldesa, Teófila Martínez del Partido Popular, el Reconocimiento “Cortes de
Cádiz a las Libertades”.

En su recién pasada visita a Cartagena, Teófila Martínez había recibido las


llaves de la Ciudad Heroica.

Mientras Uribe recibía el galardón, una nutrida manifestación de


representantes de 150 organizaciones de derechos humanos colombo
españolas, protestaban por lo que consideraban un exabrupto, teniendo en
cuenta, que Uribe "es casi un dictador capaz de manipular al Parlamento
para intentar perpetuarse en el poder… y familia del presidente colombiano y
buena parte de su partido político está encausado por corrupción y es un
señor que ha permitido a los paramilitares y al propio Ejército matar a miles
de personas". Por ello consideran que la entrega del galardón a Uribe, es
“inmerecido y profundamente injusto".

La tragedia que vive Colombia bajo el manto de la llamada Seguridad


Democrática, ha logrado traspasar las fronteras para ser conocida por otros
pueblos del mundo.

No es suficiente la campaña mediática internacional y los esfuerzos


diplomáticos gubernamentales para engañar la comunidad internacional, la
verdad siempre termina por imponerse. El otorgamiento del galardón a Uribe
no es más que la expresión de una postura imperialista que en España tiene
como bastión la dirigencia del Partido Popular con la figura destacada del ex
presidente Aznar.

Mientras Uribe, hace diplomacia para limpiar su desgastada imagen, la


compleja realidad colombiana no se detiene: Aumenta el número de
desplazados en medio de las vastas operaciones contra guerrilleras que ven a
los pobladores como apoyos de la insurgencia, mientras otros campesinos
son desalojados de sus tierras por el avance de los llamados Mega Proyectos,
donde los capitales provenientes de las mafias del narcotráfico no logran
ocultarse.

El Escándalo en el DAS por las denominadas chuzadas, sacude a los propios


estamentos oficiales y compromete entre otros, al escudero del presidente,
Obdulio Gaviria; entre tanto, Uribe sigue lanzando cortinas de humo para
distraer la atención.
Las nuevas declaraciones de los jefes paramilitares, extraditados a EE.UU.
siguen evidenciando la responsabilidad de otros políticos uribistas y como en
casos ya evidenciados resalta el de Mario Uribe, primo del presidente y
senador, quien reaparece con nuevas acusaciones por los votos conseguidos
bajo presión de paramilitares que favorecieron a Álvaro Uribe en las
elecciones.

Mientras las investigaciones por la responsabilidad del gobierno en los


asesinatos extrajudiciales, mal llamados falsos positivos, siguen
obstruyéndose en trámites burocráticos, los dirigentes populares siguen
siendo asesinados, evidenciando la impunidad y el Terrorismo de Estado.

En medio de este critico panorama político, el gobierno colombiano sigue


arremetiendo contra quienes en un afán patriótico y desinteresado, se
esfuerzan por encontrar salidas a los graves problemas del conflicto social y
armado. Para el presidente, dichos esfuerzos, son acciones políticas a favor
del terrorismo, por lo que quienes se empeñan en ello debieran ir a la cárcel.

Es la manera de bloquear todo esfuerzo por una salida diferente a la guerra


en la que sigue inspirado el presidente, colocando además a sus
contradictores, en la mira de los asesinos.

Esa práctica guerrerista y en contra de una salida política al conflicto, fue lo


que le premiaron a Uribe en Cádiz España, el pasado 23 de Abril.

Ante esta compleja situación, la lucha por la paz y la justicia social en


Colombia, requiere ser asumida por todos los colombianos y colombianas, así
como por la comunidad internacional, esa bandera de futuro no puede seguir
siendo manoseada y tergiversada por el gobierno. Colombia se merece un
futuro distinto al de la guerra y en estos esfuerzos es urgente encaminarnos
todos.

www.eln-voces.com
www.patrialibre.org

Vous aimerez peut-être aussi