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Partogénesis Humana 2: ¿el fin del macho?

Debo decir que este artículo responde a uno anterior, que ante mi sorpresa
personal, publicado en un servidor de EEUU, acumula en un mes 400 visitas.
Ver: http://www.scribd.com/doc/17673382/Partenogenesis-humana . Alguno
considerara ¿donde reside la sorpresa?, diremos como plantea un artículo
aparecido en El Mundo:

“No se conocen más que 74 especies de vertebrados sobre 42.300 especies


conocidas. Este 0.2% de asexuales pertenece a una variante de un modo
sexual llamado partogénesis, por el cual las hembras se clonan sin tener
que recurrir a los machos”(1).

La literatura del fin de nuestra actividad principal, la procreación y de la


subsidiaria: la dominación es abundante. Como somos –los machos- tan
primarios siempre estamos atentos a lo que sale por ese extremo del
musculo. Las cifras nos corrigen y aproximan al abismo. Para ello
utilizaremos un estudio sobre varones asturianos que dice: “En marzo de
1989, cada asturiano tenía una media de 80 millones de espermatozoides
por centímetro cúbico, el 37% de sus formas eran normales. En enero del
2004, la cifra se reduce hasta 42 millones y sus formas correctas
descienden hasta el 22%”. La barrera de nuestra proliferación esta mas que
afectada, si consideramos ese tan solo 22% de “forma correcta” del semen
obtenido.

El reloj biológico influye, pero es un aspecto. El rol en nuestra civilización no


le va a la zaga. El creciente malestar femenino por su papel en la sociedad
ha traído una mayor participación y una presencia en áreas fuera de la casa-
maternidad-sexualidad. Lo que ha llevado a un agotamiento del rol
masculino entendido en sentido clásico: “los hombres íbamos a la guerra
cantando”, “nuestra vida valía lo que el Estado impusiera”, “la maquina
productiva agotaba nuestro físico con jornadas de 10/12 horas”, “éramos
capaces de hacer la revolución y ponernos frente a las barricadas y las
balas”.

Y al regresar, en la punta del cañón personal, algo nos seguía confirmando


lo que intuíamos “de allí escapaba la perpetuación de la raza”

Pero el modelo no se aguanta. Hemos descubierto nuestras miserias


masculinas y las mujeres, se han dotado de una insistencia en ser mejores y
más libres.

“Hoy en día se cree que la ausencia del gen SRY es lo que hace que el
individuo nazca mujer. Por tanto, el individuo macho es, en esencia, una
hembra que posee un gen que, al activarse, produce cambios en su
metabolismo y lo transforma en varón”(2)(3)

Con todos los respetos, no me veo una antigua hembra. La tradición nos
coloca entre la espada y la pared: “El nombre del primer ser humano,
origen de toda la humanidad, era Adán (en hebreo Adam significa hombre).
Luego, dio origen a su compañera, Eva (en hebreo Javá, la que vive, la
viviente). Según narra la Biblia, ella fue creada de una costilla de Adán
(Génesis, 2-22). Pero ¡siempre hay un matiz!. El hombre dio su costilla a
Eva, pero ella es “la que vive”. De nuevo aparece la mujer no como
complemento, sino como contrapunto de libertad. Ellas nos acercaran al
árbol de la serpiente. Con ellas entraremos en la sabiduría o en la historia.

Solo nos queda abordar la ingeniería social. Es decir ¿Qué pasara cuando los
hombres hayan dejado de ser machos?.

Esta respuesta es más sencilla de lo que parece. Vamos a una sociedad


compuesta por: monos-humanos, somos los actuales, en los cuales aun el
macho posee una cierta virtualidad social. Entre otras causas, porque la
reproducción aun depende de él. Pero el titulo del artículo plantea una
nueva escala de la tecno biología, nacerán seres humanos sin esperma
masculino. Es decir si el esperma ya se puede producir a través de células
madre: ¿para qué necesitamos un macho?. Pero, los monos humanos están
en decadencia, la sociedad compartirá con otros su nicho de guerras y
poder, como en una cuasi utopía futurista, tendremos los siguientes actores:
los bio-humanos, aquellos que posean partes enteras de su cuerpo
reconstruidas de materiales a partir de células propias o de cerdos u otros
animales, y además los robots.

Así será. ¿O tal vez no?

(1)El Mundo, Magazine pág 43 6 sep 2009

(2)(3) Mediante el análisis de las alteraciones estructurales del cromosoma Y fue posible, en
la década de 1980, identificar al gen responsable de la diferenciación testicular. Fue así como
se postuló que correspondía al gen ZFY (Zinc Finger Chromosome Y), codificante de una
proteína reguladora de transcripción y localizado en el brazo corto del cromosoma Y. Sin
embargo, el locus del verdadero gen responsable de la diferenciación testicular, sólo se
identificó a finales del siglo XX, después de estudios complejos basados en análisis genéticos
moleculares de secuencias de traslocación y deleción, en pacientes 46XX y 46XY con
inversión sexual2,3. El locus propuesto estaba en Yp11.3, inmediatamente proximal a la región
pseudoautosómica del brazo corto del cromosoma Y. Al gen se le denominó SRY (Región
Determinante del Sexo en el Cromosoma Y). Ver fuente

O también: http://www.diariosalud.net/index2.php?option=com_content&do_pdf=1&id=8610

Notas:

Fabrican esperma con células madre

Dieta para mejorar la calidad del semen

Para profundizar en el tema: Natalia López Moratalla


http://www.aebioetica.org/rtf/02BIOETICA-55.pdf Departamento Interfacultativo de
Bioquímica y Biología Molecular
Facultad de Medicina. Universidad de Navarra. 31080

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