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Acerca del trabajo en equipo

Juan Carlos Campos Pérez


Agosto de 2009

¿Por qué será que cada día la vida es más compleja? Es difícil ser
aceptado para cursar una carrera universitaria en las universidades públicas, se
torna complicado conseguir un buen empleo donde se nos retribuya justamente.
Resulta aun más complicado no ser de aquellos que la crisis le afecte y sea parte
de los recortes de personal. La crisis económica junto con la mala distribución de
la riqueza deteriora la calidad de vida. Múltiples problemas enfrentamos
constantemente y van aumentando su complejidad, tornándose inabarcables por
una sola persona, siendo necesarias más personas para resolverlos. Resulta de
gran ayuda la resolución de todo tipo de problemas a través del trabajo en equipo.
No todos los trabajos son susceptibles de ser realizados por un equipo, pero la
mayoría sí.

Más vale solo que mal acompañado, frase célebre recurrida cuando de realizar
trabajos en equipo se trataba, y no era para menos, en varias ocasiones había
tenido malas experiencias, sobre todo en los trabajos escolares. Siendo honestos
muchos de nosotros declararíamos lo molesto de trabajar en equipo. Seria
agradable poder trabajar solos, sin la importunidad de los otros, sin necesidad de
convencer y no poner la cara de “le estoy escuchando”. Cuando se trabaja solo,
definimos el ritmo de trabajo a nuestra conveniencia, nos lleva poco tiempo para
tomar decisiones y todos los créditos son para uno solo, esto ¿a quién no le
gusta? Pero hay varios aspectos a considerar, las decisiones hechas por un solo
individuo corren el riesgo de no ser las más acertadas, el trabajo final al ser un
solo individuo el que lo realiza tiende a ser pobre de ideas, es decir el individuo
puede estar en un error al tener un punto de vista con respecto a un tema y si no
escucha otras opiniones determina como correcta su opinión, tercero, en la
mayoría de los casos no se cumple con el tiempo establecido de entrega de
resultados y por último, el desgaste personal es considerable y no se reservan
energías para continuar con otros objetivos planeados.

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En la actualidad se habla mucho del trabajo en equipo, parece mal visto y no
moderno trabajar de otra manera. Se ha convertido en moda dentro de las
organizaciones, pero como todo, la moda es efímera. Para realizar un efectivo
trabajo en equipo es necesario cambiar de la moda al modo, este debe
permanecer constante en nuestras actividades. Debemos estar convencidos de su
necesidad, sepamos o no trabajar así.

El trabajo en equipo es aquel realizado por un equipo de trabajo. Según el doctor


Héctor N. Fainstein, un equipo de trabajo es un conjunto de personas que realizan
una tarea para alcanzar resultados. De aquí se destaca la palabra personas, y en
efecto lo principal son las personas, sin estas no hay trabajo, son elementos
necesarios y vitales para el trabajo en equipo. En segundo tenemos la tarea;
estas son las actividades realizadas para lograr el objetivo establecido. En
resumen el trabajo en equipo se refiere a la serie de estrategias, procedimientos y
metodologías que utiliza un grupo humano para lograr las metas propuestas.

Los miembros de un equipo, cuando están decididos a trabajar en conjunto


deciden voluntariamente subordinar parte de su libertad porque están convencidos
de ser esta mejor manera de conseguir lo planteado. Los beneficios son claros, de
manera personal nos traerá más satisfacción al ser parte de un trabajo bien hecho
y nos hará más sociables respetando las ideas de los demás. De igual manera se
comparten incentivos tanto económicos como reconocimientos profesionales. En
la empresa la calidad de nuestro trabajo aumenta, se toman decisiones por
consenso, reflejando una mayor participación en las actividades derivadas de
esas decisiones, al sentirse los miembros parte de las mismas.

Me queda claro, el trabajar de manera organizada es la clave para conseguir los


objetivos planteados por el mismo grupo o asignados por los jefes, y creo en estar
todos de acuerdo. Desafortunadamente la mayoría de las personas no estamos
acostumbradas a trabajar en equipo, lo más cercano que hemos hecho es trabajar
en grupo. Y no es lo mismo; trabajar en grupo es separar por partes el trabajo y
hacernos responsables solo de la parte asignada. Esta forma de trabajar
predomina en los trabajos escolares, en primer lugar nos asignan un trabajo para

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entregar, inmediatamente alguien del grupo comienza a separar las partes del
todo en igual número de participantes y las asigna, ya sea de manera directa o a
decisión de la mayoría. Cuando se acerca la fecha de entrega cada integrante
envía su trabajo y una persona es la encargada de integrar las partes de todos,
pero la mayoría desconoce el resultado final, porque solo se hizo responsable de
la parte que se le asignó. Los resultados escolares deficientes, desde mi punto de
vista, se pueden atribuir a esta práctica.

En esta sociedad los individuos deben formar equipos de trabajo, no grupos, para
resolver de manera eficaz y eficiente los problemas. Ahora bien, en el proceso de
formación de equipos siempre se comienza con uno mismo, teniendo la
disposición de trabajar organizadamente tomando en cuenta los grandes
beneficios a percibir. No se nace sabiendo, se requiere aprendizaje,
entrenamiento en la técnica y fundamentalmente una actitud dispuesta. Más que
una voluntad o deseo de ser miembros de un equipo de trabajo, se tiene la
necesidad de aprender a serlo. El mejor acercamiento para desarrollar equipos es
empezar oportunamente, ser abierto y honesto con todos los involucrados. Todos
necesitan saber que están en el equipo por una razón en particular y su
contribución es vital. La gente tímida puede ser convencida para participar.

Cuando ya se tiene la disposición de trabajar en equipo, ¿qué es lo que sigue? De


acuerdo a mi opinión, lo primero a considerar cuando se está formando un equipo
de trabajo es definir claramente el objetivo a conseguir, cuando se define el
objetivo los miembros comienzan a identificarse y hacer suyo ese objetivo,
generando una motivación en cada uno de ellos. El objetivo claro nos permitirá
trazar actividades concretas para lograrlo y no desviarse en actividades
improductivas. Ahora bien, como ya tenemos claro lo que queremos lograr, es
conveniente organizar, para ello se encuentra la asignación de roles. En la
asignación de roles predomina las características personales y sin tener
conciencia el individuo tiende a desempeñar un rol, el cual no se le impone, sino
de acuerdo a su personalidad lo realiza con naturalidad. En los trabajos de
escuela, se presenta por lo regular una persona que saca copias e imprime el

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trabajo, uno ofrece su casa como centro de reunión, a otro le toca invitar la botana,
uno más no asiste pero hace hincapié sobre aportar dinero para lo necesario y
está de acuerdo con la opinión de la mayoría, y por supuesto a alguien le toca
hacer el trabajo. Esos roles no son de utilidad cuando se trata de buscar
resultados más complejos y necesitados de mayor atención, en un verdadero
equipo de trabajo debe existir una persona coordinadora de los esfuerzos para
alcanzar las metas (el líder) y será elegida por la misma gente. Cuando existe más
de una personalidad de líder en un equipo, a mi juicio, se le debe elegir uno solo
para ejercer el liderazgo y transmita ese rol después de cierto periodo a otros
líderes, fomentando la alternancia. Es importante la presencia de una persona
para dar impulso a los demás y avanzar en el trabajo, otra llena de ideas, la cual
tenga propuestas y sugerencias originales, al mismo tiempo otra evaluadora de
propuestas, analítica y de buen juicio. Además, una persona para plasmar las
ideas discutidas en las reuniones y lo discutido vaya teniendo presencia en un
documento. Ahora bien, se necesita de alguien con aporte de ideas del exterior
para comunicarnos información de lo acontecido afuera del equipo y logre
identificar si el equipo sufre un estancamiento con relación a otros o si las
necesidades han cambiado. Y por supuesto contar con una persona sensible en
identificar las inquietudes de los miembros y ayude a resolver conflictos. Es
importante mencionar que estos roles no tienen la misma característica a los
puestos desempeñados en una organización, en el equipo de trabajo puede haber
una persona, la cual de acuerdo a sus características puede desempeñar más de
un rol.

Una vez considerado el objetivo y la asignación de roles, en el avance del


desarrollo de equipo resulta muy importante la comunicación, mientras el equipo
este mejor informado de lo sucedido dentro y fuera de él, va a tener la capacidad
de elegir lo más benéfico. Así mismo, se debe generar un clima de trabajo
agradable donde predomine la confianza de expresar nuestras ideas sin temor a
recibir críticas, permitiendo compartir nuestros conocimientos. En este sentido
cada uno aporta lo propio, aprende de los otros y aprende con los otros.

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Es aconsejable en el transcurso de la labor del equipo las decisiones se realicen a
través del consenso, cuando se escuchan las opiniones de todos, se obtiene el
máximo de información antes de decidir, y los integrantes se convencen con
argumentos más que con votaciones.

Como se mencionó, la mayoría de las personas no estamos acostumbradas a


trabajar en equipo, y de ello somos altamente responsables, pero sin librar de
responsabilidad a cada uno de nosotros existe un factor, a mi juicio, causante de
dicho mal: el individualismo.

El individualismo ha sido fomentado por la sociedad, por el gobierno, nos han


transmitido la idea que de forma individual lograremos mejores nuestros objetivos,
aunque en el discurso se diga lo contrario. Con respecto a ello me permito opinar
sobre el modelo de educación flexible (MEIF) implementado en la Universidad
Veracruzana, dicho modelo indudablemente ofrece muchas ventajas pero fomenta
el individualismo, esto al desaparecer salones y condicionar al alumno a elegir
experiencias educativas de acuerdo a sus necesidades sin tomar en cuenta, en la
mayoría de los casos, a los demás compañeros. Para el desarrollo de un equipo
de trabajo se requiere tiempo para llegar a la madurez, el MEIF somete al alumno
a cambiar de compañeros constantemente, impidiendo la consolidación de
verdaderos equipos.

Al momento de trabajar en conjunto, el individualismo nos limita a ver únicamente


nuestras diferencias y nos concentramos en ser únicos, en hacer el trabajo a
nuestra manera, en destacar, en competir obstaculizando el trabajo de los demás,
olvidando que la competencia no se encuentra en el interior sino al exterior del
equipo.

Trabajar de manera organizada no es sencillo, implica subordinar el interés


particular al general, tener un espíritu de colaboración, ser disciplinado, ser
paciente al no encontrar los mejores resultados de forma inmediata, además de
desarrollar habilidades personales como saber escuchar, ser flexible y abierto a la
crítica, entre otras.

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Existen consideraciones positivas, un equipo de trabajo nos hace sentir mejores
de lo que somos, aprendemos a valorar a los demás y nos valoran las personas,
nos capacita a trabajar de la mejor manera porque aprendemos de los otros. Se
ahorra tiempo permitiéndonos invertirlo en otras actividades, nos da
compañerismo, nos ayuda alcanzar nuestros sueños.

Para finalizar, el trabajo en equipo, no es una moda, no es un gusto, es una


necesidad real y es importante concientizarnos de los grandes beneficios posibles
a lograr trabajando de esta manera.

¡¡Saludos!!

¡El éxito de trabajo en equipo es responsabilidad de todos los que lo conforman!


Por lo tanto:
Reunirse en equipo es el principio.
Mantenerse en equipo es el progreso.
Trabajar en equipo asegura el éxito
Henry Ford.

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Referencias

Espinosa, V. (o4 de Agosto de 2006). Trabajo en Equipo. Recuperado el 13 de


Agosto de 2009 de:
http://www.gestiopolis.com/recursos/documentos/fulldocs/rrhh/wequch.htm

Gerencia y negocios en Hispanoamérica, Trabajo en equipo (2007, octubre).


Disponible en:
http://www.degerencia.com/tema/trabajo_en_equipo

Gerencia y negocios en Hispanoamérica, Trabajo en equipo: Una visión diferente


(2007, Noviembre). Disponible en:
http://www.degerencia.com/articulo/trabajo_en_equipo_una_vision_diferente

Gómez, A y Acosta, R. (octubre- 2003): Acerca del trabajo en grupos o equipos,


Biblioteca Virtual en Salud, Cuba [21-1-2008]. Recuperado el 13 de agosto de
2009 de:
http://bvs.sld.cu/revistas/aci/vol11_6_03/aci10603.htm

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