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EL MERENGUE DOMINICANO

Los orígenes del Merengue dominicano levantan gran diversidad de opiniones y teorías
sin existir una teoría precisa. Tanto África como Europa se han apuntado como los
orígenes del Merengue. Lo más lógico es pensar que de nuevo se produce el proceso de
fusión en el que la Contradanza, al decir de algunos historiadores, tiene una parte
importante de culpa. Lo que hasta para el profano está claro es que el ritmo es de origen
africano.

Las primeras noticias escritas sobre el Merengue en Santo Domingo datan de 1854.

Con anterioridad la danza nacional dominicana era la Tumba que influye


definitivamente en la línea melódica del Merengue y viajó hasta el oriente cubano como
ya hemos descrito.

Volviendo a la historia del Merengue, en 1854 aparecía en el periódico El Oasis un


artículo de Eugenio Perdomo en el que se habla del nuevo baile que se populariza en
Santo Domingo en 1854: "Y cuando dan principio al Merengue, Santo Dios! el uno
toma la pareja contraria, el otro corre de un lado a otro porque no sabe qué hacer, éste
tira del brazo a una señorita para indicarle que a ella toca merenguear, aquel empuja la
otra para darse paso, en fin, el más elegante trastorna una figura y hace recaer la falta
sobre su pareja, todo es una confusión, un laberinto continuo hasta el fin de la pieza".

Las primeras composiciones del merengue son atribuidas al coronel Juan Bautista
Alfonseca (1810-1875). Él fue quien llevó el Merengue al pentagrama por primera vez
según afirma mi buen amigo y periodista dominicano Beltrán Nicolás de Nagua. Entre
los temas compuestos por Juan Bautista Alfonseca destacan "La Juana Aquilina", "Ay
Coco", "Los pastelitos", "El morrocoy", "El Carlito cayo en el pozo" y otros.

Evidentemente el coronel recogió lo que el pueblo cantaba y compuso sus temas de


acuerdo a la rítmica que el pueblo practicaba al igual que hizo Sebastián de Iradier y
Salaverri al componer "La Paloma" y definir la Habanera en el primer pentagrama
firmado por un músico de carrera.

La élite urbana dominicana calificó al Merengue de baile indecente, danza maldita, etc y
añaden "no pueden decir que es la forma más cómoda de bailar, porque tienen que hacer
mucha fuerza para llevar la pareja tan cerrada, el brazo levantado más alto que la
cabeza, llevando la mano de la señorita a la espalda". En estos artículos de Perdomo se
hacía un llamamiento a desterrar "este detestable baile de tan poco gusto".

Luís Alberti, uno de los músicos considerados como padres del Merengue, no cree en la
influencia africana y aboga por raíces netamente españolas al considerar el Merengue
como "una mezcla de lo español y nuestras tonadas campesinas de tierra adentro".
Tonadas que en definitiva también tienen origen, fundamentalmente canario en su forma
y castellano en su fondo.

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