Académique Documents
Professionnel Documents
Culture Documents
Trabajo Práctico Nº 5
Grupo Nº: 2
Calificación obtenida:
Consignas:
2
1- En 1945 la “Revolución Libertadora” derroca a Perón, que en ese momento
manejaba, con la cadena Alea 13 editoriales con 17 diarios y 10 revistas, 4 agencias
informativas, más de 40 radios y un canal de televisión. El gobierno militar intervendrá
las empresas periodísticas oficiales y eliminará varias. Además dicta, en 1956, el
decreto ley 4161, que prohíbe desde la mención del nombre del derrocado presidente,
su familia y su partido, hasta todo signo, símbolo e imagen que lo evoque. La
disposición puede dar una idea de los puntos que calzaba el gobierno militar sobre la
libertad de prensa.
Correo de la Tarde aparecerá ese año, iniciando un período de un lustro, luego del
cual primero sé convertirá en semanario y luego desaparecerá. El Mundo entra en una
nueva etapa, y debuta una interesante revista para intelectuales y catedráticos, Tarea
Universitaria: su calidad contrastará con su breve vida. Hay algunas revistas literarias
que ven la luz en 1958: Pirca, de Jujuy; Amistad, de San Fernando; Azor, de Mendoza,
3
y la importante Poesía = Poesía, que se edita en Adrogué dirigida por Roberto Juarroz;
en ella se ha destacado la "severidad y coherencia del credo poético, en la línea del
post simbolismo y post surrealismo no euro-peos". También dentro de la cuerda
literaria, en Buenos Aires aparecen Boa, de Julio Lunas y El Escarabajo de Oro, de
Abelardo Castillo.
La iracundia literaria se expresa en las efímeras revistas Agua Viva, Juego Rabioso y
Airón. En 1961 irrumpe en el periodismo el semanario Análisis, dedicado a la
información sobre los mercados, que cinco años más tarde se ampliará para
convertirse en otra revista de opinión. También pertenecen a ese año las revistas
literarias Eco Contemporáneo y Hoy en la Cultura. Dedicada al automovilismo,
aparece la exitosa Parabrisas.
Al año siguiente, apareció otra ambiciosa revista: Panorama. Tenía gran lujo gráfico y
se dedicaba a tratar, en notas extensas, muchos temas que los otros medios pasaban
por alto. Su investigación periodística memorable enfocó al paradero del cadáver
embalsamado de Eva Perón, tema tabú durante aquella época. Respondía así a un
proceso de revisión de los años peronistas y de la Revolución Libertadora, que en su
competidora semanal Primera Plana se expresaba con la serie de notas de "Historia
del Peronismo", redactadas por Hugo Gambini. Durante cinco años, Panorama
mantendría la periodicidad mensual, para pasar después a semanario, ya
completamente transformada.
4
idioma, a veces, de manera estrafalaria, y lograban en su juego resultados
contagiosos:
"estábamos alertas a todo lo que pasaba, a todo lo que venía, anticipábamos líneas",
diría uno de sus redactores. La revista creaba e imponía personajes, redescubría
valores, ofrecía los bienes de consumo de una cultura superior al mismo nivel que los
de entretenimiento". Tuvo un papel fundamental en la acogida argentina del boom de
la literatura latinoamericana, que animó con todas sus fuerzas.
Simplificando, se puede decir que en política estaba a la derecha, con una información
comentada e interpretada, mientras en cultura se alineaba a la izquierda. Así, sus
notas "permitían al burgués, al final de la jornada, sentirse deliciosamente
antiburgués". Primera Plana satisfacía además el snobismo argentino, en un momento
en que empezaba esa café society, donde el estanciero tradicional quería aparecer en
las fotografías de la prensa "con el psicoanalista que habla por radio y con la chica de
tapa, sin dejar de lado al empresario del mes o al político en el candelero". En suma,
esta publicación, evidentemente parecida en muchas cosas a la norteamericana Time
y cuyo tiraje no era demasiado elevado ejerció, durante sus siete años de existencia,
una enorme influencia en la política y la cultura.
Pocos días después, ante los corresponsales extranjeros, el presidente militar Jorge
Videla aseguraba que "la libertad de prensa será respetada y garantizada, confiando
en que se sabrá interpretar la vocación del gobierno militar de restituir y asegurar la
vigencia de los principios fundamentales acordes con nuestra forma de vida". En junio,
el gobierno disuelve 48 agrupaciones políticas y sindicales, advirtiendo que los medios
de comunicación que difundan hechos o imágenes relativas a las organizaciones
clausuradas pueden purgar hasta dos años de cárcel.
5
por las autoridades, no aparecía. En algunas redacciones, se implantó un sello
especial para autorizar tales originales. Es decir, la autocensura se generalizó, como
condición, para la supervivencia del medio. El Proceso aplicó mano dura sobre la
prensa. Era un terreno que no querían descuidar. La autocensura fue el criterio en que
debió alinearse, prudentemente, la gran mayoría del periodismo. En opinión de
Rodolfo Terragno, al día siguiente del golpe de 1976, "los diarios entraron en cadena".
Kahn comenta que los diarios "se agrisaron y su venta cayó vertiginosamente, mucho
más allá de lo que explicaba la recesión". Ricardo Sidicaro hace notar que el hecho de
que el Proceso "usara la violencia represiva contra opositores muy moderados, o aun
para arreglar cuentas entre tendencias internas", constituyó "una nove-dad que debió
amedrentar al conjunto de los medios de comunicación", y "la autocensura fue la
regla".
El periodista Jacobo Timerman fue detenido en abril de 1977 y torturado hasta que la
presión mundial obligó al gobierno a dejarlo en libertad y expulsarlo del país. La
Opinión fue intervenida por el Estado en mayo de 1977, y tres años más tarde se
produjo su cierre definitivo y remate de las instalaciones.
8- El año 1982, la guerra de las Malvinas, significó mayores problemas para la prensa,
dada la censura previa que se implanta para toda información referida al conflicto, la
cual es cuidadosamente manipulada y maquillada por el Estado Mayor Conjunto.
Información que, de acuerdo con la investigadora Lucrecia Escudero, ocupó "el 90 por
ciento del espacio en los semanarios de actualidad y entre el 57 y el 60 por ciento de
los diarios". La agencia Noticias Argentinas fue clausurada durante la guerra. Hay
consenso en apreciar el febril triunfalismo que desnaturalizó la información nacional
sobre el conflicto. Por ello fue que la noticia de la rendición argentina sorprendió a una
comunidad que, en su gran mayoría, creía sinceramente que la Argentina estaba
ganando la partida a los británicos.