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LA INDUSTRIALIZACIÓN ALEMANA: 1830-1914.

1. Introducción.

2. El Zollverein.

3. Los aspectos demográficos y agrícolas

4. El desarrollo industrial.

4.1. Primera fase: 1830-1880.


4.2. Segunda fase: 1880-1914.

5. Consecuencias sociales de la industrialización.

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1. Introducción.

La industrialización alemana comenzó a desarrollarse bajo la influencia directa de


los dos países europeos que más habían avanzado en sus respectivas revoluciones
industriales: Gran Bretaña y Francia. La influencia inglesa en la industrialización alemana
es muy evidente: importación de máquinas, empleo de técnicos británicos, etc. También
Francia jugó un importante papel, sobre todo en la difusión hacia la Europa continental
de las técnicas llegadas de Gran Bretaña; igualmente, la legislación napoleónica fue
favorable a los intercambios y a la actividad económica al romper las estructuras feudales.
A partir de 1830, los franceses invirtieron, junto a los belgas, importantes cantidades en
las minas alemanas.
Así pues, Alemania recibió del exterior mano de obra cualificada y capitales que
le ayudarán a iniciar su industrialización. Pero este retraso frente a sus vecinos suscitó
en la clase dirigente y empresarial el deseo de enfrentarse a la competencia extranjera.
País bien dotado de recursos naturales, Alemania iba a convertirse, en la segunda mitad
del siglo XIX en el primer país industrial del continente y en un peligroso rival de Gran
Bretaña.
La historia económica alemana del siglo XIX está estrechamente ligada a la de la
unificación que se llevaría a cabo bajo el impulso de Prusia. Los 39 estados alemanes (ver
mapa) no iban a unirse en el Imperio alemán hasta 1871. Sim embargo, en 1834, se
crearía una unión aduanera, el Zollverein, que permitía la libre circulación de hombres y
capitales por todos los Estados alemanes.

2. El Zollverein.

A partir de 1815, el gobierno de Prusia emprendió el desarrollo de la industria y el


comercio, enajenó las tierras de la Corona, reformó el sistema fiscal y fomentó la
construcción de carreteras. De esta manera, el Estado prusiano crea las bases del futuro
desarrollo industrial, pero además su papel económico se hace fundamental desde el
principio, no sólo participando activamente en la construcción de ferrocarriles a partir de
1840 sino, antes que nada, creando el Zollverein.
En 1818, Prusia estableció un nuevo arancel aduanero mucho más suave y simple
que el que se venía aplicando. Desde aquel momento, y a pesar de la competencia
inglesa, un gran número de productos manufacturados soportaba gravámenes muy bajos.
Prusia adoptaba así una postura favorable al librecambismo. Los restantes Estados
alemanes tenían perfecta conciencia de la necesidad de establecer una unión aduanera
entre ellos, pero las complejas rivalidades y la oposición entre una Austria proteccionista
y una Prusia librecambista paralizaban las iniciativas. Los pasos para crear la unión
aduanera habían de ser paulatinos.
En enero de 1828 Baviera y Wurttemberg decidieron crear una unión aduanera
entre ambos. En febrero se firmaba un acuerdo similar entre Prusia y Hesse-Darmstadt.
Poco a poco los diversos Estados fueron adhiriéndose a la unión de Prusia y Hesse hasta

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quedar constituido el Zollverein en 1834.
El mercado único que comprendía todos los Estados alemanes era una
condición necesaria para el arranque del crecimiento industrial. El Zollverein crea una
unidad económica favorable al inicio del proceso de industrialización.

3. Los aspectos demográficos y agrícolas.

No se dio la revolución industrial en Alemania sin una revolución agrícola y


demográfica.
La población alemana pasó de 24,6 millones de habitantes en 1800 a 36
millones en 1850 y 56 millones en 1900. Y ello a pesar de la existencia de una fuerte
corriente emigratoria. A las causas habituales de esta evaluación -aumento de la
natalidad y descenso de la mortalidad- hay que añadir, en este caso, las consecuen-
cias del abandono del régimen feudal. La emancipación de los campesinos de los
estados alemanes entre 1783 y 1850 favoreció el aumento de la natalidad y la
nupcialidad, sobre todo en la Alemania del este, donde la servidumbre estaba muy
extendida. El abandono de la servidumbre no sólo favoreció a la natalidad, también la
movilidad de la mano de obra y su rendimiento salieron beneficiados. La mano de obra
libre trabaja siempre mucho mejor que la mano de obra servil, y la agricultura no podía
menos que beneficiarse del abandono de ciertas prácticas feudales.
El sistema de barbecho fue abandonándose poco a poco: mientras que en 1800
las tierras en barbecho representaban un 25 % del suelo cultivable, en 1861 sólo

suponían el 16 % y a finales de siglo un 4 %.

Se pueden distinguir tres fases en la producción agraria:


a). Durante la primera fase, que va de 1810 a 1865, la tasa de crecimiento anual fue
del 1,9 %. La ampliación de la superficie cultivada y el aumento de la productividad
fueron las causas principales de esta tendencia.
b). La segunda fase se extiende de 1865 a 1890 y estuvo marcada por un estanca-
miento de la producción debido a la falta de nuevas tierras y a un débil aumento de la

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productividad.
c). La tercera fase abarca desde 1890 a 1914 y destaca por el aumento de la
productividad que permitió un crecimiento del 2 % anual. El empleo de abonos fue la
causa de este rendimiento tan elevado.

4. El desarrollo industrial.

4.1. Primera fase: 1830-1880.


La historia económica de Alemania nos enseña que el papel del Estado fue
importante en el proceso de su industrialización.
La revolución industrial se inició más tarde en Alemania que en Gran Bretaña
o Francia. Este desfase explica por qué la construcción de ferrocarriles pudo jugar un
papel motor en el proceso de industrialización alemán. La demanda de equipo
ferroviario condujo a la expansión de la producción de carbón, de hierro y acero. La
economía alemana se orientó desde el comienzo a la industria pesada. No podemos
de dejar de recordar, sin embargo, que el gobierno prusiano había fomentado
directamente la producción de hierro y carbón desde mediados del siglo XVIII. Estos
recursos eran necesarios para la fabricación de armamento y bienes de producción.
La economía alemana pudo industrializarse a partir del Zollverein. Entre 1834
y 1860 la tasa de crecimiento media anual fue del 6,3 %. Junto a la producción
ferroviaria, la construcción naval se desarrolló de manera importante durante este
periodo. De esta manera, la construcción de los medios de transporte arrastró a los
otros sectores en el curso de la industrialización alemana (Ver tabla siguiente). Por
todo ello podemos concluir que la fase de despegue habría tenido lugar entre 1830 y
1860

KILÓMETROS DEL SISTEMA DE FERRO-


CARRILES DE ALEMANIA

Año Kilómetros Aumento %


1835 6 100,0
1840 549 9.050,00
1845 2.131 288,16
1850 5.822 173,21
1855 7.781 33,65
1860 11.026 41,70
1865 13.821 25,35
1870 18.560 34,29
1875 27.795 49,76
1880 33.865 21,84

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Las iniciativas estatales en el campo económico y la puesta a punto de una red
de vías de comunicación ayudaron al proceso de industrialización. La abundancia de
recursos carboníferos y minerales no hizo sino acelerar el desarrollo. La revolución
industrial alemana dependió menos, en esta fase, del comercio colonial de lo que lo
habían hecho Gran Bretaña y Francia, pues su mercado fue principalmente interno.
Los progresos de las industrias textiles, siempre secundarias, se debieron más a la
utilización de materias primas domésticas.
En cualquier caso, a partir de 1850, aumenta considerablemente el proceso de
concentración empresarial -siendo otra característica importante de la industrialización
alemana-. Numerosas pequeñas empresas desaparecieron (en el contexto de la Gran
Depresión; fase B o ciclo depresivo en los ciclos Kondratieff) y, con ellas, la figura del
empresario individual. Este proceso de concentración se puede explicar por tres
causas:
1. El aumento constante de la complejidad técnica hace aumentar mucho los
costes de la maquinaria utilizada.
2. Se buscaba obtener la mayor rentabilidad creando unidades de producción
cada vez más grandes.
3. En el caso alemán se añade también la ausencia de colonias, lo que
favorece, sobre todo en momentos de crisis, la concentración.
Esta evolución señala el paso del viejo capitalismo liberal hacia el capitalismo
financiero y monopolista.

CONCENTRACIÓN INDUSTRIAL EN ALEMANIA


(1882-1907).
[Núm. Empresas]
De 1 a 5 obreros De 6 a 50
1882 2.175.000 85.080
1907 1.879.000 187.075

4.2. Segunda fase: 1880-1914.


Tras la gran crisis del capitalismo de los años setenta se inicia una nueva etapa
de expansión que ya no se detuvo hasta 1914. El desarrollo considerable de los
medios de transporte (nueva extensión de la red ferroviaria, construcción de canales,
de una flota marítima...) así como la implantación de nuevos sectores industriales -
químico, eléctrico, automovilístico... - dio un fuerte impulso a casi todas las activida-
des.
La concentración del mercado financiero en manos de un reducido grupo de
grandes bancos palió la insuficiencia de capitales y permitió la financiación de las
empresas. Hacia 1895 la concentración de recursos financieros había llegado al
extremo de que los cuatro grandes bancos de Berlín controlaban el 50 % del capital
bancario y el 80 % de la actividad financiera. Se formaron así los llamados konzerne
–que eran trust que, a su vez, estaba agrupados en cártels, y que llegaban a controlar
todo el mercado–.

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Las industrias pesadas impulsan el desarrollo económico alemán. Los
comienzos de la industria química se remontan a la década de 1860 y se basaron en
los yacimientos de sal y potasa de la Sajonia prusiana. A ello se sumó la existencia
de una magnífica red de institutos técnicos que formó muy buenos químicos capaces
de desarrollar nuevos métodos de producción que se impusieron en la fabricación de
tintes y fertilizantes agrícolas.
La creación de la industria eléctrica constituyó un importante logro de la
industrialización alemana. Las invenciones del generador electromagnético, del
telégrafo y del teléfono favorecieron la rápida expansión de este sector. Buena parte
del mercado de estas industrias estaba en el extranjero –Suiza, Italia y Escandinavia
especialmente–.
La industria del motor de combustión interna fue más tardía. En su desarrollo
tuvieron un papel fundamental tres ingenieros: Daimler, Benz y Diesel. Pero hasta
principios del siglo XX no se organizó ni cobró importancia esta industria.
La influencia de los intereses agrarios y el deseo de no depender del extranjero
-nacionalismo económico- explican que Alemania, a diferencia de Gran Bretaña, no
sacrificase su agricultura, que en estos años experimentó una gran modernización y
llegó a asegurar el 80 % del consumo.
El prodigioso aumento del comercio también sorprendió a todos. En 1913 el
Reich ocupaba el segundo puesto del comercio mundial y desplazaba a Gran Bretaña
de numerosos mercados. Esta expansión comercial y financiera corría el riesgo de
verse bloqueada por la resistencia de los demás países industriales. De ahí la
necesidad estratégica de proporcionarse un mercado colonial amplio y seguro (lo que
llevará a la Iª Guerra Mundial).

5. Consecuencias sociales de la industrialización.

La evolución económica redundó en beneficio de la aristocracia terrateniente


–gracias al alza de los precios agrícolas y a las indemnizaciones percibidas en
concepto de redención por parte de los campesinos–, que acabó convirtiéndose en
una clase de capitalistas terratenientes que también invertían en la industria. Otra
clase beneficiada fue la burguesía financiera, la cual tendió a unirse con la nobleza
en lo que se llamó la oligarquía financiera.
Por el contrario, los grupos sociales más perjudicados serán los trabajadores
de la industria y los jornaleros agrícolas. Sus niveles salariales se mantuvieron
estancados o sufrieron sólo leves alzas, pero siempre por debajo de las subidas de
precios.

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