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¡Alerta! Internet a la vista. Hablando de las adicciones y los adictos.

Casi todas las grandes invenciones de la humanidad, desgraciadamente, tienen sus pros y sus
contras; los ejemplos a través de la historia son múltiples. Internet no es una excepción. Pero… ¿los
matices positivos o negativos son intrínsecos a las invenciones o son un añadido del uso que de
ellas hacen el ser humano?

La respuesta no es unidireccional. Los usos que se le dan a las creaciones son una cuestión de las
personas pero… sin lugar a dudas, algunas de las características o funcionalidades de las
invenciones las hacen más o menos apetecible para la masa. Internet posee muchas de estas
funcionalidades apetecibles. Por ejemplo, Internet es de uso sencillo, la tenemos al alcance de un
clic (si para navegar en la red hubiese que introducir una serie de códigos complicados, serían
mucho menos los adictos). A su vez, posee una interfaz atractiva (si viéramos constantemente una
pantalla de fondo negro con letras verdes que se mueven horizontalmente, también el número de
usuarios disminuiría considerablemente). Internet nos posibilita acceder a mucha información en
poco tiempo (mucho mejor que estar dentro una biblioteca a merced del polvo de los libros
antiguos y de la buena voluntad de la bibliotecaria). La red de redes también nos permite
conectarnos en tiempo real con cualquier persona en cualquier lugar del mundo y a la vez nos da
la opción del anonimato (las personas para las cuales establecer relaciones interpersonales es un
verdadero dilema, el anonimato que les brinda Internet funciona como un descongestionador de
temores e inhibiciones). Internet nos brinda la posibilidad de hacer compras sin tener que
movernos de nuestra silla y enfrentar el tumulto caótico de los mercados y, por si fuera poco,
también nos tienta a ganar dinero desde la pantalla, sin tener que afrontar el tráfico estresante o
sufrir un jefe prepotente. Pudieran citarse otras muchas facilidades pero creo que la esencia ya está
expresada.

No cabe dudas, es como para convertirse en un adorador de esta herramienta. Sin embargo, ¿vale
la pena? ¿Quiénes somos verdaderamente si pasamos diez horas al día frente al ordenador? ¿Qué
recuerdo o imagen quedará de nosotros? Quizás un nickname o un hermoso blog o página web
que se confunde entre miles de blogs y páginas webs más. Utilizar la Internet es una necesidad en
nuestros días y disfrutar de sus funcionalidades para mejorar nuestra calidad de vida y crecer como
personas es totalmente comprensible; entonces… ¿dónde está el límite?

A continuación se resumen una serie de comportamientos que pueden servirnos de alerta para
detectar el proceso de adicción:

1. Aumento progresivo de las horas que se pasan navegando en la Internet. Esto quiere
decir que el índice de tolerancia aumenta, por lo cual se necesita más tiempo frente
al ordenador para satisfacer la necesidad de navegar y sentirse satisfechos.

2. Cuando la persona no está conectada a Internet, aparecen ideas recurrentes sobre


qué puede estar sucediendo en la red. Estas ideas resultan molestas pero no puede
reprimirlas.

3. Se afecta el desempeño y la eficacia ya sea en el área estudiantil o en el trabajo.


También surgen dificultades en las relaciones interpersonales, en la relación de
pareja y en la esfera sexual.

4. Se verifica un cambio en el sistema de intereses y motivaciones personales. Poco a


poco, navegar en Internet se convierte en la única motivación e interés relevante
para la persona, desplazando a un segundo plano los intereses y motivaciones
anteriores.

5. Se ven afectadas las necesidades primarias como comer o dormir.

6. Los estímulos “normales o habituales” del medio donde comúnmente la persona se


desenvolvía pierden su poder atractivo.

7. Cuando la persona no está conectada se siente irritable, ansiosa, particularmente


molesta.

8. Navegar en Internet no es solo un pasatiempo sino que se convierte en una


necesidad que se debe satisfacer cuanto antes, sin importar qué otras tareas se
deban realizar. Se verifica la imposibilidad de abstenerse de su uso, estar
conectados se convierte en una necesidad que debe satisfacerse compulsivamente.

Si resulta un tanto increíble la posibilidad real de llegar a este estado de adicción, basta mirar las
estadísticas que nos refieren que uno de cada diez internautas es un adicto.

Puede hallar más información revisando el artículo: Mentiras y Tecnología. Teléfono móvil vs e-
mail.

Este y otros artículos pueden leerse en: http://www.rincon-psicologia.blogspot.com

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