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Estado de Flujo y la paradoja del trabajo – Entrevista a

Mihaly Csikszentmihalyi
Las experiencias de “estado de flujo” tienden a suceder en actividades que para el principiante parecen como obsesiones.
No se comprende por qué te puedes dedicar toda una vida a mirar por el microscopio y estudiar las células, o por qué te puede gustar
el correr cada día un poquito más rápido que otro. Se puede pensar que es una tontería, pero los que lo hacen saben que les gusta, que
están en control de sus vidas y que obtienen beneficios de aquello que hacen y en lo que invierten. Esto les hace de lo más felices.

El estado de flujo es la capacidad de concentrar la energía psíquica y la atención en planes y objetivos de nuestra elección, y que se
siente que vale la pena realizarlos porque se ha decidido este tipo de vida, y se disfruta cada momento en lo que se hace.

Lo que me sorprende, es lo realmente positivo que suele ser el trabajo. Para la gente que va al trabajo y vuelve a casa, hay
un
aspecto del trabajo que es diferente del tiempo libre y eso hace que la gente se sienta limitada, no hace
que la gente se sienta libre, y esto es suficiente para que la gente diga, “no quiero seguir haciendo esto” aunque en realidad se sientan
mejor.

Mucha gente a la que he estudiado quiere irse a casa, una vez terminado el trabajo, lo antes posible. Y cuando llegan a casa, algunos
están aburridos, se deprimen y tienen que encender la TV o tienen que distraerse de alguna manera…

He hecho experimentos, que prueban que los fines de semana, la gente es mas infeliz, no fluyen, no tienen esas experiencias. Esta
paradoja es muy extraña, y la hemos estudiado en distintos países, y hemos hallado los mismos resultados.

En el trabajo generalmente se tienen los objetivos muy claros y se pueden gestionar, que es
una de las cosas que
produce el flujo: el saber que hay que hacer algo en concreto; y la otra es que se tiene un feedback, es decir que se puede
ver cómo se está actuando, ya sea por los clientes, el jefe o los colegas, o por lo que se está haciendo, de manera que hay feedback.

Una parte muy importante del flujo es que las habilidades o las destrezas están en
equilibrio con el reto de lo que se tiene que hacer.

O sea que la paradoja reside que el trabajo, en muchas ocasiones es mas como un juego, que lo que hacemos en el tiempo libre en
casa. Hay mucha gente que realmente no sabe que hacer con su tiempo libre, no saben que es lo mejor, no tienen objetivos, no tienen
como medirse, creen que sus destrezas no están optimizadas.

La experiencia típica de estado de flujo provienen de actividades que existen porque generan flujo, como son el arte, la música los
deportes. Estas son formas culturales cuyo único objetivo es proporcionar el estado de flujo. No siempre se experimenta el flujo con
estas actividades, pero si no se experimentara no existirían. Esta es la parte de ocio, pero no es suficiente experimentar el flujo en el
ocio, lo importante, creo yo, es experimentarlo en el trabajo, en la amistad, en la familia, etc. ya que de esta
manera toda la vida está en estado de flujo, en vez de estar
dividida en trabajo y tiempo libre, se experimenta en su
totalidad.
Cuando la información que esta entrando en nuestra conciencia es coherente con nuestros objetivos la energía psíquica fluye sin
esfuerzo. En estos momentos no hay preocupaciones, nada nos distrae, todos nuestros
sentidos están en un único objetivo.

Cuando una persona es capaz de organizarse la conciencia, para experimentar


estados de fluidez a menudo
su calidad de vida mejora inevitablemente. Y como pasados gran parte de nuestras vidas en un entorno
laboral, quizás haya llegado el momento de fluir en el trabajo.

Tendemos a creer que la felicidad consiste en experimentar placer. Una buena comida, buen sexo, relajarse delante del televisión con
una cerveza en la mano, y claro, estas situaciones no suelen suceder en nuestro tiempo laboral sino en nuestro tiempo de ocio.

Entrevista de Eduard Punset a Mihaly Csikszentmihalyi

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