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Bicicleta Club Catalunya

Jornada: Amb bici a l’institut (6/05/09)

La bici: un instrumento en la escuela


conferencia de Carmen Sánchez (Pro Velo Belgica)
Indice
03 ¿Por qué la bici en la escuela?
04 1. Introducción
1.1 La bici como medio de desplazamiento para los niños y los jóvenes
1.2. La educación de la seguridad viaria en la escuela
1.3. El aprendizaje global para los jóvenes ciclistas
06 2. Preparar los alumnos a la salida en bici en grupo con responsables
2.1. Un contrato de seguridad previo que hay que pasar con el niño
07 2.2. El trabajo de preparación en el medio protegido
17 2.3. Metodología de Pro Velo para los desplazamientos en grupo
22 3. Cómo lograr que el alumno se mueva con autonomía en la circulación
3.1. Metodología del trabajo de la circulación individual en la vía pública
24 3.2. El diploma de ciclista
25 3.3. Proyecto Anima-acción
26 4. Conclusiones
4.1. La bici, un instrumento pedagógico de punta
4.2. La bicicleta, un modo de aprendizaje concreto a través de la acción
27 4.3. La bici, un instrumento de placer y de desarrollo

Este felleto se ha creado expresamente para la formacion del ww.bicinstitut.cat.


La metodología utilizada se inspira en el documento “Clés pour la forme” editado
por Pro Velo y la ADEPS (Bélgica).

Formación , adaptación y traducción de la metodología por C. Sánchez, técnica


y formadora en Bici escuela de Pro Velo.

Contacto
Pro Velo
15 rue de Londres B-1050 Bruselas. Tel. +32 2 517 17 68
E-mail: c.sanchez@provelo.org. Web: www.provelo.org

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¿ Por qué la bici en la escuela ?
La bicicleta permite poner en marcha las competencias y los distintos aprendizajes
esperados dentro del marco de la práctica de la educación física en la escuela. Ofrece
la posibilidad de mejorar el estado de salud y la condición física de los niños a través
de un deporte que les gusta.

Ofrece igualmente otras perspectivas en dimensión interdisciplinaria y transversal.


Distintas disciplinas pueden ser activadas a través de un proyecto de bici. Una vez que
las competencias de la bicicleta sean adquiridas tanto vosotros como vuestros alumnos
tendréis la posibilidad de realizar desplazamientos en bici que sean recreativos, por
ejemplo un paseo alrededor del canal, un rally en la región… o bien utilitarios por
ejemplo la visita de un museo, la piscina…Es decir que la bici os ofrecerá momentos
bonitos o interesantes.

Permite por un lado un importante desarrollo social. La bici solicita la cooperación y el


respeto de los unos y de los otros y la aceptación de las reglas de Código de la
Circulación. Desplazarse en grupo gracias a la educación en la bici ofrece a los niños
vivir experiencias aprendiendo responsabilidades y la consciencia del riesgo. Suscita
una reflexión sobre el cotidiano: desde nuestra forma de desplazarnos hasta nuestra
relación con el medio ambiente. Es la ocasión de reflexionar en lo importante que es
nuestra elección y nuestros desplazamientos, de ver cómo cada uno puede actuar de
manera positiva sobre el medio. Cada formador de nuestro equipo está convencido de
que dispone un instrumento pedagógico puntero que favorece la construcción y el
desarrollo de una personalidad completa y equilibrada. Un instrumento de desarrollo
para el niño estimulante y exigente.

Esperando que estas buenas razones sean una invitación irresistible para lanzaros a la
educación de la bici.

¡ Buena lectura a todos !

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1. Introducción
1.1 La bici como medio de desplazamiento para los
niños y los jóvenes
Andar en bici en el tráfico actual no es cosa fácil. La circulación y las infraestructuras
son a veces muy exigentes con relación al ciclista y exigen un buen número de
aptitudes. Si éstas pueden adquirirse de forma natural pero que cada vez menos es
frecuente y este aprendizaje se puede acelerar y perfeccionar por el entrenamiento
adaptado a través de la biciescuela.

1.2. La educación de la seguridad viaria en la escuela


Le toca a los padres tradicionalmente la tarea de iniciar a los niños en la práctica de la
bici. Primero a ser capaces de andar en bici y después a utilizarlo en la circulación. Por
otro lado, los profesores pueden jugar un rol muy importante en esta formación. El
conocimiento del desarrollo psicomotor, cognitivo, afectivo y social de sus alumnos les
coloca en un primer plano para ofrecer a estos un entrenamiento adaptado.

Para ser eficaz, el aprendizaje de la circulación debe abordar el proyecto en su


globalidad. Los ejercicios prácticos en el medio protegido y sobre todo en la calle son
importantísimos. Introducir la bici en la escuela es preparar a los niños a participar en
la circulación tanto como ciclistas (objetivos de los cursos de seguridad viaria) pero
también como futuros automovilistas. Esta es una forma de contribuir a su desarrollo
global a través de una forma más general en las clases de psicomotricidad y de
educación física.

1.3. El aprendizaje global para los jóvenes ciclistas


Este aprendizaje global implica en el plano cognitivo los conocimientos relativos a las
reglas de circulación y a las señales del trafico, a los riesgos y a los medios de
evitarlos (comportamiento anticipativo y defensivo).

> En el plano perceptivo motor: las aptitudes y las capacidades serían:


. las capacidades generales: percepción visual y auditiva, memoria, distribución de la
atención, equilibrio, disociación segmentaria, coordinación de los movimientos…

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. las capacidades específicas para la circulación: la habilidad en la bici, poder evaluar
rápida y correctamente las situaciones que uno se encuentra y poder deducir las
intenciones de los otros usuarios de la carretera y sus comportamientos.

> En el plano afectivo: ser capaz de medir sus propios impulsos y la confianza en sí
mismo y en los demás.

> En el plano social: el respeto a las reglas de prudencia y del Código de la


Circulación, la adopción de un comportamiento prudente y anticipativo, de un espíritu
positivo en la circulación con relación a su propia seguridad y a la de los otros.

Contribuye a lo que nosotros en Pro Velo nos gusta decir un espíritu RARE apoyado
en 4 pilares: Responsabilidad, Autonomía, Reconocimiento y Entusiasmo. Cuatro
pilares indispensables para el desarrollo del niño y la construcción de una personalidad
equilibrada y positiva. Auténticos arcos de la bicescuela de la cual el niño es la clave.

El informe está construido en torno a dos grandes aspectos: el primero que consiste en
preparar al alumno para su salida en bici en grupo y el segundo que persigue el
objetivo de hacer que sea autónomo, lo cual le prepara para desplazarse solo con la bici.
Estos dos niveles de objetivos corresponden a dos niveles de competencias distintas y
dos niveles que nosotros proponemos a los profesores dentro del marco de formación
que hacemos con el ministerio en Bélgica.

Une formación de iniciación y del acompañamiento del grupo en bicicleta permitiendo


que se aprenda a ser responsable del grupo y una formación de perfeccionamiento para
ser monitor en biciescuela.

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2. Preparar los alumnos a la salida en bici
en grupo con responsables
2.1. Un contrato de seguridad previo que hay que pasar
con el niño
Es primordial empezar por fijar claramente lo que se quiere conseguir con los alumnos:
una salida en bici en la vía pública. El objetivo perseguido será una lógica serie de
condiciones de trabajo a respetar imperativamente para no comprometer la actividad:
es como un contrato de seguridad. Establecer el nivel fundamental sobre el cual nos
podremos apoyar es una etapa capital que permite que el niño tome conciencia de las
exigencias del proyecto, de lo que se trama y de las responsabilidades personales
también. Da un sentido a lo que luego se planteará. Es el que va justificar y estructurar
las secuencias y/o talleres de preparación en el aprendizaje y de evaluación que se
pondrán en marcha en la salida propiamente dicha.

La referencia sistemática de este contrato de seguridad nos permitirá también


gestionar un buen numero de situaciones en el momento de la preparación de la
salida: las bicicletas en mal estado, un equipamiento inadaptado, un comportamiento
incompatible… La gestión de esas situaciones implicará un diálogo estructurado y
constructivo, pero podrá también, en caso de no respeto de una de estas cláusulas del
contrato de seguridad, justificar su exclusión.

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Este contrato de seguridad puede ser el objeto de un taller en el marco de la clase de
aprendizaje escrita o bien oral. Es respondiendo a la cuestión “qué condiciones podemos
prever para ir en grupo en la vía publica”. De aquí salen 5 cláusulas indispensables para
nuestro contrato:
. estar bien equipado
. ser capaz de ir en bici
. ser capaz de ir con los demás en grupo
. conocer las reglas mínimas del Código de la Circulación
. establecer un clima real de confianza

Si uno de estos 5 elementos no se respeta, la salida puede estar realmente


comprometida y no se realizaría con seguridad. Si las condiciones de seguridad no se
cumplieran, se tomaran las decisiones necesarias; ésto desde el momento del
aprendizaje.

Al margen de ser capaz a nivel técnico y de la capacidad de cada uno de desplazarse


en grupo, la finalidad de la formación en el medio protegido es establecer un clima de
adopción de responsabilidades y de confianza entre los distintos actores, condición
indispensable para la salida a la circulación.

La falta de disciplina, de escucha activa, de reacción adaptada e instantánea, un modo


de expresión agresivo entre los participantes o una excitación permanente son también
obstáculos que vienen a añadirse a los riesgos de la carretera y que pueden ser
insuperables incluso.

Es capital que cada uno sea sensible y esté profundamente convencido del impacto de
su propio comportamiento en la seguridad y la imagen del grupo, así como la
importancia de la dimensión de la confianza y de la convivencia, es una noción de placer
compartido por todos tanto por los responsables como por los alumnos. Todo esto se
trabajará y evaluará en el medio protegido

2.2. El trabajo de preparación en el medio protegido


El estado de cada bici debe ser controlado (los frenos, neumáticos, altura del sillín…) al
igual que el equipamiento de la vestimenta.

La habilidad en la bici y la habilidad de los niños deben ser verificadas y trabajadas si


es necesario. Estos entrenamientos se harán fuera de la circulación, en el patio de la
escuela.

El ser capaz en el seno del grupo también debe ser abordado: la estructura del grupo,
un sistema de comunicación tiene que establecerse.

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El Código se trabajará en clase: la posición de la bici y las trayectorias en la calzada,
las reglas de prioridad y de seguridad..

De esta manera un clima de confianza indispensable se instala progresivamente:


confianza en sí mismo, confianza en los otros, tanto desde del punto de vista del niño
como del responsable del grupo.

2.2.1. Estar bien equipados


Una bici en buen estado y bien ajustada es absolutamente necesaria. Aquello que no
responde de manera segura ni conforme puede aumentar los riesgos. Hay que
sensibilizar a los alumnos en este aspecto más mecánico e implicarlos de una forma
responsable sobre su propia bicicleta. Es la ocasión de poner en evidencia la importan-
cia del cuidado del propio material. Tanto por el confor como por la seguridad, el ciclista
se ocupará de su bici y comprobará rápidamente pero minuciosamente su fiabilidad. Por
las mismas reacciones tiene que elegir el equipamiento y la ropa así como los bultos que
va a llevar consigo. Aquí hay varias pistas para ayudar en esta tarea:

Verificaciones rápidas y sistemáticas antes de ponerse a andar


Verificar la presión de los neumáticos.
Una presión suficiente es una buena garantía contra los pinchazos y disminuye el
esfuerzo que hay que hacer; mejora por otro lado el manejo en la bici. Verificar que
la llanta que soporta el neumático esté correcta. Comprobar que el neumático esté
perfectamente dispuesto alrededor de la llanta y que hay goma por todas partes.
Comprobar que la rueda sea completamente circular.

Verificación de los frenos: de parado, el niño verifica su capacidad para agarrar los
frenos. Hacer una prueba de cada freno es indispensable. Hacerlo avanzar
comprobando primero el freno de adelante y después el freno de atrás. Verificar si la
bicicleta no se mueve o si resbala en el suelo

El sistema de luces (en caso de salida en la oscuridad). Verificar las bombillas o en


su caso las pilas o la conexión con la dinamo o bien todos aquellos elementos
reflectantes que haya en la bici, tanto los neumáticos como los radios u otros objetos
o los pedales

Otros controles puntuales y fáciles. La altura del sillín. Ponerse de pie: el sillín debe
llegar a la altura del hueso de la cadera. Una vez sentado en el sillín, el alumno debe
poder poner la punta del pie en el suelo y el otro pie en el pedal. Una de las piernas
tiene que quedar prácticamente extendida.

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Control del manillar: fijarlo sólidamente y tiene que estar ligeramente mas alto que
el sillín. Por ejemplo en las bicicletas de montaña, incluso un poquito más alto si es un
sistema holandés. Verificar también que está bien apretada la potencia.

Cómo controlar la cadena: la cadena tiene que estar extendida con un centímetro de
juego y bien engrasada. Se puede limpiar con petróleo.

Apretar las ruedas es fundamental para que no se desplacen o puedan salir en el


momento en que nos ponemos en marcha.

Apretar los pedales: los pedales no tienen que tener juego ninguno y tienen que estar
apretados hasta el fondo. Atención: uno se aprieta hacia la izquierda y el otro hacia
la derecha, siempre invertidos. Hay un signo R y L que determina el lado del que tiene
que ir: R (right) para la derecha y L (left) para la izquierda.

Por otro lado, hay otras reparaciones que no se hacen rápidamente y que quizás
necesiten la intervención de un mecánico, como por ejemplo una rueda cuarteada, los
cambios de las distintas velocidades, una rueda de otro tipo, los cables del freno…
Existen en distintos talleres en los que uno puede aprender a/e iniciarse a esas
reparaciones más complejas.

Equipamientos importantes para la seguridad


El casco: incluso si no hay obligación se aconseja vivamente. Para las salidas, también
varilla de separación o bien una chaqueta reflectante.

Ropa: evitar los bajos del pantalón demasiado anchos o el calzado con cordones sin
atar o los abrigos largos que pueden engancharse fácilmente. Es un importante riesgo
de caída. Evitar las capuchas y los cabellos largos que no estén atados o recogidos,
son obstáculos para la visibilidad. Favorecer la ropa confortable y de colores vivos
adaptada a las condiciones climáticas. Atención a las extremidades en tiempo de frió:
poner guantes.

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Gestos que son muy comunes y que pueden ser negativos
Es bueno aprender desde el principio de las lecciones una conducta en bici y las
buenas costumbres.
. Evitar bloquear la rueda de atrás y derrapar. Eso hace que la rueda se cuartee.
. Saltar las aceras puede también cuartear la rueda incluso romper la horquilla.
. Depositar la bici en la tierra del lado de los cambios puede plegar estos mismos.
. Superponer las bicicletas dejando un pedal o un manillar contra los radios de otra.
Esto puede plegar los radios o romperlos e incluso cuartear la rueda.

2.2.2. Las habilidades individuales en el medio protegido

En una clase, el nivel de los alumnos es siempre desigual. El abanico de posibilidades


será particularmente amplio. Por un lado, alumnos que no hayan utilizado nunca la bici
y por otro auténticos acróbatas. Dos puntos en común: ninguno de ellos será experto
en la seguridad y todos tienen ganas de participar en la salida en bici. Para el que no
conoce el equilibro dinámico, la técnica más adecuada que se utiliza, es, sin duda
ninguna, la de remar. Consiste a poner el niño a buscar por si mismo su propio
equilibro en la bicicletas sin pedales. Primero hay que andar al lado de la bici y después
con la bici entre las piernas antes de intensificar y alargar los propios apoyos. Será
durante un momento de más o menos 10 minutos. Esta técnica permite que el niño
encuentre el equilibrio dinámico con sí mismo en la bicicleta.

Familiarizarse con la utilización de los frenos y las trayectorias. En este momento los
pedales pueden ser retirados y el niño podrá, para su sorpresa , recorrer todo el patio
bajo la mirada atonitade sus otros compañeros.

Una vez que el niño tiene las condiciones fundamentales del equilibro, podrá entonces
reintegrarse en el grupo y trabajar tres competencias de base: la propulsión, la
trayectoria y el frenado.

Las competencias se mezclan generalmente y la habilidad en ellas es necesaria para la


evolución hacia la calzada. Cuando el niño ha progresado suficientemente en las
aptitudes de base, podrá abordar otras más complejas como la percepción del medio,
el gesticular o la comunicación o la manipulación de las velocidades.

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Estas competencias de perfeccionamientos son necesarias para que el niño decida y
pueda desplazarse solo, en autonomía y en la calle. Pero en el marco de una salida en
grupo no tienen que ser imperativamente controladas, el niño puede por otro lado
contar con el grupo y se situará en función de su falta de experiencia. Para ejercer
todas esas competencias hay que realizar una batería de ejercicios y de juegos de cara
a progresar de lo fácil a lo más difícil teniendo en cuenta el espacio disponible, la
configuración, el número de alumnos, el material disponible, la duración de la lección.
Es interesante también variar los métodos tanto para estructurar como para
sistematizar una habilidad por medio de la descomposición o la repetición de un
ejercicio temático e integrarla en una actividad más global y, por que no, lúdica.

Nosotros desvelamos aquí algunos talleres que proponemos regularmente a


los alumnos y otros se pueden inventar.

Frenada y suspension
. Stop o en marcha: los alumnos circulan en un perímetro delimitado. Al toque de un
silbato se paran apoyando un pie en el suelo, y arrancan después. Disminuir el
intervalo entre el arranque y la parada. Los alumnos circulan con las manos en los
frenos y con el pie en el pedal listo para arrancar. Lo mismo, pero al pararse los
alumnos se quedan en suspensión. Se puede eliminar al que no lo consigue.
. 123 piano: los alumnos se acercan poco a poco pero no pueden ser vistos en
movimiento.
. Carrera del caracol: el último en llegar gana: es un ejercicio de equilibrio dinámico,
en suspensión a condición de seguir una trayectoria recta.
. Las paradas con aros grandes: pedir al alumno que se pare con la rueda de
adelante o de atrás dentro del aro. Se puede hacer sobre una línea en el patio.

Trayectorias
Crear líneas paralelas cada vez mas estrechas. Cuando el alumno es capaz de pasar por
la línea sin torcerse se introducen variantes: levantar un brazo u otro, girar la cabeza
hacia un lado o hacia el otro y mirar atrás hacia un monitor el cual enseñará los dedos
de la mano o conos de distintos colores: el alumno debe seguir la trayectoria rectilínea
incluyo si algún elemento exterior lo perturba.

Slalom: trayectorias curvas. Disponer conos a intervalos. Pasar entre ellos sin
tocarlos, el espacio se reduce poco a poco. Se pueden utilizar elementos del espacio,
del patio como los árboles, algún banco...

Soltar el manillar
El alumno debe progresivamente ser capaz de soltarse de una mano al menos, pues
debe aprender a utilizarla como indicador. Poco a poco soltarse como para saludar y
luego indicar la trayectoria deseada.

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Se puede hacer jugando: el monitor se sitúa en un extremo y cada alumno pasa a su
altura y al tiempo de dar una palmada en la mano del monitor le dice el nombre; la
mano se sitúa a distintas alturas. Es una forma de conocer a los alumnos y de
observar la habilidad de cada uno. Otra variante es la pasar un cono al alumno o incluso
hacer parejas: como el juego del testigo en una carrera.

Utilizar conos en distintos sitios del


patio: hacer dos equipos, en cada
equipo se ponen números. El
objetivo es ir a buscar los conos y
traerlos hasta el grupo (por ejemplo
salen los numero 1) haciendo
trayectorias que no se crucen para
evitar choques.
El juego del caballero de la
lanza: sujetar un cono con la mano
y desplazarse para introducirlo en
un palo o barra de plástico que el
monitor sujetará sin poner el pie en
el suelo. Juego que exige habilidad
y precisión.
El circuito de la pista Pauwels
Todas esas habilidades pueden ser
integradas en un circuito. Por
ejemplo, la pista Pauwels.

2.2.3. Circular en grupo

Figuras ecuestres: girar hacia un lado una vuelta completa y luego hacia el otro:
crear ochos cruzándose o no de dos en dos.

La silla musical: se disponen tantos conos como alumnos. Al toque de parada, cada
alumno se sitúa al lado de un cono y poco a poco se retira un cono, el alumno que no
encuentre cono queda eliminado. Ejercicio de habilidad y rapidez.

El juego de diez pases: en dos grupos. Los alumnos deben pasarse en un perímetro
delimitado el cono en un tiempo dado. El equipo más rápido gana. Si algún alumno
pone el pie en el suelo el recuento empieza de cero.

Trabajo en parejas: los alumnos se disponen de dos en dos. Circular en dos filas
(situación permitida en Bélgica). Cambiarse de lado al cabo de dos vueltas: el alumno
aprende a circular cerca de otro tanto de un lado como de otro, esto permite el
equilibrio espacial y de comunicación. Una variante es la de invitar a las parejas a
hacerse reir ... para aprender a concentrarse en otra cosa que la propia bici, ser capaz
de observar el medio y no estar únicamente pendiente de sí mismo.

Ejercicio de la vuelta al mundo: se trabaja una competencia en cada continente


(trayectorias rectas, frenadas, trayectorias curvas, visión periférica). Trabajo en talleres,
pasar por cada uno y para pasar de continente o taller hay que pasar por una rotonda
(introduciendo así las reglas de prioridad y del ceda el paso).

Una fila o dos filas: preparar al grupo para la salida. Dar un lugar al alumno.
Ejercitar una o dos filas en el patio antes de salir a la calle. Cambiar el ritmo para
agilizar el movimiento.

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Explicar las consignas antes de salir y hacer que el alumno comprenda los riesgos y la
diferencia entre el juego en el patio y la calzada. Es indispensable una actitud de
escucha en la circulación bajo pena de exclusión: para no poner en peligro el
funcionamiento del grupo. Construir la confianza mutua entre el alumno y el monitor.
Aumentar la confianza en sí mismo, hacer evolucionar al alumno para realizar el
ejercicio mejor que antes, pero no en comparándose con ol otro. Enseñar a animar a
los compañeros que acaban de aprender o que tenían una dificultad, crear un espíritu
solidario en el grupo. Se pueden inventar mas ejercicios o ver alguno más a través de
la pagina del certificado del ciclista creada por Pro Velo: www.brevetducycliste.be en la
apartado “enseignants” y en “boîte à outils”.

2.2.4. El código y los niños

Para garantizar el valor formativo de la salida en bici, los alumnos serán confrontados
con la realidad de la circulación. Los cruces no son bloqueados para que cada uno sea
responsable de su seguridad y de la del grupo. Hay que tomar las decisiones correctas.
Por eso, es necesario que sean responsabilizados y hayan recibido una iniciación sobre
el Código de la Circulación. Los temas principales de esta iniciación serán:
. la posición de la bici en la calzada
. los tipos de señales
. las reglas de prioridad
. algunas reglas de oro de la seguridad en bici

Antes de estudiar estos 4 temas, un paseo a pie en el barrio o la proyección del video
“A vélo, une fête” permiten una buena introducción basadas en la observación y un
primer análisis de las infraestructuras y cruces. Los desplazamientos en la carretera
son codificados. No es la ley de la selva: hay reglas, hay que conocerlas y respetarlas,
si no circular es muy peligroso o imposible. Las reglas dan una repuesta a las
preguntas: dónde puedo rodar, cómo, quién puede pasar el primero…

Después de la salida, en clase, hay que hacer una síntesis con dibujos en el encerado
y verificar con pequeños ejércitos la buena comprensión e integración de las reglas.
L’IBSR (Instituto Belga para la seguridad en la circulación) ha publicado muchas
herramientas: ver el la pagina web www.ibsr.be

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La posición de la bici en la calzada
Las personas de más de 9 años no pueden rodar en bici en las aceras: deben rodar en
la calzada o utilizar las infraestructuras disponibles. Los carriles bici son obligatorios
para los grupos de menos de 15 ciclistas. Circulan normalmente en fila india. Si el
carril bici es impracticable (agujeros, hojas secas o mojadas, coches aparcados…) o si
el grupo es entre 15 en 50 ciclistas máximo, se puede utilizar la calzada. Es mejor
utilizar los carriles cuando es posible.

Tenemos que circular a la derecha pero colocándonos bien en la calzada, haciéndonos


presentes.

Tenemos que situarnos a un metro de todos los peligros: aceras, coches aparcados,
otros usuarios. Así, evitamos “el riesgo de” y entramos en una zona de seguridad y de
este modo nos hacemos visibles. Los vehículos que se nos acerquen quedarán atrás o
podrán pasarnos.

Desde el año 1991, el articulo 43.2 del Código de la Circulación belga


permite a dos ciclistas rodar de frente. Formaremos
generalmente gracias a este artículo un “bus en bici”. Nunca
podremos, por otro lado, impedir el cruce y deberemos entonces
ponernos en fila india en las infraestructuras estrechas, en los SUL
(sentido único limitado) por ejemplo...

Una fila o dos : Si dos vehículos pueden cruzarse, hay que ocupar
el espacio de uno de ellos en 2 filas. En las calles en sentidos únicos
también. Implícitamente, se da la autorización al ciclista para
bloquear su carril en la ciudad. Si pensáis que la calzada es
demasiado estrecha para que un vehículo os adelante con
seguridad, podéis ocupar vuestra lugar claramente y pedir al
automovilista que espere detrás.

Hay que tener trayectorias


rectilíneas sin ocupar los
espacios de aparcamientos
vacíos. Hay que hacerse visible
para el automovilista. Si hay
espacios libres en una distancia
larga, es mejor utilizarlos para
dejar la vía libre, pero después
hay que ocupar de nuevo la plaza
en la calzada.

Cuando giramos a la derecha, tenemos que hacerlo


bien arrimados al borde para no molestar al
vehículo que se acerca por la vía contraria o en la
que estamos.

Cuando giramos a la izquierda, tenemos que indicar


nuestra intención con el brazo y verificar mirando
atrás que la vía está libre o que el automovilista que
viene detrás nos deja hacer nuestra maniobra.
Analizaremos el cruce (ver reglas de seguridad) y
giraremos muy ancho al final del cruce, en ángulo
recto. De esta manera, no molestaremos al
automovilista que está en la vía por donde
circulamos.

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Al acercarse a un cruce donde podremos tener que pararnos (semáforos, stop…),
miraremos atrás antes de ponernos en medio de la banda de la circulación y así no
dejarnos apretar por un vehiculo que viene a pararse a nuestro lado. Es el principio del
ZAC (Zona Avanzada por Ciclistas)

Las familias de señales


. Círculos azules: obligaciones
. Círculos rojos: prohibiciones
. Triángulos: peligro
. Rectángulos: indicaciones
. Señales de prioridades: ver punto siguiente

Las reglas de prioridades


Acercarse a cada cruce, el alumno tiene que saber donde tiene que mirar y quien tiene
que pasar el primero para adaptar su velocidad y tomar las decisiones correctas. Tiene
que integrar 5 reglas de prioridad:
1. La noción de maniobra: cuando cambio de trayectoria o dejo un carril bici,
cambio de banda o giro, sobrepaso o dejo una zona de aparcamiento o un terreno
privado, no tengo la prioridad.
2. La regla general: la prioridad de la derecha. Bajo la velocidad al acercarme a todas
las calles de la derecha, miro, analizo y decido acelerar o pararme. Una señal puede
avisarme, pero no es obligatorio.
3. La excepción: la vía prioritaria: yo sé que estoy en una vía prioritaria gracias a las
señales... En este caso, toda la gente se detiene para dejarme pasar. Sé que cruzo una
vía prioritaria gracias a las señales “ceda el paso” o stop (marcas en el suelo, línea
continua pintada en la calzada...)
4. Semáforos: el color naranja es un color de parada. Tenemos que pararnos si es
posible. El policía prevalece sobre el semáforo el cual tiene prioridad sobre la señal.
5. La rotonda: el interior de la rotonda es prioritario si está indicado por un ceda el
paso a la entrada de la rotonda. El ciclista se pondrá en el medio de su banda y en el
medio de la rotonda. Si hay un carril bici en la rotonda, el ciclista tendrá que utilizarlo
incluso si es menos seguro pero ahí es prioritario. Si el carril bici da la vuelta a la
rotonda, fuera de ésta, el ciclista no tiene la prioridad y dar la vuelta a la rotonda
entera es a veces muy difícil. El exceso de infraestructuras o su carácter inadaptado
perjudica a veces a la seguridad.

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Algunas reglas de oro de seguridad
. Ser visible y previsible
. No dejarse sorprender
. Estar siempre concentrado
. Circular a un metro
. No dejarse entrizar
. Controlar las trayectorias
. Prioridad no significa seguridad
. Elegir el itinerario
Se puede hacer con un contrato con los niños que todos firman.

Situaciones con riesgo y sus soluciones


Antes de salir a la vía publica, hay que anticipar los problemas frecuentes para
provocar las reacciones correctas. Utilizamos más bien la palabra “riesgo” que “peligro”
por que el objetivo es suscitar una toma de conciencia activa y no un miedo
contagioso. La toma de consciencia de los riesgos es necesaria y positiva. El miedo a
los peligros es paralizador y no constructivo. Hay que desdramatizar la vía pública para
que los alumnos se convenzan de que si circulan bien, respetando las reglas y los
consejos, la vía pública es un espacio útil, practicable, eficaz y al mismo tiempo
convivencial.

Hay que evitar:


. La falta de concentración y la excitación
. La falta de comunicación: olvidar señalar cuando el grupo frena o se para, por
ejemplo
. La disputa: si uno se equivoca, se excusa (puede ocurrir) y el otro le anima
. El pánico: sólo el alumno en dificultad se para y se sitúa en la acera. El monitor que
cierra el grupo se queda con él. Los otros se quedan en grupo y siguen hasta un lugar
donde es posible pararse y evacuar la vía publica. Todos esperan hasta que el grupo
esté completo.
. El efecto de grupo: la tendencia es seguir al que está adelante. La situación en la vía
pública puede cambiar en una fracción de segundo. Una decisión tomada por un
ciclista pueda ser buena para él, pero no para el que sigue. Cada cruce es entonces
un ejercicio para todos. El ejemplo del semáforo es fácil de entender, pero es
aplicable a todo cruce: prioridad de derecha, stop, ceder el paso, maniobra…

El grupo puede entonces estar cortado en 2 y después recompuesto. Un automovilista


cede fácilmente la prioridad a un grupo de ciclistas. Es importante sensibilizar a los
alumnos en el hecho de que un automovilista parado puede esconder otro que puede
no estar parado. Si quiere estar seguro de mantener su grupo bien compacto, tendrá
que hacer una maniobra por ejemplo, el jefe de fila puede también pedir al
automovilista prioritario que ceda su prioridad con un stop de la mano y un gracias.

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2.3. Metodología de Pro Velo para los desplazamientos
en grupo
2.3.1. La noción de grupo

Entre 2 y 15 personas: no hay reglas concretas. El grupo puede, pues, circular de dos
en dos en paralelo en ciudad y debe utilizar las infraestructuras específicas para las
bicicletas, al igual que un ciclista solo.
El Código de la circulación dice lo siguiente sobre los grupos de más de 15 ciclistas:
no hay obligación de usar el carril bici
. posibilidad de un “coche escoba” detrás, o de dos coches que encuadren al grupo,
uno al frente y otro a la cola (no es obligatorio)
. posibilidad de recurrir a la ayuda de uno o dos capitanes de ruta (no es obligatorio)
. grupo en una fila o en dos filas desfasadas: el grupo puede utilizar entonces un
carril de circulación, ocupar su sitio y bloquear su carril siempre que no estorbe el
paso de los vehículos que vienen de frente. Adelantar al grupo es, pues, una
maniobra...
. en ningún caso pueden los ciclistas desplazarse de con tres o más en paralelo: dos
como máximo

Observación: la decisión de circular en una fila o en dos la toma el jefe de fila y el grupo
la acata.

Grupo de más de 50 personas: desplazamiento en grupo “con asistencia”:


. el grupo debe anunciarse, estar delimitado por un coche identificado tanto detrás
como delante, vehículos con carteles por las dos caras sobre el techo
. debe ir asistido por dos capitanes de ruta por lo menos, o bien por dos adultos
mayores de 21 años, que lleven un brazalete con los colores de la bandera nacional
en el brazo izquierdo y un disco con la señal C3, autorizados para parar la circulación
en un cruce sin semáforo por medio del disco

Desde 1991, el Código de la circulación dispone que en ciudad, los ciclistas que
circulan por la calzada pueden ir de dos en dos en paralelo, excepto cuando no sea
posible el cruce. Por otro lado, fuera de la ciudad, deben ponerse en fila cuando se
aproxime un vehículo que llegue de atrás. En grupo, pues circulará preferentemente de
dos en dos en paralelo, es lo que da más seguridad. El desplazamiento en fila india es
excepcional. Se hace en los SUL (Sentido Unico Limitado), en las subidas, en los
carriles bici estrechos.

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2.3.2. La estructura del grupo y el papel de cada cual
Los organizadores
Los adultos, vestidos con chalecos anaranjados, se colocan al frente (jefes de fila), a
los lados (laterales) y en la cola del grupo con el fin de guiar y encuadrar a los
alumnos. El color distintivo atribuido a los organizadores facilita mucho el trabajo del
jefe de fila que deberá comprobar constantemente que su grupo sea compacto y, sobre
todo, que esté completo. Debe, pues, girarse muy a menudo para observar a los niños
bien alineados así como a su punto naranja en la cola del grupo, que le asegura que
todo el mundo está presente. En caso contrario, deberá hallar un lugar adecuado para
situar su grupo con seguridad en una zona de estacionamiento: parque, arcén, entrada
de aparcamiento... Una vez reunido el grupo, se podrá volver a arrancar.

Los adultos son la única autoridad del grupo: ellos son los que toman las decisiones
relativas a la estructura del grupo, su desplazamiento en la circulación, la organización
en caso de accidente. De ellos, es al jefe de fila a quien corresponde siempre decidir:
él es el que da las órdenes. Nunca deberá contradecirle otro organizador, aunque se
equivoque: las contradicciones en la consignas desestructurarían inmediatamente al
grupo, poniéndolo automáticamente en situación de debilidad.
. El adulto de la cola permanece siempre detrás del último alumno. Su responsabilidad
consiste en cerrar el grupo y no dejar a nadie tras de sí, y de comunicarse con los
vehículos de detrás. Si no hay un coche que deje pasar al grupo protegiéndolo es él
también el que da el impulso y, por lo tanto, la señal en las maniobras hacia la
izquierda: salir del carril bici, cambiar de carril, girar a la izquierda.
. Comodidad: los adultos situados al lado, dispuestos a lo largo del grupo a intervalos
regulares, permanecen a la izquierda de la fila india o se introducen en la fila de la
izquierda cuando el grupo se desplaza en dos filas. Tienen una función de control,
protección y relevo, y también de convivencia. Podrán también convertirse en
referentes poniéndose a la cabeza de un subgrupo en caso de romperse el grupo, en
un semáforo por ejemplo.

Los participantes del grupo


Para que los niños sean más visibles y estén más seguros, se dará a cada uno de ellos
un chaleco reflectante amarillo, y se les recomendará insistentemente que usen un
casco.
. A cada alumno se le asigna un lugar fijo. El alumno conserva este lugar mientras
dure la excursión. Por lo tanto, no se podrá adelantar, salvo si lo autoriza el jefe de
fila (fuerte subida con poco tráfico, por ejemplo)
. posición 2: el alumno más lento o con dificultad, de manera que el grupo permanezca
compacto
. posición 3: un alumno técnicamente más seguro y fiable para tranquilizar a los alum
nos más frágiles (2 y 4)

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. posición 4: un alumno lento o con menos experiencia
. posición 5: un alumno comunicativo al que le gusta trasladar las informaciones;
. posiciones impares, del lado de los coches cuando el grupo se desplaza en dos filas.
Los alumnos más seguros;
. a la cola: los mayores, para facilitar la visibilidad del jefe de fila
. junto a los organizadores: a los alumnos más acróbatas que expertos en seguridad,
a los que les cuesta mantener la concentración, se les sitúa junto a los organizadores.
. Un último consejo: alternar niñas con niños para ayudar a que el grupo se concentre
y mantenga la calma.

Una pista y una reflexión


También se puede tratar de responsabilizar a un alumno que suele tener dificultades,
más travieso o menos fiable pero con experiencia de la bicicleta, pidiéndole que ayude
a un compañero menos competente situado a su lado o incluso pidiéndole que sirva de
relevo y, por lo tanto, de ayudante organizador, poniéndole un chaleco anaranjado. Esto
permite sorprenderle y darle confianza, darle la oportunidad de asumir su
responsabilidad y demostrar de lo que es capaz, quizá de cambiar su imagen ante el
grupo, incluso a veces invertir una lógica negativa de fracaso...

2.3.3. El grupo en movimiento


Es fundamental que los niños puedan ponerse en situación, reactivar lo aprendido y
tranquilizarse antes de cruzar la puerta del colegio. Esto es prácticamente imposible por
el camino. Antes de ponerse en movimiento, la anticipación de algunas situaciones
problemáticas puede resolver bastantes dificultades y convencer por última vez a los
alumnos de que deberán optar y tomar decisiones en plena vía. Enumerar juntos y
rápidamente, con imágenes, por ejemplo, las situaciones de riesgo y las reacciones
concretas que hay que aplicar, estudiadas en el módulo teórico, es una buena manera
de responsabilizar y dar confianza. Por último, dar unas cuantas vueltas al patio
permite volver a poner al grupo en posición y recuperar una receptividad máxima,
necesaria para este tipo de actividad. Este será también el momento de recordar la
alternancia de formación en fila india, dos filas, la parada, el estacionamiento, el
arranque... De lo contrario, los primeros metros del circuito pueden ser sumamente
difíciles de manejar.

En la circulación, hay que ser operativos enseguida y hasta el final.


. El jefe de fila decide la velocidad: debe hallar una velocidad media que convenga a
todos y que permita evitar que el grupo se estire. Es importante mantener el grupo
lo más compacto posible para pasar más fácilmente las dificultades (cruce, rotonda...)
y así evitar que se intercale algún vehículo en el grupo.

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. El jefe de fila indica mediante gestos y palabras precisos la salida, la parada, los
cambios de dirección, los cambios de estructura del grupo (1 ó 2 filas)... Debe por
ello establecerse una buena comunicación en el grupo. El juego del teléfono àrabe,
repetir la consigna dada por el jefe de fila. Para estimular a los niños, propónganles
que griten “stop” o “prioridad a la derecha” para que se acostumbren a repetir una
sola vez, de viva voz y muy rápidamente las indicaciones que el jefe de fila les dé
durante el desplazamiento. Durante el mismo, esto se puede hacer con gestos y
mediante la voz, pero con calma. Aclaren a los niños que, si oyen el mensaje repetido
tras ellos, ya no deben insistir. En cambio, si no están seguros de que el mensaje se
ha oído, entonces conviene repetirlo. Las vueltas al patio que preceden a la salida
permiten comprobar que la comunicación en el grupo es buena.
. Es el jefe de fila el responsable de decidir la estructura del grupo. Nunca debe
contradecirle otro organizador. Aunque se equivoque. Así, los niños recibirían dos
consignas diferentes, lo que desestructuraría totalmente el grupo, con el riesgo de
sorprender a los demás usuarios. En esta situación de incomprensión, éstos deciden
a menudo adelantar a toda costa. El grupo se vuelve así más frágil. En caso de
decisión inadecuada, el jefe de fila debe darse cuenta enseguida y corregir por sí
mismo la posición y la estructura del grupo en el momento oportuno y con buena
sincronización.
. El jefe de fila vigila todo lo que pasa a su alrededor y da a los automovilistas
indicaciones sobre las maniobras que pretende hacer. Girar la cabeza para mirar tras
sí ayuda a controlar al grupo en movimiento.
. Cuando quiere iniciar un desplazamiento del grupo hacia la izquierda y, por lo tanto,
hacia la circulación (salida de carril bici, cambio de carril, giro a la izquierda),
comunica en movimiento su intención a los automovilistas y, mirando fijamente a los
conductores, espera que uno de ellos frene para darle paso. En este momento,
apoyándose en este escudo protector, guía a su grupo que se coloca delante del
coche. La maniobra se consigue con total seguridad.
Ésta es, no obstante, más complicada cuando no hay circulación. En este caso, el
jefe de fila no puede aprovechar un coche de protección que deje pasar al grupo. Se
conforma, entonces, con anunciar su intención de maniobrar y continúa en línea
recta. Debe esperar, en efecto, a que el organizador de detrás, tras haber verificado
bien tras de sí, dé el impulso al grupo desplazándose hacia la izquierda para proteger
al grupo. Hace en ese momento de coche protector. Cuando el jefe de fila vea a su
acompañante dar este impulso, entonces debe dar a todo el grupo la orden de
desplazarse juntos hacia la izquierda.

20
. Cada alumno es responsable de la distancia frontal de seguridad (aproximadamente
una bicicleta) que deja entre su bicicleta y la que lleva delante. En ningún caso se
volverá para ocuparse de la distancia detrás de sí. La distancia frontal impide que las
bicicletas colisionen al frenar.
. Cada alumno es responsable de la distancia lateral de seguridad (1 m) que deja a su
derecha. Recuerden a los alumnos que deben llevar la cabeza alta mientras montan
y comunicarse bien entre sí dentro del grupo. Convertirse en auténticas jirafas,
aprender a levantar la vista para observar todo lo que se presente delante.

2.3.4. Parar al grupo en la circulación


En determinadas situaciones (cruce, semáforo, problema con un alumno o con una
bicicleta...), puede suceder que el grupo se parta. Corresponde entonces al jefe de fila
evaluar la situación y decidir si para totalmente su grupo fuera de la circulación o si para
el grupo al borde de la vía, con el fin de esperar a los retrasados. El jefe de fila sitúa su
grupo fuera del flujo de la circulación (estacionamiento libre, arcén...). Coloca entonces
a los alumnos en paralelo los unos con los otros, con la rueda trasera pegada a la acera.
Así están seguros y colocados de modo adecuado para volver a arrancar integrándose
en la circulación. Si el grupo está dispuesto en dos filas y prefiere mantener esta
estructura, también puede parar en una zona de estacionamiento en dos filas, como un
autobús aparcado.

El jefe de fila organiza a su grupo en fila india y lo inmoviliza pegándolo lo más posible
a la derecha junto a la acera o a los coches estacionados. Los niños permanecen, bien
sobre la bicicleta con un pie sobre la acera, o bien se colocan entre su bicicleta y la acera
o los coches estacionados. En cuanto el jefe de fila vea llegar al resto del grupo
retrasado, podrá volver a arrancar, para que los siguientes no tengan que parar y
puedan volver a unirse al grupo.

2.3.5. Qué hay que llevar


. una cámara de aire de repuesto, del tamaño correspondiente, una bomba, una caja
de parches, un desmontador
. llaves planas de 13 y de 15 y una llave múltiple de 4, 5 y 6 para la tornillería, o
herramienta multiusos
. unas llaves Allen que pueden servir para apretar los manillares y para los frenos
. un pedazo de cubierta recuperada: si el neumático que hay que reparar se ha dañado
por un pinchazo, colóquese el pedazo recuperado en el interior de la cubierta
desgarrada para proteger la cámara de aire

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. unos flejes: pequeños, ligeros y muy resistentes, le sacarán de más de un apuro.
Le permitirán, por ejemplo, acoplar la rueda a un piñón fijo en caso de rotura del
rodamiento del piñón libre trasero
. el botiquín: en general, puede valer el que el colegio reserva para las salidas en grupo
. cuando haga calor, no olvide llevar agua suficiente ( es el momento para abordar
con los alumnos el tema de la alimentación)
. no olvide llevar un teléfono móvil cargado... siempre útil en caso de problemas.

Pase lo que pase, que no cunda el pánico: siempre se puede convenir que el director o
la directora pasen a buscar al niño cuya bicicleta ya no funciona. También se puede
disponer de una furgoneta en el recorrido, o el coche del padre de un alumno. En caso
de accidente llame al 112 y describa la situación con precisión

3. Cómo lograr que el alumno se mueva


con autonomía en la circulación
Una vez que los alumnos dominan el trabajo previo en el medio protegido y los
requisitos previos a la salida a la via pública, podemos plantearnos no sólo la salida en
grupo organizado (capítulo 2), sino también el aprendizaje de la autonomía en la vía
pública. Éste puede abordarse mediante el análisis de casos y luego el paso de cruces
individualmente, pero hoy también, con el objetivo de presentar un diploma y, por lo
tanto, un circuito con autonomía total: el diploma del ciclista.

3.1. Metodología del trabajo de la circulación individual


en la vía pública
Para que los niños sean más visibles y estén más seguros, se proporciona a cada uno
de ellos un chaleco reflectante amarillo y se les recomienda el uso del casco. Aquí
interviene, pues, la responsabilidad de los padres, del docente y del colegio.

1. Abordar la primera vez la dificultad en grupo, y luego colocar las bicicletas lo


más cerca posible de la dificultad para entenderla junto con el grupo.

2. Proponer un tiempo de observación, análisis e integración relativo a los riesgos


y a las prioridades y pasar de dificultad con un métodología participativo e
interactivo.

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No dudar en abordar la dificultad a pie (y no en bici) para enseñar los sitios donde
los niños deben situarse y pararse Estas explicaciones se referirán principalmente a:
. las normas de prioridad y las señales
. la posición en la calzada (señales en el suelo)
. los gestos que indican la intención en el momento de la maniobra (brazo izquierdo
o derecho)
. la anticipación y el contacto visual con los automovilistas
. el momento exacto de la salida y el lugar preciso en que los niños deben colocarse
tras haber realizado el ejercicio.

3. Proponer una demostración del monitor o de un niño con experiencia,


insistiendo en las fases más importantes de la maniobra. El acompañante puede
empezar el paso del “modelo”.

4. Dar a los alumnos la posibilidad de hacer sus preguntas.

5. Cómo transcurre el ejercicio


. Si es posible: colocar a los niños de forma tal que puedan ver a su compañero
pasar la dificultad. Darles la salida a intervalos regulares, de forma autónoma,
hacia un punto de referencia fijo que todos vean.
. Colocar al acompañante adulto en un lugar que pueda plantear dificultades a los
alumnos. Es importante que el adulto esté colocado de manera tal que vea la
preparación del cruce, su paso y el alejamiento del mismo.
. Salida niño por niño: corregir inmediatamente los errores durante el ejercicio. No
dudar en interrumpir brevemente la circulación para aclarar la manera de pasar
esta dificultad (por ejemplo: trazando marcas en el suelo para indicar la posición
que deben adoptar en la calzada)

El monitor procurará:
. no forzar a los niños que tienen aprensión. En este caso, el monitor propone en un
primer momento al alumno que se coloque en el cruce a su lado para observar el
paso de sus condiscípulos y escuchar las consignas. A continuación puede proponer
al alumno que realice el ejercicio solo o en conjunto
. dar órdenes claras y breves
. ser visible (chaleco) y estar dispuesto a intervenir anticipándose a las posibles
situaciones de riesgo que puedan presentarse
. pasar desapercibido en el momento del ejercicio: la autonomía se consigue cuando
el monitor puede conformarse con ver pasar al alumno sin intervenir.

23
6.Tras el ejercicio
. Las reacciones: es importante que los niños compartan sus aprensiones,
impresiones ... de lo que acaban de vivir. Nosotros les presentamos nuestras
sugerencias y consejos de manera positiva.
. La repetición permite aprovechar al máximo el tiempo de que se dispone con el
grupo en la circulación, pues se pierde mucho tiempo con las explicaciones. Por ello,
volver a empezar inmediatamente el ejercicio puede resultar interesante.

3.2. El diploma de ciclista


¿Por qué un diploma de ciclista?
Desde hace ya mucho tiempo, es costumbre aprender a nadar desde la más temprana
edad y pasar los diplomas de natación. Desplazarse con seguridad y, por fuerza, en
bicicleta es algo que se aprende también gradualmente, y mejor si este aprendizaje se
estructura con la ayuda de un profesional (monitores especializados, profesores,
educadores, policías ciclistas...). La vía pública con su flujo de circulación, no siempre
es tranquila, sobre todo a ciertas horas, pero es inevitable y hay que aprender a
controlarla.

Primero como peatón, y después como ciclista acompañado en itinerarios pensados y


conocidos, el niño que entra en contacto con las realidades de la vía pública se prepara
ya gradualmente para el desplazamiento autónomo. Esta autonomía le servirá más
adelante, sobre dos ruedas o en coche.

Desplazarse es vital, desplazarse con autonomía es inevitable más temprano o más


tarde. Esto requiere una preparación. Así como no tiraremos a un niño a un río sin un
aprendizaje y unas consignas previas, no empujaremos a un niño de la acera a la
calzada sin preparación, por el único motivo de que acaba de cumplir los nueve años y
el código de la circulación le prohíbe ya montar en bici por la acera. El desplazamiento
es algo que se aprende desde la edad más temprana, gradualmente y con modos de
desplazamiento en cada etapa adaptados a la realidad y a las necesidades del joven.
Lo que se asimila durante estos aprendizajes dura toda la vida.

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El origen del proyecto
Actualmente hay varias iniciativas políticas y ciudadanas que tratan de mejorar la
seguridad vial. En este contexto, resulta fundamental dar a nuestros jóvenes todas las
posibilidades para poder circular en la calle. En 2003, un estudio realizado por
ProVelo/Agora por cuenta de la Región Valona sentó las bases de este proyecto,
inspirado en experiencias semejantes en el extranjero (Luxemburgo, Dinamarca). Al
cabo de varios experimentos piloto muy positivos realizados en Bruselas y en Valonia
(2004-2005), la Región Valona, por medio de su ministro de Transportes, decidió
apoyar la generalización gradual del diploma de ciclista, encomendando su aplicación
a la asociación Pro Velo. En 2006-2007, el proyecto se implantó en más de 150 clases
de toda Valonia. Este año superaremos las 250 clases acercándonos a los 5000
alumnos formados, gracias al apoyo de nuestros socios públicos y privados.

Los objetivos del proyecto


Objetivos específicos, a corto plazo: la adquisición de habilidades
. relativas a la conducción de la bicicleta en lugar seguro
. prácticas básicas relativas a la mecánica de la bicicleta
. teorías y prácticas relativas a la bicicleta y al Código de la circulación
. relativas a la conducción de la bicicleta en la circulación
Objetivos más amplios, a largo plazo:
. conseguir que los niños usen más la bicicleta como medio de desplazamiento, con su
clase o individualmente
. hacer reflexionar a los alumnos más generalmente sobre los modos de locomoción
que existen como alternativa a « todo para el coche »
. transmitirles el gusto de una práctica que hace mover al cuerpo.
Cuatro ejes principales:
. seguridad viaria y Código de la circulación
. conocimiento del equipo y comprobación del estado de la bicicleta
. control de la bici en lugar privado
. conducción dentro de la circulación

3.3. Proyecto Anima-acción


Formación de formadores. Trabajar la formación orientada a la bici como medio de
animación en secundaria, enseñar a los futuros animadores a trabajar con niños
utilizando la bici como instrumento. Resulta un método eficaz sobre todo en los
campos de animación sociocultural. En Bruselas, Pro Velo ha creado este proyecto con
2 escuelas y logra muchos frutos positivos en la educación no sólo fisica sino que
mezcla otras disciplinas. Permite construir un proyecto global en la escuela con una
entidad exterior (en este caso la bici a través de Pro Velo) y solicitar ayudas
económicas al ministerio competente para su realización. 2 clases de secundaria y 6 de
primaria se benefician de dicho proyecto cada año.

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4. Conclusiones
4.1. La bici, un instrumento pedagógico puntero
En primer lugar porque la bici consigue muy rápidamente la motivación de los niños,
requisito insdipensable para una buena receptividad. Después porque con un poco de
imaginación su interdisciplinaridad permite muchos tipos de aprendizaje en el medio
escolar, de una manera lúdica y exigente.

Algunos ejemplos:
. Geografía: elaborar un itinerario, lectura de un mapa, el relieve, informarse sobre
una región…
. Matemáticas: cálculo de la escala, la media, la pendiente, el círculo, los desarrollos
. Tecnología: el entrenamiento, las pequeñas reparaciones, los pichazos…
. Lengua: la descripción, formular sus sentimientos, contar una salida…
. Educación física: habilidad, seguridad, musculatura, educación en la bici...
. Historia: historia de la rueda, de la bici, la vuelta España, las leyendas ciclistas…
. Religión, moral: autonomía y libertad, respeto y solidaridad…
. Ciencias: la alimentación, la energía, lesiones en caso de caida, calambres, el medio
ambiente…

4.2. La bicicleta, un modo de aprendizaje concreto a


través de la acción
La bicicleta ofrece un modo de aprendizaje sistemático, progresivo e individualizado.
Para que el alumno pueda integrarlo, es necesario ponerlo en marcha y de vivirlo por
la acción en una situación real. Así, el alumno será enfrentado muchas veces a una
misma situación en la vía pública.

Montar en bici en la vía pública es algo que se aprende y que exige practica. Es la única
manera de adquirir una confianza, seguridad, los gestos y los reflejos necesarios para
una buena comunicación y una buena comprensión entre los usuarios de la vía publica.
La seguridad es antes de nada una cuestión de toma de conciencia, de anticipación, de
comunicación y de comportamientos adecuados. Es esta confrontación con la realidad
la que permitirá ahondar los objetivos perseguidos.

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4.3. La bici, un instrumento de placer y de desarrollo
individual y colectivo
La bici ofrece un desarrollo psicomotor y el aprendizaje de una disciplina controlada,
del placer personal a la responsabilidad ciudadana, las ventajas de la bici no necesitan
demostración.

Los jóvenes los citan ellos mismos: la salud y el deporte, el medio ambiente y la
contaminación, el placer y la convivencia, la accesibilidad, el precio, la libertad, la
autonomía, la responsabilidad…

Por otro lado, el ciclista debe dominar distintos conocimientos prácticos, saber estar y
saber hacer como también la voluntad de hacer el bien, la capacidad de concentración,
la escucha, el arte de comunicar eficazmente, la disciplina de grupo, la precisión, la
gestión del estrés, la convivencia, la valoración y la confianza en sí mismo…

Todas estas ventajas son reproducibles. Aplicadas a otras situaciones de aprendizaje,


pueden permitir a los alumnos mejorar sus habilidades. La bici es también un verdadero
vector de desarrollo personal en un grupo o en la escuela.

A todas las edades, la bici escuela ofrece posibilidades:


. En sitio protegido, desde párvulos
. La iniciación sobre la vía pùblica, desde la mitad de la primaria
. Diploma en quinto de primaria
. Los desplazamientos al final de primaria y secundaria
. Una formación al acompañamiento de grupo en quinto y sexto de secundaria (opción
educación física o agente de educación principalmente) y acompañamiento de los
mas jóvenes
. Formaciones especializadas en las escuelas superiores para las opciones pedagógicas
. Formaciones especializadas para los profesores
. Formación de iniciación para los adultos o en familia
. Proyectos en instituciones especializadas
. Proyectos específicos como A vélo mesdames (“En bici Señoras”)
. ¡Y otros sueños para vivir y construir!

¡La bici escuela es un buen un instrumento pedagógico eficaz para la


construcción de una personalidad equilibrada, positiva, dinámica y colectiva!

¡Buen viaje!

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