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CÓMO UTILIZAR EL ÍNDICE DE SAPONIFICACIÓN

El índice de saponificación (conocido como valor IS) de un aceite es la cantidad de


KOH (hidróxido de potasio) en miligramos que se necesitan para saponificar un gramo
de ese aceite. Toda grasa o aceite posee un determinado índice de saponificación. En
realidad, el valor IS puede variar entre una serie de cifras, pero la media suele presen-
tarse en una tabla. Los índices se establecieron hace años utilizando el KOH como
base, de modo que mediante una sencilla operación aritmética es posible calcular las
medidas para el NaOH. Conocer el valor IS y el modo de utilizarlo le permitirá sustituir
un aceite por otro, y ajustar la cantidad de hidróxido de sodio que necesita.
UNA EXCEPCI?N A LA REGLA DEL PESO MOLECULAR
Los aceites y las grasas, y también las cadenas de ácidos grasos, presentan
diferentes pesos moleculares dependiendo de cuántos átomos de carbono, de oxígeno
y t?cnicos y compli?cados, es evidente
y de hidrógeno que los jabones
contienen de aceite de coco
sus triglicéridos. Elson muymolecular
peso solu?bles y producen unas espumas
de un ácido graso muy
es finas.
igual
obles. Pero algunos al peso
?cidos grasosde todos sus
insatura?dos sonátomos.
distintos:El
sepeso molecular
pliegan de un
y se retuercen triglicérido
en los se corresponde
enlaces dobles, compactando as? los ?tom
con el peso de sus ácidos grasos más la glicerina. Cuanto más alto es el peso
molecular de un aceite o una grasa en particular, menos cantidad de álcali (hidróxido
de sodio) se requiere para saponificarlo.

El índice de saponificación representa la cantidad de KOH que se necesita para una


saponificación completa. Para que se produzca una saponificación completa, cada
molécula de aceite debe reaccionar con una molécula de álcali sin que quede exceso
de álcali o de grasa en el jabón resultante. Personalmente, yo prefiero utilizar una
menor cantidad de hidróxido de sodio del que indica el valor IS, de modo que quede
un resto de grasa o de aceite en la pastilla de jabón una vez toda la sosa haya
reaccionado. Los aceites insaturados actúan como hidratantes. Estos jabones reciben
el nombre de supergrasos. Sin embargo, para utilizar una fórmula para fabricar jabón
supergraso se ha de calcular meticulosamente con el fin de evitar un exceso de
aceites, lo que provoca que el jabón se estropee antes de tiempo (esto se conoce
como ranciedad).

El valor IS de una grasa o aceite se puede utilizar para calcular la cantidad exacta
de hidróxido de potasio necesario para que se produzca la saponificación: divida el
valor IS entre 1.000; a continuación multiplique el resultado por el peso del aceite. Por
ejemplo, el valor IS del aceite de oliva es 189,7, por lo que se necesitan 189,7 mg de
hidróxido potásico para saponificar totalmente lg (1000 mg) de aceite de oliva; para 5
g de aceite de oliva se necesitarán 948,5 mg (0,1897 x 5.000). Cuanto mayor sea el
valor IS, mayor cantidad de base se requiere para la saponificación.

Cómo calcular el hidróxido de sodio: mediante una sencilla operación


aritmética y con un conocimiento básico de la química de la fabricación de jabones,
también se puede utilizar el valor IS para calcular qué cantidad de hidróxido de sodio
(NaOH) se necesita para la saponificación. La saponificación está determinada por el
número de iones de hidróxido presentes en la solución. Una molécula de hidróxido de
sodio (NaOH) posee la misma cantidad de iones de hidróxido (uno) que una molécula
de hidróxido de potasio (KOH), pero dado que el KOH es más pesado que el NaOH, la
saponificación requiere una menor cantidad de NaOH. Para ser más precisos, puesto
que el peso molecular del NaOH es 40 y el peso molecular del KOH es 56,1, la
cantidad de NaOH son 40 por cada 56,1 de KOH, (40/56,1).

Cantidad (en peso) de NaOH necesario = 40/56,1 x cantidad (en peso) de KOH
necesario.
Es decir, multiplique la cantidad de KOH que se necesita por 40 y divídala por 56,1.
En el caso del aceite de oliva, por ejemplo, 1 gramo de aceite necesita 135,3 mg de
NaOH (189,7 x 40 / 56,1).

Cómo ajustar los cálculos para elaborar jabones supergrasos


Hasta ahora, la ciencia y las matemáticas han sido gratamente exactas.
Desgraciadamente, aparece ahora una nueva complicación que introduce un cierto
grado de incertidumbre. La fórmula anterior señala la cantidad de hidróxido de sodio
que se necesita para saponificar completamente un aceite. Sin embargo, a nosotros
no nos interesa saponificar completamente las grasas y los aceites, sino que
queremos que algunas grasas y aceites permanezcan sin saponificar puesto que ello
los hace más suaves, menos cáusticos y más esponjosos.

La piel humana es ligeramente ácida, con unos índices entre 4,00 y 6,75 de pH
(donde el 7 corresponde al pH neutro). A pesar de que la piel tolera una amplia gama
de índices de pH, incluidos algunos índices alcalinos, demasiado hidróxido de sodio
puede resultar agresivo. En el caso de que utilicemos menos hidróxido de sodio del
que indica el valor IS, y por el contrario un exceso de aceites y nutrientes, las pastillas
de jabón contendrán aceites no saponificados, por lo que resultarán más suaves e
hidratantes.

La cuestión es, ¿cómo calcular la cantidad de hidróxido de menos que debemos


utilizar? Esto es, después de haber usado la fórmula para determinar la cantidad
exacta de hidróxido de sodio que se necesita para la saponificación completa, ¿cuánto
debemos restarle a esa cantidad? Desgraciadamente, no existe una respuesta exacta.
He intentado encontrar una única cantidad que sustraer para todos los casos, pero no
lo he conseguido. Las reducciones con las que he trabajado varían entre un 7 y un
20%. Cuanto mayor es la reducción, menos cantidad de base se utiliza, lo que resulta
en un jabón más suave que también se vuelve rancio con mayor rapidez. Cuando rea-
lizo los cálculos para una nueva fórmula de jabón, normalmente aplico una reducción
inicial del 10%. En The Natural Soap Book, recomendé una reducción del 15,5%, pero
ahora utilizo un 10%. Ésta es una aproximación bastante precisa para la cantidad de
hidróxido de sodio que se necesita, pero de todos modos usted deberá experimentar
por sí mismo.

Trabajar con una combinación de aceites


Los cálculos de los valores IS apuntados anteriormente son aplicables para la
saponificación de un solo aceite. Pero un fabricante de jabones nunca utiliza un solo
aceite o grasa, siempre se combinan diferentes aceites y grasas para obtener el
resultado deseado. Para determinar qué cantidad de base debemos utilizar en una
fórmula para fabricar un jabón que contiene distintas grasas y aceites debemos
calcular el valor IS de la mezcla de aceites y grasas. Para ello, podemos realizar el
siguiente cálculo basado en el peso combinado.

Supongamos que queremos combinar 2 kg de aceite de oliva, 1200 g de aceite de


coco, y 800 g de aceite de palma. ¿Qué cantidad de hidróxido de sodio tendremos que
utilizar? Observe que el peso total de los aceites es de 4 kg, de los cuales el 50% es
aceite de oliva, el 30% es de coco y el 20% restante es de palma.
Éstos son los pasos a seguir para calcular la cantidad de hidróxido de sodio:

1. Calcule el valor IS de la mezcla de aceites. Para ello, debemos utilizar la tabla de


valores IS y el porcentaje en peso de cada uno de los aceites en el total de la mezcla.

0,5 (189,7) + 0,3 (268) + 0,2 (199,1) = 215

2. Multiplique el peso total de los aceites por el valor IS combinado para calcular la
cantidad de hidróxido de potasio necesaria.

4 kg x 0,215 (215 / 1000) = 0,86 kg

3. Multiplique 0,86 k (la cantidad de hidróxido de potasio necesaria) por la fracción


40/56,1 para calcular la cantidad de hidróxido de sodio necesaria para una saponi-
ficación completa.

0,86 kg x 40/56,1 = 0,6132 kg

4. Multiplique el resultado del paso 3 por 90% (resultante de la reducción del 10%
que suelo aplicar para que conserve algunas grasas y aceites sin saponificar) para
conocer la cantidad final de hidróxido de sodio necesario.

0, 6132 kg x 90%= 0,55 kg

Recuerde que la reducción del 10% provocará un exceso de grasa en el jabón, y que
si esta cantidad es excesiva provocará ranciedad. Si esto sucede, advertirá el proble-
ma al cabo de entre seis meses y un año. Afortunadamente, existe una solución. Si
añadimos conservantes —y existen conservantes naturales que se pueden agregar al
jabón— podremos retrasar la ranciedad.

He podido observar que los valores IS combinados de todas mis mezclas son muy
similares entre sí. De hecho, casi todos ellos se encuentran en un margen de un 3%
de diferencia.

VALORES IS DE LAS GRASAS Y LOS ACEITES MÁS COMUNES


(Cuando la lista presenta diversos valores IS, yo siempre uso la media)

Grasa o aceite Valor Grasa o aceite Valor


IS IS
Aceite de almendra(dulce) 192,5 Aceite de Neem 194,5
Aceite de semilla de 190 Aceite de oliva 189,7
albaricoque
Aceite de aguacate 187,5 Aceite de palmiste 219,9
Aceite de babassu 247 Aceite de palma 199,1
Sebo de vaca 197 Aceite de cacahuete 192,1
Aceite de borraja 188 Aceite de semilla de 193
calabaza
Aceite de caléndula 190 Aceite de escaramujo 193
Aceite de colza 174,7 Aceite de cártamo 192
Aceite de ricino 180,3 Aceite de sésamo 187,9
Manteca de cacao 193,8 Manteca de karité 180
Aceite de coco 268 Aceite de soja 190,0
Aceite de maíz 192 Aceite de semilla de 188,7
girasol
Aceite de prímula 191 Aceite de gérmen de 185
trigo
Aceite de avellana 195 Aceite de nuez de 195
macadamia
Aceite de cáñamo 192,8 Cera
Aceite de jojoba 97,5 Cera de abeja 88-
100
Aceite de Aleurites 190 Lanolina (cera de lana) 82-
moluccana 130
Aceite de colza 219 Lecitina 110-
140
Manteca de cerdo 194,6

Nota sobre el aceite de ricino: dado su bajo peso molecular, el aceite de ricino
presenta un valor 15 bajo y, en teoría, necesitaría una escasa cantidad de hidróxido
de sodio para su saponificación. Pero el aceite de ricino, debido a su alto contenido de
aceite ricinoleico, sigue unas reglas distintas. El ácido ricinoleico presenta una
disposición molecular inusual, lo que provoca que sea necesaria una mayor cantidad
de aceite de ricino en la mezcla. Por consiguiente, se necesitará también una mayor
cantidad de hidróxido de sodio. Si una fórmula indica un 15% de aceite de ricino,
realice una rebaja del 57 en lugar del 107 habitual.

Nota sobre las ceras: la cera de abeja, la lanolina y la lecitina contienen un alto
porcentaje de insaponificables. En el mejor de los casos, la mitad de esas sustancias
saponificarán de forma formal. El material restante o bien permanece en su estado
original o bien participa de otras reacciones químicas. Restrina el uso de estos
materiales en el proceso en frío de fabrica:ión de jabones (ver páginas 212-213).

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