Académique Documents
Professionnel Documents
Culture Documents
1
Michael A. Galascio Sánchez
En esta línea, la gran carga e inmenso poder que encierran las palabras desde
tiempos inmemoriales, mucho antes de manifestarse a través de la escritura, tuvo
en el verbo, el vehículo más eficaz de la transmisión cultural. Y todavía, en algunas
culturas del mundo, ¡lo es!
Los relatos orales, la poesía, las tradiciones y las normas no escritas, como si
tuvieran vida propia, han pasado de generación en generación, convirtiendo al
“hombre” en instrumento. A través de la palabra, se ha creado, moldeado,
inspirado e incluso confundido a innumerables razas, y por supuesto, a sus
descendencias.
Según algunos autores, “todo lenguaje es poesía. Cada palabra es una pequeña
historia, un matorral sin sentido. Ignoramos los orígenes pintorescos de las
palabras cuando las pronunciamos; la conversación se interrumpiría si
visualizásemos cuervos cada vez que nos refiriésemos al descanso de una escalera.
Pero las palabras son poderosos instrumentos mentales. Aclaramos el confuso
contorno de la vida con palabras. Atrapamos con palabras las emociones que nos
inundan. Engatusamos recuerdos elusivos con ellas. Educamos con palabras. No
sabemos realmente qué pensamos, qué queremos y aún menos quienes somos,
hasta que luchamos por encontrar las palabras adecuadas”.4
Pero, ¿qué contiene la palabra para que sea tan poderosa? Sin duda, contiene vida,
y por tanto, es sagrada. De ahí, el dicho popular que muchos repiten, pero que
desconocen su significado esotérico: “la palabra es sagrada”. Es “Sacra”, por que
puede cambiar nuestro estado de ánimo, alterar las condiciones de las fuerzas
naturales, y cuando es combinada con el pensamiento, cuando se utilizan como
fórmula, ritual, conjuro o salmodia, proyecta una fuerza de encantamiento sin
parangón.
En el “Peregrino Ruso”, existen varios pasajes que reflejan el poder del verbo como
por ejemplo:
“Tranquilízate y ten por cierto que tu angustia espiritual no significa otra cosa que
el prevalecer de tu voluntad divina sobre tu propia voluntad. Has experimentado ya
cómo la luz celeste de la oración interior continua no se alcanza con la sabiduría
mundana, ni con el deseo externo de saber…”.8
En este sentido, el Apóstol San Pablo decía: “Os suplico, pues, que, ante todo,
hagáis fervientes oraciones…”9, sugiriendo que ese es el camino del cristiano hacia
el Señor. ¡Hacia la Perfección!
En esta dirección, dentro del “Universo del Verbo”, se esconden ciertas cuestiones
de las que nunca se suele hablar. Los Iniciados de Oriente y Occidente, los sabios
de la antigüedad, como muy bien describe Jorge Adoum, conocían perfectamente
los mecanismos de los sonidos, sabían que su raíz estaba en las matemáticas.
No es casual que Pitágoras dijera que: “Dios geometriza, aunque como añade
Adoum, por medio del sonido. Ellos, se sirvieron de esa música geométrica para
explicar su concepción cósmica, aquella teoría que aclaró la generación de los
intervalos y los nodos, por medio de la relación de las distancias armónicas que
existen entre los planetas.
“Todos los sonidos, audibles o no para nuestro oído, provocan reacciones que, al
repetirse, irán con el tiempo, moldeando nuestra personalidad y nos sugestionan
para sentir y pensar según la propia índole de los sonidos. Una marcha fúnebre nos
entristece; una marcha guerrera provoca y excita el ánimo. Esto demuestra y fue
comprobado que el sonido afecta, provoca y activa determinadas reacciones
químicas y ejerce una influencia en nuestro organismo que modula las
características de nuestra personalidad”.10
2
Con estos conocimientos, y siendo el único animal con la capacidad de hablar,
además de poseer la facultad de “razonar”, elementos que nos distinguen del resto
de los seres vivos, podemos deducir la capacidad Creadora del “Ser humano”.
Este párrafo, bien hilado y correcto, refleja el pensamiento del Ser humano, y la
enorme influencia de la sabiduría mundana. Y es que “la palabra”, no es sólo
creadora sino también destructora.
Decía Robert Burton, que “una palabra hiere más profundamente que una espada”.
Quienes estén familiarizados con la utilización que hacen de las palabras, los
“medios de comunicación” en la actualidad, coincidirán que su reflexión no está
alejada de la realidad.
Una reflexión similar manifiesta la laureada escritora española Ana María Matute, al
confesarnos que “la palabra es el arma de los humanos para aproximarse unos a
otros”. Pienso que en el plano que lo expresa, tiene razón. Sin embargo, la magia
de la palabra, viva, profunda, capaz de sacudir nuestros sentidos, suficiente para
provocar la meditación, hace sentirnos identificados con otras personas. Con el
doliente, el desamparado, el menos favorecido.
No sé, si en este punto, los lectores han advertido la limitación “temática” reinante
en la Sociedad. La escasez de palabras y términos. La decadencia de la enseñanza
que ha sentenciado a muerte a la palabra. Por lo menos, “la correcta”.
Desde Babel, no ha habido un intento más claro por restringir la capacidad creadora
del Ser humano, como la época en que vivimos. Los romanos decían, “que aquel
que no sabía expresarse era un esclavo”. ¡Tenían razón! No es extraño para
nosotros, encontrarnos con adolescentes y jóvenes con un léxico insuficiente, a
penas, capaces de articular una frase con sentido.
Por eso, los que controlan los “medios de comunicación de masas”, centran la
atención de sus focos, su luz, sobre muy pocas cosas e incluso han llegado a crear
una realidad alternativa.
3
El espectro se reduce. Se nos muestra un sólo color. Cuando la palabra, debería
abrir nuevas sendas, explorar otras dimensiones de la Humanidad.
Aldous Huxley, manifestaba que, “las palabras están ahí para explicar el significado
de las cosas, de manera que el que las escucha, entienda dicho significado”. ¡No es
difícil! Sólo requiere empeño, amor hacia sus semejantes. Acaso, ¿no lo
comprenden? ¿No lo ven? ¡Es un instrumento al alcance de todos! Sin embargo,
“los enemigos de la palabra”, los adversos del “hombre libre”, aquellos que desean
silenciar a los ciudadanos, representan un gran obstáculo.
Los individuos que están en constante conjura, y cuya prepotencia no deja espacio
para la opinión de otros, son los que se oponen sistemáticamente, a cualquier idea
que no sea la suya. Se ha creado, ¡el Gran Vacío!
Por esta razón, hay que animar a todos los seres humanos a leer, escribir, dialogar,
ejercitar y desarrollar ese “Don” único que es la palabra. “El Verbo Creador”. Por
este motivo, cuando se defiende la libertad de expresión, se está luchando por algo
aún más importante, “la libertad de crear y transmitir su hálito, su vida a otros
seres humanos”. Pues antes de que ocurra este proceso, “la mente utilizará
conscientemente todas sus fuerzas en esta dirección, usando con inteligencia todas
las leyes aplicables; es así como la mente delibera e intencionalmente dirige la
fuerzas invisibles hacia la ejecución de sus ideales excelsos: al sentir éstas dentro
de sí mismo, se comunican o impresionan al Alma para su elevación.12
El Ser humano debe tener el derecho de expresarse con libertad, sin temor a los
juicios, las valoraciones o los ataques. Por que este plano, no es el coto privado de
nadie. No existe ninguna persona sobre la faz de la tierra, que tenga la “autoritas”,
como para prohibirle a otro, que se exprese. ¿Cerrarle el paso? ¡Tal vez! Pero
jamás, cerrarle la boca. ¡Nunca!
Como decía, Winston Churchill, “a menudo me he tenido que comer mis palabras y
he descubierto que eran una dieta equilibrada”. Para los lectores, Churchill no sólo
quería decir que era un hombre equilibrado, sino que en su sentido más profundo,
la palabra es un alimento.
De ahí, el proverbio: “La muerte y la vida están en el poder de la lengua; los que la
aman comerán de su fruto”13
¡Que mejor alimento espiritual que la Palabra! Esta verdad, no nos permite dudar
que la primera filosofía, fuera la del lenguaje, una filología, y su objetivo,
precisamente, dotar a la verdad de un lenguaje que la manifieste, que le
corresponda.
4
En Grecia, retóricos y sofistas afirmaban que, en ausencia de los dioses, el mundo
no es otro que el de la palabra, y procuraron que ésta no tuviese otro sentido que
el hombre quiera darle, en una cascada de significaciones que convierte toda
realidad en artificio. Son así, los primeros en asumir la orfandad del hombre y
actuar en consecuencia.
Según algunos Iniciados, el hombre también sabía crear a través del verbo. Sin
embargo, “cuando cometió el primer pecado que lo separó de Dios, descendió poco
a poco a la materia, perdiendo el verbo y se vio obligado a crear con las manos”.16
De ahí, la frase: “Ganarás el pan con el sudor de tu frente”.
Desde ésta lógica, una palabra es como un misil, que una vez disparado es muy
difícil de interceptar y sus efectos cuando llega a su destino, son devastadores,
porque (excita entidades y fuerzas) aunque la palabra pertenezca al plano físico por
ser vibración y su desplazamiento de aire, en el pensamiento, pertenece al plano
etérico. En este caso, Jesús dijo: “que hay que perdonar a los enemigos”. La
función es evidente, liberar al ser humano de los pensamientos negativos y
rencores que corroen al Ser, pues la mente tiene una gran influencia en la palabra.
No debemos olvidar jamás, que ninguna palabra queda sin consecuencia.17
Por esta razón, los iniciados lo “bendicen” todo. Sólo dicen palabras que
contribuyen al bien. Una vez obtenida una consciencia clara sobre el significado y
poder profundo que encierran las palabras, todo nuestro entorno se iluminará.
También nos enseña que la combinación del Verbo, Palabra y Pensamiento es una
manifestación de la “Consciencia del Ser”. De este modo, el desarrollo de un Ser
5
humano, dependerá del resultado de su búsqueda (lo que halla y comprende). En la
tradición iniciática, existe lo que llaman la horizontalidad y verticalidad de la
búsqueda. Al principio, buscamos incesantemente en una especie de desierto y; ¡de
repente!, encontramos una pista, una señal, una gota de agua en la inmensa
aridez, y comenzamos a profundizar. Es cuando la búsqueda se torna vertical.
Son innumerables los caminos que eligen aquellos que llegan a comprender el
verdadero concepto de la “Palabra”. Sin embargo, eso depende del “libre albedrío”
y el estado e intención del que busca.
Lo cierto es que la fuerza del Shaba (sonido sagrado), el Logos, la armonía de las
esferas y otros, representa una energía suprema sonora cuyo poder creador o
destructor, no tiene límites. De ahí, que las tradiciones hindúes, budistas,
(tibetanas), desarrollaran los “mantras” y formulas mágicas, consideradas como
“sonido-raíz”, de los cuales en el cristianismo se han heredado algunos.
Las vibraciones de la música, que son una forma de expresión presente en todo el
“Planeta”, estimula el alma, la consciencia, haciendo que nuestro cuerpo vibre más
rápidamente. Al viajar a través del aire, su vehículo, impacta nuestro sistema
haciendo que vibraciones semejantes viajen por nuestro sistema nervioso,
afectando nuestro: “Sistema Nervioso Central”, y por lo tanto, alterando al cuerpo,
ya sea positiva o negativamente.
Naturalmente, aunque los principios (vibraciones) son los mismos, éste, representa
otro amplísimo campo de investigación, ya que “la música”, sobre todo ciertas
óperas, son utilizadas por los iniciados para afectarnos de algún modo, compartir
una enseñanza, incitar ciertas reacciones y cuando sus intenciones son oscuras,
incluso manipular. Sin embargo, prefiero quedarme con el aspecto positivo de su
influencia.
6
Debemos ser cautos con las palabras que utilizamos. La mágica sintonía y la
elección de las mismas, al dirigirnos a nuestro prójimo, es nuestra responsabilidad,
pues sus resonancias afectan a las almas oyentes.
En Egipto, éste aspecto era tan trascendente, que cuando un personaje importante
fallecía y según su creencia, “la supervivencia del “doble etérico”, era mantenida
íntegra merced a la ciencia del embalsamiento, pudiese leer y consultar el libro, si
sufría extravío o adormecimiento al olvidar “las palabras de poder”, las
invocaciones a los dioses protectores y los signos mágicos que le abrían todas las
puertas…”20
Del famoso “Libro de los Muertos”, comparto una invocación de ese tratado de
iniciación Egipcia:
Sin embargo, “el lenguaje tiene una doble función, de creación y de destrucción, de
dinamismo y de fijación, de fragmentación y de integración. Edificando categorías y
sectores, disocia y fracciona lo real, lo encierra y paraliza en una camisa de fuerza
de definiciones, superpone a lo vivido todo un tablero en negro y blanco de
nociones contrarias y complementarias; pero esas categorías mismas aspiran a
determinar el denominador común de fenómenos dispersos, que se deben unificar.
Ese doble papel de división y fusión refleja los grandes ciclos de vida y muerte, de
surgimiento y descomposición, de bien y mal que constituyen la sustancia misma
del universo. En la medida en que el Verbo contiene y supera todas las dualidades,
en la medida en que desemboca finalmente en lo inefable, lo inexpresable – y sólo
en esta media-, podemos en efecto proclamar que el “Verbo era Dios”.21
7
profundos que le rodean, es la herramienta más poderosa del Ser humano. “La Voz
Mágica que suena justo y dice verdad”22.
Bibliografía
1
Licenciado en Ciencias Políticas, doctorando en Psicología de la Salud y Clínica.
2
Gil, R.: (1982) “Transmisión oral de la Cultura”. “Los cuentos de hadas: historia mágica del
hombre”. Colección Salvat, Temas Clave. Salvat Editores S.A. Madrid. Página 4
3
Navarrete, J.: (1991) “El Poder de la Palabra”. Biblioteca Básica de Espacio y Tiempo.
4
Ackermann, D.: (2005) “Magia y Misterio de la Mente”. La Maravillosa Alquimia del Cerebro. A.
Editorial El Ateneo. Traducción de Margarita Acosta. Buenos Aires. Argentina. Página 240-241.
5
Ibid. Página 240.
6
San Demetrio de Rostov (1651-1709), obispo de esa Sede vivía una época de gran decadencia
espiritual. Consciente de la situación y con la finalidad de elevar el nivel moral de los fieles, escribe
varias obras morales y espirituales. Aunque se intuye que conocía perfectamente el poder de la palabra
7
Bolfeld, J.: (1977) “Mantras: Sagradas palabras de Poder”. Editorial Edad. Madrid. Página 120.
8
Anónimo.: (1976) “(Strannik: El Peregrino Ruso” Editorial de Espiritualidad. Tercera Edición
Madrid. Página 46.
9
Timoteo 1, Capítulo 2, Versículo 1,
10
Adoum, J.: (1978) La Magia del Verbo. Editorial Kier, S.A. Buenos Aires. Argentina. Página 11-12
11
Papini,G.: (1969) “Palabras y Sangre”. Libro Plaza. Página 4.
12
Clymer, S.: (1983) “La Ley Divina”. Editorial Kier, S.A. Argentina. Página 92.
13
Proverbios capítulo 18, versículo 21. “Sagrada Biblia”. Versión directa de los textos originales por
Nacar y Colunga. Biblioteca de autores cristianos.
14
Corpus Hermeticum, XIII, 18.
15
Levi, Eliphas.: (1973) “Dogma y Ritual de la Alta Magia”. Editorial Kier, S.A. Buenos Aires.
16
Aïvanhov, O.M.: (1990) “El Libro de la Magia divina”. Colección Izvor. Ediciones Prosveta. Páginas
43-44
17
Evangelio de San Juan, Capítulo 1, versículo 1. “Sagrada Biblia”. Versión directa de los textos
originales por Nacar y Colunga. Biblioteca de autores cristianos.
18
Adoum, J.: (1979) “Las Llaves del Reino Interior”. Editorial Kier,S.A. Buenos Aires. Páginas 117-
118
19
Gibran, K.: (1998) “Jesús, el hijo del hombre”. Colección Fontana. Edicomunicación, S.A. Página
47.
20
Mayadé, J.: (1973) “Libro de la salida a la luz del día”. (Libro de los Muertos). Colección Tradición
de la Humanidad. Editorial Diana. México. Páginas 11, 73.
21
Ravignant, P.: (1975) “Los Maestros Espirituales contemporáneos”. Traducción de R.M. Bassols.
Plaza & Janés, S.A. Editores. Barcelona. Página 157.
22
Rivere’, J.: (1976) “Historia de las doctrinas esotéricas”. Editorial DEDALO, Argentina Página 33.