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La Mujer Transparente

Año 1•septiembre 2013•№ 1


Complejo es el acto de “nombrar”, pues un nombre o título es un portador de ideas, de prin-
cipios y, en este caso, de un compromiso fundamental con el género femenino. El nombrar,
entonces, no es cosa casual; muy por el contrario, es producto de un detenido proceso de
reflexión donde intentamos evocar en unas cuantas palabras todo el trasfondo que sustenta
y da sentido a esta publicación.

Así, hemos optado por titular esta revista Mulier Sapiens, en una suerte de acrobacia
léxica que nos permite asociar dos palabras, dos conceptos que han sido disocia-
dos durante siglos. A la mujer se le ha otorgado cualidades antagónicas a la razón:
somos naturaleza, no civilización; somos corazón, no cabeza; somos pulsación,
no razón; somos poesía, jamás novela…en fin, un sin número de “cualidades”
opuestas al saber, la razón, la crítica y el análisis, pues éstas están destinadas a
definir lo masculino. Por ello, nuestro Homo Sapiens siempre será la represen-
tación de una humanidad intrínsecamente patriarcal. Atrevernos a conjugar
estos dos conceptos es atrevemos a reflexionar sobre los orígenes de las
actuales desigualdades entre varones y mujeres cuya máxima materialización
se encuentra en la violencia de género y apostamos por la generación del
conocimiento como herramienta fundamental para combatirla.

Mulier Sapiens tiene, entonces, el propósito de abrir un espacio para la


mirada crítica a través del análisis de los discursos que hoy estructuran
nuestras sociedades. Estos discursos donde el poder patriarcal fluye, se
infiltra y se perpetúa en nuestras matrices culturales que desembocan en
comportamientos que tienden a legalizar y legitimar un sistema donde la
mujer es objeto y no sujeto, es esencia y no presencia.

De allí, que este primer número haya sido titulado La mujer transpa-
rente: protagonismo de la mujer en la Ciencia, la Política, el Arte, el Sistema de
Producción y como Precursora de sus Derechos. La mujer en estos espacios
de conocimiento, de creación y de acción, ha sufrido, y sufre aún, una
suerte de transparentización; es decir, de negación de su presencia en los
procesos históricos de evolución del pensamiento humano. Así se le debe
al hombre, y sólo al hombre, la civilización que hoy conocemos. Los cinco
articulistas que colaboran en este número han tenido la tarea, nada fácil, de
cuestionar esta suposición bien instaurada en nuestra sociedad y, además,
generar una discusión en torno a la necesidad de plantear nuevos fundamen-
tos para la construcción de discursos renovados en relación a género.

Mulier Sapiens, cuyo centro de interés es la investigación en el Discurso, Poder


y Género, es pues una respuesta a esta necesidad y al compromiso que Infante
– Promoción Integral de la Mujer y la Infancia, ha asumido desde hace 25 años.
La institución está convencida de que es en la investigación y en la generación de
conocimiento donde encontraremos una herramienta fundamental para la erradica-
ción definitiva de la violencia de género.

Daniela A. Elías
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Una publicación de: Con el apoyo de:
Lorena Yáñez Sánchez de Lozada
Licenciada en Psicología, Master en Psicología Social Co-
munitaria de la Universidad Católica Boliviana de La Paz.
Tiene una especialidad en Psicoanálisis, Intervención e Ins-
tituciones. Realizó dos importantes investigaciones cualita-
tivas: “Hombres de Hierro” en co – autoría y “Comunidad
La naturaleza femenina ha sido negada desde Afroboliviana, Cultura y exclusión social”. Actualmente es
siempre.Y quizás una de las facetas más severas Oficial de Programas en Derechos Sexuales, Derechos
la construcción de este proceso de invisibilización se ha centra-
do en el propio cuerpo de la mujer. Las posibi-
Reproductivos y Diversidad Sexual, temas en los que tie-
ne una vasta experiencia, en la Oficina Regional para Sud
y el reconocimiento lidades de desear y sentir placer, de expresar y América de Fundación Hivos.

del cuerpo disfrutar la sexualidad (se llegó incluso a satani-


zar el clítoris), han sido negadas a la mujer des-
como primer territorio de de discursos patriarcales que han consolidado
la cultura de la violencia, del miedo y el pudor.
resistencia
Para hablar de los derechos sexuales y los derechos reproduc-
tivos de las mujeres debemos retroceder hasta la misma concep-
ción de la mujer, a lo que se espera de ella desde el momento en
el que se anuncia su llegada al mundo.Y es que la cuna simbólica
hoy en día sigue marcando la realidad de las mujeres, una realidad
a la que, sin embargo, cada vez nos revelamos más públicamente.

La construcción del “ser mujer” está marcada desde la infan-


cia y se arraiga de generación en generación en el seno de las
familias y, de allí, en la estructura cultural de la sociedad: mujer Los discursos que vienen fun-
delicada, mujer sumisa, mujer callada. La complaciente, la que está damentando esta construcción
llena de dulces palabras; ésa que se debe vestir de rosa y usar el de lo femenino sin duda tienen
cabello largo. bases sólidas en el patriarcado
donde son “ellos” quienes po-
“Como mujer, el verdadero placer Los discursos y actitudes patriarcales más naturalizados vienen sibilitan el rol de la mujer. Son
ha sido ir descubriendo que era desde la familia, donde a las niñas se les asigna roles domésticos, “ellos” quienes califican nuestras
mujer – por tanto, alguien con maternales y de atención a los hombres de la casa. Todo esto acciones. Son “ellos” quienes
cabeza, libertad y capacidad de prohibiendo y negando la posibilidad de que de forma natural las rigen y delinean los estándares
decisión – y que eso no era mujeres respondan a sus propios instintos, necesidades y deseos. de “la mujer buena”.
exactamente lo que me habían Porque, claro, siempre y ante todo “hay que ser una dama”.
dicho que me sucedería”
Los discursos que vienen fundamentando esta construcción de
lo femenino sin duda tienen bases sólidas en el patriarcado don-
(Margarita Rivière, El Placer de de son “ellos” quienes posibilitan el rol de la mujer. Son “ellos”
Ser Mujer). quienes califican nuestras acciones. Son “ellos” quienes rigen y
delinean los estándares de “la mujer buena”.
06 - 07 Mujer & Derechos
“Ellos” son la familia, la iglesia, los medios y el Estado; las es- Es hora de que las nuevas generaciones celebren en su cantar
cuelas y nuestras fuentes laborales. Cada uno, desde distintos el respeto a las libertades más fundamentales de la mujer, al de-
Es hora de que las nuevas
ámbitos, bañados en el tinte patriarcal que responde a grandes recho a decidir, de no tener la necesidad inminente de casarse
generaciones celebren en su
sistemas de poder donde la mujer está siempre desplazada o para salvar su reputación y encontrar una pareja por decisión en
cantar el respeto a las libertades
sutilmente valorada. cualquier momento de la vida. Entender que no hay trenes úni-
más fundamentales de la mu-
cos que te dejan después de tal o cual edad; que no hay un tren,
jer, al derecho a decidir, de no
El “ser una dama”, una señorita, implica en muchos casos negar hay trenes de millones de vagones y una puede optar el subirse
tener la necesidad inminente de
la propia naturaleza, someterse al deseo de otro y cumplir y o no, a cual y cuando.
casarse para salvar su reputa-
complacer expectativas masculinas y, en muchos casos también
ción y encontrar una pareja por
“Calladita te ves más bonita”
femeninas (patriarcales todas), de aquellas mujeres que nos quie-
decisión en cualquier momento
ren tanto y desean lo mejor para las mujeres de hoy, estas que
de la vida.
están corriendo riesgos al mostrarse tal cual son y no actuar de
la manera en la que la sociedad patriarcal esperaría. No deja de ser paradójico que el mundo celebre la apertura de
espacios en la esfera pública para la mujer. La mayoría de esos
Los sistemas patriarcales le han dado a la mujer todos los man- “nuevos” espacios están destinados a la “mujer florero”, en los
datos de adaptación a lo que le toque. Esto a partir de fomentar que la mujer cumple un rol fundamental de imagen. Allí sólo im-
la poca confianza en sí misma. Esto implica la imposibilidad de de- porta la voluptuosidad del cuerpo, que es mal entendida como la
cidir su propio destino, de descubrir y de elegir. Elegir pareja, ele- más alta seña de la feminidad. Este salto del espacio privado al es-
gir o no ser madre, elegir tener o no sexo, elegir... El ser mujer, en pacio público que se ha “concedido” a las mujeres, especialmente
estos términos, se sustenta en las circunstancias y la casualidad. desde los medios de comunicación, no puede significar en ningún
momento una conquista en la lucha de las mujeres por recuperar
¿En algún momento dejará la sociedad de contar a sus niñas nuestras vidas, nuestros deseos, nuestros cuerpos. Más bien sigue
cuentos de princesas? ¿Dejarán de transmitirnos la imperiosa ne- respondiendo a lo que “ellos” siguen esperando y deseando de
cesidad de hallar al príncipe azul para sentirse plena? ¿Dejaremos la mujer complaciente.
de cantar: “Arroz con leche me quiero casar, con una señorita
de San Nicolás que sepa coser, que sepa bordar, que sepa abrir Los discursos patriarcales impuestos desde siempre han mo-
las puertas para ir a jugar… Con esta sí, con esta no, con esta tivado una desviación social en la que, lamentablemente, las
señorita me caso yo?”. mujeres también hemos tomado parte dejándonos caer en el
cumplimiento parcial o absoluto de aquello deseado, pensado u
¿Quedará en la historia como una anécdota de mal gusto el ordenado por “ellos”.
canto: “Buenos días, su señoría, mandandirundirundán, ¿qué que-
ría su señoría?, mandandirundirundán. Yo quería una de sus hijas, Estos sistemas naturalizados de concepción de la mujer no han
mandandirundirundán, ¿cuál de ellas la quisiera?, mmandandirun- permitido la apertura de espacios de diálogo intergeneracional
dirundan. Yo quisiera la cocinera, mandandirundirundán…, yo ni inter-género. Eventualmente, las mujeres hemos encontrado
quisiera la lavandera…., yo quisiera la peinadora…. , yo quisiera, nuestros propios círculos y espacios entre mujeres (alguna vez
un hombre sensato), que nos permiten verbalizar nuestras dudas La primera herramienta de
yo quisiera….Yo quisiera la más bonita mandandirundirundán?”. lucha es ser dueñas de nuestro
y nuestros miedos. Pero casi siempre acallamos el dolor y la vio-
lencia a la que sutilmente estamos sujetas porque somos parte propio cuerpo.
¿Será esta canción un ejemplo de la posible trata de mujeres,
también bastante naturalizada desde la infancia o más bien el de un círculo patriarcal que día a día luchamos por resquebrajar.
reforzamiento de roles socialmente designados a las buenas mu- En algunos casos, con suerte, logramos trascender desde nuestro
jeres? discurso hasta el ámbito más prohibido: el cuerpo, nuestro pro-
pio cuerpo. Cuerpo “deseante”.

08 - 09 Mujer & Ciencia


“La mujer no desea” El control de la vida de toda mujer, entonces, rige en nues-
tros quehaceres cotidianos, en la forma de expresarnos al
mundo, en el uso que se hace de nuestra imagen: unas ve-
“…uno de los placeres que he vivido – tras el inevitable
ces angelical y otras totalmente satanizada y pecaminosa.
desconcierto inicial- ha consistido en que ser mujer era mucho
mejor de lo que esperaba. Lo cual me ha llevado a desconfiar
Es importante para esto retomar el tema de la violencia, como
de las estructuras inmutables de las costumbres y la cultura ya
máxima expresión machista y patriarcal del sistema de control
que mi placer no ha tenido ni príncipes azules ni ha consistido
hacia las mujeres.
en despertar estelas de admiración por mi belleza y mi elegan-
cia. Mi placer, justamente, consistió en aportar lo que pude para
Para hablar de los derechos sexuales y derechos reproductivos
derribar esas supercherías”, así escribe Margarita Rivière en “El
de las mujeres es vital hablar del cuerpo, de los deseos acalla-
Placer de Ser Mujer”. Se trata de una elegía al placer femenino
dos, de los placeres negados y de los cuerpos violentados. Y es
que adquiere vital importancia en los tiempos que corren.
necesario, para ello, apuntar a la violencia sexual como máxima
expresión del poder machista, controlador, patriarcal y como la La violencia sexual como
El poco espacio otorgado a las mujeres para conocer y experi-
máxima expresión de despojo de nuestros cuerpos, sin dejar de máxima expresión del poder
El cuerpo femenino no puede mentar sus deseos es un espacio casi nominal. Se ha invisibilizado
lado la premisa de que los derechos sexuales y reproductivos y machista, controlador, patriarcal
seguir siendo el lugar el placer femenino en todos sus ámbitos. El placer y el deseo
la legalización total del aborto son asuntos de salud pública y no y como la máxima expresión de
predominante del poder como discursos femeninos no son abiertamente permitidos den-
de moral. despojo de nuestros cuerpos
patriarcal. tro de los grupos fundamentalistas, sean éstos las propias familias.
La primera herramienta de lucha es ser dueñas de nuestro pro-
En el tema de la sexualidad, la mujer desde muy niña es impedi-
pio cuerpo. Necesitamos apoderarnos de él, conocerlo y ubi-
da de ejercer sus derechos auto eróticos que le permitirían co-
carlo en nuestro interior como nuestro primer territorio de
nocer su cuerpo y apropiarse de él. La masturbación, por ejem-
resistencia. La resignificación del cuerpo es el paso inicial en el
plo, es meramente masculina. Más aún, en diferentes culturas las
que varias generaciones de mujeres ya han venido reflexionando,
mujeres están imposibilitadas de demostrar deseos sexuales y
inclusive en el interior de sus vidas.
mucho menos experimentar placer sexual. En definitiva, la mujer
está hecha para reproducir. Ni hablar de aquellas culturas donde
El placer es seguir el propio instinto y cortar con las imposicio-
la mutilación genital a mujeres (mutilación del clítoris) es una
nes, es la posibilidad de protestar frente a lo establecido y poner
práctica común y aceptada.
en evidencia las propias convicciones, en nuestro discurso, en
nuestro cuerpo y en todas las formas que tengamos para mani-
Los discursos mediáticos, familiares, religiosos y hasta los edu-
festarnos. Esto nos permitirá re significar nuestros seres y hacer
cativos nos obligan a ser esculturales en unos casos y a no sentir
frente a los avasallamientos que sufrimos a partir de la violencia,
placer ni desear, en otros. Son los que por años vienen primando
el maltrato, la exclusión y las pocas posibilidades de participación
en la construcción y establecimiento de roles de las mujeres. Son
y toma de decisiones. El cuerpo como un territorio propio y
los que al mismo tiempo invisibilizan a la mujer.
protegido, la herramienta de lucha.
10 - 11 Mujer & Derechos
El cuerpo como espacio de protesta que no engendran ni paren. Lo hacen creyendo tener la verdad
del deseo femenino y del placer negado a la mujer.
No es posible hablar de los derechos sexuales si no habla-
“¿Desde qué moral se puede entender un embarazo o hablar
mos inicialmente del derecho a decidir libre y soberanamente en
de un aborto cuando no se tiene útero?” (Anónimo, testimonio de
nuestras propias vidas, de expresarnos y revelarnos a lo preesta-
una mujer que abortó)
blecido. Al ejercicio pleno de nuestros derechos sexuales se in-
cluye los derechos reproductivos que, en todos los casos, incluye
La despenalización del aborto no mella la dignidad personal de
claramente la posibilidad de decidir sobre nuestros cuerpos: el
ningún creyente ni de ninguna persona que no esté de acuerdo
número de hijas o hijos que queremos tener o la decisión de te-
con el aborto. La despenalización del aborto no obligará a las
nerlos o no. Y aquí llegamos a lo más profundo y complicado en
personas a interrumpir el embarazo, simplemente permitirá a
los debates que surgen en torno de la mujer: el aborto.
cada mujer a decidir y optar de manera autónoma y de acuerdo
a sus propias convicciones, deseos, necesidades y realidades, en-
El aborto entendido como la decisión más íntima de una mujer,
tendiendo el aborto como una decisión difícil, condenada social-
como la posibilidad más personal de mandar sobre su propio
mente pero como decisión intima e individual.
cuerpo. Pasar de víctima de violencia sexual a ser “deseante” y
con capacidades de decidir, de optar por la vida digna y no la vida
El aborto no desvirtúa la maternidad, no la niega; más bien real-
por la vida.
za y engalardona a la maternidad deseada. En cambio, la materni-
dad forzada no permite la autonomía de la mujer, la maternidad
Sólo las mujeres tenemos el derecho de de-
debe ser vivida como una opción y no como
La lucha por la despenalización del aborto que cidir lo que pasa en nuestros cuerpos y nadie Hemos avanzado, nos hemos reconocido, nos
imposición del patriarcado y de ideologías fun-
ahora se aviva en Bolivia y en otros países de más: ni la Iglesia, ni el Estado. aceptamos… somos seres completos con capaci-
damentalistas arcaicas. En este sentido, la mujer
América del Sur es una muestra de la dad y libertad de decidir, de desear, de decir NO
como ser completo y con todas las facultades
necesidad de cambiar discursos, de posicionar Una de las más fuertes reivindicaciones actua-
podrá decidir sobre su propia vida de manera cuando NO queremos, y decir sí, cuando deseamos
desde las mujeres el debate sobre lo que les les de la mujer en torno a sus derechos sexua- y nos convencemos de nuestros deseos sexuales o
autónoma y responsable.
afectan, sus derechos sexuales y reproductivos les y derechos reproductivos es la posibilidad reproductivos y de exigir nuestro derecho al placer.
que son, en definitiva, los derechos más humanos de hacer justicia y levantar la voz frente a las
de todos. vivencias de la opresión de género del patriar-
cado, frente a las instancias acalladoras de lo
AUTONOMIA SEXUAL
femenino como una construcción personal y Los nuevos discursos desde las mujeres per-
propia de cada ser. Porque el cuerpo femenino no puede seguir mitirán entender que los derechos de las mujeres son derechos
siendo el lugar predominante del poder patriarcal. de todas las personas.
La lucha por la despenalización del aborto que ahora se aviva En general, la evolución de los derechos sexuales se da día a
en Bolivia y en otros países de América del Sur es una muestra día en el interior de cada mujer, en los espacios de encuentro de
de la necesidad de cambiar discursos, de posicionar desde las mujeres donde sale con naturalidad la posibilidad de dialogar y
mujeres el debate sobre lo que les afectan, sus derechos sexuales encontrarnos en nuestras diferencias y similitudes. En las luchas
y reproductivos que son, en definitiva, los derechos más huma- públicas y ocultas de estos temas que son sólo nuestros. En la
nos de todos. Derechos que deben ser discutidos y planteados vida de una madre con su hija y los permisos que hoy pueden
desde las propias mujeres ya que todavía los estados, las iglesias y tener las niñas de ser lo que sienten y quieren ser, sin mayores
otras instituciones creen estar en su derecho de juzgar y decidir pudores ni miedos. En la ruptura del silencio de la violencia y el
sobre ese territorio llamado mujer. Lo hacen a partir de posicio- maltrato, en la sororidad de nuestras amigas, madres e hijas.
nes morales y desde el fundamentalismo religioso. Lo hacen los

12 - 13 Mujer & Derechos


Si renunciamos a la violencia, si rompemos a la propia decisión y el respeto
el silencio, si no perdonamos ni siquiera el al cuerpo como primer territorio
primer golpe u ofensa; si disfrutamos de resistencia de todos los avasalla-
del placer y hacemos explícito el de- mientos. Por el derecho de sentir placer
seo, si decidimos el número de hij@s que y disfrutar plenamente nuestra sexualidad,
queremos o no tener, cuándo y con quién, sin represiones externas ni moralistas. Estamos
posiblemente sumaremos esfuerzos, a la lucha construyendo discursos y posiciones políticas cla-
por la autonomía sexual que se reivindica contra ras, consensuadas y queremos políticas justas para las
toda forma de violencia, de avasallamiento, de ate- mujeres y desde las mujeres.
morización; de abusos de poder y de sentimientos
patriarcales de superioridad. Hemos avanzado, nos hemos reconocido, nos acepta-
mos… somos seres completos con capacidad y libertad
Se trata de una lucha por la defensa de nuestros de decidir, de desear, de decir NO cuando NO queremos,
cuerpos, placeres y deseos, por la libertad de expre- y decir sí, cuando deseamos y nos convencemos de nues-
sión de lo femenino más íntimo, una lucha del día a día. tros deseos sexuales o reproductivos y de exigir nuestro
derecho al placer.
Los discursos mediáticos, familiares, religiosos y hasta los educativos nos obligan a ser
esculturales en unos casos y a no sentir placer ni desear, en otros. Son los que por años Aceptamos socios y aliados de lucha, los compañeros
vienen primando en la construcción y establecimiento de roles de las mujeres. Son los que naturalmente han comprendido a las filas de mujeres que
que al mismo tiempo invisibilizan a la mujer. reivindican y resignifican sus cuerpos.

En sí, no es posible hablar de despatriarcalización (como ban-


dera de cambio), sin hablar inicialmente de la despenalización del
aborto como el ejemplo más vivo de la despatriarcalización del
cuerpo de cada mujer boliviana. Patriarcado y “aborto penaliza-
do”, ambos sistemas de opresión y control, sistemas de sojuzga-
miento, y uso de poder. BIBLIOGRAFÍA

La reivindicación del aborto, la despenalización de éste serán RIVIÈRE, Margarita


sinónimo de libertad, de vida, de cuerpo y de futuro, permitirán 2005 El Placer de Ser Mujer
la vivencia de un verdadero estado laico y respetuoso. Síntesis, España

Estamos en la lucha por la defensa de nuestros cuerpos, nues-


tros deseos y placeres, por los cuerpos de nuestras hijas, sobri-
nas, hermanas y nietas… estamos en un proceso de levantar la
voz y desnudar nuestras más profundas sensaciones de opresión,
en memoria y agradecimiento a nuestras madres y abuelas… y
todas las mujeres que iniciaron la lucha por la reivindicación de
los derechos de la mujer, cada una a su manera y en su contex-
to, pero todas fundadas en lo sexual, en lo reproductivo, en el
cuerpo.

Por una naturaleza femenina autónoma y libre, por el derecho


14 - 15 Mujer & Derechos
¿En qué grado la emanci-
pación del sexo femenino ha
transgredido las sociedades
actuales? ¿Cuáles son
realmente los impactos de
la necesidad de una crítica a
la identidad sexual femenina
respecto a la ciencia?

Nayra Vacaflor
Licenciada en Ciencias de la Comu-
nicación, especializada en medios de
comunicación alternativa de la Uni-
versidad de Campinas (Sao Paulo ,
Brasil), Master en Comunicación en la
Universidad de Bordeaux (Francia)
y Ph.D. en Ciencias de la Comuni-
cación y de la Información (Francia).
Actualmente es jefe de proyecto del
Instituto de Humanidades Digitales
de Bordeaux, proyecto ganador IdeX
a nivel europeo y es catedrática en
el ISIC de la Universidad Michel de
Montaigne Bordeaux 3 (Francia).
Reivindicaciones históricas, empoderamiento y desnaturalización:

16 - 17 Mujer & Ciencia


Acepté de manera muy cordial la invitación para redactar este desnaturalización y el empoderamiento de las mu-
artículo, ya que el tema principal gira en torno a la “mujer y la jeres”.
ciencia”, y de una manera muy personal mi vida académica y pro-
fesional me posiciona como una “mujer de ciencia”. Es un tema Pienso que a través de los ejemplos que citaré podremos ana-
difícil de tratar en nuestros días, pero me parece muy pertinen- lizar estas situaciones creando un espacio de debate y discu-
te desarrollarlo desde diversos puntos de vista. Los editores de siones abriendo nuevas perspectivas de cambio y de reflexión.
esta nueva revista, la cual merece muchas felicitaciones por el Asimismo, los datos e informaciones de este artículo podrán ser
emprendimiento, me piden abordar este tema a través un análisis utilizados como un instrumento necesario de una lectura para el
crítico de la realidad “ciencia” y de la realidad “mujer”. cambio. Este mismo podrá ayudar a educadores y responsables
de la elaboración de políticas con relación a la comunidad cien-
Los movimientos de la emancipación y la liberación de la mujer tífica, a tratar las causas profundas de las desigualdades entre los
en el siglo XX han contribuido a una redefinición de los estatu- sexos en las áreas de las Ciencias y Tecnologías (sobre todo) y
tos sociales y políticos de hombres y mujeres. Las “ciencias”, en las ciencias sociales y humanas (en menos proporción, pero igual
general, participan al diseño de las fronteras entre la esfera aca- presentes).
démica (esfera pública) y la esfera privada (mujer y pensamiento).
Ciertas ciencias han determinado roles masculinos y femeninos I) Mujeres “capas”: humanas, históricas y allega-
bien marcados. das
Siglos enteros de civilización,
A través del mundo, muchas mujeres y niñas son excluidas de Quisiera comenzar este apartado con el ejemplo de Ada Lo- de guerras, de epidemias, de
la participación en las ciencias tecnológicas y en las ciencias so- valace (1815-1852) quien fue colaboradora del matemático discriminación y de
ciales por varios factores: pobreza, falta de instrucción y diversos británico Charles Babage, primer matemático en concebir los reivindicación han marcado
aspectos de su medio ambiente jurídico, institucional, político y principios de la computadora. Ada Lovelace es la que concibió la historia de las mujeres en la
cultural. De este modo quisiera transmitir varios puntos esen- los diagramas propios al funcionamiento de esta máquina que humanidad.
ciales para la comprensión de la “ciencia” de una parte y de la muchos de nosotros usamos a diario, además de inventar el pri-
“mujer”, de otra. ¿Cuáles han sido los pasos que la “mujer” ha esta- mer lenguaje informático. Desde ya, esta mujer se mostraba no
blecido para llegar a ser considerada como “científica”? ¿En qué grado solamente “modesta” en sus palabras al decir que ella “no tiene
la emancipación del sexo femenino ha transgredido las sociedades ninguna pretensión de crear algo por ella misma. Ella puede ejecutar
actuales? ¿Cuáles son realmente los impactos de la necesidad de una todo lo que nosotros le demos a ejecutar […] Su rol es de ayudarnos
crítica a la identidad sexual femenina respecto a la ciencia? a efectuar lo que ya sabemos dominar»(1) .

Estas son algunas preguntas que intentaré responder a través Asimismo, citaré ahora otra matemática que nos lleva a un
de tres apartados. El primero lo he titulado: Mujeres “capas”: mundo de descubrimientos sólidos y voraces. Nacida en una fa-
humanas, históricas y allegadas, que nos dará una visita milia de judíos, Lise Meitner (1878-1968), después de haber reali-
rápida a la historia de mujeres importantes que han marcado un zado un doctorado con la mención más alta en la Universidad de
desarrollo trascendental para las ciencias en general. El segun- Viena, toma la dirección de un joven departamento de física del
do apartado: Una discriminación sutil desde la historia Instituto Keiser Wilhem de Química (1917), pero lo deja en 1938
hasta ahora, presentará la re-estructuración que ha seguido a causa de la represión nazi. Decide entonces unirse al Institu-
la historia respecto a la mujer y su implicación en las ciencias to Manne Siegbahn en Estocolmo. Es ahí donde se la reconoce
(exactas, sociales y/o humanas). El tercer apartado, presenta los como pionera de las teorías de la fusión nuclear, descubiertas en
nuevos desafíos que las mujeres atravesamos desde el momento
en que intervenimos en la “ciencia”, sea cual fuese. De manera
(1) Clothilde Grandpeix . Discurso de Ada Lovalace, retomado del dossier “Femmes et
muy personal presentaré un concepto que me parece significa- sciences” realizado por TV5MONDETV5 monde. Francia, disponible en: http://focus.
tivo para describir de manera critica la mujer en la ciencias, “la tv5monde.com/femmesetsciences/

18 - 19 Mujer & Ciencia


sus investigaciones del protactinio y del isómero de uranio 239(2). en la humanidad. En 1988 dos historiadoras norteamericanas,
Ejemplar desde su inicio, Lise Meitner refuta categóricamente y Bonnie S. Anderson, profesora del Colegio de Brooklyn, y Judith
por convicción ética formar parte del “Proyecto Manhattan” que P. Zinsser de la Escuela Internacional de Naciones Unidas es-
hizo entrar a la humanidad en la era atómica con las destruc- cribieron Historia de las mujeres, una historia propia(3) que se ha
ciones de Hiroshima y Nagasaki. Por ello y respecto a todas las convertido en un referente para el movimiento feminista en la
acciones que tuvo durante su vida, su sobrino Otto Frisch hizo reconstrucción de la historia. En este libro, las autoras se cues-
grabar estas palabras en su epitafio: “Una física que jamás perdió tionan sobre la validez de las categorías históricas tradicionales
su humanidad”. porque están organizadas y formuladas de tal manera que no
dejan espacio a las mujeres, a sus ocupaciones y aportaciones y
Otra mujer que debemos reconocer es Marie Curie (1867- están definidas en función del varón.
1934) Premio Nobel de física conjuntamente con su marido en
1903, además de ser también premio Nobel de Química en 1911. Me parece importante saber re-leer y re-inventar la parte histó-
Marie Curie fue la primera mujer a ser “nobelizada” dos veces, lo rica de las mujeres y las ciencias para entender sus evoluciones, y
cual merece un profundo reconocimiento. Nacida en Polo- no simplemente rescatar el protagonismo de estas mujeres
nia, Marie Curie decide refugiarse en los estudios des- en el pasado, sino presentar instrumentos para repen-
pués de la muerte de su madre y de su hermana. sar ésta dinámica histórica. Con estos ejemplos,
Se gradúa con excelencias en todas las materias claves para muchos eventos, podríamos estudiar
obteniendo la medalla de oro en su diploma de la sociedad contemporánea desde un punto de
fines de estudios secundarios. vista nuevo: el papel decisivo que tienen las
ciencias en el desarrollo histórico y el papel
En 1891 llegó a Paris realizando investiga- de las mujeres en ese ámbito.
ciones sobre los “rayos uránicos”, así logra
ser la primera profesora mujer en dar cla- Por eso mismo, debemos analizar, con una
ses en la Universidad de la Sorbona. Es en nueva perspectiva de género a estas mujeres
1914, con el impulso del Instituto Pasteur, en la historia de la ciencia. Esto nos permitirá
que dirige el Instituto de Radio consagrado a disponer del impacto tan diferente que para
la investigación del cáncer y el tratamiento por hombres y mujeres han tenido las ciencias en
radioterapia. siglo pasado (y en este), además de las revolucio-
nes liberales del siglo XIX y las dinámicas democra-
Dedicada a sus investigaciones y apasionada por sus tizadoras del siglo XX. El resultado de este análisis debe
descubrimientos, decide movilizarse durante la Primera Gue- “ser necesariamente el de la transformación de nuestra visión del
rra Mundial creando las “pequeñas curies” (unidades quirúrgicas mundo y de la historia de la mujer en la ciencia”(4).
avanzadas), aportando con sus invenciones en la radiografía
medical. Muere de una leucemia a consecuencia de las grandes II) Una discriminación sutil: desde la historia hasta
exposiciones a los elementos radioactivos. ahora.

A través de estos ejemplos, históricos, podemos ver que la mu- Todos estos ejemplos históricos muestran una cobertura de
jer se fue implicando en las ciencias en diferentes niveles. Siglos lo que las mujeres han podido aportar a las ciencias. Pero la
enteros de civilización, de guerras, de epidemias, de discrimina- pregunta que está siempre presente es saber si ¿“a pesar” de las
ción y de reivindicación han marcado la historia de las mujeres
(3) “Anderson, Bonnie S. y Zinsser, Judith P. Historia de las mujeres: una historia propia.
(2) En la ciencia nuclear, estos elementos forman parte de la cadena de desintegración 1991 : Editorial Crítica, Barcelona.
(se refiere a la desintegración radioactiva) de los diferentes productos de desintegra- (4) Consuelo Vega Díaz. La mujer en la historia y la historia de las mujeres. 2000 :Trabe.
ción radiactivos discretos como una serie encadenada de las transformaciones. Barcelona.

20 - 21 Mujer & Ciencia


demostraciones que las mujeres puedan hacer sobre sus jeres científicas no son exclusivas de esta nueva “pertenencia”.
capacidades intelectuales y académicas, cuáles son las po- Los investigadores deben dejar de considerarnos como colabo-
sibilidades reales de su inserción en la sociedad? radoras preciosas (y lo digo de manera irónica). Deben tomar
todo el mérito que merecemos para asumir nuestra competen-
Aunque no tengo la intención de discutir específica- cia individual.
mente sobre el lugar de las mujeres en las ciencias, la
autora Rachel Chagnon reconoce la importancia de esta Esto nos hace pensar en el origen del 8 de marzo como Día
problemática: “a menudo pensamos, sin razón, que el femi- Internacional de las Mujeres. Esta fecha fue escogida por la ONU
nismo es un combate que ya ha terminado, que quedó detrás desde los años 1990 y decretada por Yvette Roudy, Ministro de
de nosotras donde la igualdad padece. Pero, en las ciencias los Derechos de la Mujer en 1982(8). Este día nos recuerda los
duras, observamos que no es el caso. Las mujeres se apenan derechos de las mujeres y, de hecho, los derechos de cada ser
siempre de tomar su lugar humano. La actualidad, por su
en este campo”(5). Claire Des- parte, se encarga de recordar-
chênes, profesora en el De- nos que en el mundo entero,
partamento de Ingeniería Me- Las mujeres de ciencia, en particularmente en Afganistán
La solución a los desafíos
cánica de la Universidad Laval, particular, se encuentran y/u otros países, ciertas muje-
actuales y futuros para un
menciona que: “las numerosas regularmente frente a nuevas res no gozan de todos los de-
desarrollo sostenible depende
mujeres científicas en el medio fronteras, a nuevos residuos, a rechos fundamentales como el
de la movilización de todos los
de la ingeniería por ejemplo, ha- recursos humanos en el dominio nuevos espacios autárquicos que derecho al trabajo, a la educa-
cen frente a una discriminación continúan siendo definidos muy ción y a la libertad.
de las ciencias.
sutil y a veces inconsciente, que estrictamente al nivel masculino.
viene tanto de sus colegas mas- El objeto de los ejemplos de
culinos como de ellas mismas. Es mujeres históricas en la cien-
muy difícil separar este pensa- cia, es el pasado. Sin embargo,
miento de por sí histórico”(6) . La me parece fundamental comprender la durabilidad de los meca-
pregunta se debería reinvertir entonces de esta manera : ¿Las nismos que están manos a la obra en términos de desigualdades
mujeres realmente tomaron su lugar en la ciencia de hoy? No entre los hombres y las mujeres en el área de las ciencias. Es
completamente, según Rachel Chagnon, “evidentemente, las muje- imprescindible recurrir a una reflexión de largo plazo y tomar la
res son más activas en las ciencias de lo que eran ellas hace cincuenta medida de los procesos históricos en los cuales se insertan,
años, pero los numerosos desafíos tardan en rehacerse”(7). ya que las desigualdades subsisten. Éstas se manifiestan
Al parecer hemos construido un tejido cultural en el que las de múltiples maneras, pues los obstáculos son anti-
mujeres determinan numerosos comportamientos que ellas guos, profundos y, a veces, desconocidos. Necesitan
adoptarán más tarde, dependiendo de su grupo de pertenencia: ser formulados de otra manera para expresarse
serán borradas del espacio (obviadas a veces), o tendrán más bajo la forma de una ley o de un marco regu-
dificultad en asumirse y en reivindicar su éxito personal. Las mu- latorio para ser activos, por la simple y buena

(5) Rachel Chagnon, Francine Tougas, Lucie Lamarche. L’approche de la masse critique (8) Según la ONU el Día Internacional de la Mujer ha adquirido una nueva dimensión
vers l’égalité en milieu de travail pour les femmes : nombre magique ou pensée magi- mundial para las mujeres de los países desarrollados y en desarrollo. El creciente movi-
que? Téléscope, 2007. Canada. miento internacional de la mujer, reforzado por las Naciones Unidas mediante cuatro
(6) Sandrine Bourque. Femmes et sciences : égalité ou lutte inachevée? Numéro Spécial conferencias mundiales sobre la mujer, ha contribuido a que la conmemoración sea
5 mai 2012, 80e Congrès de l’Acfas. La contribution des femmes est aujourd’hui com- un punto de convergencia de las actividades coordinadas en favor de los derechos de
parable à celle des hommes. la mujer y su participación en la vida política y económica. El Día Internacional de la
(7) Rachel Chagnon, Francine Tougas, Lucie Lamarche. L’approche de la masse critique Mujer es cada vez más una ocasión para reflexionar sobre los avances conseguidos,
vers l’égalité en milieu de travail pour les femmes : nombre magique ou pensée magi- exigir cambios y celebrar los actos de valor y decisión de mujeres comunes que han
que ? Téléscope, 2007. Canada. desempeñado una función extraordinaria en la historia de los derechos de la mujer.

22 - 23 Mujer & Ciencia


razón de que no había quedarse en el hogar”(9). Todavía nos encontramos en sociedades
ninguna erudición para donde una parte importante de la producción “trabajo” se ins-
formalizar esta cues- cribe en el espacio doméstico. El modelo patriarcal, el modelo de
tión. las relaciones que existía dentro de la familia, tuvo repercusiones
sobre el modo en que se concibió la remuneración del hombre
Podríamos decir que a y de la mujer. El jefe de familia trabaja para subvenir a las necesi-
pesar de los progresos dades del conjunto de la familia. Las mujeres entonces son consi-
que hay, las fronteras se deradas no como las que tienen una ganancia suplementaria, sino
desplazan: las mujeres, en como una fuerza de trabajo suplementario. En consecuencia, no
el curso de los siglos XIX es necesario retribuir esta fuerza de trabajo ya que no es una ga-
y XX, conocieron progresos nancia suplementaria y ya que no tiene vocación de establecerse
considerables en materia de como una remuneración que le permitirá al conjunto familiar
educación con el acceso a la ins- desarrollarse.
trucción primaria, secundaria y tardía-
mente a la educación superior. En materia Con este punto vemos el carácter mixto y de transgresión
de empleo lograron acceder a un número de los papeles sociales de ambos sexos como una elaboración
cada vez más diversificado de empleos, par- necesaria. Desgraciadamente, se considera aún que el rol de las
ticularmente profesiones intermediarias inte- mujeres “de ciencia” no llega a todo lo que les debería caracte-
lectuales y superiores. Sin embargo, no todas rizar. Todas aquellas nociones de decadencia femenina son unas
estas “montañas” se desplazan fácilmente ya que nociones todavía muy vivaces, que podemos encontrarlas a mi
las fronteras no dejan de moverse. Las mujeres parecer, en los discursos de unos y otros cuando se explican por
de ciencia, en particular, se encuentran regularmente qué no es deseable, no es serio, no es factible, que las
frente a nuevas fronteras, a nuevos residuos, a nuevos mujeres de las ciencias estén presentes en tal
espacios autárquicos que continúan siendo definidos muy o tal lugar.
estrictamente al nivel masculino.
III) Nuevos desafíos: la desna-
Observamos entonces que estas definiciones de lo femenino y turalización y el empodera-
lo masculino no son en lo absoluto unos datos válidos atempo- miento de las mujeres.
rales, sino que se renuevan sin cesar. El trabajo, justamente, con-
tribuye a la construcción de las identidades de trabajadores y de Algo es cierto según algunas
las identidades de sexos. Estas identidades tienen riquezas más o investigadoras: la cuestión de la
menos sostenibles que pueden ser modificadas con el tiempo. Es igualdad entre hombres y muje-
una negociación social que nace. res es casi siempre considerada
como “cosa del pasado”; sin em-
Una desveladora hipótesis nace: el lugar respectivo de los bargo, seguimos observando que
hombres y de las mujeres es el fruto de las relaciones de sexos en el dominio de las ciencias apli-
que llevan ciertas relaciones conflictivas que se construyen en cadas se demuestra lo contrario.
el tiempo y que, desgraciadamente para las mujeres, son defici- Pienso que uno de los desafíos más
tarias en recursos y en la negociación de esta negociación. Me importantes de la mujer en el área
explico: en un momento dado, a finales del siglo XIX, a causa del científica es de cambiar la percepción
desarrollo de ciertos aparatos estadísticos, sondeamos que el
(9) Delphine Gardey. Inegalité et precarité du travail des femmes : une fatalité ? Disponi-
“trabajo era hecho por los hombres como jefes de familia, ocultando el ble en: http://www.cite-sciences.fr/francais/web_cite/informer/tec_met/travail/femmes.
trabajo de las amas de casa que se ocupaban de los niños que podían htm

24 - 25 Mujer & Ciencia


que la mujer misma tiene de su trabajo. Muchas mujeres trabajan ejemplo, una personalización de la implicación o una identifica-
durante largos años y suben de puesto poco a poco. Pero llega- ción con la causa? ¿Nos encontramos frente a una crítica de la
mos raramente a lograr los puestos más altamente situados en autoridad y del poder frente al caso: mujer & ciencia?
las “chaires” o centros de investigación.
Históricamente les reprochamos a los grupos de izquierda de
Creo que el nuevo desafío de las mujeres en las cien- reproducir la jerarquía de los sexos y de los géneros y de descui-
cias es de esperar una “real” igualdad. Lo que quiero dar las preocupaciones feministas. Ciertos estudios dejan pensar
decir es que antes una mujer debía ser mejor que que esta jerarquía de las luchas existen también en las luchas
un hombre para acceder a un mismo puesto. Hoy actuales (altermundialista, estudiantil, movimientos sin tierra), o
en día tenemos otro desafío, queremos que la por lo menos muestran la carga difícil de los análisis feministas a
mujer, con competencias iguales, tenga igual de través de los movimientos y las luchas mixtas.
oportunidades que un hombre de ser con-
tratada, cosa que en nuestros días no pasa. Aunque existen unos signos alentadores, las mujeres no son
Afortunadamente, los movimientos socia- representadas en las ciencias sociales o en la investigación cientí-
les han sido y siguen siendo la vanguar- fica fundamental en los niveles más altos y decisorios. La solución
dia del progreso social en todo aspecto. a los desafíos actuales y futuros para un desarrollo sostenible
Siempre contamos con manifestaciones depende de la movilización de todos los recursos humanos en
organizadas contra las desigualdades, las el dominio de las ciencias. La ciencia no puede continuar priván-
injusticias y la ausencia de democracia. dose del potencial científico de más de la mitad de la población
Estas manifestaciones dan lugar a mo- mundial. La ciencia, podemos afírmalo, es una de las llaves del
vimientos a veces poderosos, sosteni- conocimiento, sin embargo las mujeres, para acceder al conoci-
bles y durables. Varios de ellos vuelven miento y alcanzar una igualdad de género deben de por si tener
a ser una causa de las relaciones de acceso a la ciencia.
dominación, en los que se piensa en el
movimiento de las mujeres, en la movi- Me parece importante saber re-leer y re-inventar la parte histórica
lización LGBT(10) o en las acciones an- de las mujeres y las ciencias para entender sus evoluciones.
tirracistas. Otros, se articulan a luchas
sociales como el movimiento obrero y La Conferencia Mundial de las Ciencias de la UNESCO, que
sindical, los movimientos estudiantes, el se celebró en Budapest en 1999(11), estudió la cuestión de las
altermundialismo. Los feministas, activos mujeres en la investigación científica. Durante la conferencia, los
en varios de estos movimientos, inten- principales puntos que emergieron ponían en evidencia que:
tan articular y declinar todas las formas de
emancipación. • La preparación era insuficiente a nivel secundario y perma-
necía una invalidez para las mujeres jóvenes en busca de una
Nos parece interesante hablar de ciertas con- carrera científica;
vergencias sociales, para introducir ciertas diso-
• El método vigente para evaluar la búsqueda de candidatos
nancias entre los feministas y otras luchas de los
movimientos sociales. ¿Acaso el feminismo dejó sus
(11) La Conferencia General de la UNESCO en su Resolución 31C/20 decide pro-
marcas en otras formas de resistencias? ¿Las relacio- clamar el día 11 de noviembre Día Mundial de la Ciencia para la Paz y el Desarrollo
nes entre lo individual y la política constituye un punto de en 2001. El Día Mundial de la Ciencia para la Paz y el Desarrollo es un evento anual
convergencia con las luchas de las mujeres, permitiendo, por celebrado en todo el mundo para recordar el compromiso asumido en la Conferen-
cia Mundial sobre la Ciencia , que se celebró en Budapest en 1999, bajo el auspicio
de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura
(10) Lesbianas, Gays, Tisexuales y Transexuales. (UNESCO) y el Consejo Internacional de Uniones Científicas (CIUC).

26 - 27 Mujer & Ciencia


parecía desfavorecer a las mujeres que, a menudo, son impli- La obra de Judith Butler inspirada en los escritos de Mi-
cadas en la gestión de responsabilidades pesadas personales y chel Foucault entre otros, nos permite repensar nuestra
profesionales; actualidad sexual: matrimonios gays, homoparenta-
• La confianza de las mujeres en sus capacidades intelectuales lidad, carácter mixto en el trabajo, existe hoy en
es a menudo comprometida por un contexto hostil en sus es- nuestros días según la autora un “disturbio en
tudios y finalmente; el género”. Su análisis de la construcción de
la identidad sexual pasa por una lectura
• El punto de vista femenino sobre las cuestiones medioam- profunda anclada en el concepto de la
bientales (y/o otras) no fue suficientemente escuchado o alen- “melancolía del género” donde intenta
tado. “reelaborar la pérdida de alguien que-
Las desigualdades entre los sexos son también el producto de rido y de reinvertir su deseo sobre
una incapacidad que no reconoce los conocimientos de las mu- otros objetos”(13). Su proyecto en-
jeres y su destreza, en otros términos, una incapacidad que no tonces va más allá de un análisis
reconoce que las mujeres son responsables de la mitad del co- psicoanalítico de la construc-
nocimiento humano y de la estimación técnica respecto a los ción del género, ella propone
agricultores, los ganaderos, los gestores para las necesidades hi- pensar la desnaturalización
droeléctricas y los recursos comunitarios, profesiones que abar- del deseo y de la sexualidad.
can una vez más el sexo masculino como prioritario. La filósofa nos lleva a una
noción universalista pero
La UNESCO fue un pionero verdadero en la promoción de competidora de la mujer
la igualdad de género. Así, la estrategia a medio plazo para el en general. Se trata de pen-
período 2008-2013, hará de la igualdad de género una prioridad sar en su “coexistencia y en
trascendental de los organismos de las Naciones Unidas. Un en- su articulación como medios
foque en dos aspectos ha sido adoptado: la igualdad de género y de emancipación a pesar de
la autonomización de las mujeres en los Estados miembros y en los actos de resistencias en
el seno de la Organización. A lo largo del ciclo de evaluación y de los universos semánticos de
planificación de los programas de la UNESCO “la integración del los otros”(14). Aquí mismo,
género” implica un esfuerzo sistemático que es hecho para con- el empoderamiento podría
siderar y asistir sin discriminación de género a hombres y muje- ser reinterpretado no sólo
res en sus experiencias científicas y sus aspiraciones específicas. como un rol del género en
las sociedades, sino también
El enunciado “me siento mujer” dentro de la ciencia, nos como una construcción cultu-
indica que la “identidad femenina”, más allá de un hecho dado, es ral y una construcción de resis-
algo más cercano a una realización individual. Construir una polí- tencia.
tica feminista a partir de la reivindicación de tal identidad no tie-
ne por resultado el reforzar una norma que excluye a las mujeres Me parece que las mujeres en la
que siendo lesbianas, bisexuales o transexuales, no cuadran en el ciencia, de ciencia y por la ciencia, si-
molde social clásico. Los trabajos de Michel Foucault(12) nos invi- guen una modalidad propia de “performa-
tan a pensar en la norma sexual a partir de los márgenes sociales, tividad” (retomando los términos de But-
y éstos mismos, a pensar en los conceptos de empoderamiento ler), constituyéndose en una norma a veces
que las mujeres de ciencia hemos ido construyendo.
(13) Judith Butler. Gender Trouble. Feminism and the Subversion of Identity. London,
Routledge, 1990.
(12) Michel Foucault. Dits et Écrits, II, Paris, Gallimard, 1994, p. 224-225. (14) Judith Butler.Ibid.

28 - 29 Mujer & Ciencia


represiva de su propia contribución a las ciencias. Hemos visto a
lo largo del artículo que a pesar de las capacidades demostradas
por las mujeres en el área científica, las normas sexuales clásicas
siguen ejerciendo su poder. El género y la ciencia, construidos en
las relaciones sociales y de poder entre hombres y mujeres, se
funde en general sobre una legitimidad natural ligada a la bi-cate-
BIBLIOGRAFIA
gorización biológica de los sexos. Nos interrogamos una vez más
sobre la validez de estas luchas, sobre los tabús y las condiciones ANDERSON, Bonnie S.; ZINSSER, Judith P.
de emergencia de las transformaciones sociales confrontadas a 1991 Historia de las mujeres: una historia propia.
este universo: mujer & ciencia. Las preguntas y respuestas encon- Editorial Crítica, Barcelona.

tradas aquí resaltan las diferentes formas de exclusión ligadas a BOURQUE, Sandrine
la sexualidad, que conciernen evidentemente a una minoría de Femmes et sciences : égalité ou lutte inachevée?
mujeres, pero que hablan de una mayoría de deseos reprimidos Numéro Spécial 5 mai 2012, 80e Congrès de l’Acfas. La contribution des femmes est
aujourd’hui comparable à celle des hommes.
respecto al respeto de nuestras profesiones en general.
BUTLER, Judith
Indicando los límites universales de lo que es asignado como 1990 Gender Trouble. Feminism and the Subversion of Identity.
London, Routledge
“género”, hemos trazado un nuevo horizonte de esperanza y una
nueva razón de esperar, desnaturalizar, empoderar, desafiar, tien- CHAGNON, Rachel ; TOUGAS, Francine; LAMARCHE, Lucie.
den a llevarnos a esta dimensión utópica donde la mujer busca 2007 L’approche de la masse critique vers l’égalité en milieu de travail pour les fem-
su lugar continuo en el espacio social, incentivada por lo indis- mes : nombre magique ou pensée magique ?
Téléscope, Canada.
pensable: vivir.
FOUCAULT, Michel
1994 Dits et Écrits, II,
Gallimard, Paris

GARDEY, Delphine Gardey.


Inegalité et precarité du travail des femmes: une fatalité ?
Disponible en : http://www.citesciences.fr/francais/web_cite/informer/tec_met/travail/
femmes.htm

GRANDPEIX, Clothilde
Discurso de Ada Lovalace, retomado del dossier “Femmes et sciences” realizado por
TV5MONDETV5 monde. Francia, disponible sobre: http://focus.tv5monde.com/fem-
mesetsciences/

VEGA DÍAZ, Consuelo


2000 La mujer en la historia y la historia de las mujeres
Trabe, Barcelona.

30 - 31 Mujer & Ciencia


PALABRAS
PELIGROSAS
Reflexiones sobre el cuarto propio

Cecilia Romero M.
Licenciada en Ciencias de la Comunicación Social por la
Universidad Católica Boliviana. Ejerce como docente uni-
versitaria. Como escritora, ha publicado “Entre Las Horas”
(Ed. Nuevo Milenio) y ha obtenido el Primer Lugar en el
Concurso Nacional de Cuento Adela Zamudio (2007). Ha
publicado crítica literaria en diferentes medios impresos
nacionales e internacionales y también ha participado en
antologías de poesía y prosa. Finalmente, ha asistido en ca-
lidad de invitada a encuentros nacionales e internacionales
de literatura.

Vestigio de una irrupción inspirada. En la


casa grande una mujer tiene ya su cuarto pro-
pio. Lugar de fábula y de realidad, de tránsito y
atropello; de fatalidad y decisión. Espacio don-
de se gesta una revolución, una que precisa de
palabras que vuelvan a nombrar al mundo, que
hablen de un tiempo histórico, porque abrir la
palabra en un acto transgresor, quizá la última
trinchera donde el ser humano objetivado por
una racionalidad cartesiana, resiste, eso que El espacio del imaginario sobre lo femenino mue-
Georges Bataille denomina como el ejercicio de ve sus engranajes configurando un discurso que
una libertad esencialmente subjetiva y además pretende naturalizar el ejercicio vertical del poder
exuberante. masculino.

01--02
32 33 Mujer & Arte
concupiscencia, por tanto, era un elemento disonante que había
Un cuarto no como espacio priva- que purgar bajo el fuego de la Inquisición o idealizar mediante
tivo sino como lugar donde se pien- personajes literarios, fundados desde un imaginario que anulaba
sa, donde la casa es el espacio común la capacidad real de configurarlas en una identidad propia.
a todos. Una casa, que actualmente tiene
el sino de coexistir con un contexto, trans- El autor define a este lugar como uno vacío de entendimiento
muta su sentido pulsional para enfrentarse al de la otredad, donde lo femenino era el equivalente a un espejo
desafío de convivir con el mercado, lo que en con el que se dialoga. La pared con la que el político ensaya.
palabras de Jean Baudrillard se define como una
época de híper realismo, algo más real que lo real, Es indudable que la cultura ha sido moldeada bajo el predo-
la búsqueda humana de un escenario espectacula- minio de una masculinidad deformada, donde la realidad feme-
rizado y en tiempo simultáneo, las cosas deben ser nina pasa casi de incógnita, Umbral sostiene que la tendencia
vistas al instante y agotarse en su novedad. predominante era entender a la mujer no como una verdadera
compañera, sino la más electrocutante experiencia del otro, en-
Tiempo que también parece estar constreñido entre la tonces, era imposible la idea del encuentro y el entendimiento.
añoranza y la desidia, Julia Kristeva afirma que el sino del La historia de forma continua, ha perdido la otra mitad de la
contexto actual es uno de pasiones depresivas, sensación mirada humana, al universo femenino hay que asignarle roles y
constante que vive una generación signada por la tristeza y formas de ver el mundo que no tienen nada que ver con lo que
que termina existiendo en un estado de permanente melan- potencialmente es.
colía. Siendo la melancolía una forma de atarse al pasado, de
rememorar obsesivamente lo que ya fue, así el melancólico está De Dulcinea a Marilyn
preso del tiempo, pesa sobre sus acciones la imposibilidad de la
reinvención, su identidad es remembranza constante y el futuro Desde la espesura de la literatura el imaginario sobre lo fe-
una nebulosa incierta. Por tanto se configura como un ser está- menino tiene tres claros estereotipos, clasificados por Umbral
tico, repetitivo y sin historicidad. como mujer idea, mujer metáfora y mujer exceso.

Si analizamos el devenir histórico, el espacio del imaginario La mujer idea es una idea de mujer. Un universo que se idea-
sobre lo femenino mueve sus engranajes configurando un dis- liza de forma más sistemática desde la Edad Media como una
curso que pretende naturalizar el ejercicio vertical del poder forma de dominio moral y de alienación. Afirma el autor que a
masculino. Entendiendo la naturalización como eso que se pre- esta mujer hay que venerarla en una especie de culto fanático y
senta normal y justo, una realidad que no se discute, una especie por tanto excluyente, ya que la entroniza en un lugar irreal hasta
de mitología que defiende los roles del ser humano y jamás los para ella misma. Claro ejemplo de esta tipología es Dulcinea del
cuestiona, Francisco Umbral en su libro “El Tratado de Perver- Toboso, personaje femenino de El Quijote.
siones” afirma que las grandes épocas de la idealización de la
mujer como el Romanticismo y la Edad Media fueron tiempos La mujer metáfora es la alegoría del mundo y de la belleza,
que se estaban idealizando a sí mismos; tomaban de la mujer una es la médium como fuerza natural de contacto. Corresponde al
perfección anhelada, siendo el muñeco donde se colgaba todo un tiempo de la modernidad, una mujer a la hay que evitar ponerle
revestimiento ideológico(1). nombres, porque urge diluirla en el todo. Ella se emparenta con La configuración del personaje
la ciudad, con el bosque, con una guitarra o con el mar. Es la mu- femenino reproduce una lógica
Sin duda, esta etapa que hizo de su vocación histórica el mie- jer amante, puerta al mundo. El trato con la amante siempre es y un espejismo de mujer sin un
do generó el monstruo sexual de la bruja, una mujer cercana a de orden lírico porque no es relación de fe sino de imaginación. lenguaje que hable de todas sus
la naturaleza y la naturaleza era concebida como el lugar de la A ella se la sospecha misteriosa, voluptuosa, frágil y complaciente. múltiples facetas.
(1) Umbral Francisco, Tratado de Perversiones. Editorial Bruguera. Barcelona, 1978.

34 - 35 Mujer & Arte


Ciencia
Esta mujer es entronizada en una falsa relación de este rol la mujer exceso supone una constante agresión al indivi-
culto. Donde el matrimonio asumido de una forma duo socialmente equilibrado, es una invitación al escape, “Lo que
patriarcal canoniza a la mujer y esa mujer paradójica- la sociedad llama un hombre responsable es un hombre con un
mente deja de ser metafórica. En esta condición trans- profundo y tortuoso sentido de culpabilidad al que los desnudos
curren Emma Bovary de Gustave Flaubert y la Maga de publicitarios sonríen desde todas la esquinas”(2).
Julio Cortázar.
En estos tres roles se mueven los personajes femeninos: Son
Madame Bovary, mujer visitante del desierto, deambula en mujeres fatales o son semillas de bruja que van amenazando
un estado de somnolencia melancólica. Ella presiente que la constantemente la masculinidad con su insoportable afán de
felicidad siempre estará en otro lugar y siendo otra, nunca ella. autonomía y también están las ingenuas, ciertamente pasivas y
La mueve la certeza de la imposibilidad de fagocitar al otro, ade- dependientes, virtuosas y castas que merecen, a pesar de su fer-
más de estar en una atmósfera opresiva y cargada de prejuicios viente lealtad, ser abandonadas.
sociales que no van a permitirle ningún escape. Sin duda y a pesar
de conquistar su derecho a estar sola, no saber qué hacer con su Estos arquetipos literarios son el crisol por donde se cuela la
soledad. Ella necesita ser amada porque sólo en el amor que le ideología patriarcal. La configuración del personaje femenino re-
dan los otros puede construir su propia identidad. produce una lógica y un espejismo de mujer sin un lenguaje que
hable de todas sus múltiples facetas. Esta imagen es la de un ser
En esa dimensión se mueve La Maga, personaje de la novela siempre necesitado, que existe en el desamparo y que se asume
Rayuela, donde Horacio, su correlato masculino, desprecia su fe- como un exquisito error, tiene conductas inadecuadas, además
minidad diligente y de alguna manera busca redimirla vaciándola de experimentar la frustración de lo que pudo ser y ciertamente
luego de escupirle semen. Su relación es carnal, en el sexo des- no es.
carnado ella tiene la falsa posibilidad de encontrarlo. Mujer que
mira al vacío con urgente desesperación. Ella, la forma más con- Los días de capitana
movedora de la estupidez, el camino atormentado a otro tipo
de iluminación que la condena, porque La Maga no entiende, no Sin embargo y pese a lo expuesto, en las antípodas, están las
construye su visión del mundo desde la racionalidad, ella es toda mujeres que caminan en la otra vereda. Desde Pizarnick, Anaïs
emoción y melancolía; una errática cronopia. Nin, Virginia Woolf, Julia Kristeva, Flannery O’Connor, Almudena
Grandes, pasando por las escritoras nacionales como Adela Za-
Por otro lado, la mujer exceso es la que tiene algo que probar mudio, Yolanda Bedregal o, de manera más contemporánea, Gio-
el mundo; mediante su barroca abundancia es la vitrina por la vanna Rivero.
que se mide el confort que ha logrado una sociedad, es la me-
táfora del dinero. Umbral la define como un animal de lujo que Ellas construyen un lenguaje que resiste la objetivación totali-
necesita demostrar una suntuosidad innecesaria, una sensualidad zadora, o la impostura de educar la mirada para que linde con
excesiva. Es la versión pornográfica de las dos anteriores, una formas más masculinas de representación, porque como acon-
imagen larvada de la mujer, una atractiva degradación. Ahí como seja Voltaire cada uno debe cultivar su propio jardín, el jardín de
estereotipo más evidente tenemos a Marilyn Monroe, con su su sexo. Estas autoras trabajan, en definitiva, en un texto que se
vestido al aire, sus piernas y boca roja abierta en una sonrisa fundará en una discursividad alternativa.
permanente. Ella toda voluptuosidad y deseo, el trofeo de los es-
tudios cinematográficos, además de los amantes de turno, claro Virginia Wolf, autora de Las Olas y Orlando, se procura la habi-
símbolo y mito de lo que es hermoso. tación propia dentro de la casa, un lugar para fabular sin perder el
gesto de su género. Su lenguaje habla desde la mordacidad, configu-
El autor afirma que el estado moderno, como en otro tiempo (2) Umbral Francisco, Tratado de Perversiones. Editorial Bruguera. Barcelona, 1978,
la Iglesia, ha explotado en exceso la culpabilidad del sujeto y en p.34.

36 - 37 Mujer & Arte


no sólo se agota en esta instancia, es
también la construcción de un lenguaje
literario que busca afianzarse en el análisis,
en la mirada íntima, en retratar un tiempo po-
lítico y la condición del ser humano viviendo en
el caos y la búsqueda de encontrarse en la sinceridad
de los verdaderos afectos.

Recordemos que el verdadero acto transgresor es ese en el


que revelamos nuestra escondida intimidad, donde hablamos a
través de la herida, revelando a los ojos del mundo nuestra bata-
lla, la fragilidad de nuestro andamio, la belleza de nuestra vulnera-
bilidad, la posibilidad de entender la esencia de lo que nos hace.

En la novela “Las Camaleonas”, Rivero construye puentes entre


dos mujeres, diversas y definitivamente regidas por la certeza de
rando una que la vida debe vivirse al borde de las pasiones, ambas ejercitan-
narrativa que do desde la cotidianidad una mirada irónica sobre su propio en-
perdona la far- torno, juegan a reírse de las reglas que tiene el juego social y ser
sa del machismo, así camaradas de un insólito viaje. A pesar de que entre líneas
como diría Umbral, se entiende que están solas, no hay oropel suficiente que las dis-
porque ve al hombre en traiga, sin duda, ellas son féminas que pese a estar conscientes de
su indigencia masculina y en- que existe la convicción cultural de que la mujer sola no es cosa
tiende sobre la ternura frustra- buena, defienden sin pausa su derecho a tener un sitio bajo el sol.
da que hay siempre en un pecho
varonil. Estas camaleonas son catalogadas ilusamente como presas y
son objeto de una mirada bajo sospecha, tema peligroso no ir
Entonces, navega por sus propios días de acompañada, la sociedad mira con recelo a las que bailan solas.
capitana, construye ladrillo a ladrillo su cuarto De todas formas los personajes femeninos no aceptan el mote
propio. Wolf afirma que cuando una mujer escribe que las cosifica, Theodor Adorno explica que el hombre, un ani-
es porque está buscando constantemente alterar el mal carnívoro, necesita lazarse sobre su presa y tiene la certeza
orden de lo establecido, denunciando la naturalización de que esta presa es absolutamente exterminable, necesariamen-
de lo antinatural. te exterminable y esta convicción natural, reforzará su furia y
esa ira es la que de alguna forma acorrala a las protagonistas del
La escritora Julia Kristeva va a reflexionar sobre la importancia relato, pero también les permite una alianza contra toda tragedia
del lenguaje como “cuerpo” de la escritura, haciendo evidente la y victimización.
carga erótica que se vive en el proceso escritural de la mujer. Es
desde el cuerpo desde donde se habla. Es una nueva forma de Hablando desde el cuerpo pero incorporando la rigurosidad
trabajar con el lenguaje, una visión alterna. La mirada se constru- del lenguaje, más el uso de una inusual función poética, esta Al-
ye desde la piel, el tacto y el olfato, lo que nos rodea nos aísla mudena Grandes, que en “Las Edades de Lulú” configura a su
pero también nos conecta. personaje femenino viviendo su descarnada historia de reden-
ción, despojándose con valentía del saco de la idealización eróti-
En esta autora, la palabra se ejerce desde la corporeidad, pero ca y penetrando con decisión en el continente salvaje de su sexo.
38 - 39 Mujer & Arte
de creencias religiosas
muy arraigadas, su oficio de
escritora se aleja de la inocencia despro-
vista de discurso.

Los personajes nunca se apartan del principio básico de la rea-


lidad: A los niños el mundo no los ha engañado, las abuelas son
Porque Lulú precisa errar duras y cuando el momento lo precisa crueles, los profetas no
y saber que su vida es permanen- siempre dicen la verdad, los malos son el espejo de nuestros
te construcción y no un proyecto acabado. propios males y los santos se permiten algunos delirios. Ellos no
tienen la paciencia de esperar que el mundo gire a su beneficio
Mediante estos casos evidenciamos un hecho real que se tra- porque buscan irrefrenablemente un tiempo de libertad inmenso.
bajan en la tesis de Elaine Showalter, quien reflexiona sobre la
posibilidad de que la cultura femenina haga de bisagra para una Sus historias pretenden mostrar momentos únicos de libera-
experiencia que une a las escritoras a través del tiempo y el ción. O’ Connor no se conforma con las malas personas, denun-
espacio, y ese sin duda es un acto político que genera espacios cia la perversión que las habita y por ello expone su orfandad, en
vitales de transgresión. su vacío de amor son humanizados y desacralizados guardando,
sin embargo, total fe en ellos porque en el reconocimiento de su
El caso O’ Connor vulnerabilidad es donde se dignifican. Los héroes son antihéroes
y no tienen moralejas para justificar la finalidad de sus acciones
Flannery O’ Connor, escritora estadounidense nacida en Geor- y otras veces sus errores permiten que otros sean felices pese a
gia en 1925, transcurre casi toda su vida en su granja en Milledge- que eso les trae la desgracia propia.
ville, lugar bajo el sol donde hace literatura y además cría pavos
reales, metafórica praxis la de caminar entre aves que exhiben su Es importante mencionar que la escritora es estigmatizada
valía mediante sus plumas de brillantes colores. por la crítica de su tiempo, como una narradora oscura y
pesimista, a lo que ella retruca afirmando que la literatura
A O’Connor le gustaba definir su oficio así: “Todos mis relatos debe ser redentora señalando eso que uno preferiría ig-
tratan sobre la gracia en un personaje que no la desea, por eso norar, porque el mundo es insensible al mal que daña y
la mayoría de la gente piensa que las historias son duras, sin es- hace todo insoportable, entonces, es preciso escribir
peranza, brutales”. sobre la pérdida de fe como una pandemia que nos
ataca diariamente y ante esto debemos sacudir
Su obra fue breve pero definitiva, ya que la enfermedad del nuestra conciencia y corazón a menudo.
lupus se la lleva pronto, su producción consta esencialmente de
dos novelas: Sangre sabia (1952) y Los profetas (1960); y sus re- Como corolario Miguel Ángel Muñoz, con-
latos llevan el título de Un hombre bueno no es fácil de encontrar cluye que O’ Connor ejerce un oficio vital,
(1955) y Las dulzuras del hogar (1965). dice: “Es una literatura del terror íntimo
pero a la vez exagerado, de los miedos
Flannery vive sus días de capitana ajena a las modas literarias colectivos, la literatura de personajes
de su tiempo, lo suyo es el relato realista donde se proscribe la que miran dentro de sí pero explotan
falsa piedad y el sentimentalismo gratuito, pese a ser una mujer de cara a una colectividad que se ve
40 - 41 Mujer & Arte
afectada por el fermento interior de una religiosidad abusiva y No existe estructura eterna. En el cuerpo literario hay ejemplos
una naturaleza esplendorosa pero también un tanto maléfica”(3). transgresores y en el amor por las historias, esas que sin adquirir
el tono de autoayuda complaciente, muestran que lo meramente
Palabras peligrosas enunciativo no es importante, lo vital es exhibir la impronta del
escenario, ese donde el ser humano legitimiza el poder abusivo
Vestigio de una irrupción inspirada. En la casa grande, esa que y la injusticia, sitio donde es paradójicamente menos humano,
nos pertenece a todos, una mujer tiene ya su cuarto propio don- lugar de estereotipos que se repiten una y otra vez, pero donde
de la puerta está abierta, no es huésped que evita la molestia de también se gesta la posibilidad de cambiarlo todo.
su presencia guardando un silencio cómplice. No es una habita-
ción al fondo de la casa, tampoco abarca la totalidad del espacio, En esta medida las palabras deben ser urgentemente peligrosas,
sus dimensiones tienen la medida justa. Es un lugar con la misma las historias deben irrumpir como tormentas que sacudan la in-
importancia de los otros cuartos, esos donde se gestan otras diferencia y la tristeza.
revoluciones.
Por tanto, y a manera de epílogo es pertinente hacer nuestras
Las autoras escribiendo desde la noche de los tiempos hasta el las palabras de la escritora Cándida Elizabeth Vivero: “Un texto
presente, entiéndase esas que han podido entender el peso de femenino no puede no ser más que subversivo: si se escribe, es
la estructura dominante sobre sus propias vidas, han construido trastornando, volcánica, la antigua costra inmobiliaria. En incesan-
ese lugar de rebelión e irrumpen en la casa con una voz que re- te desplazamiento. Es necesario que la mujer se escriba porque
cupera la otra mitad de la mirada humana. es la invención de una escritura nueva, insurrecta lo que le per-
mitirá llevar a cabo las rupturas y las transformaciones indispen-
Desde todas las latitudes y en este instante, el universo femeni- sables en su historia... Censurar el cuerpo es censurar, de paso,
no configura desde el jardín de su sexo, una narrativa que tiene el aliento, la palabra”(4).
visos de solidaridad de género, no se trata sólo de denunciar y BIBLIOGRAFÍA
hacer evidente la distancia y la verticalidad, también se precisa
extender los puentes espantando los cocodrilos que viven en los BAUDRILLARD, Jean
fosos. Esto supone un acto de fe, es nombrar y dejar un escrito 1981 De la Seducción
que quedará como testimonio para todas las generaciones como Ediciones Cátedra, Madrid
una forma tangible de cambiar lo que precisa ser cambiado. El
testimonio que brinda la literatura tiene ese poder, porque per- MUÑOZ, Miguel Ángel
mite el entendimiento profundo de lo que hay y lo que podemos Revista Narrativa, Nº3.
construir juntos. Edición Digital: http://www.revistanarrativas.com

No se trata solamente de hablar del desamor, de la melanco- FRANCISCO, Umbral


lía y el desencuentro; del machismo o del feminismo. Desde la 1978 Tratado de las Perversiones
literatura, reconociendo que estos temas son muchas veces re- Editorial Bruguera, Barcelona
currentes hasta el cansancio, también se anida la posibilidad de
recuperar la noción celebrante, esa que Kristeva solicita, porque VIVERO, Cándida Elizabeth
el verdadero encuentro que buscan los seres humanos es lo que 2008 La ventana v.3 n.28
va a fundirlos nuevamente con la naturaleza, dejando de lado la Guadalajara
dictadura de la derrota que nos hace deambular adormecidos
por los mercados de la muerte.
(3) Muñoz Miguel Ángel, Revista Narrativas, No 3. Ed Digital: http://www.revistanarra-
tivas.com. (4) Vivero Cándida Elizabeth, La ventana v.3 n.28 Guadalajara, dic. 2008.

42 - 43 Mujer & Arte


Alfonso Ramiro Hinojosa Gordonava
Migración femenina transfronteriza: Sociólogo, Master en Ciencias Sociales con especialidad en
Antropología. Profesor e Investigador del CIDES-UMSA;

El caso de Bolivia
miembro del Grupo de Trabajo sobre Migración, Cultu-
ra y Políticas de CLACSO (Consejo Latinoamericano de
Ciencias Sociales). Algunas publicaciones: Emigración, Es-
tado y sociedad en Bolivia: la reivindicación del “voto en
el exterior” (en co-autoría con Eduardo Domenech) en
“Democracia, ciudadanía y migración en América”, UA-
CM-UIM, México, 2009. “Buscando la vida: Familias bolivia-
nas transnacionales en España”. CLACSO-PIEB, Plural, La
Paz, 2009. “Migraciones Transnacionales. Visiones de norte
y Sudamérica”, (Compilador), Editorial Plural, La Paz, 2004.

44 - 45 Mujer & Migración


1. Migración, género y trabajo: una aproximación gen- dencia que se presenta a escala global, es el predominio femeni-
eral no registrado a partir de los años 80. Sin lugar a dudas, el servicio
doméstico es una de las principales puertas de entrada al mer-
A escala mundial las mujeres han tenido una presencia impor- cado laboral de los países receptores, junto con todas aquellas
tante en la migración internacional, que registra un aumento re- labores asociadas al cuidado de niños, ancianos y enfermos, la
lativo y constante desde 1960. Actualmente son mayoría en la limpieza de calles y negocios, la cocina en restaurantes o la venta
migración hacia las regiones desarrolladas. América Latina regis- callejera.
tra la mayor proporción de mujeres entre los migrantes inter-
nacionales. De hecho, fue la primera subregión en alcanzar la Según datos presentados por el proyecto “Abriendo Mundos”(3),
paridad entre los hombres y las mujeres migrantes. Para 1990 en lo que hace a la migración “transfronteriza e intrarregional fe-
de los seis millones de migrantes latinoamericanos, la mitad eran menina” se evidencia el incremento de la participación de muje-
mujeres. Este cambio implica un importante papel de las mujeres res en los circuitos laborales sudamericano, incluyendo a Bolivia,
en la migración y desencadena fuertes consecuencias dentro de donde la feminización de los flujos migratorios intrarregionales
las sociedades nacionales. Cada vez es mayor el número de mu- se ha hecho muy presente. Para el caso de la emigración a Espa-
jeres que emigra de manera autónoma y que se convierte en la ña estos índices hoy en día se hallan por el 57% según datos en
principal proveedora del hogar. destino.

Para 1990 de los seis millones de migrantes latinoamericanos, la En los últimos cuarenta En cuanto a las condiciones La importante gravitación del trabajo doméstico entre las
mitad eran mujeres. Este cambio implica un importante papel de años la migración femenina generales de inserción laboral migrantes, para la migración intrarregional, está fuertemente
las mujeres en la migración y desencadena fuertes consecuencias ha aumentado a escala global, de las mujeres migrantes en vinculada con situaciones de vulnerabilidad en función de su
dentro de las sociedades nacionales. Cada vez es mayor el número pasando de 46,6% en 1960 a la región, la sujeción a salarios exposición a convertirse en víctimas de discriminación laboral y
de mujeres que emigra de manera autónoma y que se convierte en 48,8% en 2000 según datos de bajos, largas jornadas laborales, sexual, y de violación de sus derechos humanos y libertades
la principal proveedora del hogar. la CEPAL(1). En América Latina contratación informal y nulas fundamentales.
este incremento fue de 44,7% oportunidades de movilidad
a 50,5% y ha sido aún más ace- ocupacional constituyen el común denominador.
lerado en algunos países. En la región andina, la feminización de
las migraciones se produce tanto a escala intrarregional como En general, las variaciones en la composición de las corrientes
hacia Europa, especialmente con destinos como Italia y España. según el género guardan relación con el grado de complemen-
tariedad entre los mercados de trabajo de los países de origen
En el caso de la migración intrarregional, ésta puede conside- y destino, la demanda laboral en actividades de servicios y la
rarse como una prolongación de la migración rural-urbana (mi- reunificación familiar.
gración interna) y es un fenómeno de larga data en el continente.
Para nuestro caso, este proceso se incrementa a partir de 1980 El análisis de la información disponible permite afirmar que la
cuando las mujeres representaban el 44,3% del total del colec- migración de las mujeres tiene especificidades, pues sus moti-
tivo; diez años más tarde, su presencia alcanzaba el 48,2%, y a vaciones van de las estrictamente laborales, pasando por las de
inicios del 2000 las mujeres ya superaban el 50% del total(2). carácter familiar, a otras más individuales. Además, muchas veces
migran solas, y también con arreglo a difíciles negociaciones y
Una de las principales características sociodemográficas de la decisiones dentro del grupo doméstico.
migración intrarregional en Sudamérica es que muestra una ten-
Además, las mujeres suelen trabajar en el servicio doméstico
(1) CEPAL (2011): 2010-2011 Estudio comparativo de América Latina y el Caribe.
Modalidades de inserción externa y desafíos de política macroeconómica en una eco- (3) OXFAM GB, UE (2010): Mujeres Migrantes Andinas. Contexto, políticas y gestión
nomía mundial turbulenta. www.cepal.org. migratoria. Proyecto Abriendo Mundos. Mujeres migrantes, mujeres con derechos. San-
(2) Boletín Andinamigrante N° 2, 2008, FLACSO, Sede Ecuador. tiago de Chile..

46 - 47 Mujer & Migración


en hogares privados, lugares donde la protección de la legislación ha descansado en una división sexual en la cual las mujeres con
laboral no siempre se extiende. La importante gravitación del su trabajo reproductivo subsidian la economía, el crecimiento del
trabajo doméstico entre las migrantes, para la migración intra- trabajo doméstico en manos de mujeres migrantes en la globa-
rregional, está fuertemente vinculada con situaciones de vulnera- lización estaría expresando este proceso a escala transnacional.
bilidad en función de su exposición a convertirse en víctimas de
discriminación laboral y sexual, y de violación de sus derechos 2. Invisibilización y desigualdades en la migración
humanos y libertades fundamentales. femenina
Un problema mayor en esta
Las teorías y estudios sobre las migraciones desde hace años
temática es la trata de mujeres
hicieron escasa referencia a la migración diferencial por sexos; sin
que adopta rasgos generalizados
embargo, la mayor visibilidad cuantitativa de las mujeres es una
de invisibilidad, que comprende
dimensión altamente relevante de la migración contemporánea.
una amplia gama de temas
La “feminización migratoria” es un tema fundamental que tiene
como las formas de coerción y
significados profundos con componentes objetivos y subjetivos,
abuso, la tipificación del delito
ya que comprende las transformaciones económicas mundiales
y las sanciones, la impunidad
y la consecuente reestructuración de los mercados laborales
de los delincuentes, la densifica-
como la consolidación de redes sociales y familiares con efectos
ción de las redes criminales y la
diversos, la potencial autonomía de las mujeres o una definitiva
corrupción de autoridades.
subordinación a los patrones de desigualdad.

Si bien la migración femenina no es un fenómeno nuevo, las Un problema mayor en esta temática es la Trata de mujeres
desigualdades globales la han intensificado, incrementando drás- que adopta rasgos generalizados de invisibilidad, que comprende
ticamente el número de mujeres migrantes en el trabajo de cui- una amplia gama de temas como las formas de coerción y abu-
dado y trayendo consecuencias no esperadas a las sociedades de so, la tipificación del delito y las sanciones, la impunidad de los
origen. Pero además de su articulación con la economía global, delincuentes, la densificación de las redes criminales y la corrup-
este incremento está íntimamente relacionado con la reconfigu- ción de autoridades. Sin embargo, se debe tener cuidado con las
ración de los Estados en la globalización y con factores de orden relaciones que se establecen, pues no todas las migrantes son
sociodemográfico y económico relativos al envejecimiento de la víctimas ni todas las víctimas son destinadas a la prostitución; el
población en los países del Norte –y en parte también del Sur–, a énfasis puede justificar que estos problemas sean excusa para
cambios en las estructuras familiares, a la feminización de la fuer- restringir la migración y así facilitar el Tráfico de personas.
za de trabajo precarizada y a la ausencia de servicios de cuidado
que han dificultado el trabajo reproductivo de las mujeres. Estas La estratificación de género,
características generales adquieren particularidades según el lu- etnia y clase en los mercados de
gar estructural de los Estados en el orden global y van a afectar trabajo en las comunidades de
la particular organización social de los cuidados que se produce arribo profundiza la desigualdad,
tanto en los países de origen como en los de destino. discriminación y exclusión que
afecta a esta población, situa-
Es así que “la globalización de los cuidados y las familias trans- ción que refuerza también los
nacionales no sólo constituyen una nueva fuente de desigualdad; roles de género.
también actualizan viejas jerarquías de clase y género en las so-
ciedades de origen y contribuyen a redefinir concepciones natu-
ralizadas sobre la familia”(4). En definitiva, si el capitalismo siempre sobre la migración andina Revista Nueva Sociedad No 233, mayo-junio de 2011, ISSN:
(4) Herrera, Gioconda (2011) Cuidados globalizados y desigualdad social. Reflexiones 0251-3552, <www.nuso.org>.

48 - 49 Mujer & Migración


Los estudios feministas sobre la migración femenina suelen ig- con gran dinamismo.
norar las diferencias de clase y etnia y dirigen la mirada a la mujer
como un ser universal, blanca y de clase media. La feminización En estos contextos laborales de Buenos Aires y San Pablo, el
de la migración traería la oportunidad de abrirse a nuevos espa- rubro de la industria de la confección textil es gran demandan-
cios dentro de la familia y la sociedad, flexibilizando la división se- te de mano de obra migrante boliviana que hoy en día está en
xual del trabajo y transformando los modelos y roles de género. alza, sobre todo en la urbe paulista. Si bien la presencia de mano
Pero esconde el riesgo de afectar negativamente los proyectos de obra boliviana –aunque sobre todo masculina- no es ninguna
de vida de las mujeres, de reforzar sus condiciones de subordi- novedad en estos ámbitos, si lo es su incremento en los últimos
nación y las jerarquías asimétricas de género y de atentar contra años que involucra a personas cada vez más jóvenes y a un nú-
sus derechos. Cabe interrogarse sobre las condiciones en que la mero también creciente de mujeres, que a la postre jugarán un
migración podrá ser para las mujeres y los hombres un mecanis- rol muy importante en la retroalimentación de estos espacios
mo de liberalización y de ascenso social, cualquiera sea el país, la productivos.
clase social y la etnia a la que pertenecen. Históricamente, la mu-
jer ha sido contemplada desde una perspectiva asociacional, de Diversos estudios hacen referencia a la existencia de talleres
actor pasivo, de acompañante del esposo. Por lo tanto, también clandestinos de costura ubicados en distintas partes del país,
es relegada en las formulaciones teóricas. pero sobre todo en la Ciudad de Buenos Aires y Sao Paulo, don-
de la concentración del trabajo de confección es cada vez mayor.
Si bien los procesos migratorios
En el análisis que realiza Herrera(5) sobre la perspectiva de gé- En estas ‘ciudades globales’ (Sassen) se emplea a trabajadores/as
permiten a las mujeres bolivia-
nero en los estudios de la migración internacional afirma que que, por lo general, son inmigrantes de los países limítrofes, prin-
nas opciones de generación de
se transita, por un lado, de la invisibilidad a la selectividad de cipalmente Bolivia. La nacionalidad es un criterio utilizado para
recursos económicos de manera
ciertos temas en desmedro de otros (familia, niños-niñas y ado- la selección de trabajadores, porque los trabajadores bolivianos
autónoma reposicionándolas
lescentes) y entre la homogenización y exclusión de sujetos con o peruanos, por ejemplo, se encuentran más acostumbrados a
desde un rol más activo en el
consecuencias directas en políticas públicas. En todo caso esta trabajar en malas condiciones a decir de los empleadores. En
seno de sus familias, también
autora propone la necesidad de formular nuevos y diferentes general, los trabajadores seleccionados son inmigrantes indocu-
parece ser que su inserción
acercamientos a la “feminización de las migraciones”, donde la mentados y viven en villas de emergencia.
laboral tiende a ser provisional
migración internacional sea asumida como la instancia estraté-
lo cual incide en cierta medida
gica para examinar las desigualdades de género al interior de la Estos talleres son conocidos por las malas condiciones de tra-
en sus retornos a la comunidad.
globalización. Es decir, la migración como espejo para repensar bajo que en ellos se implementan. Son unidades de producción
otros procesos sociales, como la globalización, la ciudadanía, las donde se trabaja en condiciones de alta explotación; las fami-
relaciones de género, etc. lias contratadas para desarrollar la actividad viven en el mismo
lugar donde trabajan, por lo que las jornadas laborales pueden
3. La actual migración fronteriza de mujeres bolivianas extenderse hasta más de 16 horas diarias. La subcontratación y
a la Argentina y Sao Paulo tercerización de las fases productivas con menor valor agrega-
do facilitan la existencia de condiciones laborales informales en
El buen momento económico y productivo por los que vienen busca de un menor costo por prenda. La confección está muy
atravesando países de la región hace que se potencien algunos atomizada, proliferan las pequeñas y medianas empresas y hay
mercados laborales, es así que emergen para Bolivia los merca- mayor competitividad.
dos laborales de la Argentina (Buenos Aires) y del Brasil (San
Pablo); el primero ya tradicional en las trayectorias migratorias Habitualmente consiste en un proceso con varios intermedia-
de bolivianos/as y el segundo más reciente pero en la actualidad rios que realizan determinadas partes del proceso. La primera
instancia de la cadena, desde abajo, puede ser un trabajador do-
(5) Herrera, Gioconda (2011) Cuidados globalizados y desigualdad social. Reflexiones
sobre la migración andina Revista Nueva Sociedad No 233, mayo-junio de 2011, ISSN:
miciliario (que mayoritariamente son mujeres), o bien, un pe-
0251-3552, <www.nuso.org>. queño taller de confección. Aquí se presenta una gran diversidad
50 - 51 Mujer & Migración
de situaciones laborales y es la fase del proceso que requiere la En lo que hace a las relaciones de género y los cambios sociales
mayor parte de la fuerza de trabajo que utiliza mano de obra in- en las migraciones urbanas, para el caso de Cochabamba se seña-
tensiva(6). Magliano(7) señala que la migración de mujeres bolivianas la que “la inserción laboral de los emigrantes bolivianos en Bue-
hacia Argentina ha sido históricamente parte de un proyecto mi- nos Aires mostró que fue más fácil para las mujeres conseguir
gratorio familiar, y si bien en los últimos años aumentó el número trabajo en el período inmediato a su llegada”, según la investiga-
de mujeres que arribaron dora Tanja Bastia(8). Esta autora establece también que en el caso
solas, todavía la mayor parte de este flujo se desplaza hacia este de las manufacturas textiles de Buenos Aires, si bien se emplean
país en contextos familiares, de ahí la importancia de la familia en igual porcentaje hombres y mujeres, pareciera que en los úl-
para analizar el rol de la mujer boliviana en este proceso, y la timos años habría un leve aumento de las mujeres, dado que del
persistencia de relaciones de género desiguales en ámbitos total de encuestados, el 45% trabajaron en talleres textiles, sien-
familiares y do este oficio una opción mucho más importante para las muje-
sociales. res que para los hombres, ya que
más de la mitad de ellas (52,5%)
En este sentido, cuando la mujer se se habían sustentado princi-
mueve como integrante de un grupo palmente por medios de este
familiar, cuando la familia ejerce oficio mientras sólo lo habían
control a través hecho así aproximadamente
de las redes so- un tercio de los varones en-
ciales o paren- cuestados. Según la encuesta,
tales, cuando en este sector los hombres
no disponen de ganaban el doble del sueldo
sus ingresos, o mensual de las mujeres.
cuando son in-
documentadas y ocupan puestos Por su parte, la presencia
de trabajo en el sector informal de boliviana en San Pablo no es
la economía, son mayores las probabili- un hecho nuevo. Podemos
dades de que no se modifiquen los roles de encontrar antecedentes ya
género. Además, las actividades productivas y los en la década de los años cin-
aportes económicos que realizan las migrantes boli- cuenta, pero será recién a fina-
vianas no generan necesariamente una autonomía e independen- les de la década de los años ochenta cuando esta presencia se
cia en el ámbito de la familia, esto va a depender, en muchas oca- hace significativa cobrando otro momento de crecimiento en los
siones, del tipo de trabajo que llevan a cabo estas mujeres y de la últimos años.
forma en que lo obtienen. En efecto, la estratificación de género,
etnia y clase en los mercados de trabajo en las comunidades de El perfil característico de los/as imigrantes de Bolivia está dado
arribo profundiza la desigualdad, discriminación y exclusión que por el hecho que en su mayoría son jóvenes de ambos sexos (si
afecta a esta población, situación que refuerza también los roles bien no se puede precisar porcentualmente la relación, es tam-
de género. bién evidente la sistemática incorporación de mujeres en dichas
dinámicas), muchos de ellos solteros con escolaridad media y
(6) En este sentido, se estima que en la Argentina el 80% de la confección de prendas
es tercerizadas en talleres bajo condiciones informales o violando los derechos huma- atraídos fundamentalmente por las promesas de buenos salarios
nos básicos. en talleres textiles de empleadores coreanos, aunque en los últi-
(7) Magliano, María José (2007): “Migración de mujeres bolivianas hacia Argentina: cam-
bios y continuidades en las relaciones de género”, Amérique Latine Histoire et Mé- (8) Bastia, Tanja (2010): “Migración transnacional y emancipación. Relaciones de género
moire. Les Cahiers ALHIM, nº14, [En línea], Puesto en línea el 26 de agosto 2008. URL: y cambio social en las migraciones urbanas”. En Revista de Ciencias Sociales Decursos,
http://alhim.revues.org/index2102.html. año xii, número 21.

52 - 53 Mujer & Migración


mos años muchos bolivianos también incursionaron en la indus- En definitiva éste y muchos otros aspectos de la migración fe-
tria de la confección. Suelen ser oriundos de diversas partes de menina transfronteriza boliviana quedan pendientes de analizar y
Bolivia pero sobre todo de zonas periurbanas de La Paz, El Alto y reflexionar a futuro.
Cochabamba. La gran mayoría de estos inmigrantes se hallan en
una situación migratoria de irregularidad y con una presencia de
jóvenes mujeres cada vez más fuerte. BIBLIOGRAFÍA

Desde un punto de vista ocupacional, las bolivianas inmigrantes BASTIA, Tanja MAGLIANO, María José
en el Brasil, desde los años ochenta, trabajan en su gran mayoría 2010 “Migración transnacional y emancipación. 2007 Migración de mujeres bolivianas hacia
en el sector de la costura, por ser un segmento del mercado Relaciones de género y cambio social en las mi- Argentina: cambios y continuidades en las re-
laboral que no exige experiencia previa ni edad mínima para la graciones urbanas” en Revista de Ciencias So- laciones de género, Amérique Latine Histoire
faena, lo cual le permite incorporar incluso a menores de edad ciales Decursos, año xii, número 21. et Mémoire. Les Cahiers ALHIM, nº14, [En lí-
sin mayor inconveniente y en condiciones de insalubridad nea], Puesto en línea el 26 de agosto 2008. URL:
ya que este ámbito de producción escapa a los controles Boletín AndinaMigrante N° 2, 2008 http://alhim.revues.org/index2102.html.
y regulaciones del ramo. Este modo de producción se FLACSO, Sede Ecuador.
enmarca en el modelo de ‘acumulación flexible’ del ca- OXFAM GB, UE
pital, donde la producción se da en base a la cantidad CEPAL 2010 Mujeres Migrantes Andinas. Contexto,
de prendas que el trabajador/a es capaz de costurar 2011: 2010-2011 Estudio comparativo de Amé- políticas y gestión migratoria.
en el día. Resulta evidente también que las reglas de rica Latina y el Caribe. Modalidades de inserción Proyecto Abriendo Mundos. Mujeres migrantes,
trabajo son permeadas por relaciones de parentes- externa y desafíos de política macroeconómica mujeres con derechos.
co y paisanaje que engloban y albergan relaciones de en una economía mundial turbulenta Santiago de Chile.
subordinación de la mano de obra, sobre todo el de www.cepal.org.
mujeres. El producto final es vendido de manera ge- Revista Nueva Sociedad No 233, mayo-junio de
neral en los mercados locales de las ciudades, muchas HERRERA, Gioconda 2011, ISSN: 0251-3552
de ellas bajo nombres de marcas muy conocidas. Tal 2011 Cuidados globalizados y desigualdad so- www.nuso.org.
como lo evidencia una reciente noticia de Sao Paulo cial. Reflexiones sobre la migración andina
donde da cuenta de las condiciones laborales de inmi- SASSEN, Saskia
grantes bolivianos en talleres de costura clandestinos 2003 Los espectros de la globalización.
produciendo para marcas renombradas en el Brasil. FCE, Buenos Aires

En ambos casos, si bien los procesos migratorios


permiten a las mujeres bolivianas opciones de gene-
ración de recursos económicos de manera autónoma
reposicionándolas desde un rol más activo en el seno
de sus familias, también parece ser que su inserción
laboral tiende a ser provisional lo cual incide en cierta
medida en sus retornos a la comunidad. Un aspecto
que incide en la decisión del retorno es la probabilidad
de volver a migrar. Este aspecto ha sido muy impor-
tante al momento de plantearse la idea del retorno, ya
que muchos migrantes no ven al retorno como algo
permanente sino como algo temporal, que después de
un tiempo les permita volver a los países de destino.
54 - 55 Mujer & Migración
“Las mujeres son las grandes olvidadas de la Historia”
Elena Poniatowska

Escarbar la presencia femenina en aquellos actos


reservados casi exclusivamente a los hombres se
constituye en un acto de insurgencia no solamente
simbólica sino, por efecto adyacente, es también
un acto eminentemente político.

56 - 57 Mujer & Política


Yuri Fernando Tórrez Rubín de Celis social también está internalizada en aquellos historiadores que
no trascienden de las fronteras demarcadas por la historiogra-
Doctor en Estudios Culturales Latinoamericanos. Maestría fía convencional. Por lo tanto, escarbar la presencia femenina en
en Ciencias Políticas. Licenciado en Sociología y Comuni- aquellos actos reservados casi exclusivamente a los hombres se
cación. Docente universitario. Coordinador del Área de
Investigación del Centro Cuarto Intermedio (CCI). Ac-
constituye en un acto de insurgencia no solamente simbólica,
tualmente cuenta con becas de investigación del Centro sino, por efecto adyacente, es también un acto eminentemente
Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO) y del político. Se trata pues de reconstruir y reinterpretar los hechos
Programa de Investigación y Estratégica en Bolivia (PIEB). como parte de una pugna por la resignificación del pasado en
la que el papel de la mujer se constituye además en un aporte
significativo, por ejemplo, para las luchas contra el yugo colonial.

Bajo estas consideraciones es importante destacar que una de


las zonas escasamente exploradas por la ciencia social e, inclu-
sive, por aquella mirada feminista que se ocupa de reivindicar
Una noche invernal se erigía el ambiente propicio para que en
los derechos de las mujeres está intrínsecamente asociada a los
Sucre, capital del Estado Plurinacional de Bolivia, el escritor uru-
procesos de recuperación de la historia y la memoria de aque-
guayo Eduardo Galeano recibiera un reconocimiento a través de
llas mujeres que fueron protagonistas políticas decisivas en las
la medalla Juana Azarduy de Padilla. En una entrevista radial, el
diferentes gestas históricas. Al igual que pasa con la presencia
autor de Las Venas Abiertas en América Latina resaltó la figura de
indígena, por ejemplo, en las luchas en aras de la independencia, la
Azurduy y “otras mujeres dignas y valientes que fueron ignoradas por
historia de las mujeres (también) es víctima recurrente de estra-
la historia”. También mencionó a Domitila Barrios de Chungara,
tegias de olvido por parte de la historiografía, particularmente, de
como escribió Fernando Mayorga: “otro símbolo de lucha, otros
aquella con pretensiones hegemónicas y que se autodenominan
tiempos, similar significado”(1). En todo caso, lo que une a estas
“oficiales”. O también, como demuestra Laura Gotkowitz(3) más
combatientes es que en ellas se condensa no solamente una lucha
allá de haber una exclusión de género; también hay una exclusión
(política) librada por las mujeres; sino que también simbolizan un
racial ya que, por ejemplo, en la conmemoración a las heroínas
olvido recurrente por una historiografía patriarcal que se resista
de Cochabamba, son elevadas a protagonistas de la gesta del 27
asumir la presencia de la mujer en el campo de la política. Esa
de mayo de 1912 a las mujeres mestizas en desmedro de aquellas
“omisión selectiva” (como diría Morris Blachman) no obedece
mujeres de fisonomía chola o indígena.
a una conspiración urdida por los (algunos) historiadores mas-
culinos, sino más bien responde a una “arraigada y androcéntrica La presencia de la mujer en el ámbito público sirve para menoscabar su potencial
concepción de la historia y, por ende, del objeto de la historiografía”(2). político, para reducirla a simples “objetos pasivos” casi emparentando su acción a una
subalternidad política carente de agenciamiento político.
Sin duda, existe un imaginario arraigado que no concibe la ecua-
ción mujer/política, porque asume que el ejercicio del poder es
En pocas palabras, cuando mujer e indígena se funde en una sola
atributo par exellence de los hombres y, por lo tanto, la mujer ac-
matriz sufren de una doble exclusión por parte particularmente
túa en los márgenes del campo de la política. Por supuesto, este
de la historiografía de rasgos coloniales, y, por lo tanto, patriarca-
imaginario está alimentado por estereotipos acentuados con re-
les. Posiblemente, es por esta razón que “la invisibilidad histórica
lación a las mujeres que sólo reproducen una cultura colonial
de las mujeres se debe a menudo precisamente al hecho que la
y patriarcal que han marcado una huella indeleble en la manera
busquemos en los mismos lugares donde se mueven los varones y por
de concebir, o mejor dicho, de invisibilizar a la mujer de aquellos
ello no podemos encontrarlas”(4). En este sentido, se convierte en un
quehaceres relacionados con el (propio) poder. Aquella práctica
(1) Mayorga, Fernando “Para vencer el miedo” En: http://pioresnada.wordpress.com/ (3) Gotkowitz, Laura (2008) “Conmemorando a las Heroínas: género y ritual en Bolivia
(2) Radku,Verena Hacia una historiografía de la mujer. Nueva Antropología.Vol.VIII, No a inicios del siglo XX”. En Decursos. Nº 17. CESU. Cochabamba.
30, México 1986. (4) Bock, Gisela (1983) Investigación histórica sobre mujeres: preguntas y perspectivas.

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El accionar de los movimien- desafío irrenunciable dar la vuelta la tuerca, es decir, revertir esta positivos de olvido(6) que muchas veces merman o silencian el pro-
tos de mujeres también debe- matriz historiográfica patriarcal. tagonismo de determinados sujetos sociales en su participación
ría apuntar a revertir en una y/o aporte a una establecida causa socio/política. Ahora bien,
“nueva lectura del pasado” esta Efectivamente, el control del pasado se erige en un dispositivo esta lógica de negación de la historia subalterna es una estrate-
patrón patriarcal de mirar a de poder(5) ya que en este ámbito se va reconstruyendo no sola- gia recurrente por parte de la historiografía, particularmente en
la mujer subalternizada y, en mente una memoria; sino inclusive una historia que a posteriori América Latina, por ejemplo, en torno a las luchas anticoloniales
consecuencia, externa del campo opera como un mecanismo legitimador de las relaciones sociales de las mujeres y de los indígenas.
político. jerarquizadas, en este caso específico, a partir de las relaciones
de género. De aquel pasado que se construye a partir de paráme- Para encarar esta preocupación es necesario apelar a los pro-
tros patriarcales también se legitima o se idealiza una sociedad a cesos de representación del subalterno no sólo en el sur asiático,
imagen y semejanza de un orden jerárquico basado en relaciones sino también en el contexto latinoamericano. Por ejemplo, Gaya-
de poder asimétricos en que se prioriza, por ejemplo, al hombre tri Spivak(7) se preguntaba en un artículo: ¿Puede hablar el subal-
como el sujeto activo y, en consecuencia, apto para la práctica terno? En todo caso, esta interrogante condensa el debate al in-
política en menoscabo de la mujer que se la concibe como un(a) terior de los estudios subalternos en torno aquellos dispositivos
sujeto pasivo y, por lo tanto, se la localiza (o se la inferioriza) a intelectuales que operan en la configuración de los procesos de
una condición de subalternidad. “representación” y “no-representación” del subalterno.Veamos.

En rigor, la historia es un espejo trizado donde los retazos, o el El papel de la historiografía reviste una importancia crucial. En
trenzado de los mismos, son sometidos a varias articulaciones y este contexto, el dispositivo epistémico se basaba, por ejemplo, Este proceso de invisibiliza-
especialmente a distintas, incluso contradictorias, interpretacio- en el caso de los estudios sobre la India en la que la historiografía ción de la mujer por parte de
nes. La tarea de “retomar el pasado” conlleva, por cierto, revelar británico-colonial y la marxista, según Ranajit Guha, “realizaron la historiografía convencional a
“lecturas diversas” que derivan en procesos de exaltación o, por una imputación del campo subalterno”(8). posteriori sirve inclusive como
el contrario, de invisibilización de aquellos sujetos protagonis- un recurso discursivo argumen-
tas de los hechos históricos. En rigor, la cimentación de una de- Asimismo, Partha Chatterjee(9) hace referencia al caso del en- tativo a la que se apela desde el
terminada historia también implica procesos de representación, foque historiográfico en que se privilegian aquellos conceptos o poder para conceder migajas de
articulada ésta a la construcción de (nuevos) imaginarios, parti- relaciones analíticas sujetos a premisas universales que invisibili- la parcela política a las mujeres.
cularmente en aquellos momentos decisivos para la formación zaron en el fondo las luchas campesinas. Por estas circunstancias,
de las (nuevas) nociones de comunidad, de nación. En suma, en Ranajit Guha(10) para el caso de los estudios surasiáticos --pero
esta (re) configuración de identidades, la “lectura” del pasado es que el mismo se puede ampliar a otras latitudes, como el caso
crucial ya que la misma debe estar modelada a imagen y seme- latinoamericano--, propone “estudiar la historia de las rebeliones
janza de aquellos imaginarios en gestación y los mismos se ponen campesinas desde el punto de vista de las rebeliones campesinas
en evidencia para generar un modelo de sociedad basado en la como sujetos activos y conscientes de la historia, se logra acce-
supremacía masculina en términos de género, y también en fun- der a ese aspecto de su conciencia donde ellos son autónomos,
ción a un patrón cultural asentado en lo blanco, criollo o mestizo. donde no están dominados”. En este sentido, estos “olvidos” de
Todo este proceso en desmedro de la mujer y del indígena. la historiografía convencional, en el caso específico de las muje-
(6) Mannheim, Bruce, “La memoria y el olvido en la política lingüística colonial”. Lexis
En este contexto, el entusiasmo de la historiografía “domi- Vol. XIII, Nº1 Lima, 1989. pp. 13-45.
nante” (u “oficial” dirían otros) de resaltar aquellos específicos (7) Spivak, Gayatri Chakravorty “¿Puede hablar el subalterno?” Revista Colombiana de
Antropología, 39, Bogota, 2003. pp. 297-364.
episodios históricos con sus respectivos actores, produce a la (8) Guha, Ranajit “Dominance Without Hegemony and Its Historiography” Subaltern
vez, una negación de otros hechos históricos, y, sobre todo, de Studies VI. New Delhi. Oxford University Press, 1989. pp 210-309.
sus protagonistas. Este último aspecto se plasma a través de dis- (9) Chatterjeee, Partha “La Nación y Sus campesinos”. En: Ileana Rodríguez (ed.) Con-
vergencia de Tiempos. Estudios subalternos/contextos latinoamericanos. Estado, cultu-
ra, subalternidad. 2001. Amsterdam: Rodopi.
(5) Foucault, Michel (1980) El orden del Discurso. Barcelona. Tusquets. (10) Guha, Ranajit “Dominance Without Hegemony and Its Historiography” p. 192

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res, adquiere sus implicancias sociales, culturales y, sobre todo, cuestión y de allí, por ejemplo, el accionar de los movimientos de
políticas, ya que se “construye una historia” en consonancia a los mujeres también debería apuntar a revertir, en una “nueva lectura
intereses y propósitos dominantes patriarcales “perpetuando así del pasado”, este patrón patriarcal de mirar a la mujer subalterni-
una línea divisora entre el ámbito masculino de ‘lo público’ y el zada y, en consecuencia, externa del campo político. Por lo tanto,
ámbito femenino de ‘lo privado’, que separa lo supuestamente hay un tema decisivo, el de la representación y los procesos de
relevante de lo no-relevante”(11). colonización epistémica o “violencia epistémica”(13) que operan
como “telón de fondo” en la construcción ideológica en torno al
Obviamente aquí entran en juego procesos de representación “subalterno y la subalterna” o, como diría el propio Spivak, en el
que responden a lógicas binarias peligrosas ya que se asume a proceso de “constituir el sujeto colonial del otro”(14). Este me-
los hombres como los agentes que gozan de la posibilidad de canismo encubierto revela la manera como opera el poder por
desplazarse/actuar en el campo político/público y plantear así la vía del conocimiento(15) no sólo mediante la historiografía, sino
los límites en los que la mujer puede intervenir políticamente. también por la vía de la literatura que configura un determinado
De allí la significación de desentrañar la relación entre la mujer imaginario colonial(16).
y la política desde los procesos de edificación de narrativas his- El silenciamiento de las mu-
tóricas ya que aquí operan como dispositivos ideológicos que En este contexto, siguiendo la visión de John Beverly existe la jeres en la “historia” marca un
van contribuyendo/reforzando aquellos imaginarios articulados dificultad de representar al subalterno ya que hay una distancia continuum de una cultura pa-
al patrón colonial/patriarcal. Este proceso de invisibilización de insoslayable entre el trabajo historiográfico y la acción socio/po- triarcal y colonialista que devela
la mujer por parte de la historiografía convencional a posteriori lítica del subalterno o de la subalterna. En consecuencia, resurge esa actitud de la historiografía
sirve inclusive como un recurso discursivo argumentativo a la la interrogante de Spivak “¿Puede hablar el subalterno y en este no solo segregacionista; sino
que se apela desde el poder para conceder migajas de la parcela caso específico la subalterna?”(17), Guillermo Bustos busca abrir también machista.
política a las mujeres. algunas posibilidades a esta disyuntiva: “Pensar al subalterno en
perspectiva histórica como parte de un efecto discursivo sin per-
Dejar fuera del espacio público a la mujer, es decir invisibilizarla, der de vista su rol de agente, permite interrogar de manera más
tiene obviamente un propósito ideológico ya que va reforzando compleja y provechosa la historia como un proceso con sujetos
aquellos imaginarios patriarcales de subalternizar a las mujeres. que hacen la historia en condiciones que ellos no han elegido
Por eso esta recurrencia al pasado no es neutra, y, por el contra- sino que les han sido legadas”(18). A partir de estas consideracio-
rio, tiene una intencionalidad ideológica. El propósito es reforzar nes anotadas, nace la crítica a la perspectiva metodológica de la
aquel imaginario patriarcal que la política es sólo para los varo- historiografía –cuestión rescatada por la herencia de los estudios
nes. subalternos surasiáticos—en la configuración del nacionalismo y,
en sus efectos perversos, provocados para la invisibilización de
En este sentido, la faena de los distintas historiografías como los subalternos. Al respecto, Gyan Praskash dice: “el subalterno
advierte el propio Spivak(12), de manera consciente o inconscien- aparece como ‘una presencia obstinada’, por cuya razón forman
te, actúan reproduciendo aquellos esquemas de dominación que parte de la nación pero a la vez están fuera de ella”(19). En rigor,
provocaron su silenciamiento a tal punto de invisibilizar su ac-
cionar socio/político “sin darle un espacio o una posición desde (13) Spivak, Gayatri Chakravorty “¿Puede hablar el subalterno?” Revista Colombiana de
Antropología, 39, Bogota, 2003. pp. 297-364.
la que puede ‘hablar’”. En este campo, por ejemplo, la presencia (14) Spivak, Gayatri Chakravorty “¿Puede hablar el subalterno?” Revista Colombiana de
de la mujer en el ámbito público sirve para menoscabar su po- Antropología, 39, Bogota, 2003 p. 320.
tencial político, para reducirla a simples “objetos pasivos” casi (15) Foucault, Michel El orden del discurso. Tusquets, 1980 Barcelona.
(16) Said, Edward Cultura e imperialismo. Anagrama, 1990. Barcelona.
emparentando su acción a una subalternidad política carente de (17) Spivak, Gayatri Chakravorty “¿Puede hablar el subalterno?” p. 312.
agenciamiento político. Posiblemente, aquí radica el meollo de la (18) Bustos, Guillermo. “Enfoque subalterno e historia latinoamericana: nación, subalter-
nidad y escritura de la historia en el debate Mallon – Beverley” , en Estudios culturales
(11) Hausen en Radku, Verena Hacia una historiografía de la mujer. Nueva Antropolo- latinoamericanos. Retos desde y sobre la región andina, C. Walsh (ed.). 2003 Quito.
gía. Vol. VIII, No 30, México 1986. (19) Prakash, Gyan. “La imposibilidad de la historia subalterna.” En: Ileana Rodríguez
(12) Guha, Ranajit “Dominance Without Hegemony and Its Historiography” P.193 (ed.) Convergencia de Tiempos. Estudios subalternos/contextos latinoamericanos. Es-

62 - 63 Mujer & Política


por ejemplo, aquella historiografía que se forjó en torno a la desde dentro del funcionamiento del poder, forzando contradic-
novela de Nataniel Aguirre Juan de la Rosa buscaba reivindicar ciones y dislocaciones en el discurso dominante y proporcionan-
el protagonismo de las mujeres, por ejemplo, en el contexto de do fuentes para una crítica inminente”(22). Efectivamente, cuando
la lucha por la independencia inclusive asociándolas mitológica- la externilidad del despliegue político de la acción de los indíge-
mente como las “madres de la historia”; pero lo hizo a través de nas/campesinos conspira contra el orden social/político colonial
resaltar a la mujer mestiza subalternizada. Así, por ejemplo, “el y patriarcal establecido impregnando con conflictos internos es
régimen populista aprovechó la versión de la batalla de 1812 ela- simplemente condenado --gracias a la mediación de la historio-
borada por las Hijas del Pueblo, y la convirtió en su propio mito grafía dominante -- al silencio. Y de esa forma se configura una
legitimador –símbolo de la alianza con el pueblo” (Gotkowitz “historia aparente” que por sus desplazamientos historiográficos
2008: 91). Ahora bien, esta reapropiación de la imagen de las he- se erige como la portadora (“oficial”) y apropiadora del pasado
roínas por parte del discurso reformista y nacionalista, en boga y su punto de enfoque. En este sentido, la historiografía boliviana
en aquel momento, revalorizó la génesis mestiza de la identidad recurrentemente silenció a los levantamientos indígenas y tam-
cochabambina en desmedro de lo indígena. Vale decir, este dis- bién el protagonismo de las mujeres, por ejemplo, en la lucha
Cuando mujer e indígena se curso en torno a las heroínas cochabambinas fue apropiado por anticolonial asumiendo, en el caso de las mujeres, como sujetos
funden en una sola matriz las comerciantes populares que inclusive reivindican el origen desprovistos de agenciamiento político.
sufren de una doble exclusión subalterno de estas heroínas(20). “Empero, la narrativa protagoni-
por parte, particularmente, de la zada por las mestizas había sido –y, en muchos sentidos, continua- Por las sendas de los estudios subalternos y los mecanismos de
historiografía de rasgos colonia- ba siendo—una historia de la oligarquía, basada en una identidad (no) representación nos permiten, de alguna manera, extrapolar
les, y, por lo tanto, patriarcales. ambigua, en una dudosa unidad y una ciudadanía restringida”(21). al caso boliviano y así lograr una mejor comprensión en torno a
En rigor, una de las consecuencias de este proceso irresuelto, por los mecanismos de invisibilización al cual está sujeta permanen-
ejemplo, del Estado boliviano es la incorporación precaria del temente la mujer y su ubicación en la historia, que luego se usa
indio y de la propia mujer en la nación boliviana. Esta cuestión hoy como un argumento discursivo para menguar la capacidad y
permea la labor intelectual reflejada en la historiografía colonial el agenciamiento de las mujeres. De allí la relevancia de desen-
y patriarcal. En suma, a partir de estos mecanismos de invisibiliza- trañar la relación poder/mujer desde una perspectiva histórica
ción de lo subalterno por parte de la historiografía, es menester para poner en evidencia los procesos de exclusión hacia la mu-
acudir a Gyan Prakash quien explica sobre los temores del dis- jer, particularmente aquellas articuladas a la política. De allí que
curso hegemónico en torno a la capacidad contrahegemónica de una tarea imperiosa es ver al poder también vinculándolo con
la subalternidad: “De una manera bastante simple, deseo sugerir la vida cotidiana, pero no trazando fronteras entre lo público y
que la subalternidad irrumpe dentro del sistema de dominancia y lo privado, sino más bien recuperar el sentido de lo político. En
marca sus límites desde dentro, que su externilidad a los sistemas suma, el silenciamiento de las mujeres en la “historia” marca un
dominantes del conocimiento y poder emergen dentro del siste- continuum de una cultura patriarcal y colonialista que devela esa
ma de dominancia, pero solamente como una intimidación, como actitud de la historiografía no sólo segregacionista, sino también
un lazo de lo que alude el discurso dominante. Es esta existencia machista. Por lo tanto, la reflexión debería extenderse de igual
parcial, incompleta, distorsionada, lo que separa al subalterno y manera a los propios espacios académicos que también estudian
la subalterna de la élite. Esto significa que lo subalterno presenta a la mujer, ora en una situación invisible ora como un “objeto”
posibilidades contrahegemónicas, mucho más en el caso de las carente de agenciamiento político.
mujeres, no como una otredad inviolable desde el exterior, sino
tado, cultura, subalternidad. 2001. Ámsterdam: Rodopi. pp 342-390.
(20) Teodosia Sanzetenea, presidenta y fundadora de las Hijas del Pueblo en oportu-
nidad de su discurso en la colina de San Sebastián el 27 de mayo de 1947 aludió a
la luz de la Virgen de las Mercedes que las guió a las humildes mujeres del Mercado:
arroceras, chifleras, carniceras, verduleras (Gotkowitz 2008: 86).
(21) Gotkowitz “Conmemorando a las Heroínas: género y ritual en Bolivia a inicios del (22) Gotkowitz “Conmemorando a las Heroínas: género y ritual en Bolivia a inicios del
siglo XX”. En Decursos. Nº 17. CESU. Cochabamba. p. 91. siglo XX”. En Decursos. Nº 17. CESU. Cochabamba. p. 345

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BIBLIOGRAFÍA

BOCK, Gisela MANNHEIM, Bruce


1983 Investigación histórica sobre mujeres: preguntas y pers- 1989 La memoria y el olvido en la política lingüística colonial
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BUSTOS, Guillermo MAYORGA, Fernando


2003 “Enfoque subalterno e historia latinoamericana: nación, 2013 Para vencer el miedo, en: http://pioresnada.wordpress.
subalternidad y escritura de la historia en el debate Mallon – com/
Beverley”, en Estudios culturales latinoamericanos. Retos desde
y sobre la región andina, C. Walsh (ed.). PRAKASH, Gyan
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cia de Tiempos. Estudios subalternos/contextos latinoamerica-
CHATTERJEE, Partha nos. Estado, cultura, subalternidad. Ileana Rodríguez (ed.)
2001 “La Nación y Sus campesinos”, en Convergencia de Tiem- Rodopi, Amsterdam
pos. Estudios subalternos/contextos latinoamericanos. Estado,
cultura, subalternidad. Ileana Rodríguez (ed.) RADKU, Verena
Rodopi, Amsterdam 1986 Hacia una historiografía de la mujer
Nueva Antropología. Vol. VIII, No 30, México.
FOUCAULT, Michel
1980 El orden del Discurso SAID, Edward
Tusquets, Barcelona 1990 Cultura e imperialismo
Anagrama, Barcelona.
GOTKOWITZ, Laura La Casa de la Mujer, programa de Infante - Promoción Integral de la Mujer
2008 “Conmemorando a las Heroínas: género y ritual en Bolivia SPIVAK, Gayatri Chakravorty
a inicios del siglo XX”, en Decursos. Nº 17. 2003 ¿Puede hablar el subalterno?
y la Infancia, se constituye en un Centro Terapéutico Integral para mujeres y
CESU, Cochabamba. Revista Colombiana de Antropología, 39, Bogotá. adolescentes en situación de violencia en razón de género.

GUHA, Ranajit Este espacio promueve el encuentro entre mujeres que pasan por similares
1989 “Dominance Without Hegemony and Its Historiography”
Subaltern Studies VI. New Delhi. situaciones de violencia donde reflexionan y construyen conjuntamente nuevas
Oxford University Press, USA formas de relacionamiento solidario, apoyo mutuo y proyecto de vida.

Así contribuyen al fortalecimiento de un proceso de recuperación integral sos-


tenible en su vida.

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