Académique Documents
Professionnel Documents
Culture Documents
1.- Introducción
1
actividades, y demás elementos curriculares; y c) Que el contexto
organizativo del centro educativo facilite su uso educativo.
2
estrategias y no otros u otras. Como nos recuerda Gairín (1.987), este
enfoque tecnológico-científico nos permite dominar los fundamentos de la
práctica, conocer otras formas de hacer y, en consecuencia, adaptar nuestra
acción docente a las nuevas exigencias que impongan las variables de la
realidad.
3
emergencia de métodos que favorecen el desarrollo de la metacognición en
el alumnado, y aportando elementos de mejora de la función docente. Pero
es precisamente por ello, por su cada vez mayor incidencia en el ámbito
educativo, por lo que subrayamos la necesidad de formar y capacitar a los
profesores para que utilicen las nuevas tecnologías, y sean conocedores de
sus implicaciones sociales y culturales, de sus posibilidades y aplicaciones.
En definitiva, cabría afirmar que en la actual sociedad del
conocimiento el máximo compromiso de la escuela y sus profesores es la de
ser innovadores, capacitar a su alumnado para que lo sea, y manifestar una
actitud positiva hacia el uso e integración en el currículo de las nuevas
tecnologías. Si bien todo ello va a requerir, y en algunos casos ya se está
produciendo, aspectos como los siguientes:
4
En este marco, el uso del ordenador en tareas evaluadoras, tanto de
aprendizajes como de recursos didácticos, mejora sensiblemente el sistema
metodológico, sobre todo por su versatilidad. La aplicación de un software
adecuado puede ser un elemento de socialización porque potencia la
motivación de profesores y alumnos y, en esencia, cualifica los recursos y
facilita una evaluación más personalizada.
5
en la mejora de la función docente, que, por otra parte, se nos presenta como
imprescindible en una sociedad en constante y vertiginoso cambio. Y si todo
ello se hace operativo mediante una actividad de auto-reflexión colaborativa
del equipo de colegas, que se proyecta a los diferentes ámbitos del hacer
escolar, habrá que reconocerle su influencia optimizadora en la cualificación
de la enseñanza y de la propia tarea docente, es decir, de su desarrollo
profesional.
6
ellos, como educadores que somos, para que sepan y puedan vivir en
plenitud esta sociedad de la comunicación y de un crecimiento acelerado
del conocimiento?. ¿Cuáles son los elementos que conforman el ecosistema
evaluación en cada centro?. ¿En base a qué se diagnostica o define dicho
ecosistema?. Preguntas y más preguntas. Pero, ¿cuáles y dónde están las
respuestas?. ¿Las buscamos?. Desde este racimo de dudas, invitamos a que
la escuela sea pensada como una institución crítica y renovadora, como un
espacio de pensamiento, comprensión y diálogos entre todos los elementos
que la componen, sin olvidar aquellos situados en diferentes escenarios de
su diáspora.
7
En el marco conceptual y teórico anterior, y guiado por una clara
orientación profesionalizadora, cada docente deberá colaborar en la
evaluación inicial, formativa y final de los medios, en general, y de las TICs
específicamente, que integre en su práctica educativa, contemplando como
criterios de valoración de los mismos, aspectos tanto funcionales y
pedagógicos, como técnico-estéticos (Marqués, 1995). Desde los primeros,
decidiremos acerca de su eficacia-eficiencia (relación objetivos-logros), la
facilidad en su utilización (sin que por ello disminuyan sus aportaciones
reales como recursos de aprendizaje), así como su grado de versatilidad.
Las exigencias técnica y estética deberán de apoyarse en un conjunto de
criterios casi irrenunciables, tales como la calidad del entorno audiovisual,
de sus contenidos y originalidad. De manera que todo ello implicará, como
ya he dicho, superar esa especie de tecnofobia, que tan irresponsablemente
se esgrime y en la que muchos militan, lo que no hace sino encubrir
resistencias al cambio y a la mejora. O quizás, simplemente, poner de
manifiesto aquello que decía el poeta: desprecian cuanto ignoran…
8
(tales como síntesis, esquemas o resúmenes), el empleo de diferentes
códigos para la comunicación (bien sean verbales, bien icónicos), recursos
que potencien la interactividad o diálogo instructivo recurso-alumno y que,
paralelamente, propicien la construcción por el estudiante de su propio
conocimiento, o, finalmente, el grado en el que el software incorpore
fórmulas o vías para la orientación del aprendizaje.
9
estereotipos, cómo están tratados los distintos géneros, los
diferentes grupos sociales, etc.
10
guía para el aprendizaje, la atención que presta a la experimentación, la
orientación facilitada cuando se producen errores o su capacidad
motivadora.
11
2.2. Asumen que el aprendizaje está condicionado por el
conocimiento previo (asociación o conexión con los conceptos inclusivos de
la estructura cognitiva)
2.3. Entienden que el aprendizaje está en función de la situación o
escenario en el que tiene lugar (de la situación específica, concreta,
contextual).
Esta auto y co-reflexión, tanto con los docentes como con los
discentes, habrá de fundamentarse sobre numerosos interrogantes, entre los
que subrayamos los siguientes: ¿Concebimos la evaluación de los recursos
en general, y de los multimedia en particular, como una vía para mejorar
todos; es decir, para cualificar la educación de los estudiantes y la propia
práctica docente? ¿Existen unos criterios objetivos para la evaluación del
software educativo?. Y si existen, ¿los utilizamos para mejorar los procesos
de la enseñanza y del aprendizaje?. Y, ya recapitulando, ¿cómo incorporar la
evaluación de los recursos multimedia al proceso de aprender a ser mejor
docente, a ser mejor educador?; o aquel otro que podemos hacernos: ¿en
qué consisten, realmente, las dimensiones didácticas y curriculares que
habrán de ser consideradas a la hora de situar las TICs en los procesos
educativos, haciéndolos radicalmente significativos? (Pérez, 2003).
a). Valorando los efectos de una didáctica de los medios y con los
medios, cosas muy diferentes aunque necesariamente complementarias, en
el marco del diseño y desarrollo de los currículos de y en los centros.
12
b). Anticipando la repercusión que un buen uso de las TICs va a
tener en el rendimiento de nuestros estudiantes ya que a toda concepción
curricular subyace lo anticipatorio.
13
innovar si no abordamos, previamente, procesos de indagación. Y sin
olvidar, además, que la metodología propia del e-learning, ha de
caracterizarse por la apertura, la flexibilidad, la combinación de enfoques
(con mayor insistencia en los desarrollos constructivistas del aprendizaje), el
respeto a los diferentes estilos y ritmos de aprender de los estudiantes, el
fomento del trabajo grupal de los alumnos, el establecimiento de un modelo
integral y participativo de evaluación y un esmerado diseño de materiales.
14
En consecuencia, situándonos, dentro de los diversos paradigmas de
formación de los profesores, en el denominado paradigma de indagación,
desde el que se pretende conseguir un nuevo docente entrenado en la
búsqueda de mejor conocimiento organizativo y didáctico, pedagógico y
disciplinar, en un investigador que se enfrenta a los problemas inquiriendo o
averiguando las soluciones más adecuadas (Cardona, 2001).
15
-Bunge, M. (1.985a): Seudociencia e ideología. Madrid, Alianza Editorial.
-Bunge, M. (1.985b): Epistemología. Barcelona, Ariel.
-Cabero, J. (2000): Las nuevas tecnologías y las transformaciones de las
instituciones educativas. En Lorenzo, M. y otros (Eds.): La organizaciones
educativas en la sociedad neoliberal. Granada, GEU; pp. 463-493.
-Cabero, J. y Gisbert, M. (Coords.) (2.002): Materiales formativos
multimedia en la red. Guía práctica para su diseño. Sevilla, Doblas.
-Cardona, J. (1.998): Cultura evaluativa de centros de educación. En Gento,
S. (coord.): Gestión y supervisión de centros educativos. Buenos Aires,
Docencia; pp. 123-154.
-Cardona, J. (2001): Elementos de teoría organizativa del centro escolar.
Madrid, Sanz y Torres.
-Cantón, I. (2000): Las tecnologías como utopía en la sociedad de la
información y del conocimiento y su incidencia en las instituciones
educativas. En Lorenzo, M. y otros (Eds.): Las organizaciones educativas en
la sociedad neoliberal. Granada, GEU; pp. 445-461.
-Gairín, J. (1987): Proyecto Docente. Departamento de Pedagogía y
Didáctica. UAB.
-Gallego, D. J. y Alonso, C. M. (1.997): Multimedia. Madrid, UNED.
-Gómez del Castillo, M. T. (1.996): La práctica del ordenador en las aulas
de informática o fuera de ellas. Ponencia al XI Congreso Nacional de
Pedagogía, Innovación Pedagógica y política educativa. San Sebastian,
Sociedad Española de Pedagogía.
-Griffin, G. (1.983): The work of staff development. En Griffin, G. (ed.):
Staff Development, Chicago, NSSE; pp. 1-12.
-Gutiérrez, A. (2.003): Alfabetización digital. Algo más que ratones y teclas.
Barcelona, Gedisa editorial.
-Marcelo, C. (1.990): El desarrollo profesional de los profesores. En
Medina Rivilla, A. y Sevillano García, M. L. (Coords.): El currículum:
fundamentación, diseño, desarrollo y evaluación. Madrid, UNED; pp. 567-
588.
-Marqués, P. (1.995): Software educativo. Guía de uso y metodología de
diseño. Barcelona, Estel.
-M.E.C. (1.989): Plan de Investigación Educativa y de Formación del
Profesorado. Madrid, Servicio de Publicaciones.
-Medina, A. (1.989): La formación del profesorado en una sociedad
tecnológica. Madrid, Cincel.
-Medina, A. (2.004): Metodología socializadora del proceso de enseñanza-
aprendizaje en colaboración. En Medina, A. y otros (Coords.): Diseño,
desarrollo e innovación del currículum en las instituciones educativas.
Madrid, Universitas; pp. 481-520.
-Medina, A. (1.996): La cultura del centro educativo. En Lorenzo, M.
(coord.): La organización y Gestión del centro educativo. Análisis de casos
prácticos Madrid, Universitas; pp. 299-324.
-Osuna, S. (2.004): El papel de las tecnologías digitales en la organización
de los centros educativos. En Moreno, J. M. (coord..): Organización y
gestión de centros educativos. Madrid, UNED; pp. 315-332.
-Pérez, R. (2.003): Las nuevas tecnologías en la organización. En Sevillano,
M. L. (coord.): Nuevas tecnologías aplicadas a la educación. Madrid,
UNED; pp.357-403.
16
-Pérez, J. y Urbina, S. (1.997): Nuevas Tecnologías aplicadas a la
Educación Especial. En Sánchez Palomino, A. y Torres González, A.
(Coords.): Una perspectiva curricular, organizativa y profesional. Madrid,
Pirámide; pp. 371-386.
-Sevillano, M. L. (2.003) (coord.): Nuevas tecnologías aplicadas a la
educación. Madrid, UNED.
-Sevillano, M. L. (1.995): Evaluación de materiales y equipos. En
Rodríguez Diéguez, J. L. y Sáenz Berrio, O. (Dir.): Tecnología educativa.
Nuevas tecnologías aplicadas a la educación. Alcoy, Marfil; pp. 463-495.
17