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Describe el producto que se muestra a continuación, desde una perspectiva de ciclo de vida:

IPod classic ( el objeto de análisis es el propio aparato y todo lo que le rodea: envase,
distribución, uso, gestión final, etc.)

- Identificar las etapas del ciclo de vida del producto (por ejemplo: concepto, materiales,
procesado y producción, distribució, uso, y fin de vida, entre otros).

− Para cada una de las etapas del ciclo de vida seleccionadas, realizar una breve descripción
que la defina.

- Detectar los aspectos más destacables de estas, ya sean aspectos ambientales, tecnológicos,
económicos u sociales, resaltando eso aspectos fuertes y débiles.

Considerad importante analizar las siguientes Fases del ciclo de vida: concepto, materiales,
producción, distribución, envase u/o envalaje, uso, Fin de Vida de forma descriptiva y
mostrando los aspectos destacables -de haberlos-

Para realizar la entrega subid vuestro ejercicio en el siguiente titulado:


ejM1_Nombre_Apellido

CONCEPTO:

El concepto de diseño es una idea reciente. Fue en 1920 cuando J. Sinel utilizó la
palabra diseño por vez primera. Pero no fue hasta 1940 cuando Raymond Loewy dibujó
el paquete de tabaco Lucky Strike, que los estudiosos de la historia del diseño
consideran como el momento del nacimiento del diseño industrial.

El ICSID (International Council of Societies of Industrial Design, http://www.icsid.org)


define el diseño industrial como la actividad creativa que consiste en la determinación
de las propiedades formales de los objetos producidos industrialmente

SOBRE EL CONCEPTO DE DISEÑO

Vamos a trabajar con la definición según la cual el diseño tiene por objeto la
determinación de:

Cualidades formales de un objeto o de una situación.

Los atributos que se le otorgan.

Los atributos que le confieren:

a) un aspecto

b) un "tacto"
c) condicionan unas determinadas formas de uso.

Por lo tanto, el diseño siempre es una propuesta estética, sensorial y funcional.

Lo más importante que aporta la idea del diseño es que se lleva a cabo a partir de una
forma renovada de ver el mundo y una nueva manera de interpretar las necesidades que
presenta. Detrás de cada producto de diseño hay una reflexión sobre la realidad que, en
mayor o menor medida, consiste en una reinterpretación de las necesidades, los deseos,
los gustos y los anhelos de las personas.

MATERIALES
HISTORIA DEL DISEÑO INDUSTRIAL. EVOLUCIÓN. El diseño industrial es un fenómeno vivo y
dinámico. En cualquier reunión de diseñadores industriales podrían escucharse opiniones muy diferentes sobre
los comienzos de la disciplina, sus influencias y sus prioridades.

Sin embargo, hay dos raíces que nadie discute. Una de ellas parte de la mercadotecnia y
la explotación del diseño industrial para aumentar las ventas de un producto y el
volumen de operaciones de una empresa. La otra, que constituye un punto de partida
histórico más apropiado, es más abstracta, y se centra en el papel que desempeñan los
seres humanos en una sociedad industrial, que incluye la búsqueda de formas estéticas
apropiadas y mejora de los productos existentes, en una era tecnológica que avanza a
gran velocidad.

Diseño y reforma social. La Revolución Industrial, que comenzó en el siglo XVIII,


hizo que se pasara de la producción individual a la división del trabajo en las fábricas.
Para los obreros, las condiciones de trabajo eran peligrosas y sucias, y no fomentaban
ningún sentimiento de orgullo por el trabajo realizado. Se producían muebles,
cuberterías y textiles, destinados a atraer a una nueva clase media urbana que mostraba
un gran interés por este tipo de productos y por otros más baratos. En el siglo XIX, una
serie de críticos y reformadores eminentes, como los británicos John Ruskin o William
Morris, encontraron vínculos claros entre los sistemas industriales de fabricación y la
pobreza de relaciones entre la sociedad y sus objetos cotidianos, caracterizados por la
impersonalidad de las máquinas que los generan. La Gran Exposición celebrada en el
Hyde Park londinense en 1851 sirve con frecuencia para ilustrar este debate porque
presentó una gran variedad de objetos y máquinas de muchos países entre los que
predominaban las recreaciones históricas carentes de espíritu, y tan ajenas a la lógica
industrial como próximas al decadente gusto burgués. Entre los reformadores británicos
y del resto de Europa se creía cada vez más que el diseño para la industria era una
preocupación social fundamental, una cuestión de política nacional y de educación. Esta
convicción caracteriza el debate del “diseño para la industria” que tuvo lugar a finales
del siglo XIX y principios del XX.

El establecimiento de escuelas de diseño, como la Central School of Arts and Crafts,


fundada en 1896, fue uno de los primeros intentos de desarrollar una comprensión
crítica de los objetos y la arquitectura. El gobierno alemán fomentó la cooperación entre
artistas, fabricantes y vendedores a través del Deutscher Werkbund (Asociación
Alemana de Artesanos, fundada en 1907), y uno de los miembros de esta organización,
Peter Behrens, puede considerarse uno de los primeros diseñadores industriales
propiamente dichos, al colaborar con la empresa alemana AEG. El polémico debate de
la Werkbund, que continuó con la escuela de diseño de la Bauhaus (fundada en Weimar
en 1919), se centraba en las relaciones entre las sensibilidades artísticas y artesanales, el
aprovechamiento de la máquina, el uso de nuevos materiales en arquitectura y el diseño
para la producción industrial. La pureza formal del movimiento moderno (que se
aprecia especialmente en la obra de arquitectos como Le Corbusier o Ludwig Mies van
der Rohe) tuvo una importante influencia en la naciente disciplina del diseño industrial.
Los países escandinavos, con una gran tradición artesana y una industrialización tardía,
demostraron que el diseño industrial (aplicado a muebles, textiles y productos de
consumo) podía combinar los ideales modernistas de la producción en serie, la
decoración y las formas directas con los factores humanos sutiles, el conocimiento de
los materiales y la facilidad de comercialización. El finlandés Alvar Aalto, el sueco
Bruno Mathsson y el danés Arne Jacobsen se hicieron famosos por sus diseños
funcionales de aspecto sencillo. Durante la década de 1950, el estilo escandinavo tuvo
una gran influencia en el diseño industrial internacional. Uno de los fenómenos más
paradigmáticos de la importancia económica del diseño industrial fue el que se produjo
en Italia tras la II Guerra Mundial. Allí, un gran número de industrias confiaron su
recuperación al apoyo de esta disciplina, vinculada en el país transalpino con la primera
generación de críticos al movimiento moderno. Así, empresas como Fiat, Olivetti o
Pirelli contaron con las investigaciones formales que introdujeron algunas figuras de la
importancia de Gio Ponti, Ettore Sottsass, Giambattista Pininfarina o Achille
Castiglioni, que revolucionaron la imagen de los productos industriales y volvieron a
situar a Italia entre los países más pujantes del mundo. El ejemplo italiano sirvió de
acicate para el diseño español, que alcanzó a mediados de la década de 1980 una
relevancia similar a la transalpina, aunque la industria ibérica no pueda competir a la
altura de su rival italiano. Compañías como la francesa Citroën, la alemana Braun o la
italiana Olivetti adquirieron una reputación envidiable durante la posguerra mundial por
el éxito de sus productos, que se debió en parte a su fe en el diseño. Su trabajo fue
reconocido con numerosos premios internacionales de diseño.

Diseño industrial y mercadotecnia. En Gran Bretaña y los demás países europeos, la


Revolución Industrial probó con claridad el principio de división del trabajo. Sin
embargo, fue en Estados Unidos donde Henry Ford revolucionó la producción de
vehículos con la introducción y desarrollo de las técnicas de cadena de montaje en el
automóvil Ford T de 1908. Estas técnicas se introdujeron rápidamente en otros ámbitos
de la industria. La producción en serie exigía ventas masivas, y los fabricantes
estadounidenses de la década de 1920 no tardaron en reconocer el potencial del diseño
industrial. Aunque en aquel momento ya se estaba desarrollando un mercado para
bienes de consumo, las empresas estadounidenses tenían gamas de productos bastante
similares entre sí y vendían a precios constantes al tener una capacidad de producción
similar. Las presiones adicionales surgidas del hundimiento del mercado bursátil en
1929 aumentaron el deseo de las empresas de obtener ventajas en esos mercados tan
competitivos. Las empresas empezaron a aprovechar la experiencia de un grupo de
personas con conocimientos de primera mano en el fomento de las ventas de un
producto determinado. Entre estas personas figuraban los escaparatistas de los grandes
almacenes o los artistas comerciales que dibujaban las ilustraciones de los catálogos de
venta por correo. Walter Dorwin Teague, Norman Bel Geddes, Henry Dreyfus y
Raymond Loewy comenzaron así sus carreras y establecieron asesorías de diseño
industrial de gran éxito en Estados Unidos en las décadas de 1920 y 1930 a partir de la
colaboración con grandes grupos empresariales. En aquel periodo se empleó por
primera vez el término “diseño industrial” para describir su trabajo, que se centraba en
productos de consumo, como automóviles y otros vehículos, neveras, cocinas y una
amplia gama de productos domésticos mecánicos o eléctricos. Las ventajas comerciales
no sólo procedían del moderno aspecto estilizado de un producto, sino muchas veces
también de mejoras claras en la fabricación o el montaje y de ideas inteligentes sobre el
empleo de los aparatos. Los productos de los diseñadores industriales eran con
frecuencia más baratos de fabricar y más fáciles de usar que sus predecesores, por lo
que se vendían mucho más. Eso hizo que la profesión de diseñador industrial obtuviera
un reconocimiento social inmediato. Aquel periodo se asocia muchas veces con el
aerodinamismo, que implicaba el uso de los estudios del siglo XIX sobre formas
naturales eficientes (como las de aves y peces). Ese movimiento llevó a la aplicación de
formas aerodinámicas a los automóviles, trenes y aviones, pero también al diseño
estilizado de objetos de consumo estáticos, como tostadoras o grapadoras, como
emblema de la modernidad. Actualmente el diseño industrial recoge otros aspectos
como optimización de materiales, criterios técnicos de comportamiento de los objetos,
mejora continua de los productos y nuevas prestaciones de los mismos. (Articulo
enviado por: Jawar Jhon Somón Email: jhonjse@yahoo.es)

Artesanía y diseño

El diseño industrial es la disciplina orientada a la creación y desarrollo de los


productos industriales. El diseñador industrial trabaja en un proceso de adaptación de
los productos, a las necesidades físicas y psíquicas de los usuarios y grupos de usuarios.

El diseño industrial sintetiza conocimientos, métodos, técnicas, creatividad y tiene como


meta la concepción de objetos de producción industrial, atendiendo a sus funciones, sus
cualidades estructurales, formales y estético-simbólicas, así como todos los valores y
aspectos que hacen a su producción, comercialización y utilización, teniendo al ser
humano como usuario.[1] Es una actividad creativa, que establece las cualidades
polifacéticas de objetos, de procesos, de servicios y de sus sistemas en ciclos vitales
enteros. Por lo tanto, el diseño es el factor central de la humanización innovadora de
tecnologías y el factor crucial del intercambio económico y cultural.[2]

El diseñador industrial desarrolla diversos objetos tales como joyería, indumentaria,


juguetes, muebles, luminarias, vehículos, accesorios de cómputo y etc.

Contenido
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• 1 Historia
• 2 La protección del diseño industrial
o 2.1 La protección como propiedad industrial
o 2.2 La protección como derecho de autor
• 3 Profesión
• 4 Disciplinas y ciencias afines
• 5 Véase también
• 6 Referencias
• 7 Enlaces externos

Historia [editar]

Cuchillos y otros objetos de la Edad de Piedra. Los primeros artefactos desarrollados


por el hombre eran herramientas que pretendían ser extensiones corporales.

Silla diseñada por Charles Rennie Mackintosh. El Arts and Crafts fue un movimiento
que se opuso a la más temprana producción industrial de muebles por considerarla de
mala calidad y con desiquilibrio entre forma, función y decoración.

La concepción de la forma de los objetos y la determinación de sus atributos, es una


actividad realizada por el hombre desde los orígenes de la especie humana. Estos
objetos han tenido siempre como intención ser extensiones de nuestros cuerpos y
nuestras mentes. Un ejemplo común es el del desarrollo de la silla, pues anterior a ésta
se encuentra la roca, el tronco o un montículo, pero ahora el derivado es una silla, y más
aún, una silla ergonómica. Y así, muchos objetos se han desarrollado dependiendo en
gran parte de su función. A lo largo de la historia esta actividad de configuración
(diseño) y construcción de los objetos estuvieron a cargo de la misma persona. Hasta el
siglo XIX, en general, ambas actividades estuvieron a cargo de la misma persona: el
artesano.

La revolución industrial comenzó a gestarse en Inglaterra a mediados del siglo XVIII y


con la introducción sistemática de la máquina en el proceso de producción, comienza la
mecanización del trabajo, en reemplazo del trabajo manual. Este nuevo sistema de
producción separó las tareas de concepción de las de construcción. En un principio los
creadores fueron artistas y artesanos con inventiva que tuvieron éxito debido a las
favorables circunstancias económicas del momento y al uso de la máquina de vapor y
electricidad.

Durante la primera mitad del siglo XIX los objetos fabricados por el nuevo sistema de
producción no se caracterizaban precisamente por la calidad del diseño, lo que provocó
cuestionamientos y críticas que hicieron eclosión con motivo de la Gran Exposición
Internacional de 1851 en Londres. Allí se expusieron los avances de la tecnología de la
época y todo lo que la técnica permitía producir, desde locomotoras y telares mecánicos
hasta objetos de la vida cotidiana. La calidad de los objetos expuestos, que imitaban el
aspecto de los hechos a mano, en general era mala. La producción industrial sacrificaba
calidad y terminación por cantidad.

En el contexto de la crítica a la producción industrial, Henry Cole, un especialista en


artes decorativas inició un movimiento para conciliar arte con industria. Editó una
revista mensual llamada Journal of Design and Manufacturers que fue la primera
publicación sobre diseño aplicado a la industria. El cuestionamiento de la producción
industrial fue seguido por otras personalidades como John Ruskin y William Morris,
ambos, inspiradores del movimiento Arts and Crafts.

El movimiento Arts and Crafts, planteó un retorno a la producción artesanal y al espíritu


medieval como alternativa válida para recuperar el equilibrio entre artes y oficios. El
movimiento intentó resucitar la artesanía y el diseño en la Inglaterra victoriana. Se
caracterizó por materializar la unidad de la forma, la función y la decoración, un
equilibrio que había sido roto como consecuencia del nuevo sistema de fabricación
industrial. Al principio rechazó el uso de la máquina, y las formas tendieron a ser
rústicas, simples y elegantes, en general sin ornamentación. La forma no ocultaba su
función y en cambio evidenciaba su construcción, dejando a la vista clavos y clavijas
formando diseños en las superficies de los muebles. La segunda generación de
diseñadores del movimiento fue más superadora y aceptó plenamente la ayuda de la
máquina. Si bien el Arts and Crafts logró revivir la artesanía, no pudo hacer lo mismo
con el diseño aplicado a la industria, aunque el movimiento fue un paso significativo
hacia la abstracción de la forma y el funcionalismo en el diseño industrial.[3]

Se considera que la primera institución que impartió las bases del diseño industrial fue
la Bauhaus (casa de construcción), una escuela alemana de arte, diseño y arquitectura
fundada en 1919 bajo la dirección de Walter Gropius, dicha escuela fue clausurada en
1933 por las autoridades prusianas (en manos del partido Nazi).

En la actualidad el diseño industrial se ha extendido por casi todo el mundo, con


educación a nivel universitario. La mayoría de los países cuentan con organizaciones
oficiales que promocionan el diseño. Las escuelas más importantes en la actualidad son
las de Milán, y toda Italia, en general.

El proceso de diseñar un producto incluye además de los diseñadores industriales,


ingenieros de producto, plásticos, metalurgia, eléctricos, electrónicos, sistemas,
industriales y todos aquellos que sean requeridos acorde con los requisitos específicos
del producto, así como de la empresa que ha de producir el artículo industrial.
Las actuales sociedades postmodernas se encuentran sumergidas en una inmensa
cantidad de objetos consecuencia de la producción industrial seriada, desde sencillos
empaques hasta automóviles. Estos objetos son estudiados y analizados por diseñadores
industriales, quienes sintetizan la información proporcionada por estudios de mercado,
de funciones, anatómicos, culturales, etcétera, para poder desarrollar y diseñar
productos adecuados al mercado y sus expectativas.

DISTRIBUCION
El canal de distribución constituye un grupo de intermediarios que hacen llegarlos productos y servicios de los
fabricantes a los consumidores y usuarios finales.

1. Canales de Distribución - Los Canales para productos de consumo se dividen a su vez en cinco tipos que
se consideran los más usuales:

Productores Consumidores: esta es la vía mas corta y rápida que se utiliza en este tipo de productos. La forma
que más se utiliza es la venta de puerta en puerta, la venta por correo, el telemercadeo y la venta por teléfono.
Los intermediarios quedan fuera de este sistema.

Productores – minoristas – consumidores: este es el canal más visible para el consumidor final y gran numero
de las compras que efectúa él publico en general se realiza a través de este sistema. Ejemplos de este canal de
distribución son los concesionarios automatices, las gasolineras y las tiendas de ropa. En estos casos el
productor cuenta generalmente con una fuerza de ventas que se encargara de hacer contacto con los
minoristas que venden los productos al publico y hacen los pedidos después de lo cual los venden al
consumidor final.

Productores – mayoristas – minoristas o detallistas: este tipo de canal lo utiliza para distribuir productos tales
como medicina, ferretería y alimentos. Se usa con productos de gran demanda ya que los fabricantes no tienen
la capacidad de hacer llegar sus productos a todo el mercado consumidor.

Productores – intermediarios – mayoristas – consumidores: este es el canal mas largo, se utiliza para distribuir
los productos y proporciona una amplia red de contactos; por esa razón, los fabricantes utilizan a los
intermediarios o agentes. Esto es muy frecuente en los alimentos perecederos.

Selección del Canal de Distribución - Las decisiones sobre distribución deben ser tomadas con base en los
objetivos y estrategias de mercadotecnia general de la empresa. La mayoría de estas decisiones las toman los
productores de artículos, quienes se guían por tres criterios:

o La cobertura del mercado. Los intermediarios reducen la cantidad de transacciones que se necesita hacer
para entrar en contacto con un mercado de determinado tamaño, pero es necesario tomar en cuenta las
consecuencias de este hecho; por ejemplo, si un productor puede hacer cuatro contactos directos con los
consumidores finales, pero hace contacto con cuatro minoristas quienes a sus ves lo hace con consumidores
finales él numero total de contactos en el mercado habrá aumentado a dieciséis,, cual indica como se han
incrementado la cobertura del mercado con el uso de intermediarios.

o Control. Se utiliza para seleccionar el canal de distribución adecuado, es decir, es el control del producto.
Cuando el producto sale de las manos del productor, se pierde el control debido a que pasa a ser propiedad del
comprador y este puede hacer lo que quiere con el producto. Ello implica que se pueda dejar el producto en un
almacén o que se presente en forma diferente en sus anaqueles. Por consiguiente es más conveniente usar un
canal corto de distribución ya que proporciona un mayor control.

o Costos. La mayoría de los consumidores piensa. Que cuando más corto sea al canal, menor será el costo de
distribución y, por lo tanto menor el precio que se deban pagar. Sin embargo, ha quedado demostrado que los
intermediarios son especialistas y que realizan esta función de un modo más eficaz de lo que haría un
productor; por tanto, los costos de distribución son generalmente más bajos cuando se utilizan intermediarios
en el canal de distribución.

Tipos de Distribución - Muchas compañías expresan su objetivo sobre los lugares adecuados y al menor
costo. Por desgracia, ningún sistema de distribución física puede a la vez maximizar los servicios al cliente y
minimizar los costos de distribución. Un nivel máximo de servicios al cliente implica grandes inventarios, el
mejor medio de transporte y muchas bodegas, todo lo cual eleva los costos de distribución. Un mínimo de
costos de distribución implica un medio de transporte barato, inventarios reducidos y pocas bodegas.

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